Voy a comenzar con un estudio sobre la eminencia muy riguroso, de los grandes logros de la humanidad y sus figuras eminentes, que está basado en un libro del sociólogo Charles Murray.
Terminología y fuentes documentales
Primero vamos a definir la eminencia vinculada a personas concretas. Las personas y los eventos van a configurar inventarios de logros humanos y esto se consigue consultando bases de datos, fundamentalmente enciclopedias temáticas de varios países.
El logro Murray lo definió como un descubrimiento, una invención o una creación única. A partir de ahí consideró a una persona eminente o un logro si es descrito y aparece en al menos el 50 por ciento de las bases de datos consultadas.
El índice de eminencia, el indicador numérico que va a utilizar Murray para cuantificar esta cuestión se basa en la cantidad de atención prestada comparativamente con los demás, por ejemplo Miguel Angel con respecto a Picasso. Y el rango de puntuaciones posibles va de 0 a 100. Para los que les interese la psicometría, el indicador de fiabilidad de este indicador de eminencia está en 0,93 (que es muy alto).
¿Cómo se distribuye la eminencia?
La creatividad es imposible sin una capacidad intelectual muy alta, de manera que se concentra en la parte alta de la distribución poblacional. En la escala de 0 a 100 de eminencia se da una curva que nada tiene que ver con la distribución normal. La mayor parte de los individuos eminentes presentan una puntuación de eminencia entre 1 y 9 de manera desproporcionada y a medida que avanzamos en la puntuación de eminencia se reduce de manera brutal la cantidad de personas que se ubican en este nivel de puntuación. Lo mismo sucede con el deporte. La eminencia no se distribuye normalmente.
Con una eminencia de 100 tenemos a Galileo, Newton, Aristóteles, etc. Estos individuos son, fuera de duda, eminentes. El número de personas eminentes en general en ciencia son 1400, en filosofía 150, en música occidental más de 500 y en total de las áreas no llega 3000. Con una eminencia de 100 en toda la historia de la humanidad hay 18 individuos. Y respecto a los eventos científicos hay casi 9000, pero centrales no llega a 400.
¿Dónde se concentran los logros humanos?
En Inglaterra, Alemania, Francia e Italia. España también contribuye, aunque no a la ciencia sí al arte. En general, el logro humano se ha concentrado en Europa. Y según Murray hace falta dinero, prosperidad económica, pero especialmente hacen falta universidades de elite con una contribución muy importante. Y hay factores claves como la libertad de acción.
Además los eminentes pensaban que la vida tenía un sentido. Ahora, dice Murray, que vivimos una época en la que “estamos para divertirnos” y él dice que por ahí no va la cosa. Y, aunque algunos autores piensen lo contrario, el cristianismo ha sido fundamental porque según el cristianismo “la inteligencia es un regalo de Dios” y usarla para comprender el mundo le satisface, es decir, la creencia religiosa no entorpece la investigación científica o la creación artística sino que la estimula.
Capacidad intelectual
De los personajes anteriores vamos a destacar su capacidad intelectual. No de todos tenemos información pero Lewis Terman hizo un estudio para intentar hacer una estimación fiable del CI de estos individuos. Gana Aristóteles con una capacidad intelectual de 200 (la media está en 100), 180 Miguel Angel, etc. Pero podemos llegar a la conclusión de que la media es de 180. Por encima de 180 en la población general sólo hay un porcentaje muy pequeño.
Marilyn Von Sovant es actualmente la persona más inteligente del planeta y su CI es 228. Entre otras cosas, ha corregido a matemáticos muy famosos.
La inteligencia se puede definir, se puede medir, es estable, predice un elevado número de conductas cotidianas y podemos explorar su sustrato biológico.
La inteligencia se puede definir
La inteligencia es una capacidad mental muy general para razonar, planificar, resolver problemas, pensar de modo abstracto, comprender ideas complejas y aprender con rapidez. Pero es muy general, porque podemos razonar sobre miles de cosas, podemos planificar sobre miles de cosas. Por ejemplo, todo el mundo habla más o menos y memoriza más o menos.
El lenguaje, la memoria, la atención son características importantes pero mucho menos que la inteligencia porque ésta integra cómo hablas, cómo te fijas, cómo memorizas. por su carácter general. Y esto es clave para poder entender su importancia práctica.
La inteligencia se puede medir
La APA (Asociación Americana de Psicología) concluye, después de revisar la evidencia de 100 años de investigación, que los tests son el modo de evaluación más preciso de la capacidad intelectual. Además los distintos tipos de tests estandarizados miden una misma inteligencia, que simbolizamos en psicología como G -de general-.
La batería de test más utilizada para medir la inteligencia es el Wechsler. Si esta batería la aplicamos a una muestra de individuos que representa a la población española vemos que el 50 por ciento de la gente se ubica en torno a la media, es decir una distribución normal. Hay pruebas de lenguaje, manipulativas, de memoria, etc., pero cuando se analiza la población española encontramos que lo que la gente hace en distintos tipos de pruebas -verbales, manipulativas, etc.- depende de la G. Cuando calculamos un CI la puntuación es una combinación de la influencia de la competencia general, de lo que tiene que ver específicamente con la manipulación del lenguaje y con el vocabulario. Y podemos concluir empíricamente que el principal factor que está detrás de lo que la gente hace cuando le pedimos que use su inteligencia es G.
La inteligencia es estable
Se hizo un estudio longitudinal de un grupo de chicos de 11 años de edad que se evaluaron en 1932 (en ese año se evaluó a toda la población escolar de 11 años de Escocia), y 66 años después se intentó rescatar a la mayor parte de gente y se volvió a medir su capacidad intelectual.
La pregunta para poder evaluar si esta capacidad es estable o no supone calcular una relación entre cómo se ordenan según su capacidad intelectual cuando tienen 11 años y cómo cuando tienen 77. O dicho de otro modo, si podemos predecir cómo se ordenarán las personas de 77 años conociendo cómo se ordenan cuando tienen 11 años.
La estabilidad calculada fue de 0,73 (es un valor absolutamente brutal) y este valor nos lleva a la conclusión inexorable de que no hay ningún factor psicológico que sea más estable que la capacidad intelectual.
La inteligencia predice
¿Y predice? ¿Lo que medimos con el test tiene valor? Vamos a poner varios ejemplos, uno tiene que ver en qué medida esta evaluación estandarizada que hacen los psicólogos de la capacidad intelectual predice las diferencias en un contexto práctico -como es lo que ocurre en el colegio-. En un ejemplo longitudinal se mide G cuando los niños tienen 11 años y se mide lo que han aprendido 5 años después, con una muestra de 74.000 escolares. ¿Qué valor de predicción aparece? 0,81, que es un valor extraordinariamente alto. Es muy difícil, casi imposible encontrar en la vida real un valor tan alto como éste. Es un valor que deja poco margen a otras cosas, que claramente son menos importantes que este valor psicológico.
En otro ejemplo vamos a considerar la población de un millón de suecos. Es un estudio que ha tenido mucho impacto en la OMS y se empieza considerar seriamente que esta variable psicológica es bastante importante para entender por qué la gente vive más o menos tiempo. Se midió la capacidad intelectual de un millón de personas cuando tenían 20 años y nos preguntamos qué ha ocurrido con ellos 20 años después. Y en los resultados gráficos se ve una tendencia monotónica decreciente de los fallecimientos conforme se incrementa el nivel intelectual evaluado 20 años antes. Es decir, 20 años después la gente menos inteligente propende a fallecer más tempranamente. Y este dato está teniendo un impacto muy importante en todo el mundo para intentar comprender que está ocurriendo para que la gente muera antes o contraiga enfermedades que podría evitar. A esto se le llama epidemiología diferencial.
Estudio genético
¿En qué medida influyen los genes sobre esta variable psicológica? Se han estudiado 11.000 pares de gemelos de 4 países distintos, de distintos continentes -la muestra más grande analizada hasta ahora-. Y va comparando qué ocurre con la estimación que hacen los genetistas de la conducta respecto a la influencia de los genes y dos tipos de factores ambientales: el ambiente familiar y el ambiente propio.
En los resultados se ve gráficamente un incremento sistemático de la influencia de los genes. Parece que hay un incremento lineal de la influencia de nuestras diferencias genéticas para comprender por qué diferimos en este factor psicológico y de manera lógica hay una reducción de los factores ambientales.
Estudios biológicos de la inteligencia
Un estudio de Paul Thompson analizó gemelos, hermanos y personas sin parentesco y se preguntó si cómo está estructurado el cerebro cambia según el parentesco genético, es decir ¿se parece más el cerebro de los gemelos idénticos, que el de los hermanos, que el de personas sin parentesco? Encontró que ni siquiera en los gemelos idénticos la microestructura cerebral es idéntica y eso explicaría porque ni siquiera gemelos idénticos son de manera psicológica idénticos.
Además se puede calcular la influencia genotípica sobre distintas regiones cerebrales y comprobar que hay una influencia especialmente potente de los genes en los lóbulos frontal y temporal. Y concluyó que hay un control genético no despreciable sobre cómo se estructura el cerebro de los humanos. Y esto no es incompatible con que el cerebro reaccione a intervenciones no genéticas.
Otro estudio analizó en qué medida jugar podía cambiar físicamente el cerebro o funcionalmente. Se cogió a un grupo de personas y se les hizo un escáner, a la mitad se les pone a jugar, se comprueba que mejora el juego -que es cada vez más complicado- y se vuelve a hacer un escáner para comparar qué ocurre en el caso de la gente que juega y de la que no. Y se observó una diferencia sustancial de cambio entre el escáner uno y el dos en el grupo que juega. Además las zonas implicadas tienen bastante sentido según el tipo de juego que estuvieron practicando. Hay cambios físicos en el cerebro.
A nivel funcional se observó la actividad funcional en reposo: se hace un escáner pre al sujeto sin hacer nada. Y lo mismo para el escáner después de jugar. Y queremos saber si el nivel de conectividad espontánea entre diferentes regiones cerebrales cambia entre el escáner uno y dos al comparar a los que han jugado y los que no. Y se comprueba que hay sobre todo cambios en distintas redes, especialmente fronto-parietales, de conectividad en reposo en el hemisferio izquierdo. Hay redes que son aparentemente sensibles a ese proceso de estimulación mental a consecuencia del juego.
Vamos a ver otro ejemplo. Se hizo un estudio para comprobar cómo lo que la gente hace cuando le pedimos que use su inteligencia depende fundamentalmente de G -para comprender lo que hace la gente cuando le pedimos que use su inteligencia-. En un estudio con 207 niños y adolescentes se analizó el grosor cortical, en qué medida las diferencias en grosor cortical tienen que ver con las habilidades escolares, el razonamiento verbal o el razonamiento espacial. Y se comprobó cuál es la correlación entre las habilidades escolares y el grosor cortical cuando se descuenta el efecto de G, lo mismo para razonamiento verbal y espacial. Y se vio que no hay ningún tipo de relación entre las diferencias de grosor cortical y aquello que no tiene que ver con G.
En resumen podemos decir que las diferencias de capacidad intelectual que podemos medir de modo estandarizado están especialmente vinculadas a las regiones fronto-parietales. Hay distintas fases según como nuestro cerebro va tratando la información intelectualmente relevante. De manera que empezamos a conocer de que regiones -y cómo se conectan- depende el que haya personas más o menos inteligentes.
Estudios de creatividad e inteligencia
Guilford fue de los primeros que analiza la creatividad formalmente y lo hace en un modelo teórico. Incluye lo que él denomina creatividad, es decir, producción divergente en su modelo de inteligencia. Para Guilford la creatividad no es una faceta independiente de la capacidad intelectual sino que está integrada en ella.
En un metanálisis sobre la inteligencia y la creatividad de título ¿Puede solamente la gente inteligente ser creativa? el autor encontró una relación entre inteligencia y creatividad de 0,17 y concluyó que apenas había relación. Pero esto es muy discutible. Y se ve obligado a reconocer que es un estudio muy limitado.
En el año en curso se ha publicado un estudio -que recomiendo encarecidamente- que se plantea si hemos estimado bien la relación entre la inteligencia y creatividad. Hay problemas importantes en cómo estamos midiendo la creatividad. Y cómo se evalúa la creatividad es clave. En este estudio se intenta hacer una estimación más fiable, más robusta, más solida de la relación verdadera entre inteligencia y creatividad y lo que hace es analizar la relación a nivel latente entre inteligencia y creatividad, y sale que la relación está en 0,45. Es decir que no son independientes a efectos prácticos. Según estos autores lo que se requiere para enfrentarse con éxito a una prueba compleja de creatividad es un componente de desarrollo de estrategias de producción abstractas, y eso es poco probable que lo pueda hacer alguien que esté por debajo de la media de inteligencia.
Un estudio de Rex E. Jung analizó 45 estudios de neuroimagen que analizaban la creatividad y en qué medida la creatividad tiene que ver con el cerebro. Y encontró que no se parecen en nada porque psicométricamente son muy pobres. Concluyen que se está midiendo fatal la creatividad y esto hace que los datos cambien de un estudio a otro de modo dramático. Y dicen que si no mejoramos la medición que aparquemos este tipo de estudios.
En otro estudio de la base neuroanatómica (de Rex E. Jung) con 65 personas se ven datos de correlación del grosor cortical con una medida medianamente razonable de creatividad y aparece algo en zona occipito-temporal, pero quizás es “ruido”.
Preguntas a responder para avanzar
-¿Es la creatividad general -como pasa con la inteligencia-? No lo sabemos.
-¿Se pude medir con fiabilidad? Casi siempre se mide mal salvo excepciones.
-¿Se puede mejorar su validez discriminante? Es decir, ¿cuándo medimos creatividad medimos sólo eso?
-¿Se puede mejorar la validez ecológica de la medida criterio? ¿Cuándo medimos creatividad, eso tiene relación de verdad con la conducta cotidiana?
-¿Cuál es la etiología de la creatividad?
-¿Se puede aumentar el tamaño de las muestras? Las muestras suelen ser muy pequeñas y eso hace que el poder estadístico sea muy bajo.
-¿Puede mejorarse la comparación entre estudios? Hay que hacer todo lo posible para estandarizar.
En resumidas cuentas lo que planteo es que la creatividad -la que puede tener algún tipo de impacto en el mundo real- está por encima del CI de 120.