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Influencia de los fármacos en la utilización de la dieta y el estado nutricional

Los fármacos pueden afectar al estado nutricional del individuo a través de la alteración de los procesos de ingesta, absorción, metabolismo y excreción de los nutrientes de la misma manera que los alimentos o nutrientes pueden afectar a los fármacos. Y esto puede dar lugar a una deficiencia nutricional general (malnutrición) o una deficiencia nutricional específica cuando afecta a un nutriente específico.

Ácido fólico

Los nutrientes que presentan el mayor número de interacciones con los fármacos son las vitaminas, y concretamente el ácido fólico.

Los folatos los ingerimos a través de los alimentos, normalmente en formas oxidadas con varios residuos glutámicos, y en la digestión eliminamos esos residuos glutámicos para poderlos absorber mejor, y una vez los folatos están en el interior de la célula se tienen que reducir dos veces para adquirir su funcionalidad vitamínica. Después los folatos participan fundamentalmente en el metabolismo de unidades de carbono y así participan en la síntesis de purinas, timidilato, ADN o en el ciclo de la metionina.

Si por algún motivo la reducción de los folatos se encuentra impedida no se puede sintetizar ADN y la célula muere. Y ese es precisamente el mecanismo de acción de algunos fármacos con los inhibidores de la dihidrofolato reductasa o los antimetabolitos del ácido fólico entre los que se encuentran el metotrexato (citostático), trimetoprim (antibiótico), pirimetamina (antimalárico) o aminopterina (inmunosupresor). Y hay otro grupo de fármacos que inhiben la síntesis del timidilato que alteran el ciclo de los folatos que también tienen aplicación como citostáticos como el 5-fluorouracilo y 5-fluorodeoxiuridina.

El metotrexato sigue siendo uno de los tratamientos de elección en la artritis reumatoide y también se usa en la psoriasis reactiva.

Estos fármacos, como el metotrexato, tienen una mayor afinidad por la célula bacteriana o cancerosa en la que provocan el efecto antifolato pero también pueden afectar a las células normales y esto es lo que se manifiesta como efectos adversos. En animales altera completamente todo el ciclo de los folatos a nivel hepático alterando su distribución y, sin embargo, órganos como el cerebro parecían más resistentes al efecto antifolato del metotrexato.

En un experimento reciente se administró metotrexato a animales y ese efecto antifolato lo que provoca son los efectos adversos de tipo hematológico, se interrumpe la eritropoyesis. De hecho se observaron unas reducciones importantes en las concentraciones de hemoglobina, hematocrito o eritrocitos.

Como se genera una deficiencia nutricional la única manera de evitarla es administrar el nutriente afectado y cuando a los animales les dimos el metotrexato junto con una dieta enriquecida con ácido fólico observamos que los efectos hematológicos eran mucho menores y no se desarrollaban los efectos adversos. Con lo cual la manera de evitar los efectos adversos de esta interacción es administrando ácido fólico. Ahora bien, el efecto antifolato es el mecanismo de acción del fármaco y lo que tenemos que preguntarnos es si por evitar los efectos adversos estamos reduciendo la eficacia terapéutica del fármaco. Y de hecho, es lo que puede estar ocurriendo.

En un estudio en humanos se vio que el uso de ácido fólico puede reducir la eficacia del metotrexato en la artritis reumatoide. Es decir, nos encontramos ante un efecto de interacción muy clara fármaco nutriente muy difícil de abordar puesto que reside en el propio mecanismo de acción.

Además se trata de uno de los nutrientes que en la actualidad presenta más interés en la promoción de la salud o salud pública. Desde que en los años 90 se demostró que el ácido fólico es capaz de prevenir en un 70% de los casos las malformaciones congénitas del tipo defectos del tubo neural el uso de suplementos de ácido fólico se ha incrementado muchísimo. Se ha potenciado la investigación en esta vitamina y se le atribuyen muchos efectos potenciales en la promoción de la salud.

Este potencial del ácido fólico ha provocado una intervención nutricional a gran escala como es la fortificación de alimentos de forma obligatoria en determinados países. Y estas políticas nutricionales tan amplias generan controversia, por ejemplo ¿qué puede ocurrir cuando se incrementan las ingestas a nivel poblacional en pacientes que llevan tratamientos farmacológicos? Y, efectivamente, en un estudio preliminar realizado en EEUU se estudia a largo del tiempo (desde años 80 hasta principios del 2000) cuál es la dosis media del metotrexato que es eficaz para el tratamiento de artritis reumatoide y se ve una inflexión en el grafico cuando se introduce la fortificación obligatoria de los alimentos de base cereal.

En definitiva, la interacción con metotrexato es difícil de abordar y normalmente a nivel de atención al paciente se intenta solucionar recomendando una dieta rica en ácido fólico y folatos (dieta rica en verduras de hoja verde) y la suplementación con ácido fólico, pero separada en el tiempo de la administración de fármaco.

Anticonvulsivantes y folatos

Los folatos también presentan una interacción con los anticonvulsivantes como la Fenitoína, Fenobarbital, Primidona, Carbamazepina y Valproato.

Los pacientes tratados crónicamente suelen presentar deficiencia de la vitamina en sangre, e incluso pueden llegar a desarrollar una anemia megaloblástica. El mecanismo que subyace está en duda, algunos autores sostienen que se debe a la propia acción anticonvulsivante (similar al metotrexato), otros hablan de interacción a nivel de la absorción porque no se digieren bien los glutámicos, o de interacciones a nivel metabólico bien que la vitamina se desgasta en el metabolismo del fármaco o el metabolismo del fármaco desgasta los coenzimas reductores que también son necesarios para la reducción de la vitamina.

La solución para evitar los efectos adversos del fármaco sería la suplementación con ácido fólico que debe hacerse con precaución por el miedo a reducir la eficacia del fármaco.

En un estudio con Valproato de nuestro grupo de investigación se administró a animales gestantes y se vio que el fármaco modifica el metabolismo de los folatos dando lugar a una reducción en las concentraciones de metionina. Además se traducía en una hipometilación del ADN del hígado de las madres y también en los fetos. Y al administrar el fármaco con ácido fólico no conseguíamos ningún efecto positivo en las madres aunque sí se consigue revertir la alteración epigenética del ADN en el hígado fetal.

Vitamina B12

La vitamina B12 tiene una estructura químicamente muy completa y eso dificulta su absorción. Para facilitar la absorción producimos una glicoproteína, el factor intrínseco, en las células parietales que se une a la vitamina B 12. La producción de ese factor es muy sensible a la secreción ácida y a los cambios del pH. Todos los fármacos que puedan inhibir la secreción ácida del estómago o tener un efecto alcalinizante van a inhibir la absorción de vitamina B12. Y eso ocurre con la cimetidina, ranitidina, antiácidos tipo bicarbonato sódico e incluso con los hipolipemiantes (las resinas captadoras de sales biliares).

En un adulto joven seguramente aunque se reduzca la absorción de vitamina B12 recibe suficiente porque tomamos mucha en la dieta pero en un mayor, donde la secreción ácida está reducida fisiológicamente y la absorción por la edad es menor, si lo combinamos con un tratamiento farmacológico de este tipo el riesgo de que desarrollen un déficit es mucho mayor.

Respecto a los fármacos que interaccionan con minerales sólo recordar que, en el caso del calcio, no sólo no se absorbe el fármaco sino que tampoco se absorbe el calcio.

Fármacos que provocan náuseas y vómitos

Muchos fármacos provocan náuseas o vómitos, en la mayoría de los casos transitorios con lo cual no tienen incidencia en el estado nutricional. Pero en algunos casos pueden ser permanentes, como en el caso de los quimioterápicos usados en el tratamiento del cáncer.

En un estudio se observó cómo están nutricionalmente los pacientes con cáncer y se mide el estado nutricional en función del IMC y de parámetros bioquímicos. Muchos presentan desnutrición moderada o grave. La pregunta es si esa malnutrición viene inducida por el proceso patológico primario o si viene potenciada por el tratamiento farmacológico.

Medicamentos que engordan

Hay fármacos que entre los efectos adversos muestran un aumento de peso como los fármacos usados en Psiquiatría: benzodiacepinas, fenotiazinas, antidepresivos tricíclicos, IMAOs, y también los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.

El aumento de peso también está descrito para antihistamínicos H1, antiserotoninérgicos, hipoglucemiantes orales, anticonceptivos orales y estrógenos.

Cuando hablamos de algo que puede producir incremento de peso en un ambiente obesogénico nos debemos preguntar si esto tiene alguna incidencia en la epidemia de obesidad. Y hay una asociación clara entre los trastornos de la ansiedad y el estado de ánimo y el mayor riesgo de obesidad. Y lo que se está investigando es en qué medida los fármacos utilizados en esos trastornos pueden mediar en esa relación.

En un estudio, realizado en Canadá, se midió si los fármacos que se utilizan son capaces de predecir el mayor riesgo o no de obesidad. Y en él se demuestra que el uso de antipsicóticos y antidepresivos explica el mayor riesgo de obesidad asociado a trastornos del ánimo y la ansiedad. Y sin embargo, los ansiolíticos, hipnóticos o el litio no tienen tanta incidencia. Y esto es un dato a tener en cuenta ya que el uso de antidepresivos se ha duplicado desde 1969 a 2005 y en los últimos años quizás más.

Microbiota digestiva y obesidad

Hay otros factores emergentes en la obesidad de los que ahora se habla como es la microbiota digestiva. Parece ser que hay diferencias entre los individuos delgados y obesos en la microbiota digestiva. En el fenotipo delgado predominan: Lactobacillus gasseri, Lactobacillus plantarum, Bacteroidetes, Methanobrevibacter y Bifidobacterium y en los obesos predominan: Lactobacillus reuteri, Staphylococcus, Faecalibacterium que pueden presentar un mayor potencial para obtener energía.

La microbiota se puede modificar con los probióticos, que pueden favorecer la microbiota asociada al fenotipo delgado o al obeso. Y además también tenemos a los antibióticos que pueden modificar la microbiota. De hecho, los antibióticos se vienen usando desde hace tiempo para el engorde en los animales de abasto, y en humanos también se han usado para favorecer el aumento de peso en casos de malnutrición, en recién nacidos prematuros o en la patología crónica.

Hay algunas evidencias de que la claritromicina cuando se usa en la erradicación del Helicobacter pylori y en el tratamiento de las úlceras hay una asociación de obesidad adquirida por efecto del tratamiento.

Visión general y conclusión

-Cada vez hay más información, pero no es fácilmente asequible.

-Se debe valorar la relevancia clínica de las interacciones dieta – xenobiótico.

-Se debe valorar la relación riesgo – beneficio.

-Deberían formar parte inherente de la Atención Farmacéutica.

La influencia del fármaco sobre el estado nutricional puede hacerse evidente desde un punto de vista clínico cuando el fármaco se utilizar de forma crónica, se utiliza mal o se abusa de él.

También adquieren relevancia cuando el paciente presenta una limitación en los mecanismos de compensación, ingesta habitual insuficiente o marginal, aumento en los requerimientos nutricionales debido a un estado catabólico, absorción, metabolismo y excreción precarias.

Y para acabar una cita de Daphne A. Roe: ” La importancia del problema de las interacciones fármaco – nutriente ha de relativizarse cuando la acción del fármaco tenga lugar específicamente sobre nutrientes en los que no exista problema dietético”.

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Encuentran carne de caballo en dos marcas de hamburguesas españolas

La OCU ha realizado un análisis de 20 hamburguesas frescas envasadas, de venta en supermercados, con el objetivo de averiguar cuál es la calidad de la carne (cantidad de aditivos, higiene, aspectos nutricionales, etc.). Además, después de la alerta que se produjo en Irlanda, la OCU decidió realizar pruebas de ADN para ver si en España las hamburguesas contenían carne de caballo, lo cual ha ocurrido en dos de las veinte muestras analizadas. Dichas pruebas certifican la presencia de carne de caballo sin advertirlo en el etiquetado.

La OCU quiere aclarar que no se trata de un problema de seguridad alimentaria pero sí de un engaño al consumidor. Éste cree que compra carne de vacuno y sólo de vacuno, sin presencia alguna de carne de caballo.

Respecto al análisis de calidad general, la OCU aclara que la carne picada, componente de las hamburguesas, es un producto muy perecedero que, aun estando refrigerado, debe consumirse en un día. Por eso la gran mayoría de las hamburguesas frescas envasadas llevan conservantes para alargar su vida. Además, la norma permite que los preparados de carne, otra versión de hamburguesa, lleven otros aditivos como antioxidantes, colorantes o potenciadores del sabor. Estos últimos, pese a ser inocuos, pueden enmascarar la falta de calidad del ingrediente carne.

La OCU ha detectado que 16 de las 20 hamburguesas analizadas también llevan sulfitos, otro aditivo cuya utilidad es inhibir el crecimiento de bacterias y mantener el color original de la carne. Para añadir los sulfitos, los fabricantes utilizan un truco legal: denominar a su hamburguesa como burguer meat. Esto no tendría importancia si no fuera porque los sulfitos no son inocuos en cantidades altas. Pueden ocasionar vómitos, dolores abdominales y, en personas con alergia, dolores de cabeza y náuseas. Alguna de las hamburguesas analizada lleva el 90% de la Ingesta Diaria Admisible (IDA) de sulfitos para un niño. Lo que significa que no debería de tomar más sulfitos en ese día (ni siquiera añadir kétchup o mostaza a esa hamburguesa).

Otros parámetros analizados son la grasa, aporte calórico y sal. La mayoría de hamburguesas supera con creces el contenido de grasa de una pieza de carne vacuno. Algunos productos llegan a un 23% y un 25%, porcentajes claramente excesivos, puesto que a mayor contenido graso, menor contenido proteínico.

La media de aporte calórico encontrado es de 200 Kcal por cada 100 gramos de preparado de carne. Obviamente, a mayor contenido de grasa y mayor tamaño de la hamburguesa, mayor aporte calórico. Respecto a la sal, la gran mayoría supera con creces el 1%. La OCU entiende que superar este porcentaje es excesivo y nada recomendable.

A la hora de calificar la calidad de la carne de las hamburguesas, se podría decir que son de poca calidad a un precio elevado. A juicio de la OCU sólo aprueban cinco de las analizadas: dos con excelente calidad y otras tres con una calidad aceptable. El problema es la elevada presencia de tendones y cartílagos, usados en sustitución de carne de calidad.

Un último elemento que preocupa a la OCU es la falta de transparencia en el etiquetado. La normativa de etiquetado exige que se indique el porcentaje de carne. Sin embargo, 6 hamburguesas analizadas incumplen este requisito legal, lo cual induce a error al consumidor que puede adquirir un producto creyendo que es 100% carne, ignorando que su porcentaje es mucho menor.

Para finalizar y a modo de anécdota: el panel de cocineros examinó las hamburguesas y sus comentarios no han sido muy positivos: hamburguesas con trozos duros de tendones, con trozos de huesos, secas, se curvan y por tanto se queman por un lado y quedan crudas por otro.

Con estos datos de calidad, y en especial con los resultados que han arrojado las pruebas de ADN, la OCU se ha dirigido a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), al Ministerio de Agricultura y a las Comunidades Autónomas exigiendo una explicación y una investigación urgente que aclare cómo ha llegado la carne de caballo a unas hamburguesas que no mencionan nada de ello en su etiquetado.

La OCU pide además que se depuren responsabilidades y, en su caso, se impongan las sanciones correspondientes a los infractores. La OCU denuncia que los controles son inexistentes o, en muchos casos, insuficientes y que el consumidor necesita estar informado por otros canales para estar seguro de que lo que está comprando es realmente lo que desea comprar.

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Tomar una decisión a tiempo es clave para el adecuado control de la enfermedad inflamatoria intestinal

En nuestro país existe “una buena organización de la asistencia a los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, que se concentra en unidades especializadas bajo la organización del Sistema Nacional de Salud”, explicó el Dr. Julián Panés, del Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínic de Barcelona durante el encuentro Leading Change in IBD (Abriendo camino hacia el cambio en la EII – enfermedad inflamatoria intestinal).

Sin embargo, y a pesar de esta afirmación, el Dr. Panés recalcó que, “es necesario mejorar la detección precoz de los casos, ya que una proporción no despreciable de pacientes sufre retrasos en el establecimiento del diagnóstico, con el consiguiente riesgo de padecer complicaciones”. Asimismo, “se debe mejorar la monitorización del paciente para la detección de actividad y de respuesta terapéutica, identificando precozmente a los pacientes no respondedores al tratamiento para introducir otras posibles opciones terapéuticas”.

Por ello, subrayó el Dr. Panés, “en la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), las decisiones tomadas a tiempo son una de las principales claves para el adecuado control de la enfermedad”.

Avances en el manejo de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal

Para todos los especialistas, conseguir el mejor estado de salud para cada paciente dentro de la Unidad de EII, es su objetivo principal. “Esto implica no sólo el control de los síntomas, sino también la curación de las lesiones inflamatorias ya que, cuando éstas persisten, aun en ausencia de síntomas, pueden conducir a la aparición de complicaciones, entre las que se incluyen fístulas, estenosis o cáncer”, recordó.

En España, la evolución en los procesos de detección de la enfermedad y en el estudio de la actividad de la misma, sus complicaciones y el daño, ha llegado hasta el desarrollo de la resonancia magnética (RM), lo que ha constituido un gran cambio en el manejo del paciente con EII. Según explicó el especialista, “la resonancia magnética ha constituido un avance altamente relevante, ya que permite una objetivación de la curación de las lesiones que provoca la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y, a diferencia de la tomografía computarizada (TC), ésta está libre de irradiación y puede ser utilizada sin restricciones a lo largo del curso de la enfermedad, además de contar con una alta precisión diagnóstica para la detección de complicaciones”.

Futuras tendencias en el abordaje de la EII

En el futuro -aseguró el doctor Panés- “asistiremos a un desarrollo de métodos no invasivos para la monitorización de la actividad de la enfermedad inflamatoria intestinal en el área de los biomarcadores y de las técnicas de imagen. La capacidad de pronóstico que realizan los estudios genéticos en cuanto al curso de la enfermedad o la respuesta terapéutica, de momento se ha mostrado baja, quizás porque en estas enfermedades juegan también un papel importante los factores ambientales, que son muy difíciles de controlar”.

Además, subrayó que “el desarrollo de fármacos se dirige hacia la producción de medicamentos más eficaces a los que se pueden asociar predictores específicos de respuesta. Debemos también desarrollar estudios encaminados a determinar cuáles son las mejores estrategias terapéuticas para conseguir cambios efectivos en el curso de la enfermedad, más dirigidas hacia los tratamientos individualizados”, concluyó.

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Sanidad prepara una encuesta nacional para conocer qué comen los niños y adolescentes en España

Así se desprende del Plan de Actividades para 2013 de dicha agencia, al que ha tenido acceso Europa Press, ante la necesidad de recopilar “datos actuales” sobre el consumo de alimentos en este grupo de población, cuyos índices de sobrepeso y obesidad se están incrementando notablemente en los últimos años.

Según datos de la AESAN, el sobrepeso afecta ya al 26,1 por ciento de los niños españoles de entre 6 y 9 años de edad, mientras que el 19,1 por ciento presenta obesidad, por lo que más de un 45 por ciento de los menores en esa franja de edad tiene algún problema de exceso de peso.

La encuesta, que comenzó a gestarse a finales de 2012, no finalizará hasta octubre de 2014, y su realización ha sido posible gracias a una ayuda de la Agencia Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA, en sus siglas en inglés) de 60.000 euros.

No obstante, ésta no es la única iniciativa enfocada a la población infanto-juvenil, ya que a lo largo de este año también está prevista la elaboración del Plan quinquenal 2013-2017 de la Estrategia de la Nutrición, Actividad física y prevención de la Obesidad (NAOS).

La Estrategia abarcará todas las etapas de la vida pero priorizará las medidas dirigidas a la infancia, adolescencia y a las mujeres gestantes, y prestará especial atención a las necesidades de los grupos socio-económicos más vulnerables, “con el fin de reducir y evitar las desigualdades en alimentación, actividad física, obesidad y salud”.

Asimismo, se firmará y publicará un nuevo código PAOS de autorregulación sobre publicidad de alimentos y bebidas que amplíe el código existente, de forma que también contemple la autorregulación en los mensajes publicitarios de alimentos y bebidas dirigidos a usuarios de Internet en menores de 15 años.

La AESAN también tiene previsto en 2013 el diseño y desarrollo como parte de una campaña de prevención de la obesidad distintas estrategias que incluyen la utilización de las nuevas tecnologías y redes sociales, transmitiendo hábitos de vida saludables en el ámbito de la alimentación y promoción de la actividad física.

En este ámbito también destaca la reciente aprobación del Observatorio para la nutrición y estudio de la obesidad, y a lo largo del año se conformará el Comité Ejecutivo y el Comité Técnico Asesor, se pondrá en marcha la página web, y se diseñarán algunos estudios y trabajos técnicos.

Análisis de la composición de los alimentos

Por otro lado, entre las actividades de este organismo de Sanidad para 2013 también está prevista la actualización de la Base de Datos de Composición de Alimentos (Bedca), con más de 500 entradas de alimentos después de que se detectaran “carencias de datos” respecto a la composición de alimentos relevantes en la dieta española.

Este hecho, según explica este organismo, hacía que hubiera que acudir a bases de datos de otros países o a datos de composición, “cuya calidad no ha sido contrastada con los estándares europeos”.

Asimismo, también se pondrá en marcha una base de datos de expertos en seguridad alimentaria y nutrición, que permitirá conocer mejor su disponibilidad a colaborar en sus áreas de experiencia.

La AESAN tiene previsto potenciar igualmente la lucha contra el desperdicio de alimentos, apoyando las actividades que ya se han comenzado por parte de las asociaciones de operadores económicos del sector alimentario y de otras Administraciones competentes asesorando en materia de higiene, como interlocutores de las actuaciones en esta materia en el espacio europeo e internacional y en campañas de información y educación que tienen al consumidor como protagonista.

Para perder peso, mejor comer pronto al mediodía

A partir de ahora las dietas para perder peso también deberán tener en cuenta, además de los alimentos que la componen, en qué momento del día se realiza cada comida, después de que un estudio haya demostrado que quienes comen antes de las tres tienen más probabilidades de adelgazar que quienes lo hacen más tarde.

Así se desprende de los resultados de un estudio de la Universidad de Murcia, en colaboración con las de Harvard y Tufts (Estados Unidos), publicado en el último número de la revista International Journal of Obesity.

“Aquellos individuos que comen tarde -después de las 3 de la tarde- muestran una pérdida de peso significativamente menor que los que comen temprano”, ha explicado al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) Marta Garaulet, catedrática de Fisiología de la Universidad de Murcia y autora principal de este estudio.

Frank Scheer, neurocientífico la Harvard Medical School y autor senior del estudio, destaca que futuras estrategias terapéuticas de adelgazamiento deberán tener en cuenta el momento de la comida y no sólo el consumo de calorías y de macronutrientes, como se ha venido haciendo hasta ahora.

Para llevar a cabo la investigación, los investigadores contaron con 420 participantes con sobrepeso que siguieron durante 20 semanas un tratamiento de pérdida de peso basado en la dieta mediterránea.

Al inicio del estudio se les dividió en dos grupos, los que comían temprano al mediodía y los comedores tardíos, teniendo en cuenta que en esta comida es en la que se ingieren el 40 por ciento de todas las calorías diarias.

Posteriormente analizaron el horario del desayuno y de la cena –comidas más pequeñas y menos energéticas– y comprobaron que en ambos casos no influye en la pérdida de peso.

Sin embargo, sí que observaron que los comedores tardíos, quienes perdieron menos peso, también consumieron menos calorías durante el desayuno y era más probable que incluso se lo saltasen.

Además se han examinado también otros factores que desempeñan un papel en la pérdida de peso, tales como la ingesta de energía y el gasto, o las hormonas del apetito y la duración del sueño. Sorprendentemente, se ha encontrado que todos estos factores fueron similares entre ambos grupos.

Sin embargo, los comedores tardíos resultaron ser más nocturnos y presentaron con más frecuencia una variante génica en el gen Clock, que codifica una proteína implicada en el reloj circadiano que marca los horarios de nuestro organismo.

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El Gobierno estudia ampliar la caducidad de algunos alimentos

Lo que estamos haciendo “en el caso del yogur, al igual que en muchos más productos, es ver si prolongamos la vida útil. Lo que nos pide la industria es prolongarlo casi una semana frente a los 28 días actuales”, indicó el titular de Agricultura en una entrevista en Antena 3 recogida por Europa Press.

En este sentido, explicó que será la Agencia de Seguridad Alimentaria la que decida si la fecha debe ser de caducidad o de consumo preferente. Así, la revisión de la fecha de caducidad de los alimentos se hará “salvaguardando siempre la salud del consumidor”, ha matizado el director general de la Industria Alimentaria, Fernando Burgaz.

“No puede ser que en la Unión Europea haya cerca de 89 millones de toneladas que se tiran al año en buen estado y en España, 7,7 millones de toneladas, el 42% en los hogares”, señaló Arias Cañete.

El ministro comentó que su Departamento ha iniciado ya la revisión de todas las normas de calidad de los productos para un nuevo etiquetado, teniendo en cuenta que la fecha de caducidad y la de consumo preferente son dos cosas diferentes. “Son procesos lentos”, dijo Arias Cañete, quien ha apuntado que este año podrían estar finalizados.

En este punto Burgaz ha explicado que, con carácter general, existen dos tipos de fechas en las etiquetas. Por un lado, aquellas que tienen establecida una fecha de caducidad para productos que, transcurrido un tiempo, su consumo podría resultar perjudicial para la salud; y, por otro, las fechas de consumo preferente para los productos ya elaborados o transformados, que pone libremente el productor, y que indica la fecha en que el producto puede perder alguna de sus cualidades organolépticas, pero que es apto para el consumo.

“Llevamos mucho tiempo trabajando en una estrategia para la reducción y valorización de los alimentos desechados. Estamos haciendo una estrategia para ver cómo evitar pérdidas en la producción, transformación y comercialización en los hogares”, ha señalado.

“Despilfarro insostenible”

Por otra parte, Arias Cañete denunció el “despilfarro intolerable insostenible” de comida cuando “hay mucha gente con necesidades alimenticias que tiene que satisfacer cada día; las necesidades son inmensas”.

En este sentido, alertó que cada año se desperdician en España 7,7 millones de toneladas de alimentos, el 42 por ciento en los hogares, y que esta cifra asciende en la Unión Europea a los 42 millones de toneladas.

Asimismo, recordó que España se encuentra “en una situación, por la crisis económica, en la que hay muchas personas que tienen necesidades alimenticias que están cubriendo las ONG, Cáritas, los bancos de alimentos, la Iglesia y los comedores de la Iglesia”. Así, subrayó la necesidad de “facilitar los canales para abastecer a estas organizaciones de una materia prima que es perfectamente saludable pero que a lo mejor no tiene la apariencia suficiente para venderla en una gran superficie”.

Por ello, Arias Cañete aseguró que el ministerio que preside está revisando las normas de calidad de los productos para “hacerlas lo más flexibles posible y buscar vías por las que se puedan aprovechar los alimentos”.

Además, destacó la existencia de campañas “muy interesantes” para transformar los alimentos perecederos en mermelada, zumo y otros productos que puedan ser distribuidos a través de los bancos de alimentos. El ministro indicó que tratará de coordinar todas estas campañas “para evitar que se desperdicien alimentos en perfecto estado para ser consumidos, en una situación económica en que hay mucha gente que tiene que satisfacer sus necesidades alimenticias todos los días.

Por otra parte, alabó también la iniciativa No lo tiro de algunos restaurantes en Madrid y Barcelona, que promueven que los clientes se lleven la sobra de sus raciones a casa para calentarlas y consumirlas posteriormente. También ha recordado que los restaurantes españoles tiran al año un total de 63.000 toneladas de alimentos.

Por último, indicó que la Unión Europea ha exigido que España reduzca sus desperdicios de comida a la mitad para 2023 y ha señalado que, para ello, el ministerio está “realizando una reflexión” para averiguar en qué partes del proceso se tiran los alimentos y optimizarlas para que los alimentos lleguen a aquellos que los necesitan”, a lo que ha añadido que “las necesidades son inmensas”.

La caducidad de los yogures sería más amplia si se mantienen en frío

La profesora de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo, Esther Carrera, ha asegurado que “el yogur es uno de esos alimentos en los que, si se conserva en óptimas condiciones de refrigeración, podría aumentar su periodo de caducidad”.

En concreto, la condición que lo permitiría es la de su “estabilidad microbiológica”. “En los alimentos que ostentan esta cualidad en alto grado se puede pensar en una ampliación de los días aptos para el consumo sin que se vea comprometido su nivel de seguridad alimentaria”, ha explicado Carrera.

En todo caso, según ha matizado, “cualquier prolongación de la fecha de caducidad debería ir precedida de la seguridad de que dicha ampliación no afecte negativamente a la inocuidad o a la calidad del alimento”.

En este sentido, ha recordado que la legislación comunitaria establece, en el caso de alimentos microbiológicamente muy perecederos, como el pescado o la carne crudos, una equiparación entre la fecha de duración mínima y la fecha de caducidad, considerándose alimentos no seguros aquellos que vean superada su fecha de caducidad.

Actualmente, con la excepción de ciertos alimentos como los huevos, la responsabilidad de fijar las fechas de caducidad y de consumo preferente recae en los productores. Son éstos, según ha explicado, “los encargados de hacer los estudios experimentales de vida útil teniendo en cuenta criterios de seguridad y calidad alimentaria”.

“El objetivo es ofrecer al consumidor alimentos que mantengan sus propiedades de inocuidad y calidad siempre y cuando se consuman dentro de la fecha de duración establecida y se hayan conservado en las condiciones que recomienda el fabricante”, ha concluido.

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Las dietas milagro no están científicamente probadas y sólo sirven a corto plazo

Asimismo, han alertado de que estas dietas habitualmente son recomendadas por personas que no son expertas en nutrición y se publicitan a través de medios de comunicación no especializados, con un interés “meramente” económico por parte de los promotores o vendedores.

“Son dietas que se ponen de moda, aparecen cada cierto tiempo y su popularidad aumenta a gran velocidad, alejándose de las recomendaciones nutricionales médicas específicas para la población a la que van dirigidas. Asimismo, se caracterizan porque la persona tiene que hacer un esfuerzo mínimo para lograr los resultados, lo que resulta muy tentador para la mayoría de las personas que quieren perder peso”, ha explicado Lourdes Carrillo, coordinadora del Grupo de Nutrición y Alimentación de Semfyc.

“Para perder peso hay que acudir a un profesional de la salud, ya que las soluciones mágicas no existen. Y es necesario que la población se conciencie de que para controlar el peso es más eficaz mantener unos buenos hábitos alimenticios que hacer una dieta de forma transitoria”, ha comentado Carrillo.

En este sentido, la experta ha recomendado a las personas que quieren perder peso que realicen “pequeños” cambios en su alimentación diaria para que puedan mantenerse a largo plazo, primando un equilibrio de los nutrientes ingeridos adaptado al estado físico.

Los hidratos de carbono son necesarios para el organismo y el cerebro

Las dietas milagro pueden agruparse en: dietas hipocalóricas no equilibradas; dietas disociadas, como la Dieta Montignac; y dietas excluyentes, como la Atkins o la Dukan, en la que se restringen los hidratos de carbono a favor de las proteínas y grasas, con el resultado de una rápida pérdida de peso, difícil de mantener a largo plazo.

En este sentido, la doctora Carrillo ha recordado que los hidratos de carbono son una de las principales fuentes de energía del organismo y la única utilizable por el cerebro. “La restricción de hidratos de carbono, como cereales, legumbres, verduras o frutas lleva a una rápida pérdida de peso, fundamentalmente a expensas de líquido extracelular, además de pérdidas de calcio, potasio y otras vitaminas y minerales”, ha recalcado.

De esta forma, ha proseguido, “mantener este hábito a largo plazo puede acarrear otras importantes consecuencias para la salud como, por ejemplo, daño cerebral, hepático o renal, trastornos del metabolismo de los lípidos, osteoporosis o estreñimiento”.

Asimismo, en estas dietas hipocalóricas además de líquido, la pérdida de peso se produce a costa del tejido muscular y no tanto del tejido adiposo -grasa-, cuyo acumulo excesivo es el verdadero problema del sobrepeso y la obesidad.

Tanto es así que, según ha argumentado Carrillo, una vez que se consigue el objetivo inicial de pérdida de peso, el regreso progresivo a la alimentación habitual conlleva una ganancia de peso a expensas de agua y grasa, ya que la masa muscular perdida no se vuelve a recuperar.

“Esta pérdida definitiva de músculo lleva a una readaptación del metabolismo energético del organismo, cuyas necesidades de calorías disminuyen, lo que justifica expresiones frecuentes como, por ejemplo, que cada vez como menos y engordo más”, ha concluido la experta.

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Incontinencia urinaria

La micción y la continencia son dos actos voluntarios e involuntarios a la vez. Podemos orinar cuando queremos pero la regulación de la micción depende también de actos involuntarios.

Cualquier alteración del tracto urinario puede generar la aparición de pérdida involuntaria de orina o también cualquier alteración de la regulación a nivel cerebral de la micción. Hay una serie de núcleos que regulan el llenado y vaciado miccional. Las patologías a nivel de la médula o de aplastamiento vertebral pueden producir pérdidas involuntarias de orina.

Concepto Incontinencia Urinaria (IU)

La Internacional Continente Society definió la IU como cualquier queja de pérdida involuntaria de orina.

Tiene una prevalencia muy elevada. Según estudios españoles del Observatorio Nacional de Incontinencia en el 2010 se calcula que puede ser de 6,5 millones de personas en España, 5 millones son mujeres y 1,5 son varones.

En las mujeres hay dos picos de afectación: hacia los 40 años por incontinencia de esfuerzo y a partir de los 60 años incontinencia por urgencia. En los varones suele aparecer a partir de los 60 años.

Es una patología muy oculta, que altera mucho la calidad de vida. En muchas ocasiones se aíslan, limitan actividades por miedo a la pérdida involuntaria de orina. No quieren viajar. Y a la larga produce procesos de evitación: evitan salir, hacer actividades, y puede producir depresión y ansiedad, e incluso problemas en el ámbito laboral. Y también alteraciones en la higiene personal. No implica un aumento de la mortalidad pero si altera muchísimo la calidad de vida.

Tipos de IU

-Incontinencia urinaria transitoria: que dura menos de un mes, por un delirio, infección de orina, epilepsia o cualquier patología que produzca una relajación de esfínteres.

-Incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE): es la más frecuente, sobre todo en la mujer. Y es la que aparece al realizar un esfuerzo (correr, saltar, coger peso).

-Incontinencia urinaria de urgencia (IUU): es la que se manifiesta con un deseo imperioso de orinar y en ocasiones no consigue evitar el escape de orina.

-Incontinencia urinaria mixta (IUM): sobre todo aparece en mujeres a partir de los 60, previamente se tiene una incontinencia de esfuerzo y con la edad aparece la incontinencia de urgencia. La de urgencia es la más frecuente en los varones.

-Incontinencia urinaria por rebosamiento: ésta es menos frecuente. Se produce cuando existe un problema de vaciado por una dificultad de salida de la orina por una HBP grave o en pacientes con una atonía vesical en caso de neuropatía.

-Incontinencia urinaria funcional: en pacientes sin alteración valorable que tiene una dificultad de movilidad y por esto le cuesta llegar al baño.

Diagnóstico. Diario miccional

En Atención Primaria la valoración inicial para el diagnóstico de los pacientes con IU, se puede realizar usando la anamnesis (cómo, cuándo, por qué, qué circunstancias, de qué forma) y la exploración física (en varones también tacto rectal y en las mujeres vamos a ver que no haya prolapsos vesicales, cistoceles o descensos del útero).

Se aconseja que como despistaje no esperemos a que los pacientes nos informen de la IU sino que deberíamos preguntar si presentan pérdidas involuntarias en mujeres asintomáticas antes de los 40 años al menos una vez y en varones a partir de los 55 años.

Y los pacientes que tienen una pérdida involuntaria deberían rellenar un diario miccional para saber a qué hora se presenta el escape de orina, qué cantidad de líquido toman, cuántas veces orinan, cuántas micciones son normales, la cantidad de orina, las veces que se le escapa la orina, en qué circunstancias, si es poca cantidad, moderada, abundante y con qué actividades se le escapa, si es al hacer o no esfuerzos. Y también vamos a preguntar si el paciente utiliza pañales, qué tipo y la cantidad. Todo ello nos va a servir para valorar el tipo de incontinencia y la severidad.

Cuestionario ICIQ-SF

También deberíamos saber utilizar en Atención Primaria y en la Oficina de Farmacia el cuestionario ICIQ-SF, que con sólo 4 preguntas identifica con un alto valor predictivo el tipo de IU, la gravedad y cómo le afecta a la calidad de vida. Se pregunta primero con qué frecuencia pierde la orina (y las respuestas pueden ser nunca, una vez a la semana dos o tres, una vez al día, varias veces al día o continuamente). Esto nos da información sobre la magnitud y la severidad de la IU. También se pregunta la cantidad de orina que se escapa (nada, cantidad moderada o mucha). Si el paciente a estas dos preguntas nos dice cero como repuestas no tiene IU, pero sólo que tengamos una puntuación del valor que sea podemos decir que presenta una IU.

También se valora la calidad de vida (de nada a mucho). Esto es orientativo de cómo vive el paciente, porque la misma IU en una persona joven le afecta muchísimo a su calidad de vida y en cambio en un anciano le afecta poco. Y ello es importante de cara al tratamiento que vamos a pautar. Y la cuarta pregunta nos da información sobre en qué circunstancia aparece la pérdida de orina (antes de llegar al servicio, cuando tose o estornuda, mientras duerme, cuando termina de orinar, sin motivo evidente, de forma continua.). Con esto vamos a orientar el tipo de incontinencia, si es de urgencia, de esfuerzo, mixta, por rebosamiento o funcional.

Se ha visto que usando sólo el cuestionario ICIQ-SF tenemos un valor predictivo positivo de saber cuál es la causa y de que este paciente seguro tenga una IU de 88,3%, es decir, casi el 90% de las veces podremos saber el tipo y la causa de esta IU. Pero, además, si usamos una buena anamnesis y exploración física el valor predictivo positivo es del 97%.

Cuando no tengamos claridad de cuál puede ser la causa tenemos que derivar al especialista, urólogo o ginecólogo, para que realice un estudio urodinámico.

Factores de riesgo en mujer

En la mujer lo más importante es el número de partos: a mayor número de partos mayor probabilidad de presentar una IU, aunque el parto no sea por vía vaginal (aunque en este caso muchísimo más), pero también el embarazo per se. También cualquier disfunción esfínter uretral y la cirugía ginecológica (histerectomía).

En las mujeres se da sobre todo IU de esfuerzo. En ellas es importante para el mantenimiento de la continencia el suelo pélvico, que es una cama sobre la que descansa diferentes estructuras: la vejiga, el útero y el recto. Sabemos que cuando se han tenido partos, embarazos y con la edad este suelo pélvico disminuye su fuerza y la angulación varía. En un suelo pélvico normal las fuerzas en lugar de descender verticalmente, actúan horizontalmente. Cuando desciende el suelo pélvico con la misma fuerza, que se dirige hacia abajo, predispone a las pérdidas de orina. En situación normal el suelo pélvico mantiene el cuello vesical en una posición que evita el escape de orina cuando se contrae la musculatura. Pero al debilitarse dicha musculatura cambia la angulación del cuello vesical facilitando las pérdidas de orina.

Factores de riesgo en varón

En el varón también hay IU de esfuerzo cuando se ha sometido a una prostatectomía radical (hasta en un 30%), pero con el tiempo en la mitad la IU desaparece.

Los pacientes con STUI, sobre todo los que tienen una vejiga hiperactiva, pueden tener una IU de urgencia y en patologías con una deficiencia esfinteriana.

Factores de riesgo en mujer y varón

Con la edad tenemos una serie de factores de riesgo muy parecidos:

-Edad avanzada: el suelo pélvico pierde la fuerza hasta en un 30-40% de su capacidad.

-Diabetes

-Infecciones de orina, sobre todo si son de repetición

-Deterioro cognitivo y demencia

-Trastornos neurológicos como Parkinson o esclerosis múltiple

Tratamiento

El tratamiento variará según el tipo de IU pero indistintamente del tipo todas las guías de buena práctica clínica coinciden en una serie de medidas:

-Evitar la ingesta innecesaria de alcohol, café y el té (estos dos producen irritación vesical).

-Evitar los diuréticos en los pacientes con IU de urgencia, antes de pautar un tratamiento con diurético debemos preguntar si existe o no IU de urgencia.

-También hay que tener en cuenta si se usan antidepresivos tricíclicos, que pueden producir una retención de orina e IU por rebosamiento.

-Hay que procurar que el paciente haga más ejercicio pero que no sea traumático para evitar alterar el suelo pélvico (pj. Caminar). También es necesario perder peso ya que los pacientes obesos presentan mayor probabilidad de tener IU y al perder peso mejorar muchísimo la IU. Y se debe evitar el estreñimiento.

Las guías de buena práctica clínica nos dicen que hay que comenzar por los cambios de estilo de vida, ejercicios de rehabilitación de suelo pélvico (en mujer y varón) y reeducación vesical, sobre todo en IU de urgencia. Y el tratamiento farmacológico que ha demostrado eficacia en IU de urgencia son los anticolinérgicos.

Técnicas de Fisioterapia y RHB

Hay una serie de ejercicios en diferentes posturas que nos van a facilitar aumentar la fuerza y el tono de la musculatura del suelo pélvico. Se ha visto que en diferentes estudios que en mujeres la utilización de estas técnicas nos evitan en más del 50% las pérdidas involuntarias de orina. También está indicado en pacientes con IU de urgencia y en varones a los que se les ha realizado una prostatectomías radical.

Si las mujeres tienen dificultad para realizar los ejercicios de suelo pélvico pueden utilizar los conos vaginales, que son unos conos de diferentes pesos que se introducen en la vagina y se tienen que mantener como mínimo durante media hora o una hora cada día, y lo que hacen es aumentar el tono y la fuerza muscular.

Si el paciente por la IU que no presenta ningún tono o fuerza muscular no podemos indicar ejercicios de suelo pélvico ni conos, lo que estaría más indicado sería la electroestimulación, que estimula la musculatura a partir de una serie de descargas eléctricas. También es válido este tratamiento en la mejora de pacientes con IU de urgencia.

Los ejercicios de suelo pélvico tienen una evidencia 1 a (grado máximo), y respecto al coste efectividad es el mejor tratamiento en los pacientes con IU de esfuerzo en mujeres que no requieran tratamiento quirúrgico. Los conos vaginales tienen una evidencia algo inferior y también la electroestimulación.

Terapias conductuales

La terapia de conducta está muy indicada en pacientes con IU de urgencia. Y consiste en enseñar al paciente a orinar, indicarle que orine cada cierto tiempo. Para esto es muy importante el diario miccional, vamos a saber cada cuánto orina el pacientes y le vamos a indicar que se adelante a la pérdida involuntaria de orina. Semana tras semana le vamos indicando que vaya aumentando el periodo entre micciones, al menos 15 -30 minutos alargando cada semana. Así hasta que consigamos que el paciente mantenga la continencia durante 2 o 3 horas. No es bueno orinar excesivamente muchas veces si no es necesario. Es importante tener estimulado el tono de la vejiga pero tampoco es bueno estar muchas horas sin orinar porque se producen alteraciones a nivel de la sensibilidad de la vejiga.

Tratamiento farmacológico

El tratamiento farmacológico son los antimuscarínicos que evitan las contracciones involuntarias del detrusor, actuando sobre una serie de neurorreceptores colinérgicos. Son el eje principal en IU de urgencia y tienen una evidencia 1 a. Pero actúan sobre diferentes receptores, en la vejiga hay receptores m2 y m3 por lo que tenemos que utilizar fármacos muy selectivos de la vejiga. Pero a nivel cardiaco también hay receptores m2 y m3 y en las glándulas salivares y en el ojo receptores m3, es decir, utilizando bien los fármacos no podemos evitar los efectos secundarios: sequedad de boca y ocular, y taquicardias y arritmias cardiacas. E incluso a nivel intestinal tenemos receptores m3 y va a sufrir estreñimiento. Sí que tenemos que evitar fármacos que actúen sobre m1 y m5 porque son los receptores a nivel cerebral, y si los bloqueamos producimos deterioro cognitivo, sobre todo en pacientes mayores de 60-65 años.

Los fármacos que tienen evidencia 1 a en vejiga hiperactiva e IU son:

-Oxibutinina: es el más eficaz pero no es tan selectivo, también actúa sobre receptores m1 y se debe evitar en pacientes mayores por el deterioro cognitivo. En jóvenes y niños es el fármaco ideal en pacientes con vejiga hiperactiva.

-En los mayores debemos usar fármacos más selectivos como tolterodina, solifenacina y cloruro de trospio que no son tan eficaces pero tienen menos efectos secundarios y tambien fesoterodina.

Las contraindicaciones de los antimuscarínicos son retención de orina, glaucoma de ángulo estrecho, miastenia gravis, colitis ulcerosa y megacolon tóxico. Hay que tener mucha precaución en pacientes con insuficiencia renal y hepática, bajar las dosis en ellos y controlar las funciones.

Otros tratamientos que se han utilizado son el flavoxato (pero se ha visto que no aporta nada) y los antidepresivos tricíclicos, pero hay que ir con mucha precaución en pacientes cardiópatas porque pueden producir cardiopatía e incluso infarto de miocardio.

Otro tratamiento es la toxina botulínica, que se ha de inyectar a nivel intravesical y estaría indicada en pacientes que tienen IU de urgencia secundaria a una patología neurológica, sobre todo en vejiga neurógena. Se debe pautar por el especialista.

Otros dispositivos y medidas para tratar la IU

En pacientes con atonía vesical o IU por rebosamiento se pueden usar la cateterización intermitente o cateterización permanente. En pacientes varones que se les ha hecho una prostatectomía radical que no mejoran y que no se evita la IU mediante ejercicios de suelo pélvico y si la IU es muy severa se coloca un esfínter artificial.

Debemos de ir con cuidado con los absorbentes, porque se crea una dependencia y causan IU definitiva, por falta de motivación. Y hay que personalizar su uso dependiendo de si son varones, mujeres, según el peso y la cintura, etc. Se usan en pacientes con deterioro cognitivo, Alzheimer y patologías neurológicas.

Tratamiento quirúrgico

Está indicado sobre todo en las mujeres con IU de esfuerzo en las que el tratamiento conservador ha fracasado y que presentan cistoceles y prolapsos del útero. Se realiza desde una colposuspensión, Sling, bandas de tensión, pautados por el especialista. Y en el varón que tiene una lesión esfinterianas el tratamiento sería un esfínter artificial.

Conclusión

La IU es un patología muy prevalente, que está infradiagnosticada, infratratada e infravalorada, que repercute mucho en la calidad de vida y que tratada a tiempo tiene solución.

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Síntomas del tracto urinario inferior no neurogénicos en el varón

En los varones a partir de los 50 años que acuden a la consulta nos podemos encontrar que tienen una serie de síntomas como disminución de la fuerza miccional, urgencia miccional, se tienen que levantar varias veces por la noche, etc., que es lo que conocemos como síntomas del tracto urinario inferior (STUI).

Clasificación de los síntomas

-Síntomas de llenado o irritativos: la urgencia miccional (fuerte deseo de orinar), aumento de la frecuencia miccional (orinar más de 8 veces al día), a veces asociado a incontinencia por urgencia y nocturia (tener que levantarse una o más veces por la noche).

-Síntomas de vaciado u obstructivos: chorro débil a la hora de comenzar a orinar, micción en regadera, chorro intermitente (el paciente hace como una prensa abdominal para poder orinar), retardo (le cuesta empezar a orinar), esfuerzo miccional y goteo terminal.

-Síntomas postmiccionales: sensación de vaciado incompleta y goteo postmiccional.

Etiología de los STU

Estos síntomas pueden aparecer en diferentes patologías, las más frecuentes serían las de la vejiga y de la próstata, pero también la patología renal, la patología neurológica tanto central como periférica o la patología metabólica como una insuficiencia cardiaca secundaria a una patología o bien a una medicación pautada. Incluso la diabetes se podría manifestar con estos síntomas.

La guía de la European Association of Urology de 2012 nos dice sobre los STU que la causa más frecuente es la hiperplasia benigna de próstata (HBP), la obstrucción a la salida de la orina originada por un crecimiento de la próstata, pero también otra frecuente es la vejiga hiperactiva, sobre todo de síntomas de llenado, presenta urgencia miccional, aumento de la frecuencia y aumento de la nocturia y no debemos descartar lo que se conoce como síndrome de nocturia poliuria asociado a insuficiencia cardiaca y enfermedades metabólicas como la diabetes. También hay otras muchas causas.

HBP

Podemos decir que los STUI, de entrada, son una condición multifactorial, más de la mitad de las veces en varones mayores de 40-50 años la causa sería una HBP.

La HBP es un crecimiento histológico de la zona de transición de la próstata, que es la que está junto a la uretra. Se produce un crecimiento que provoca una disminución de la salida de la orina, que es muy rica en receptores alfa-adrenérgicos y esto aumenta el tono del músculo de la próstata a nivel uretral y nos va generar lo que conocemos como STU, en este caso los síntomas serían consecuentes a la presencia de esta obstrucción.

Si no hacemos nada el 40% de los pacientes evoluciona hacia una HBP progresiva, que va a necesitar un tratamiento quirúrgico y que va a presentar una retención aguda de orina, y el 60% no van a tener complicaciones. Se ha visto en diferentes estudios que los pacientes que presentan una elevación de PSA por encima de 1,5 nanogramos/mL tienen 3-4 veces más riesgo de presentar estas complicaciones y que el tamaño de la próstata nos va a predecir si el paciente presentará a no complicaciones.

Los estudios nos muestran que a partir de 40 gramos de la próstata el paciente tendrá mucho más riesgo, de manera que sabiendo los valores de PSA y el tamaño de la próstata deberíamos tener una atención especial porque dejado a su libre evolución es un paciente que va a tener complicaciones.

¿Para diagnosticar HBP?

A partir de la historia clínica tenemos que comprobar que los síntomas no se deban a otras patologías o a la toma de fármacos, preguntar por los antecedentes familiares de HBP y de cáncer de próstata y ver que el paciente no tenga antecedentes de estenosis de uretra o ETS.

Es importante valorar la magnitud de los síntomas mediante un índice internacional de la sintomatología protática que se conoce como el IPSS.

También hay que hacer un tacto rectal, un examen físico para descartar otras patologías y un análisis de orina para descartar infección de orina o ver si hay hematuria por si pudiera tener un cáncer de vejiga u otra patología.

El PSA va indicar el grado de progresión de la HBP y se debe estudiar la función renal por si hubiera una obstrucción que nos estuviera generando una insuficiencia renal.

Desde la atención primaria (AP) no debemos hacer más pruebas. En un estudio del 2011 se ha visto que si hacemos las exploraciones básicas de AP tenemos un valor predictivo positivo de diagnóstico de cuál es la causa de estos síntomas cercano al 80%.

En el IPSS se hacen 7 preguntas sobre diferentes síntomas y obtenemos una puntuación de 0 (que no presenta nada de síntomas) a 5 (que significa que los tiene casi siempre), y también preguntamos sobre la calidad de vida. Dependiendo de la puntuación sabremos si estos síntomas son leves, moderados o severos. Esto es importante porque en un paciente con síntomas leves generalmente el tratamiento es poco activo. En cambio cuando la sintomatología es severa requerirá una derivación al especialista. El paciente con síntomas moderados farmacológicamente lo vamos a tratar.

Criterios de derivación

Vamos a derivar a un paciente al especialista si presenta:

-Tacto rectal patológico, si encontramos una induración o algo que nos haga sospechar de cáncer de próstata.

-IPSS severo (> 20) y/o mala calidad de vida.

-PSA > 10 ng/ml: en más del 50% de los casos tiene un cáncer de próstata. Si está entre 4-10 debemos solicitar el PSA libre. Si es superior a 20 generalmente se asocia a HBP y si es inferior la probabilidad de que sea un cáncer aumenta exponencialmente según va disminuyendo este índice de PSA libre.

-Edad < 50 años y STUI con sospecha HBP.

-Creatinina > 1,5 ng/ml, que nos indica que hay una obstrucción que va requerir un tratamiento quirúrgico.

-También en pacientes que al hacer la exploración o ecografía presentan litiasis, divertículos, obstrucción en el uréter o un residuo postmiccional >150 ml.

Recomendaciones de las Guidelines

Las guías de buena práctica clínica nos hablan de tres tipos de tratamiento: conservador, farmacológico y quirúrgico. Y se realiza la elección en base a las complicaciones, el riesgo de progresión y el IPSS.

En un paciente que presenta un IPSS leve (<8) se ha visto que lo que tiene una evidencia superior es la vigilancia expectante: enseñar al paciente hábitos que aumenten las ganas de orinar, no tomar mucho café ni alcohol, evitar el estreñimiento y medidas higiénico-dietéticas que faciliten el vaciado vesical. El nivel de evidencia es 1 b con un grado de recomendación A es el tratamiento que menos coste va a generar.

Cuando el paciente presenta síntomas moderados podemos plantearnos la utilización de derivados de plantas (fitoterapia). El fármaco que en España más se utiliza es Serenoa repens, pero nos encontramos que en todas las revisiones que se han realizado no se observa que ofrezca una ventaja sobre el placebo. Por lo tanto estos fármacos debemos reservarlos para los pacientes a los que no se pueden pautar los tratamientos farmacológicos.

Por lo tanto el tratamiento farmacológico en base a las evidencias científicas sería la utilización de alfa-bloqueantes (alfuzosina, terazosina, doxazosina y tamsulosina y silodosina), inhibidores 5-alfa reductasa (finasterida y dutasterida), la terapia de combinación de ambos se ha visto que aporta un beneficio y en según qué tipo de pacientes se debería asociar un alfa-bloqueante con un antimuscarínico.

alfa-Bloqueantes

Los alfa-bloqueantes tienen un nivel alto de evidencia 1 a y un grado de recomendación A. Hay que tener en cuenta antes de pautar lo selectivo que sea. Terazosina y doxazosina son fármacos alfa-bloqueantes no uroselectivos, que actúan sobre todo sobre los receptores alfa-1 a que se encuentran en la próstata, alfa-1 d que se encuentran en la vejiga, pero también sobre los alfa-1 b que se encuentran a nivel del endotelio vascular, lo que significa que los fármacos que actúan mucho sobre los receptores alfa-1 b nos van a producir hipotensión, por ello hay que empezar en dosis muy pequeñas y ascendentes. También hay que tener en cuenta si es hipertenso y está tomando otro fármaco para la hipertensión.

Otros fármacos como alfuzosina, que aunque actúa sobre los tres tipos de receptores, no se sabe por qué pero sería un alfa-bloqueante más selectivo alfa-1 a y alfa-1 b. Tamsulosina actúa indistintamente sobre receptores alfa-1 a de la próstata y alfa-1 d de la vejiga y casi no actúa sobre alfa-1b, es decir nos va a producir muy poca hipotensión y es bastante uroselectivo. Y recientemente tenemos el fármacos más uroselectivo, silodosina, que es más selectivo sobre receptores alfa-1 a que sobre alfa-1 d, y casi no lo es sobre alfa-1 b.

Anatómicamente los receptores alfa-1 a están en uretra, en vejiga alfa-1 d, por lo que no nos interesa utilizar un fármaco que actúe sobre receptores alfa-1 b porque no tenemos en vejiga y próstata este tipo de receptor y nos va a producir complicaciones. Debemos utilizar tratamientos lo más uroselectivo posible.

Los alfa-bloqueantes tienen una acción muy rápida, el paciente nota beneficio a los 3-4 días. A partir de la 2ª-4ª semana se obtiene el máximo beneficio, si partir de la cuarta semana no hay beneficio hay que cambiar el tratamiento. Mejoran el flujo, disminuyen el tono de la uretra (sobre todo la uretra prostática) en la zona de transición de la próstata que es muy rica en receptores alfa. No disminuye el tamaño de la próstata.

En el iris también hay receptores alfa por lo tanto cuando un paciente se va a operar de cataratas debemos suprimir los alfa-bloqueantes durante las 2-3-semanas previas a la intervención y las 3-4 semanas tras la intervención porque si no la lente no podría adaptarse correctamente en el iris.

Los alfa-bloqueantes tienen igual efectividad clínica pero distintos efectos adversos. Doxazosina y terazosina producen más hipotensión, síncope y problemas de rinitis, en cambio tamsulosina y silodosina producen eyaculación retrógrada. También hay que tener en cuenta que doxazosina y terazosina en pacientes con insuficiencia cardiaca hay que darlos con mucho cuidado.

Asimismo pueden interaccionar con otros fármacos como los inhibidores de la fosfodiesterasa 5, que es el tratamiento para la disfunción eréctil. Silodosina es el que menos interacciona, después tamsulosina. Doxazosina y terazosina hay que evitarlos en este tipo de pacientes porque pueden hacer un efecto potenciador de los inhibidores de la fosfodiesterasa 5.

Inhibidores de la 5 alfa-reductasa

Otro aspecto a tener en cuenta en pacientes HBP es la dependencia que la próstata mantiene con la testosterona, que se produce fundamentalmente a nivel testicular en el 95 % y a nivel suprarrenal en un 5 %. Y para que sea activa en la próstata necesitamos la enzima 5 alfa-reductasa que la transforma en dehidrotestostenona. Hay fármacos que inhiben la acción de esta enzima, son los inhibidores de la 5 alfa-reductasa.

Las Guías recomiendan estos fármacos con un alto nivel de evidencia 1b y con un grado de recomendación A. Son fármacos de beneficio terapéutico lento, aparecen a los 3-6 meses porque disminuyen el tamaño de la próstata al disminuir la acción de la testosterona sobre la próstata.

Estarían muy indicados si hay riesgo de progresión, con un PSA por encima de 1,5 y próstatas superiores a 40 gramos y nos reducen el riesgo de retención aguda de orina y cirugía relacionada con la HBP. Se ha visto que reducen el tamaño en un 30 % y el valor del PSA lo disminuyen más o menos hacia la mitad del valor inicial. Como efectos secundarios disminuyen la libido y pueden generar una disfunción eréctil.

Tras varios estudios (MNTOPS y CombAT) se ha visto en pacientes con mucho riesgo de progresión que la asociación de un alfa-bloqueante y un inhibidor de la alfa 5 reductasa produce beneficio sinérgico: mejora los síntomas antes de la 3-4 semanas, se reduce el tamaño de la próstata y hay una reducción en un 70-80 % de la necesidad de tratamiento quirúrgico y complicaciones.

Criterios de Derivación. Algoritmo AEU, SEMG, SEMERGEN y semFYC

-Si el paciente tiene una sintomatología leve y un IPSS menor de 8 realizamos medidas higiénico- dietéticas, vigilancia expectante y control anual.

-Si presenta una IPSS entre 8 y 20, y una próstata no muy grande el tratamiento son los alfa-bloqueantes.

-Si presenta una próstata grande podemos iniciar con alfa-bloqueantes pero sobre todo si el PSA está por encima de 1,5 iniciar terapia de combinación.

-Si presenta síntomas de predominio de llenado, su próstata no es muy grande, en el que se puede asociar la HBP con una vejiga hiperactiva se ha visto que la asociación de un alfa-bloqueante y un antimuscarínico ofrece un beneficio siempre que descartemos la presencia de una retención de orina, ya que en este caso estaría contraindicado.

-Si el paciente presenta síntomas de predominio de vaciado vamos a usar un alfa-bloqueante.

-Y si presenta síntomas de llenado y vaciado vamos a utilizar un alfa-bloqueante pero si no hay mejoría añadimos un antimuscarínico.

Recientemente, en noviembre del 2011, la FDA ha autorizado la utilización de tadalafilo para el tratamiento del tracto urinario inferior y en octubre de 2012 la Agencia Europa también lo ha autorizado, es decir, vamos añadiendo más fármacos al arsenal de la HBP.

Es un error pensar que el tracto urinario inferior es individual sino que existe una interconexión, en la vejiga hay receptores muscarínicos y alfa, en la próstata hay receptores alfa y de la fosfodiesterasa 5, y es lógico pensar que el tratamiento en este tipo de patologías va a ser combinado.

Por lo tanto, el tratamiento central en un paciente con STUI secundarios a HBP son los alfa bloqueantes y dependiendo de si este paciente presenta síntomas de llenado con vejiga hiperactiva se añaden antimuscarínicos y si presenta disfunción eréctil se añaden inhibidores de la fosfodiesterasa 5. Y por último, si tiene próstata agrandada añadir a los alfa-bloqueantes inhibidores de la 5-alfa reductasa para disminuir el tamaño y así evitar el riesgo de tratamiento quirúrgico.

La leche materna contiene más de 700 bacterias

La leche que bebe de su madre es uno de los factores que determina cómo será la flora bacteriana que se desarrolle en el recién nacido. Sin embargo, su composición, así como el papel biológico de estas bacterias en el niño, siguen sin conocerse.

Ahora, un grupo de investigadores españoles ha utilizado una técnica basada en la secuenciación masiva de ADN para identificar el conjunto de bacterias -llamado microbioma- que contiene la leche materna. Gracias a este estudio, se pueden determinar las variables perinatales y postnatales que influyen en la riqueza microbiana de la leche.

En unas muestras de calostro, el líquido que secretan las mamas los días que suceden al parto, han encontrado más de 700 especies de estos microorganismos, más de los que inicialmente esperaban los expertos. Los resultados se publican en el American Journal of Clinical Nutrition.

Se trata de “uno de los primeros trabajos en describir esta diversidad mediante la técnica de pirosecuenciación -una tecnología de determinación de secuencia de ADN a gran escala- en muestras de calostro, por un lado; y de leche madura, por otro, que fue recogida después de uno y seis meses de lactancia materna”, explican los coautores, María Carmen Collado, investigadora del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC) y Álex Mira, investigador del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP-GVA).

Los géneros bacterianos más presentes en las muestras de calostro se corresponden con las bacterias Weissella, Leuconostoc, Staphylococcus, Streptococcus y Lactococcus, mientras que en las correspondientes al fluido que se desarrolla entre el primer y el sexto mes de lactancia se observó la aparición de bacterias típicas de la cavidad bucal como Veillonella, Leptotrichia y Prevotella.

“Todavía no se ha podido determinar si estas bacterias colonizan la boca del bebé o si las bacterias de la boca del lactante entran en la leche materna cambiando su composición”, apuntan los autores.

Más peso de la madre, menos bacterias

El estudio revela, además, que la leche de las mujeres con sobrepeso y de las que ganan más kilos de los recomendados durante el embarazo contiene menor diversidad de especies.

El tipo de parto también afecta al microbioma de la leche materna: la producida por las madres sometidas a cesáreas programadas es diferente, y más pobre en microorganismos, que la de las mujeres con parto vaginal. Sin embargo, cuando la cesárea es no programada (intraparto), la composición de la leche resulta ser muy similar a la de las madres con partos vaginales.

Estos resultados sugieren que el estado hormonal de la madre ante el parto también desempeña un papel: “la falta de señales de estrés fisiológico, así como de las señales hormonales propias del trabajo de parto, podrían influir en la composición y diversidad microbiana de la leche materna”, afirman los autores.

Una ayuda para la industria alimentaria

Dado que las bacterias presentes en la leche materna representan uno de los primeros contactos con los microorganismos que colonizan el sistema digestivo del bebé, los investigadores están trabajando ahora en determinar si su papel es metabólico -ayuda al lactante a digerir la leche- o inmunitario -ayuda a distinguir los organismos beneficiosos de los extraños-.

Para los autores, los resultados abrirán nuevas vías para diseñar estrategias de alimentación infantil que mejoren la salud del bebé. “Si las bacterias de la leche materna descubiertas en este trabajo fueran importantes para el desarrollo del sistema inmune, su adición a la leche de fórmula podría disminuir el riesgo de alergias, asma o enfermedades autoinmunes”, concluyen.

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Osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad cada vez más prevalente y que con el envejecimiento poblacional va en aumento.

Desde el siglo pasado la probabilidad de padecer fracturas de cadera ha ido aumentado según los grupos de edad. En menores de 65 años no es muy prevalente pero a medida que aumenta la expectativa de vida aumenta la probabilidad de sufrir una fractura de cadera y esto es preocupante porque más de un 20% de los pacientes van a morir en el primer año, un 33% no van a volver a ser independientes y casi el 50% van a ser incapaces de andar sin ayuda.

Aunque se habla mucho de osteoporosis postmenopáusica, es una enfermedad que también afecta a los varones.

Estructura ósea

El hueso es un tejido vivo y constantemente se está renovando, cada 10 años renovamos todo nuestro esqueleto. Si no fuera así nuestros huesos serían frágiles y no soportarían las tensiones de la actividad diaria.

Esta renovación se lleva a cabo a través de tres células: los osteoclastos, que son las células que van a destruir el hueso viejo, los osteoblastos que forman hueso nuevo, y los osteocitos que detectan donde hay problemas para renovarlo.

En un determinado lugar del esqueleto constantemente, en las llamadas unidades de remodelado, llegan los osteoclastos que reabsorben el hueso y después los osteoblastos forman huevo nuevo. El periodo de resorción, de destrucción del hueso viejo, dura de 4-6 semanas y la sustitución por hueso nuevo tarda 5 meses. Por lo que en determinadas situaciones hay mucha más resorción y no hay tiempo a que todo el esqueleto se sustituya a la vez, de manera que vamos a tener menos hueso del que partíamos.

Evolución de la masa ósea con la edad

En la infancia y juventud adquirimos un pico de masa ósea y entre 20-40, sobre los 30 años, el pico máximo. Y de esta masa ósea vamos a vivir el resto de nuestra vida. De manera que es muy importante que los jóvenes adquieran unos buenos hábitos de salud ósea para llegar al máximo pico de masa ósea.

Los varones tienen los huesos con mayor densidad mineral ósea y parten de un pico más alto de masa ósea. Las mujeres en los primeros años tras la menopausia tenemos una pérdida más acelerada que los varones, que pierden al mismo ritmo.

Osteoporosis: definición

Es una alteración del esqueleto que supone que los huesos se vuelven frágiles, lo que predispone a un mayor riesgo de fracturas. En un hueso normal además de la densidad, del grosor de las trabéculas, éstas están conectadas. Sin embargo en un hueso osteoporótico hay menos cantidad de hueso y menos calidad. La desunión de las trabéculas hace que sea más frágil y más fácil de romper, que es lo que da relevancia clínica a la osteoporosis.

Una fractura osteoporóticas es cualquier fractura que sucede desde nuestra propia altura. Una caída desde la propia altura ocasiona una fractura por fragilidad, los huesos deberían resistir este impacto.

Las fracturas más típicas son las de muñeca y las más frecuentes son las vertebrales, aunque muchas veces pasan desapercibidas. Y la más grave es la fractura de cadera, pero es más retrasada en la edad, es decir, la edad media en estos casos es de 75-80 años.

Identificación de pacientes

Una de cada tres mujeres va a tener osteoporosis a partir de los 50 años y se identifican los que tienen más riesgo a través de los factores de riesgo, que son:

-Edad: a más edad mayor riesgo.

-Sexo: las mujeres tienen más riesgo.

-Bajo índice de masa corporal: las mujeres que pesan poco, con un IMC < 20.

-Fractura previa por fragilidad.

-Historia familiar de fractura.

-Fármacos: tratamiento glucocorticoideo (oral durante 3 meses ó más) , inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, pantoprazol), inhibidores de la aromatasa (para el cáncer de mama) o en los varones con castración química por cáncer de próstata, y antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina.

-Tabaquismo activo.

-Toma de 3 ó más unidades de alcohol al día.

-Causas de osteoporosis secundaria por determinadas enfermedades.

Es importante averiguar el riesgo de caídas e intentar evitarlas. Las fracturas vertebrales pueden pasar desapercibidas, hay que preguntar por el dolor de espalda.

En la exploración física nos puede hacer sospechar osteoporosis la disminución de la talla, la pérdida de más de dos centímetros en un año o más de seis en talla histórica y la cifosis torácica (la joroba de las viudas). También podemos colocar a la paciente pegada a la pared y ver la distancia entre la zona occipital y la pared. O la disminución de la altura entre las últimas costillas y la cresta iliaca (habitualmente es de 4 dedos).

Una manera fácil de saber si hay osteoporosis si ha tenido una fractura vertebral es hacer una radiografía. También se pide una densitometría (medición de la densidad mineral ósea) y una analítica para descartar otras enfermedades que nos puede confundir.

Las fracturas vertebrales fundamentalmente afectan a la calidad de vida y son pacientes con dolor crónico de espalda que ven mermadas sus actividades de la vida diaria.

En la densitometría se mide en gramos por centímetro cuadrado cuál es la densidad mineral ósea, asimismo se compara con la densidad mineral ósea de un adulto joven (varón óptimo de masa ósea) así como con las mujeres de su misma edad.

Analítica. Marcadores de remodelado

No hay parámetros de la analítica que nos permitan saber si hay o no osteoporosis pero si nos ayuda a descartar las principales causas de osteoporosis secundaria.

Se solicita una analítica básica que incluya el fósforo y el calcio, VSG, hemograma, función hepática y renal y en orina la calciuria y/o índice calcio/creatinina. En casos especiales valorar hormonas u otras determinaciones analíticas más concretas.

También a podemos determinar los marcadores de remodelado óseo que son productos de degradación del colágeno, enzimas que se liberan en sangre y orina cuando se produce el remodelado óseo. Una densitometría es una foto fija en un momento dado, sin embargo estos marcadores nos dan idea de la actividad del hueso.

Se utilizan para la predicción de la pérdida de masa ósea, del riesgo de desarrollar fracturas y de la respuesta al tratamiento antirresortivo (para ver si el fármaco realiza su efecto).

Diagnóstico. Densitometría

Se puede diagnosticar o bien porque tenemos una fractura osteoporótica o por la densitometría.

En 1994 la OMS estableció unos criterios densitométricos, y se acordó que tienen osteoporosis las pacientes con un valor de la DMO que se aparta 2,5 desviaciones estándar (DS) del valor del adulto joven. Es normal hasta 1 DS, y entre -1 y -2,5 tienen una DMO baja (el término osteopenia está en desuso). Y se habla d osteoporosis establecida en los pacientes que tienen osteoporosis densitométrica y una fractura.

Cuando se diagnostica una fractura vertebral muchas veces, si no hay un traumatismo previo, será por osteoporosis pero siempre hay que hacer una diagnóstico diferencial. En la mayoría de los casos es “esencial”, es decir no sabemos por qué se produce pero en otras ocasiones es secundaria a fármacos o enfermedades. Se valorará el riesgo de fractura y se tratará. Y es importante el seguimiento, velar por el cumplimiento terapéutico. Todas las pacientes con fracturas tienen que tener tratamiento y en las que no tienen fracturas se valorarán los factores de riesgo clínico y la densitometría.

FRAX es una herramienta que promueve la OMS para evaluación del riesgo de fractura. Es poco utilizada porque hay que validarla en España y estima un poco por debajo de las fracturas que observamos, sin embargo los factores de riesgo que se han incluido para calcular el riesgo son los mismos que se han enumerado anteriormente.

De manera que al paciente le preguntamos si tiene factores de riesgo, si los tiene vemos si tiene riesgo de fractura, si el alto la tratamos directamente y si es bajo le damos recomendaciones de estilos de vida osteosaludables. Y si el riesgo es intermedio se recomienda hacer densitometría y reevaluar el riesgo de fractura, si es alto tratar y si es bajo medidas de estilo de vida osteosaludable.

Por tanto tratamos a las pacientes con alto riesgo de fractura:

– Pacientes con fractura por fragilidad previa

– Pacientes con factores de riesgo y densitometría de osteoporosis

Y en algunos casos nos planteamos la prevención: en pacientes que toman glucocorticoides, inhibidores de la aromatasa y en menopausia precoz. En estos casos hay que tratarlos antes de que tengan la osteoporosis densitométrica.

Objetivo del tratamiento

El objetivo del tratamiento es evitar las fracturas y esto se consigue al asegurar el remodelado adecuado; mantener la microarquitectura, preservar la masa ósea en calidad y cantidad; aumentar la resistencia ósea; y, además, tener un efecto sostenido en el tiempo. Efecto a largo plazo y que sea un tratamiento seguro.

Intervenciones para reducir el riesgo de fracturas

Tratamiento no farmacológico:

-Nutrición adecuada en proteínas y calcio

-Asegurar niveles suficientes de vitamina D por ingesta, por fármacos y tomando el sol

-Ejercicio físico

-Estrategias para prevenir caídas

-Evitar tabaco y el consumo excesivo de alcohol

-Tratar la co-morbilidad

Tratamiento farmacológico:

Disponemos de fármacos que reducen entre un 30-65% la probabilidad de sufrir una fractura. Sin embargo, a pesar de que están en tratamiento hay mujeres que van a sufrir fracturas, esto es preciso explicarlo a las pacientes. Por ello es necesario el cumplimento del tratamiento farmacológico y no farmacológico.

Hay dos grandes grupos de fármacos: el tratamiento antirresortivo, que frena la destrucción de hueso, y los fármacos osteoformadores, que forman hueso nuevo, que se usan mucho menos.

Dentro de los antirresortivos están los bifosfonatos vía oral o endovenosa. Es importante que se tomen en ayunas con un vaso de agua y que permanezcan 60 minutos erguidas porque si usan otra bebida la absorción es muy pequeña. Tienen pocas interacciones con fármacos pero hay que evitarlos en pacientes con insuficiencia renal.

Otro grupo son los moduladores selectivos del receptor estrogénico (raloxifeno y bazedoxifeno) que no tienen interacciones farmacológicas y pueden administrarse a cualquier hora del día independientemente de la comida, pero se han de tomar a diario, mientras que los otros se toman semanalmente, mensualmente o anualmente.

La calcitonina actualmente está muy restringida porque se le atribuye un posible efecto secundario como promotor de neoplasias.

El denosumab es un anticuerpo monoclonal que se administra por vía subcutánea dos veces al año. Es un antirresortivo muy potente y se puede utilizar en pacientes con insuficiencia renal y no tiene interacciones importantes.

En el grupo de los osteoformadores disponemos de la teriparatida (PTH 1-34) y Forsteo ®, pero que sólo puede administrarse durante 18 meses, en cambio los otros durante 5 años -10 años.

Y hay otro fármaco que se comporta en parte como los dos grupos, que es el ranelato de estroncio. Se administra a diario dos horas después de la cena disuelto en agua.

Según la guía de SEIOMM del 2006 si una paciente tiene muy alto riesgo de fracturas vertebrales porque tiene más de dos podemos empezar con Forsteo®, si es una paciente joven con menos riesgo de fractura de cadera y sólo tiene osteoporosis en la columna es candidata a raloxifeno o bazedoxifeno. Si no es menor de 65 años ni de alto riesgo se hace tratamiento estándar: alendronato o risedronato vía oral y si tiene mala tolerancia o están contraindicados por que tiene hernia de hiato o reflejo gastroesofágico por las molestias que le puede ocasionar, hay alternativas: estroncio, ibandronato, raloxifeno, el ácido zoledrónico (vía endovenosa una vez al año en el hospital) y denosumab (vía subcutánea).

Conclusiones

-Osteoporosis significa fragilidad ósea, que es disminución de resistencia.

-Existen múltiples causas de osteoporosis.

-Ante un paciente con sospecha es fundamental investigar factores de riesgo y descartar la presencia de fracturas vertebrales.

-Se recomienda una analítica básica para descartar otras causas de alteraciones del metabolismo fosfo-cálcico y una radiografía de la columna.

-Para indicar tratamiento es necesaria la integración de todos los factores de riesgo, valorar el riesgo de fractura global de la paciente.

-El tratamiento se basará en medidas no farmacológicas y farmacológicas con distintas opciones para los perfiles de pacientes.

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Actualización en disfunción eréctil

Según los criterios de DSM-IV la disfunción eréctil (DE) es la incapacidad persistente o recurrente del varón para obtener o mantener una erección apropiada hasta el final de la actividad sexual.

Epidemiología

Hay muchos estudios epidemiológicos. El estudio Massachusetts de 1994 de Feldman y colaboradores con una población de 1709 varones norteamericanos de 40-70 años comprobó que el 52 % presentaba mayor o menor grado de disfunción eréctil.

En España contamos con el estudio EDEM realizado por Martín Morales en base al censo de 1991, en el que se hizo un barrido nacional con una muestra de 2476 varones de 25-70 años. Se vio que en esta población había una prevalencia de DE que iba incrementándose con la edad, así en hombres de 60-70 años la prevalencia oscilaba entre 32 -48 %, disminuyendo a media que disminuía la edad. Aunque estos tienen en el 67% de los casos una función sexual mantenida.

Fisiología de la erección

La erección en el hombre se basa en un mecanismo hidráulico, por llenado del tejido a través de la sangre en los cuerpos cavernosos del pene, lo que aumenta la rigidez del pene. Pero eso no ocurre en toda la naturaleza, hay animales como el castor, el lobo o el perro en los que se basa en un método físico distinto, en la física dinámica. Tienen un hueso dentro del pene que lo articula y provoca la erección.

Las condiciones necesarias para una buena erección son:

-Adecuado estado emocional en la relación con la pareja (si la hay) y actitud pro-sexual.

-Estimulación psicógena y reflexógena suficiente.

-Indemnidad anatómica del pene, con adecuada vascularización e inervación.

-Suficientes niveles hormonales y buen equilibrio metabólico.

Tipos de erecciones

Hay, a groso modo, dos tipos de erecciones:

Erecciones psicogénicas: en respuesta a estímulos generados en el cerebro la orden desciende por la médula espinal hasta el centro superior Dorso-lumbar (fibras simpáticas) y de éste al plexo hipogástrico, alcanzando después el tejido peneano a través de los nervios cavernosos.

Erecciones reflexogénicas: en respuesta al estímulo táctico del pene o de los testículos y pasan directamente a un núcleo inferior Sacro (fibras parasimpáticas), desde el que pasa al plexo hipogástrico donde interconexiona con fibras simpáticas del centro superior.

También hay unas erecciones nocturnas, que ocurren durante el sueño en la fase REM y constituyen una respuesta involuntaria.

La erección se produce fundamentalmente porque los cuerpos cavernosos se llenan de sangre a gran presión que provoca una rigidez importante del pene, cuya esencia fundamental estriba en el espacio lacunar que se llena de sangre a presión y se produce un atrapamiento de la sangre. Y cuando el músculo liso que rodea el espacio lacunar se relaja, se produce el llenado del tejido cavernoso.

Es fundamental el influjo del sistema nervioso parasimpático y un mediador importante es el óxido nítrico, que facilita el proceso de relajación del músculo liso cavernoso, que se propicia a través de la guanilato ciclasa. La hormona fosfodiesterasa 5 es la que va a facilitar la degradación del GMP cíclico e impide la relajación del musculo liso. Ahí es donde actúan los fármacos pro-eréctiles inhibiendo la acción de esa hormona, favoreciendo que el óxido nítrico funcione perfectamente y a través de la activación de GMP cíclico ser produzca la relajación del músculo liso cavernoso.

Los agente facilitadores de la erección son los estímulos visuales, los auditivos, los olfativos, las endorfinas, el órgano vomero- nasal y, por supuesto, los estímulos táctiles. Hay un mapa erógeno reconocido.

Las fantasías son agentes facilitadores muy importantes. Las fantasías eróticas son pensamientos o imágenes de contenido sexual que evocan personas, objetos o situaciones, y que surgen de forma voluntaria o involuntaria facilitando o provocando excitación y placer. Son representaciones no destinadas a ejecutarse, cuando se intentan ejecutar no suelen dar buenos resultados. Y suponen una fusión de mente, cuerpo y emoción (como cualquier fantasía). Otros agente facilitadores son el buen sueño (erecciones nocturnas) y la personalidad (hay gente mas erotofílica y erotofóbica).

Etiología de la DE

En ocasiones hay patología orgánica que explica el problema pero siempre, sea origen psicológico u orgánico, se implican ambos factores. El 25% es de causa psicógena, 25% orgánica, 45% combinada y en un 5 % es desconocida.

Entre las causas orgánicas destacar la patología vascular como la diabetes (el porcentaje de diabéticos que presentan DE oscila entre 40-50%), problemas neurológicos degenerativos, también algunos medicamentos, etc.

Los fármacos con efectos reconocidos son los antihipertensivos (tiazídicos), betabloqueantes, antidepresivos ISRS, antipsicóticos, neurolépticos, algunas estatinas y, sobre todo, fármacos que están en desuso: cimetidina, digoxina, ketoconazol, metroclopramida.

Cuando un hombre tiene una DE de la causa que sea se produce un silencio respecto a la comunicación con la mujer. Piensa “estoy acabado, si lo intento fracaso”. Son los factores generadores, la ansiedad de desempeño, que es el temor al fracaso, la obligación de resultados, el altruismo excesivo y la auto-observación. Los estímulos pueden provocar la erección pero el mantenimiento es un acto reflejo. Si se trata de voluntarizar el acto consigue lo contrario: fracasar.

En definitiva los dos grandes problemas del hombre con DE son la ansiedad anticipatoria y rol de espectador. Cualquier hombre que haya tenido un fracaso eréctil previo, una persona joven esto le puede marcar y genera inseguridad, miedo a fracasar, asume el rol de espectador y empobrece su sensualidad, no atiende a los estímulos eróticos.

Consecuentemente la mujer piensa he perdido atractivo, que hay otra. La pareja suele entrar en crisis cuando “lo sexual” falla. En definitiva desemboca en un conflicto de pareja.

Diagnóstico diferencial

Si tenemos un paciente con menos de 40 años con un inicio brusco de la DE y acude rápidamente al médico, si la evolución es menor de un año, le aparecen en determinadas situaciones y, tiene erecciones nocturnas y matutinas, en este caso probablemente tenga una DE de tipo fundamentalmente psicógeno.

Por el contrario cuando tiene más de 50 años, con un inicio sinuoso, lento, la evolución es mayor de un año, le aparece en todas las situaciones y no tiene erecciones nocturnas y matutinas, en este caso probablemente tenga una DE de origen orgánico.

Disfunción eréctil y riesgo cardiovascular

Las DE puede ser un marcador precoz de riesgo cardiovascular. Todos los factores de riesgo implicados en la enfermedad vascular ateroesclerótica también se encuentran en la DE. Los factores causantes de la patología vascular que generan DE son: tabaco, hipercolesterolemia, HTA, sedentarismo, obesidad y diabetes.

Sabemos que es fundamental el óxido nítrico en la patogenia de la DE pero también en la patogenia de la enfermedad cardiovascular. Como se comprobó en el estudio EDEM, la DE se halla con frecuencia en pacientes que padecen otro tipo de enfermedad cardiovascular. Además, la severidad de la DE se correlaciona con la de la enfermedad CV pudiendo predecir la enfermedad coronaria o el ictus. En el estudio COBRA del año 2006 los síntomas de DE se notificaron antes que los de la EC en el 67% de pacientes, pero además en el 93% de los pacientes con síndrome coronario crónico la DE predecía a la enfermedad coronaria en 2-3 años.

Esta precocidad como marcador de riesgo cardiovascular estriba en la hipótesis del tamaño arterial, es decir, el diámetro de las arterias peneanas es mucho menor que el de las otras arterias que provocan problemas cardiovasculares. Además el tejido eréctil es muy sensible, necesita que al menos el 80% del flujo esté asegurado. Cuando la luz arterial de las arterias peneanas está afectada en un 20% ya se nota un trastorno eréctil.

El abordaje terapéutico de los factores de riesgo CV mejora la DE. En un estudio se comprobó que los hombres obesos que tenían DE, después de 2 años de tratamiento y de reducir un 10% su peso y aumentar el ejercicio mejoraron mucho el índice internacional de función eréctil. De manera que se redujo el porcentaje de hombre con problemas de DE.

Repercusión en la calidad de vida de la pareja

Actitudes de las mujeres cuando su pareja sufre DE:

-Inseguridad (se suelen considerar menos atractivas).

-Acomodación (y alivio) a la nueva situación, en las poco erotofílicas.

-Afrontamiento y búsqueda de solución. A menudo son las que buscan la solución para sus maridos.

-Rechazo hacia el compañero (ideas machistas).

-Y a menudo si hay un conflicto, la DE es un recurso dentro de ese conflicto y se produce una manipulación y boicot terapéutico.

Cambios en la conducta del varón con DE en la relación con su pareja

Detrás de hombres violentos y agresivos se pueden esconder, a menudo, hombres con problemas eréctiles. Sin embargo, lo más habitual es el distanciamiento emocional y afectivo, lo que genera la incomunicación. En otras ocasiones el varón exige atención especial (exagera su rol de enfermo) o sobreprotección “compensatoria” .

La disfunción sexual del hombre genera problemas en su pareja, el 55 % de las mujeres tienen problemas de deseo.

Diagnóstico

-Es importante discriminar el trastorno eréctil: desde cuándo le sucede, forma de inicio, si hay erecciones nocturnas y matutinas, etc.

-Evaluar la relación: si la relación de pareja es mala, es importante acudir a un sexólogo, médico o psicólogo.

-Evaluar la salud física y la historia psicosexual: educación sexual recibida y la actitud hacia la sexualidad de ambos.

Hay una serie de exploraciones complementarias que hay que solicitar, valorar el aspecto general del paciente, explorar los genitales y una serie de determinaciones analíticas.

Hay unos cuestionarios de evaluación: el SEP (Perfil de Encuentro Sexual) que es sencillo; el IIEF (Índice internacional de Función Eréctil) es más complejo, para la función eréctil se restringe a seis preguntas y es muy eficaz; y el SHIM (índice de salud Sexual del varón), que pueden orientar sobre si el paciente tiene o no un problema eréctil.

Hay una serie de pruebas específicas más complejas: el Rigiscan sirve para objetivar erecciones nocturnas y pruebas para estudiar cómo está el entorno vascular y el músculo liso cavernoso.

Intervención terapéutica

El objetivo es conseguir que la experiencia sexual sea satisfactoria para el paciente y para la pareja. Hay que identificar y corregir los procesos orgánicos causantes o agravantes, controlar los hábitos tóxicos (tabaco, alcohol) y realizar ejercicio físico. Si hay sobrepeso disminuir IMC y controlar la glucemia y el colesterol. Hay numerosos estudios que corroboran que la intervención en estos aspectos es muy importante para revertir o mejorar un cuadro eréctil.

Información y consejo sexual

Respecto a la erección hay que decir que su intensidad varía en cualquier momento de la vida y que pese a que la erección es importante, no es imprescindible para disfrutar de la sexualidad. Hay también que intervenir sobre el “tiempo de la pareja”, actualmente hay parejas que no tienen tiempo de mantener relaciones sexuales.

Si hay prejuicios o actitudes negativas en uno de los dos hay que valorarlas. Hay que mejorar la comunicación entre ambos. Y siempre recomendar técnicas de erotización sensual (caricias no genitales) y actitud no finalista.

INHIBIDORES DE LA PDE5

Contraindicaciones

La contraindicación absoluta se produce cuando se usan nitratos o donadores de óxido nítrico (cafinitrina, solinitrina) y cuando no está aconsejada la actividad sexual: angor inestable, ICC grave, IAM reciente o pasado si no ha habido un estudio cardiológico adecuado.

También está contraindicado si hay una neuropatía óptica isquémica no arterítica (NAION), que es un cuadro muy infrecuente. Y cuando hay alergia o intolerancia al fármaco, que también es muy raro.

Precauciones

Hay que tener precaución:

-Insuficiencia hepática grave

-Hipotensión < 90/50 mmHg

-Deformidad anatómica del pene (Peyronie)

-Predisposición al priapismo (a mantener la erección)

-Hemorragia o úlcera péptica activa

Interacciones

-Nitratos o donadores de óxido nítrico

-Con fármacos: cimetidina, eritromicina, itraconazol, ketoconazol, inhibidores de la proteasa del VIH o el zumo de pomelo, éstos aumentan la concentración máxima del fármaco. Si damos una dosis baja al aumentar la concentración máxima no pasa nada, pero no podemos dar dosis elevadas.

-Precaución con alfa bloqueantes

-Intolerancia a la lactosa

Advertencias

-Se pueden dar con alcohol.

-Evitar comidas grasas copiosas. Pueden interaccionar reduciendo el tiempo máximo de acción y la concentración máxima para el sildenafilo y vardenafilo.

-Por leve inhibición de la PDE6, puede producir cambios de dosis dependientes en la discriminación del verde-azul (sildenafilo).

-Y el tadalafilo a dosis de 20 mgrs/día puede producir mialgias y dolor lumbar.

Los fármacos son sildenafilo, vardenafilo, tadalafilo de dosis única y de toma diaria. La vida media oscila entre 3,5 hasta 17,5 horas. La duración de la eficacia también varía de 4 a 36 horas. Ninguno interfiere con el alcohol, sí con alimentos. Actúan muy rápidamente a los 25-30 minutos de la toma y tienen las contraindicaciones ya citadas.

Lo que no se puede dejar de recomendar al paciente

-Hábitos saludables: no fumar, evitar el sobrepeso, ejercicio regular, evitar o moderar el consumo de alcohol.

-Cuidado con el alcohol antes de un encuentro sexual. No interfiere con los IPDE-5, pero si perjudican la respuesta sexual. El alcohol aumenta el deseo pero disminuye la capacidad de ejecución.

-A ser posible tomar la medicación con el estómago vacío o tras una comida pobre en grasas, de 30-60 minutos antes del encuentro sexual.

-Los IPDE-5 no funcionan si no hay estímulo erótico.

-Si una dosis no da resultado, no tomar otra el mismo día.

-No abandonar si las primeras dosis no funcionan. A veces se requieren 7-8 tomas antes de alcanzar buenos resultados.

-Los efectos adversos que provocan son banales. El dolor de cabeza, el rubor o el mareo, son efectos secundarios esperados, no tienen por qué llevar al abandono del tratamiento. Se pueden tratar o reducir la dosis del IPDE-5, si son molestos.

-Antes de iniciar cualquier otro tratamiento, comprobar con su médico que no interacciona con el IPDE-5 que está tomando.

-No utilizar ningún fármaco que contenga nitratos mientras tome IPDE-5.

-Si acude a urgencias o es hospitalizado, informe al médico que le atiende que está tomando estos fármacos.

Lo que no se puede obviar

-Los pacientes siempre acuden muy preocupados a la consulta. Hay que tranquilizar al paciente: no provocan adicción y no son peligrosos para el corazón.

-Realizar indicaciones de uso simples y claras.

-Advertir sobre posibles efectos adversos.

-Explicar la duración del efecto.

-Realizar un adecuado seguimiento.

-¿Le sirvió? ¿Pudo llegar a la penetración? ¿Fue satisfactorio para usted y su pareja? ¿Hubo algún efecto adverso?

-¿No le sirvió?: Verificar seguimiento e indicación.

-Cambiar de fármaco puede ser en ocasiones una opción.