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20º Congreso IUNS: Un crecimiento lineal y equilibrado del bebé hasta los dos años, la mejor garantía para su salud futura

La altura materna está asociada con el peso al nacer y el crecimiento de sus hijos a lo largo de su vida. Esta es sólo una de las conclusiones de los importantes efectos intergeneracionales de la nutrición a las que ha llegado la colaboración COHORTS, que ha explicado el Prof. Reynaldo Martorell de la Emory University de Atlanta (Estados Unidos), en el 20º Congreso Internacional de Nutrición de la IUNS.

COHORTS (que responde a las siglas en inglés de Consortiumon Health Orientated Research in Transitional Societies) es un proyecto que se puso en marcha en 2008 para hacer análisis conjuntos y publicar conclusiones sobre lo observado en cinco grandes cohortes de largo seguimiento de Brasil, Guatemala, India, Filipinas y Sudáfrica. El grupo surgió con el objetivo de escribir artículos para la serie sobre Malnutrición materno-infantil que publicó la revista The Lancet en 2008 y, dado el interés, han seguido colaborando desde entonces gracias a la financiación de Wellcome Trust y la Fundación Bill y Melinda Gates.

“Es una suerte contar con datos de tres generaciones, lo que nos ha permitido relacionar la altura adulta de la primera generación (abuelas) con el peso al nacer y el crecimiento a lo largo de la vida de sus hijos. La altura de las abuelas, que en muchos casos era muy baja debido a la mala nutrición que sufrieron en su infancia, era un fuerte predictor de retraso en el desarrollo de sus hijos a los dos años de edad”, ha explicado el Prof. Martorell.

Igualmente, “en la tercera generación (los nietos) de miembros de este COHORTS se ha observado que el peso y el crecimiento en altura desde el nacimiento a los dos años de los padres era un predictor del peso al nacer de los hijos. Asimismo, un retraso en el desarrollo a los dos años de los padres, era un fuerte predictor del peso al nacer de sus hijos, especialmente si la que había sufrido un retraso era la madre”.

Los resultados de COHORTS apoyan la teoría de “los 1.000 días”, que promueve la importancia de una nutrición adecuada desde el principio del embarazo hasta el segundo cumpleaños del niño.
Un resumen de todo el trabajo realizado se publicó el pasado mes de agosto en la revista The Lancet en un artículo que encabezaba la investigadora Linda Adair. “El crecimiento rápido y lineal en los primeros dos años es positivo para la altura que alcanzará el niño, y contribuye más a la formación de músculo que de grasa, sin perjudicar a los niveles de glucosa. El único “pero” es un pequeño incremento en la tensión sanguínea. Por su parte el incremento rápido de peso no tiene relación con la altura y después de los dos años contribuye más a crear grasa que masa muscular y se asocia a altos niveles de glucosa y de tensión sanguínea”.

Proyecto Nutrición Temprana

Para medir hasta qué punto lo que se come en los primeros años de vida influencia la salud adulta, un consorcio de 36 instituciones académicas de 12 países europeos, Australia y Estados Unidos ha puesto en marcha el Proyecto Nutrición Temprana, que coordina el profesor Berthold Koletzko desde la Universidad Ludwigs-Maximilians en Munich, Alemania.

Durante el 20º Congreso Internacional de Nutrición de la IUNS, el profesor Koletzkoa ha explicado las peculiaridades de este proyecto que se puso en marcha el 1 de febrero de 2012 y que se extenderá a lo largo de 60 meses, esto es hasta el 31 de enero de 2017.El proyecto tiene un coste de 11,12 millones de euros, y está financiado en gran parte por la Comisión Europea.

Hasta el inicio de este macro proyecto, muchos estudios habían determinado que la nutrición en los primeros años de vida y el estilo de vida que rodeaba al bebé predisponían al niño a la obesidad décadas más tarde. Sin embargo, estos estudios observacionales no tenían la capacidad de explicar qué procesos metabólicos eran los que determinaban la salud futura del niño. Para intentar explicarlo, surge el Proyecto Nutrición Temprana que trata de “determinar las causas y dar soluciones a la obesidad, así como dar una idea de cuál es la mejor intervención en los primeros años de vida para revertir los efectos adversos de la programación metabólica”, ha señalado el profesor Koletzko.

Programación metabólica

El concepto de programación metabólica se refiere a que la nutrición desde el útero y en los primeros años de vida y el estilo de vida tienen efectos en la salud futura. La programación se produce por unas señales metabólicas que apenas se conocen y que están mediadas por el estado nutricional en los diferentes estados del desarrollo.

Desde los años 80 el número de personas obesas en Europa se ha triplicado. El aumento exponencial puede explicarse en parte por un cambio en la dieta hacia un mayor consumo de grasa y calorías y un descenso en la actividad física. “La programación metabólica ofrece oportunidades importantes para la prevención de la obesidad y para atenuar la dimensión epidémica que está adquiriendo”, ha señalado el profesor Koletzko.

Las tres hipótesis que investiga el proyecto Nutrición Temprana son: la hipótesis del exceso de aporte energético en el útero -que se pregunta si una exposición intrauterina excesiva a la glucosa y demás puede afectar al desarrollo fetal e incrementar el riesgo de obesidad-; otra hipótesis es la ganancia acelerada de peso postnatal; y la tercera es la hipótesis del desajuste -que investiga si un ambiente subóptimo y obesogénico en la época perinatal predispone a la obesidad años más tarde-.

“La prevención de la obesidad debería incluir a bebés y niños, teniendo en cuenta que los hábitos alimenticios se establecen en los primeros años de vida y que son difíciles de cambiar una vez que el niño crece. Además, la intervención temprana tiene una probabilidad mucho mayor de éxito y es una solución coste-efectiva para la obesidad”, ha señalado.

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A dos de cada tres españoles no les importa ni les preocupa el colesterol

Se celebra el I Día Nacional contra el Colesterol, una iniciativa para promover el conocimiento sobre la hipercolesterolemia, el factor de riesgo cardiovascular más frecuente en España y que afecta a más de 14 millones de ciudadanos.

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19 de septiembre: I Día Nacional contra el Colesterol

Se ha presentado el Día Nacional contra el Colesterol, una campaña de sensibilización que nace para luchar contra la hipercolesterolemia en España, así como contra el desconocimiento de la población en general sobre aspectos fundamentales relacionados con el colesterol. Por ello, desde entidades relacionadas con la salud y la alimentación, se ha impulsado este proyecto que llega a las calles el próximo jueves 19 de septiembre.

El Día Nacional Contra el Colesterol es una iniciativa del Instituto Flora, fruto de su compromiso por fomentar una alimentación variada y equilibrada y un estilo de vida saludable. Esta campaña de sensibilización cuenta además con el apoyo de la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas (FEDN) y de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).

En la presentación oficial del Día Nacional contra el Colesterol han participado José Luis Llisterri, Presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que ha aportado su visión como primer contacto con los pacientes sobre la situación de la hipercolesterolemia en España; Eduard Baladia, miembro fundador del Grupo de Revisión, Estudios y Posicionamiento de la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas que ha presentado el último estudio de la FEDN relacionado con los Esteroles Vegetales y la hipercolesterolemia moderada; y Ana Palencia, Directora de comunicación de Unilever y miembro del Instituto Flora que ha compartido el estudio demoscópico europeo ¿Conoces tu nivel de colesterol?.

Según este estudio reciente elaborado por el Instituto Flora, el 67% de la población española no está preocupada por sus niveles de colesterol. En palabras de José Luis Llisterri, “un dato alarmante, puesto que en España las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad y se estima que la hipercolesterolemia causa una quinta parte de los episodios coronarios en nuestro territorio”.

La FEDN ha compartido con todos los asistentes las conclusiones de su estudio “Esteroles Vegetales para adultos con hipercolesterolemia moderada”. En él se subraya la importancia de una alimentación equilibrada para combatir la hipercolesterolemia y la validez de los alimentos funcionales enriquecidos con Esteroles Vegetales. Eduard Baladia ha afirmado que “el estudio recoge además el dato de que un 37,4% de la población española (aproximadamente 14,5 millones de españoles) tiene el colesterol entre 190 y 240 mg/dL. También el estudio concluye que hay evidencias suficientes para afirmar que el consumo de Esteroles Vegetales entre 1,5 y 3 g al día (lo equivalente a dos o cuatro tostadas con margarina enriquecida con Esteroles Vegetales) durante un periodo mínimo de 2 a 3 semanas, disminuye el colesterol LDL entre un 7% y un 10%. Esta disminución puede llegar al 15% si la persona incorpora una alimentación variada y equilibrada. Es una reducción muy significativa a tener en cuenta”.

Ana Palencia, ha presentado el estudio demoscópico elaborado por el Instituto Flora “¿Conoces tu nivel de colesterol?” realizado a nivel europeo que en España ha contado con una muestra de población de más de 1.000 personas. En él se ha puesto de manifiesto el desconocimiento de algunos aspectos fundamentales relacionados con los niveles de colesterol.

“El 41% de los españoles cree que el colesterol alto conlleva asociado algún tipo de síntoma. Lo cual es falso y es importante que la población española sea consciente de que no hay alarmas que les avisen: el control regular de los niveles de colesterol, una alimentación equilibrada y actividad física son las claves para mantener niveles saludables de colesterol”, ha afirmado Ana Palencia.

El estudio demoscópico llevado a cabo por el Instituto Flora revela también que el 52% de la población española no conoce sus niveles de colesterol. Ana Palencia considera que “es una cifra significativamente alta en un país como el nuestro en el que 55% de los encuestados que habían chequeado sus niveles tenían hipercolesterolemia”. El Instituto Flora lleva años trabajando en promover una alimentación cardiosaludable poniendo en valor el beneficio de las grasas esenciales presentes en las margarinas y siendo pioneros en el uso de Esteroles Vegetales en sus alimentos funcionales como Flora pro.activ. Por eso Palencia ha insistido en poner de manifiesto que “es alarmante que para 2 de cada 3 españoles, el 67% de la población, el colesterol no sea algo que les preocupe ni les importe, cuando todos los datos confirman que es el primer factor de riesgo cardiovascular en nuestro país. Es importante poner de manifiesto que el control del colesterol es necesario y que una alimentación, unos hábitos de vida saludables son claves para controlar el colesterol. Además, la incorporación de alimentos funcionales son una ayuda eficaz para reducirlo.”

19 de septiembre: Día Nacional contra el Colesterol

Junto con otras acciones que tendrán lugar próximamente, el próximo día 19 se instalará en la madrileña y céntrica plaza de Callao un espacio cardiosaludable, donde, a lo largo de todo el día, todos los visitantes podrán conocer su nivel de colesterol, recibir información sobre la alimentación más adecuada en caso de presentar hipercolesterolemia, disfrutar de algunos aperitivos que ayudan a reducir el colesterol, e incluso hacer ejercicios especiales en función de sus necesidades. El grupo Leche Pascual se suma a estas actividades.

Las actividades de este espacio se han escogido cuidadosamente, puesto que el control regular de los niveles de colesterol, una alimentación eficaz y algo de ejercicio son las claves para mantener unos niveles de colesterol adecuados.

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20º Congreso IUNS: La nutrición personalizada basada en el genoma facilitará la predicción y prevención de la obesidad y otras enfermedades comunes

De hecho, el Dr. José Ordovás, Director del Laboratorio de Nutrigenética y Nutrigenómica de la Universidad de Tufts (Boston, Estados Unidos), explica que “a lo largo de la historia, la nutrición ha ido dando forma a nuestros genes, y catalizando los cambios que nos dieron las capacidades intelectuales que tenemos hoy en día”.

La situación actual de la nutrigenética y su evolución a lo largo de estos años es uno de los ámbitos que analizan los especialistas que se reúnen estos días en Granada con motivo del 20º Congreso Internacional de Nutrición de la IUNS.

La genética y la nutrición como actividades biológicas están muy vinculadas.Según el Dr. Ordovás, “cada uno de nosotros nos diferenciamos genéticamente de los demás seres humanos y esto hace, entre otras cosas, que la interacción que cada uno de nosotros tiene con los alimentos y sus nutrientes sea ligera o drásticamente diferentes”. De esta manera, la nutrigenética se centra en el estudio del genoma particular de un individuo para, a partir de sus características, determinar el riesgo que tiene una persona de padecer una determinada enfermedad en el futuro. Gracias a este estudio, los nutricionistas pueden recomendar un tipo de dieta u otro y minimizar dicho riesgo.

El funcionamiento de los genes depende del aporte de nutrientes y otros componentes presentes en los alimentos. Un ejemplo de ello es la tolerancia a la lactosa en el adulto que se localiza en determinadas áreas geográficas pero no en otras y que es debido a diferencias genéticas.

En este sentido, el estudio de cómo los alimentos interaccionan con los genes para dar lugar a respuestas biológicas diferentes en cada individuo, entra a formar parte de la nutrigenómica. Tradicionalmente, la nutrición personalizada ha sido clave para la prevención de enfermedades metabólicas raras. “No obstante, estamos ampliando el espectro de conocimiento a las enfermedades crónicas comunes para poder demostrar que su papel también esencial en la prevención de patologías comunes de nuestra sociedad”.

Desarrollo de la nutrigenética en la prevención de la obesidad

Más de cuarenta genes se han caracterizado asociados con el desarrollo de la obesidad. “Una persona que tenga 30 de estos marcadores genéticos será obeso si no cuida la dieta, mientras que alguien con 5 ó 10 no tendrá que ser tan estricto con la dieta para mantener un peso saludable”, explica el Dr. Ordovás. Gracias a la nutrigenética, los nutricionistas pueden conocer el perfil de los genes y si están más relacionados con el control del apetito o del metabolismo de las grasas. De esta manera, el profesional de la nutrición puede saber de antemano en qué pacientes funcionará mejor el ejercicio o un tipo determinado de dieta.

Según el Dr. Ordovás, “la nutrigenética puede ser un componente muy importante en la lucha contra la obesidad. Con la llegada de la nutrigenética, esto podrá cambiar porque las recomendaciones se podrán hacer a la “carta genómica” y se podrá implementar para enfermedades comunes entre la sociedad”.

El especialista afirma que “la genética puede influir hasta en un 50% en la obesidad. Sin embargo, matiza que “de una manera más específica estamos avanzando más allá de las interacciones de un gen con un componente de la dieta para definir un factor de riesgo tradicional como el colesterol para integrar las interacciones entre el genoma completo, con el patrón dietético -dieta mediterránea- y la enfermedad (diabetes, obesidad.)”.

ToyBox: Estudio europeo sobre obesidad infantil

Más de la mitad de los niños europeos van al colegio en coche. Esto es especialmente frecuente en Bélgica y Alemania, mientras que en países como España, ir caminando es más frecuente. Sin embargo, España es el país con mayor prevalencia de obesidad de Europa. Los resultados del estudio ToyBox presentado en el 20º Congreso Internacional de Nutrición, cifran el sobrepeso y la obesidad de los niños españoles de entre 4 y 6 años en un 24%. La cifra española contrasta con la alemana, donde menos de un 10% de los niños tiene exceso de peso.

El objetivo del estudio ToyBox (trabajo en el que han participado 6 países europeos) es la prevención de la obesidad infantil en niños de entre 4 y 6 años. Para ello, se centra, entre otros aspectos, en el conocimiento que tienen los padres en relación a la nutrición y la actividad física.”Estamos analizando los comportamientos y hábitos de la población teniendo en cuenta aspectos culturales, económicos y educacionales”, afirma el Dr. Luis Moreno,vice-presidente del Comité Científico IUNS-ICN.

El Dr. Moreno sostiene que “la principal dificultad es tener acceso a la población con más dificultades económicas. En general, el nivel de estudios es menor al igual que su participación en las actividades escolares”. Para ello, incide en que algunas de las soluciones podrían pasar por “el desarrollo de programas con especial énfasis en familias con menos recursos. Una herramienta podría ser el ofrecer de manera gratuita el desayuno y/o comida a los niños de estas familias”. Estas comidas deberían ser sanas y también un buen momento para la promoción de una alimentación saludable (variada y equilibrada).

Otra de las recomendaciones del ToyBox es eliminar malos hábitos como disponer de un televisor en el dormitorio o guardar snacks poco saludables en la cocina del hogar. Asimismo, sugiere que los padres tienen que tener presente que su papel no es sólo dar a los hijos una alimentación saludable, sino actuar como modelos, pues los niños copian su conducta.

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20º Congreso IUNS: El ejercicio físico aporta beneficios a la salud independientemente de la masa corporal

Las personas obesas que practican ejercicio tienen menos riesgo de fallecer o desarrollar enfermedades crónicas en los próximos diez años que aquellas sin problemas de peso que no están en forma, según las conclusiones de un estudio de Steven Blair, de la Universidad de Carolina del Sur (EE UU), que el investigador ha presentado en la mesa redonda Healthy Life Style Promotion, celebrada durante el 20 Congreso Internacional de Nutrición de la IUNS que se está celebrando en Granada (España).

Blair, experto en el estudio del ejercicio físico sobre la salud reconoce que “la actividad física es una de las conductas que, junto a la dieta, el control del estrés, el buen sueño y no fumar, y añadidas a los genes, pueden ayudar a reducir las enfermedades crónicas no transmisibles, como las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes, la obesidad y las patologías respiratorias, que son la principal causa de mortalidad en el mundo”.
“Hemos publicado numerosos estudios que concluyen que con un nivel moderado de ejercicio cardiorrespiratorio el riesgo de fallecer por una enfermedad crónica no transmisible se reduce, independientemente de que estés en tu peso, tengas sobrepeso o estés obeso. Un buen ejemplo es andar: tres paseos de diez minutos cinco días por semana son suficiente”, comenta el profesor Blair.

En su ponencia, Steven Blair también ha aportado datos de varios estudios que demuestran que a partir de los 300 minutos a la semana el ejercicio -la recomendación de la OMS es de 150 minutos a la semana- no parece aportar ningún beneficio extra para la salud. “Hay evidencia acerca de la relación entre la dosis de ejercicio aeróbico y la respuesta que se obtiene en términos de salud. Generalmente, los datos muestran una asociación ascendente con beneficios sustanciales si se pasa de una vida muy sedentaria a un estilo de vida activo. No obstante, después de unos 300 minutos de actividad física de moderada a intensa a la semana, la curva ascendente empieza a hacerse plana y deja de haber beneficios adicionales”, ha explicado Blair.

Proyecto CHANCES

La nutrición influye en los años de vida y la calidad de ésta cuando se llega a la vejez. Para saber hasta qué punto y en qué parámetros concretos, el proyecto CHANCES analiza los datos de varios estudios de cohortes (estudios de seguimiento de grupos poblacionales) actualmente en marcha en Europa y Estados Unidos para generar conocimiento científico y desarrollar recomendaciones sobre los problemas de salud asociados al envejecimiento, los nutrientes que influyen y sus implicaciones socio-económicas. Los resultados preliminares de algunos de estos estudios se han presentado en el Congreso Internacional de Nutrición (ICN20).

En Granada, se han presentado estudios como la influencia de la nutrición en las fracturas osteoporóticas, los marcadores sanguíneos indicadores del estado de envejecimiento del cuerpo y la relación entre los niveles en sangre de la hidroxivitamina-25 D.

“Hasta ahora hay evidencia de que la dieta mediterránea aumenta la esperanza de vida y que hay factores de riesgo relacionados con la alimentación, como la hipertensión o los niveles de colesterol LDL, que son predictores de una mayor mortalidad”, ha resumido Antonia Trichopoulou, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Atenas (Grecia) y moderadora de la mesa “El papel de la nutrición en el envejecimiento saludable: Proyecto Chances”.

El CHANCES, cuyas siglas corresponden a Consorcio en Salud y Envejecimiento: Red de cohortes en Europa y Estados Unidos se centra en las cuatro enfermedades crónicas que suponen una mayor carga de enfermedad en la vejez: el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, la osteoporosis y las fracturas y la función cognitiva y los trastornos psiquiátricos.

El proyecto CHANCES analiza datos de quince cohortes que incluyen poblaciones de 18 estados miembros de la UE, entre otros. Los presentados en el 20 Congreso Internacional de Nutrición son sólo una muestra de los numerosos estudios que están actualmente en marcha. “La combinación de todos estos trabajos nos llevará a una estrategia integrada para el estudio de la salud en la vejez”, ha señalado la profesora Trichopoulou.

un buen desayuno, hábitos saludables, nutrición infantil

20º Congreso IUNS: Un estilo de vida saludable, clave para prolongar la esperanza de vida

Un estilo de vida saludable es clave para prolongar la esperanza de vida, no sólo en número de años sino también en la calidad de los mismos. Esta es una de las principales conclusiones del simposio organizado por la Asociación de Bebidas Refrescantes (ANFABRA), Aspectos clave a considerar en el contexto de una vida saludable, recientemente celebrado en el marco XX Congreso Internacional de Nutrición, que se desarrolla estos días en Granada.

Y es que, mantener unos niveles óptimos de hidratación, evitar la ingesta de alcohol, evitar el tabaquismo, sea o no pasivo, llevar una dieta rica en frutas y verduras o evitar el sedentarismo, es decir, llevar un estilo de vida saludable supone evitar factores que predisponen a diferente enfermedades, como la obesidad, la diabetes tipo 2, la hipercolesterolemia o las enfermedades cardiovasculares.

Ante esto la Dra. Pilar Riobó, jefe de Endocrinología y nutrición de la Fundación Jiménez Díaz, afirma que “una adecuada nutrición es una de las mejores herramientas para prevenir enfermedades. En España tenemos la suerte de contar con la dieta mediterránea, uno de los mejores ejemplos de calidad nutricional. No existe una adecuada relación entre las calorías que consumimos y las que gastamos, lo que conduce poco a poco hacia la obesidad”. Y añade,”no podemos olvidar que no existe una correcta nutrición sin una hidratación adecuada. De hecho, los expertos recomiendan de forma general ingerir entre 2 y 2,5 litros diarios a través de las diferentes bebidas, como zumos, refrescos o sopas que ayudan a adquirir los niveles deseados aportando variedad de sabores”.

Algunos expertos aseguran que el aumento de la obesidad podría conducir hacia la primera generación con una esperanza de vida inferior a la de sus padres. De hecho, hay estudios que demuestran que a la edad de 40 años una mujer obesa no fumadora pierde unos 7 años de esperanza de vida, una cifra que se sitúa en los 5,8 años en el caso de los hombres.

Para prevenir la obesidad, además de llevar una nutrición adecuada, la Dra. Pilar Riobó recuerda que “dormir las horas necesarias, recuperar hábitos cada vez más en desuso, como las comidas en familia o fomentar la lactancia materna, son algunos trucos para prevenir la obesidad”. Y añade “otro factor importante hoy en día es el consumo de fármacos, como los antihistamínicos o los antidepresivos, que va en aumento”.

La obesidad un problema complejo y multifactorial

La obesidad es consecuencia de muchos factores, como la alimentación inadecuada, el sedentarismo, los factores genéticos o el metabolismo individual, entre otros. Ante esto la Dra. Riobó recuerda que “es importante también desmentir algunos mitos entorno a la obesidad, como que se produce únicamente por el consumo de determinados alimentos; debemos recordar que no hay alimentos buenos ni malos sino dietas equilibradas”.

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20º Congreso IUNS: El sobrepeso y la malnutrición son indicadores claves de desarrollo

Desarrollo y salud son dos elementos intrínsecos beneficiarios y colaboradores el uno del otro: sin desarrollo no hay salud y sin salud no hay desarrollo. La nutrición es un elemento clave en la salud y así lo ha reflejado la doctora María Neira, directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante la sesión inaugural del 20º Congreso Internacional de Nutrición de la IUNS.

Según los expertos, la salud es un indicador muy significativo de la situación y las prioridades de la población. Las políticas de desarrollo pueden potenciar o debilitar los factores determinantes de la salud a nivel mundial. La doctora Neira ha explicado su importancia: “Es esencial tener en cuenta las consecuencias que pueden acarrear para la salud las políticas llevadas a cabo en todos los sectores, ya sean políticas alimentarias, energéticas, de transporte o de agua. Por tanto, alcanzar las metas de desarrollo sobre salud requiere cohesión política y soluciones compartidas a nivel global y a través de múltiples sectores”.

Dentro de las metas de salud, cabría destacar, las políticas de alimentación y agriculturas sostenibles, fundamentales para acabar con el hambre y la desnutrición, así como para lograr la seguridad alimentaria a largo plazo y la seguridad nutricional para todos. Ambas metas tienen como objetivo mejorar la eficiencia de los sistemas de producción agrícola, así como preservar los diversos ecosistemas de los que depende la oferta y el abastecimiento mundial de alimentos.

Por otra parte, con el fin de alcanzar mejorías en aspectos determinantes relacionados con la salud, los expertos consideran que sería conveniente centrarse y seguir diferentes indicadores claves como por ejemplo el sobrepeso o la desnutrición. Por su parte, la doctora Neira ha asegurado que “para poder avanzar hacia modelos sostenibles de seguridad alimentaria y nutricional los indicadores de nutrición deben reflejar tanto la falta como el exceso de alimentación”. “Resulta imprescindible que todas las personas tengan acceso equitativo a los alimentos de alta calidad, ricos en micronutrientes y que contengan la cantidad mínima de aditivos y residuos químicos garantizando la salud de salud de las población”, ha añadido.

Asimismo, el retraso en el crecimiento es considerado entre los expertos como un indicador esencial sobre el que trabajar para alcanzar las metas de desarrollo sostenible. “El retraso del crecimiento infantil no es sólo un indicador de la salud del niño, sino también del desarrollo social y económico global de la población”. En este sentido, una mejor nutrición (menos grasas saturadas, una mejor proteína animal y más frutas, verduras o frutos secos), una dieta equilibrada, así como el acceso a alimentos saludables pueden proporcionar señales muy válidas que permitan continuar trabajando en esta línea.

Por lo tanto, tal y como ha defendido la doctora Neira, “es necesario adoptar un enfoque político global que tenga en cuenta la contribución de la salud al desarrollo sostenible, y la importancia e influencia determinante que ejerce sobre múltiples sectores”. La situación que se plantee después de los ODM (Objetivos de Desarrollo del Milenio) de 2015 se perfila como una oportunidad para generar una nueva arquitectura global en lo que a salud se refiere y así responder a las necesidades y prioridades de los países y desempeñar un papel más efectivo en el objetivo común de alcanzar “una salud para todos”.

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El colesterol y la disfunción eréctil

La presencia de niveles altos de colesterol puede acarrear importantes problemas para nuestra salud como enfermedades coronarias, angina de pecho, accidentes cerebrovasculares. A todos ellos se une, además, otro relacionado con la salud sexual. Y es que, según Boston Medical Group, la hipercolesterolemia puede tener una incidencia directa en la calidad de las erecciones. De hecho, entre los pacientes que acuden a consulta, el 78% sufre hipercolesterolemia y disfunción eréctil.

Una de las consecuencias de los altos índices de colesterol es la obstrucción de las arterias. En ellas, el colesterol puede acumularse junto a otras sustancias lipídicas, limitando el flujo sanguíneo en todo el cuerpo. Este fenómeno también puede darse en las arterias del pene, bloqueando así el torrente que llena los cuerpos cavernosos e impidiendo que se consiga una erección plena. Asimismo, el colesterol alto puede causar daños en los nervios, impidiendo que el pene reciba los impulsos necesarios para completar su erección.

Por otra parte, la hipercolesterolemia también puede influir directamente en la producción de testosterona. De esta forma, los bajos niveles de la principal hormona masculina pueden afectar a la libido y reducir o incluso anular la excitación ante los estímulos sexuales. Según un reciente estudio de Boston Medical Group, los bajos niveles de testosterona son la causa del 72% de los casos de falta de deseo en los hombres.

Para el doctor José Benítez, director médico de Boston Medical Group, “al igual que sucede con otras patologías sexuales masculinas, la disfunción eréctil puede ser un indicador de que algo en nuestro organismo no funciona correctamente y es muy importante acudir al médico especialista, averiguar las causas de este trastorno y establecer el tratamiento adecuado para cada paciente”.

“El ejercicio físico o una dieta rica en alimentos con ácidos grasos poliinsaturados, como el pescado azul, además de reducir los niveles de colesterol, nos ayudarán a mejorar la circulación sanguínea del pene y la calidad de sus erecciones, permitiéndonos disfrutar de una vida sexual plena”, comenta el Dr. Benítez.

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Consejos para llenar la fiambrera

Vigilar la temperatura de la fiambrera con los alimentos que se vayan a consumir, utilizar utensilios higienizados y evitar las preparaciones que contengan huevo crudo son algunos de los consejos que ha destacado el Instituto Silestone para garantizar un consumo “seguro y saludable” de los alimentos que se traen de casa.

La organización ha señalado que el uso de recipientes herméticos para transportar los alimentos tanto al colegio como al trabajo ha aumentado un 20 por ciento en el último año, según un estudio del Instituto, y ha indicado que, además del ahorro económico, llevar la comida de casa es además una oportunidad para “mantener una dieta sana y equilibrada”.

Así, 6 de cada 10 españoles han optado al inicio de este curso por comer alimentos preparados en sus propias casas como una alternativa barata y “saludable” a los restaurantes de comida rápida, según ha indicado la organización.

Por ello, la microbióloga y portavoz de la organización, Maite Pelayo, ha recordado la necesidad de cumplir una serie de condiciones de seguridad alimentaria, con el fin de evitar que la alternativa al restaurante conlleve otros riesgos relacionados con la higiene o la mala conservación de los alimentos.

Entre otras recomendaciones, la experta ha señalado la importancia de mantener la fiambrera a la temperatura adecuada, siendo ésta de un máximo de 5 grados para los alimentos fríos y de en torno a 65 para los alimentos calientes. En caso de que no se pueda mantener el calor, es mejor refrigerar los alimentos y calentarlos antes de consumirlos, según ha explicado.

Por otra parte, ha apuntado la conveniencia de utilizar preferentemente alimentos higienizados, curados en caso de los lácteos, y evitar preparaciones que contengan huevo crudo.

Además, ha subrayado la necesidad, no sólo de lavarse las manos antes de comer sino también de cerciorarse de que los instrumentos que se emplean están limpios, y ha recomendado utilizar cubiertos y recipientes distintos si se van a consumir alimentos crudos y cocinados, para evitar que se contaminen entre sí.

Por último, Pelayo ha alertado del peligro de aprovechar comida que haya sido preparada con más de 48 horas de antelación o si se tienen dudas sobre su estado de conservación y ha recomendado también que se evite reaprovechar o refrigerar preparaciones que hayan sido elaboradas fuera de casa.

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La alimentación durante el embarazo y la primera infancia puede determinar su comportamiento

Estas son las conclusiones del proyecto NUTRIMENTHE, dirigido por la investigadora Cristina Campoy, de la Universidad de Granada, que se lleva realizando desde 2008, y que ha incorporado una amplia gama de disciplinas científicas y reúne organizaciones internacionales, con el objetivo de investigar el efecto de la dieta sobre el rendimiento mental de los niños.

Desde entonces, más de 17.000 madres y 18.000 niños de diferentes regiones europeas están participando en diferentes estudios epidemiológicos, de intervención y nutricionales, llevados a cabo por distintos centros de investigación europeos.

Los investigadores han analizado el efecto que ejercen a largo plazo la ingesta de proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas como las B o el ácido fólico, micronutrientes como el hierro o el yodo y la leche materna sobre desarrollo cognitivo, emocional y conductual de los niños desde antes del nacimiento y hasta los 9 años.

También se pretende establecer recomendaciones dietéticas para la población europea en relación a determinados nutrientes, especialmente ácidos grasos omega-3, ácido fólico y yodo.

Por otro lado, el proyecto tiene como objetivo mejorar la información que llega al público y consumidores, especialmente a padres, maestros y a la industria, favoreciendo el desarrollo de recomendaciones saludables acerca de cómo la dieta influye en el desarrollo cognitivo y en el comportamiento en los niños.

Por el momento, los estudios han demostrado que la ingesta de ácido fólico, recomendada en Europa durante los tres primeros meses de embarazo, puede reducir la probabilidad de desarrollar problemas de comportamiento durante la niñez.

Igualmente, se ha comprobado que comer pescado también es beneficioso, no sólo por los ácidos grasos omega-3 que sirven de cimiento para las células cerebrales, sino también por su contenido en yodo, que ha demostrado tener un efecto positivo sobre la habilidad para la lectura en los niños evaluados a los nueve años de edad.

No obstante, como explica la profesora de la UGR Cristina Campoy, quien ha dirigido el proyecto, “estudios a corto plazo parecen incapaces de detectar la influencia real de la nutrición en los primeros años de vida”, por lo que es necesario más estudios a largo plazo.

“NUTRIMENTHE basa su éxito en el seguimiento de los niños involucrados en los diferentes estudios durante muchos años, ya que el cerebro necesita mucho tiempo para madurar, y las deficiencias tempranas puede tener efectos de largo alcance. La nutrición temprana se destaca como la más importante”, añade.

Existen otros factores que pueden afectar al desarrollo mental de los niños, como la edad de los padres o su nivel educativo y socio-económico, y también, como se ha demostrado en el Proyecto NUTRIMENTHE, la base genética de la madre e hijo.

Así, polimorfismos genéticos y cambios epigenéticos producidos durante la gestación en relación con la ingesta de alimentos y el estado nutricional de la embarazada, puede influir en cómo se metabolizan ciertos nutrientes y son transferidos durante el embarazo hacia el feto y a través de la lactancia hacia el bebé, y así afectar positiva o negativamente el desarrollo cognitivo y de la conducta de los niños.

Asesorar a los padres, explica Cristina Campoy, es fundamental para promover la importancia de tener una buena nutrición durante el embarazo y en los primeros años de vida del niño, incluyendo la lactancia materna, si es posible, ya que puede tener un efecto positivo en la salud mental y el rendimiento académico durante la infancia.

Sin embargo, en el caso de la genética, los estudios futuros deben incluir una investigación más profunda sobre la variación genética en las madres y los niños, a fin de que se pueda hacer un asesoramiento óptimo e individualizado. Esta área apasionante de investigación emergente plantea todo un reto para la comunidad científica.

El conocimiento obtenido a través del Proyecto Europeo NUTRIMENTHE contribuirá a crear una base científica sólida para establecer las recomendaciones para mujeres embarazadas y niños con el objetivo de mejorar su rendimiento mental y prevenir los trastornos del comportamiento.

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Decálogo para conseguir unos huesos fuertes y sanos

La vuelta al cole es el momento perfecto para retomar y revisar las pautas saludables que debemos aplicar a nuestros hijos después de su largo periodo vacacional. Ahora tendrán que enfrentarse de nuevo a estarse quietos y sentados la mayor parte del día. Para evitar molestias, dolores o simplemente prevenir futuras dolencias, el Dr. Pablo de Lucas, especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Quirón San Camilo de Madrid, nos propone unas medidas fundamentales para llevar a cabo durante todo el curso y nos recuerda que, como padres, “aplicar el sentido común es la mejor prevención”.

1. Mantenerse físicamente activo y evitar estar todo el día sentado. De lo contrario, la musculatura perderá fuerza y aumentará el riesgo de sufrir dolores de espalda. Hay que limitar las horas de televisión y videojuegos al llegar a casa. Recuerda que tu hijo lleva un mínimo de seis horas sentado. “Dar un paseo de media hora y caminar marcando el paso es una forma perfecta de mantenerse en forma”, afirma el Dr. de Lucas.

2. Hacer deporte habitualmente: nadar, correr o montar en bicicleta son actividades deportivas adecuadas para mantener a nuestros hijos en buena forma física. En cuanto a la práctica y elección del deporte, el Dr. de Lucas lo deja bien claro: “Cualquier ejercicio es mejor que ninguno; que elijan el que más les guste”. Y sobre la frecuencia de la práctica recomienda “unas dos o tres horas semanales”. El ejercicio físico previene las dolencias de espalda; de hecho, es la principal medida que ha demostrado ser eficaz con ese fin ya que una musculatura potente, resistente y coordinada protege la columna vertebral.

3. Elección del calzado adecuado tanto para hacer deporte como para ir a clase. Es fundamental que el calzado tenga “doble refuerzo”: El zapato no debe doblarse desde la punta al talón, sino que debe tener consistencia o arco de enfranque que ofrezca resistencia desde la parte posterior hasta la anterior. Debe tener un contrafuerte bueno, es decir que proporcione una buena sujeción al talón.

4. Evitar el sobrepeso de las mochilas. El exceso de peso en las mochilas es un grave problema porque genera consecuencias irreversibles y a largo plazo para los niños. Puede provocar desde una escoliosis infantil, hasta una cifosis o una artrosis precoz. En algunos casos, puede impedir el correcto crecimiento de los huesos de los niños. “Hay que intentar transportar el menor peso posible y dejar en casa o en el colegio todo aquello que no vayan a necesitar”, afirma el especialista que recomienda utilizar una mochila con ruedas cuyo tirador tenga una altura regulable, de manera que nuestro hijo no vaya agachado o “retorcido”. Si se opta por una mochila tradicional, tiene que llevar refuerzos acolchados, y tirantes anchos. Hay que colocar la mochila tan pegada al cuerpo como se pueda y relativamente baja (en la zona lumbar o entre las caderas, justo por encima de las nalgas) y siempre sobre los dos hombros. No conviene llevarla durante más de 15 minutos.

5. Mantener buena postura: hay que sentarse lo más atrás posible en la silla y mantener el respaldo y la espalda rectos con los brazos o codos apoyados. Cuando se use el ordenador, hay colocar la pantalla frente a los ojos y a la altura de la cabeza. Se debe acercar la silla al teclado lo máximo posible, de forma que no haya necesidad de inclinarse hacia delante. Una postura ergonómicamente correcta evitará muchos dolores musculares y de cabeza. Además, los buenos hábitos que se adquieran en este sentido, durarán toda la vida y nos ahorrarán muchos problemas en el futuro.

6. Alimentar los huesos El calcio y La vitamina D son dos elementos fundamentales para el buen desarrollo de los niños. Es necesario consumir tres raciones diarias de alimentos ricos en calcio: leche, yogures y queso. El calcio que se absorbe hasta la adolescencia es el que determinará nuestro nivel de osteoporosis en la vejez. La vitamina D es indispensable para que los huesos puedan absorber el calcio necesario para su formación y desarrollo. Su deficiencia extrema conllevaría que los huesos se debilitaran sufriendo distintas malformaciones de carácter irreversible, entre otros problemas. La vitamina D que se puede recibir como efecto de los rayos solares, resulta insuficiente y por ello es obligatorio, que en la dieta de nuestros hijos se contemple habitualmente alguno de los alimentos ricos en vitamina D: pescados grasos como el salmón, el atún o las sardinas o verduras como las acelgas.

7. Evitar el sobrepeso y la obesidad. Para la OMS, la obesidad es un problema médico de primer orden a nivel mundial y cuando se trata de niños con sobrepeso, es una de las principales causas en la aparición de dolencias articulares, óseas y musculares. Una buena alimentación y el ejercicio habitual son fundamentales para evitarlo.

8. Escuchar las señales. Si un niño se queja de dolores musculares o articulares, los padres deben saberlo y tienen que valorar las circunstancias para, en su caso, consultar con el especialista. Durante la infancia son habituales los dolores de crecimiento, pero no todos los síntomas se pueden achacar a un desarrollo normal, en ocasiones serán indicio de otro tipo de problemas. Es importante acudir al médico cuando se tengan dudas sobre la importancia de los síntomas ya que cuanto antes se tomen las medidas necesarias, mejor.

9. A la hora de dormir, es recomendable evitar que los niños duerman boca abajo o que pasen mucho tiempo en esta postura. Lo mejor es dormir boca arriba, pero si, por las razones que sean no es posible, es preferible que lo hagan de costado. Por otro lado, las molestias en la espalda durante el sueño pueden ser indicativas de una elección errónea de la base de descanso. Un buen colchón elimina en gran medida muchas de las molestias y dolores de espalda.

10. Usar el sentido común. Hay que usar el sentido común. Para el Dr. de Lucas, “aplicar el sentido común es la mejor prevención”. Son los padres quienes, con su ejemplo y la aplicación de unas pautas de vida saludable, más pueden contribuir al correcto desarrollo físico de sus hijos y a evitar riesgos innecesarios.

intestino, virus en el intestino

Microbiota intestinal y diabetes

El estudio, publicado en la revista BMC Medicine, ha sido dirigido desde el Hospital Virgen de la Victoria de Málaga por el doctor Francisco J Tinahones quien ha descubierto también que algunas bacterias intestinales tienen relación con el grado de control glucémico de los pacientes.

“Aunque estudios anteriores ya habían relacionado la microbiota con la génesis de algunas enfermedades autoinmunes, de hecho la flora intestinal contribuye a nuestra inmunotolerancia, es la primera vez que se vincula con la diabetes tipo 1 y con el control glucémico, lo que abre la puerta a poner en marcha estrategias para controlar el desarrollo de la enfermedad mediante la modificación de la flora intestinal”, explica e Tinahones.

La investigación se llevó a cabo con 16 niños con diabetes tipo 1 y otros 16 sanos de idéntica edad y dieta similar, analizando en ambos grupos muestras de sangre y heces para comparar su flora intestinal, que resultó ser diferente. Además, la cantidad de bacterias esenciales para mantener la integridad intestinal fue significativamente menor en los niños con diabetes que en los sanos.

Esta investigación en humanos se llevó a cabo después de que otra realizada con roedores sugiriese que el desarrollo de la diabetes tipo 1 se podría prevenir mediante la modulación de la microbiota.

La microbiota intestinal constituye un complejo ecosistema de organismos que desempeña una importante función en el estado de salud del ser humano. Tiene una función digestiva contribuyendo a la síntesis de micronutrientes, a la absorción de electrolitos y minerales y a la digestión y absorción de determinadas sustancias indigeribles. Por otro lado, la microbiota también contribuye a la destrucción de toxinas y carcinógenos, evita la colonización por bacterias patógenas, contribuye al desarrollo del sistema inmune y modula el estado inflamatorio.

Sin una microbiota equilibrada se altera todo el metabolismo, elevando el riesgo de sufrir enfermedades, debilitando el cuerpo y haciendo que las recuperaciones sean más largas. “En los últimos años hemos podido comprobar que la flora intestinal influye en la aparición de enfermedades metabólicas como la obesidad, la diabetes tipo 2, patologías inflamatorias y cardiovasculares y hasta en el riesgo de cáncer”, apunta el doctor Tinahones.

“Conocíamos, por tanto, la estrecha relación entre diabetes tipo 2, obesidad y cambios en la microbiota, pero este estudio relaciona por primera vez en humanos cambios en la microbiota con la diabetes tipo 1, una enfermedad autoinmune. Pero lo más importante para las investigaciones futuras es que la microbiota puede manipularse médicamente y, por tanto, se podrían abrir nuevas posibilidades terapéuticas en la prevención de la diabetes tipo 1”, concluye.