Tener una buena salud bucodental ayuda a mantener adecuadamente el nivel de glucosa en la sangre y, por tanto, a controlar la diabetes, según ha informado el Consejo General de Dentistas con motivo de la celebración del Día Mundial de la Diabetes, el próximo 14 de noviembre.
Y es que, tal y como han recordado, los pacientes que tienen algún problema de enfermedad periodontal podrían tener diabetes de tipo 2 con mayor frecuencia que aquellos que tienen las encías sanas. Además, los pacientes diabéticos con enfermedad de las encías tienen también un mayor riesgo de sufrir las complicaciones asociadas a la diabetes.
De hecho, los dentistas han alertado de que los diabéticos con periodontitis avanzada pueden tener un riesgo de mortalidad cardio-renal “tres veces mayor” que los diabéticos sin periodontitis; “dos veces más” de sufrir microalbuminuria; y “cinco veces más” de padecer enfermedad renal terminal. Asimismo, apostillan, la enfermedad de las encías progresa más rápido cuando la diabetes está mal controlada.
Por otro lado, al igual que la enfermedad periodontal puede perjudicar el control de la glucemia y aumentar el riesgo de complicaciones, la diabetes también puede incrementar las posibilidades de sufrir enfermedades periodontales o, en el caso de que ya se tengan, agravarlas.
De hecho, los adultos con diabetes mal controlada tienen un riesgo “tres veces más alto” de tener enfermedad periodontal y, aunque con “mucha menor frecuencia y relevancia”, la diabetes también podría causar otros problemas bucales como candidiasis oral, boca seca, síndrome de ardor bucal, agrandamiento de las glándulas salivales, infecciones post-exodoncia o alteraciones en la percepción del gusto.
“Sin embargo, a pesar de la importancia que tiene el cuidado de las encías para tener una buena salud, sigue existiendo un gran desconocimiento en relación con las enfermedades periodontales, y el cuidado que los ciudadanos siguen prestando a esta parte de la boca es escaso”, han lamentado los dentistas.
En este sentido, han señalado que la periodontitis junto con la caries son las enfermedades más comunes del mundo y que, en España, el 80 por ciento de la población mayor de 35 años tiene algún problema en las encías de los cuales, más de la mitad gingivitis y uno de cada tres periodontitis.
“De ahí la importancia que tienen las revisiones bucodentales ya que no sólo permiten detectar enfermedades de las encías, ayudando a controlar el nivel de glucosa, sino que también contribuyen a que el dentista pueda detectar precozmente pacientes con diabetes”, ha subrayado el Consejo.
Los dentistas piden integrar la salud oral con la general
Del mismo modo, el Consejo General de Dentistas ha incidido en la importancia que tiene conceder un enfoque “más global” a la salud, por lo que ha insistido en seguir trabajando para conseguir una “mejor y mayor” integración entre la salud oral y la salud general.
Y es que, según recientes estudios, los factores de riesgo que pueden generar enfermedades orales parecen ser los mismos que los que provocan las principales enfermedades crónicas no transmisibles como es el caso de la diabetes, del cáncer, derrames cerebrales, enfermedades mentales, enfermedades de corazón o la obesidad.
En cuanto a los factores de riesgo de las enfermedades de las encías, los dentistas han destacado la incidencia que tiene la diabetes o el tabaquismo ya que, a su juicio, puede “triplicar” el riesgo de padecer periodontitis.
No obstante, zanjan, el estrés, los cambios hormonales que se producen en el embarazo o en la menopausia, los antecedentes familiares, VIH, herpes, que el paciente haya sido sometido a un trasplante o tener las defensas bajas, son también otros factores que pueden provocar enfermedad periodontal.
10 recomendaciones sobre salud dental para el paciente diabético
La Sociedad Española de Diabetes (SED) ha elaborado, para los dentistas, una guía de actuación que ayude a concienciar al paciente con diabetes –incluida la mujer embarazada con diabetes gestacional- y al odontólogo a detectar situaciones de riesgo y actuar precozmente. Si llevamos al paciente las recomendaciones de la SED, establecemos, según el odontólogo Iván Malagón, diez recomendaciones que debe seguir el paciente con diabetes o en riesgo de sufrir diabetes:
1. Debe ser consciente del riesgo de enfermedad periodontal y que ésta incide en el control de los niveles de glucosa.
2. El examen bucodental con un examen completo de sus encías debe formar parte de la evaluación de su diabetes.
3. En el caso de diagnosticársele periodontitis debe ser riguroso en el tratamiento. Si inicialmente no se le diagnostica, debe acudir a un control de sus encías, al menos, una vez al año.
4. En caso de infección bucodental o periodontal aguda, debe acudir urgentemente a una clínica dental para recibir el tratamiento adecuado.
5. Si pierde dientes por la periodontitis, deberá sustituirlos con implantes o prótesis para recuperar la masticación adecuada que le permita mantener una buena nutrición.
6. No debe descuidar su educación en salud relacionada con su enfermedad.
7. En el caso de los niños, sus controles odontológicos específicos de la diabetes deben iniciarse entre los 6 y los 7 años.
8. Debe estar atento a otras señales de alarma relacionadas con su salud bucodental: ardor de boca, pérdida del sentido del gusto, sequedad, infecciones…
9. El paciente en riesgo de tener diabetes e inflamación de las encías debe acudir a un endocrino para su correcto diagnóstico y seguimiento y a un odontólogo para el tratamiento de la enfermedad periodontal.
10. En el seguimiento de los tratamientos odontológicos en general debe tener en cuenta:
– Para tratamientos convencionales (no quirúrgicos) es mejor coger cita con el odontólogo por la mañana porque tolerará mejor los procedimientos dentales.
– Para tratamientos quirúrgicos: ser riguroso en el tratamiento antibiótico (tiene mayor riesgo de infecciones); sigue siendo preferible la cita por la mañana, para su mejor tolerancia; debe poner al corriente a su endocrino para que éste pueda saber qué tratamiento está siguiendo y pueda aconsejarle si fuera necesario un cambio en la dieta o en la dosis de insulina.