nefropatía diabética

La dieta y la actividad física disminuyen el riesgo de cálculos renales

Incluso pequeñas cantidades de actividad física pueden disminuir el riesgo de desarrollar cálculos renales, mientras que consumir demasiadas calorías puede elevar las posibilidades de padecerlos, según concluye un estudio que aparece publicado en el Journal of American Society of Nephrology.

En los últimos 10 a 15 años, la investigación ha revelado que los cálculos renales son más de lo que se pensaba un problema sistémico. Sus vínculos con la obesidad, la diabetes, el síndrome metabólico y la enfermedad cardiovascular demuestran que el proceso de formación de cálculos implica algo más que a los riñones.

El profesor Mathew Sorensen, de la Escuela de Medicina y el Departamento Puget Sound de Asuntos Veteranos de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, y sus colegas realizaron un estudio para evaluar si la ingesta de energía y el consumo de energía se relacionan con la formación de cálculos renales.

Los expertos estudiaron a 84.225 mujeres posmenopáusicas que participaron en la Women Health Initiative, en la que se recopiló información, por ejemplo sobre la dieta y la actividad física en las mujeres desde la década de 1990. Después de ajustar múltiples factores, como el índice de masa corporal (IMC), los científicos vieron que la práctica de actividad física se asocia con un 31 por ciento menos de riesgo de cálculos renales.

“Incluso pequeñas cantidades de ejercicio pueden disminuir el riesgo de cálculos renales, que no se necesita que sean maratones puesto que la intensidad del ejercicio no parece importar”, destaca Sorensen. Las mujeres pueden obtener el máximo beneficio mediante la realización de diez equivalentes metabólicos por semana, es decir, unas tres horas semanales de caminar (entre 3,2 y 4,8 kilómetros por hora), cuatro horas de jardinería suave o una hora de carrera moderada (9,6 kilómetros por hora).

El equipo también descubrió que el consumo de más de 2.200 calorías por día aumenta el riesgo de desarrollar cálculos renales hasta en un 42 por ciento, de forma que la obesidad también es un factor de riesgo. “Ser consciente de la ingesta de calorías, vigilar el peso y esforzarse por practicar el ejercicio físico son factores importantes para mejorar la salud en general de nuestros pacientes en general y prevenir los cálculos renales, en particular”, resume Sorensen.

obestres

XVIII Día Nacional de la persona obesa: Dile NO al OBESTRÉS

“La respuesta frente al estrés no es homogénea en todas las personas, mientras que el 20% de la población no variará su patrón alimentario, el 40% lo incrementará, con una clara preferencia por los alimentos con alto contenido calórico, es decir, alto contenido en grasas y dulces”, asegura el doctor Albert Lecube, coordinador del Grupo de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). “Esta es otra de las causas que sumaría efectos para explicar la actual epidemia de obesidad”, asegura el experto.

Con motivo del XVIII Día Nacional de la Persona Obesa, que se celebra el viernes 13 de diciembre, la SEEN y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) llevan a cabo la campaña Dile NO al OBESTRÉS. En este sentido, explica el doctor Javier Salvador, presidente de la SEEN, “tres de cada 10 personas con obesidad tiene problemas relacionados con el estrés”. Cabe destacar, además, que el “estrés constituye, por sí mismo, un factor de riesgo adicional para el desarrollo de ciertas enfermedades, como las enfermedades cardiovasculares”, asegura el presidente de la SEEN.

El 24% de los hombres y el 21% de las mujeres españolas sufre obesidad. De igual manera cabe destacar que el 14% de los niños y adolescentes en España presenta obesidad y el 25% sobrepeso. Para la doctora Susana Monereo, secretaria general de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), “teniendo en cuenta que en nuestro país hay un incremento constante y alarmante año tras año de las cifras de sobrepeso y obesidad, creemos que la población no está suficientemente concienciada y que, por lo tanto, seguimos comiendo mal. En este contexto, desde las sociedades científicas abogan por insistir en educar y animar a la gente a cambiar sus hábitos de vida de forma progresiva. En este sentido, asegura la doctora, “aunque las circunstancias no nos acompañen, debemos hacer un esfuerzo por comer mejor”. Comer deprisa fuera de casa, no hacerlo alrededor de la mesa con toda la familia, comer mientras se ve la televisión o lo que es peor aún delante del ordenador, etcétera, “son factores que está demostrado científicamente que determinan que haya más obesidad”, indica la secretaria general de SEEDO. “Para mejorar esta situación, deberíamos volver a los patrones más clásicos de alimentación, ya que actualmente se ha roto el equilibrio entre las calorías que consumimos diariamente y las que gastamos, lo que conlleva un incremento de grasa corporal y el consiguiente aumento de peso”, concluye.

Dile NO al OBESTRÉS

“En la sociedad actual estamos sometidos a continuas fuentes de incertidumbre y estrés, personales, económicas y laborales- asegura doctor Lecube- y esta percepción aumentada del estrés modifica nuestro comportamiento alimentario y, no solo eso, el estrés tiene influencia en la elección de los alimentos y en el tamaño de las raciones, las aumenta”. En este sentido, el estrés se asocia con un aumento de la adiposidad central, siendo este efecto mayor en los hombres que en las mujeres.

El doctor Lecube explica que “independientemente del aumento o descenso de la ingesta, la mayoría de las personas estresadas asegura consumir un incremento en el consumo de los alimentos más ‘palatables’”. Es decir, el estrés favorece la ingesta de alimentos que podrían denominarse de “recompensa”. “Son aquellos alimentos más placenteros para nuestro paladar, generalmente más ricos en grasas o más dulces, cuya ingesta favorece la aparición temporal de un estado de felicidad”, indica doctor Lecube. “Los alimentos que suelen escogerse cuando estamos estresados son aquellos que en condiciones normales desaconsejamos cuando queremos hacer una vida saludable o perder peso”, concluye.

La exposición acumulada al estrés laboral a lo largo de los años aumenta, además, el riesgo de desarrollar síndrome metabólico. De igual manera, asegura este experto, “se dispone de suficiente información que indica que la exposición al estrés a lo largo de distintos periodos de la vida, como por ejemplo en la infancia o la adolescencia, momento en que gran parte de las estructuras neurológicas, como la amígdala, el hipocampo y el sistema mesolímbico, aún no están totalmente desarrolladas, influye sobre el peso en la edad adulta, siendo cruciales para el desarrollo futuro de obesidad”.

Propensos al “obestrés”

“Estudios prospectivos nos ayudan a poder identificar aquellas personas que van a responder al estrés en uno u otro sentido,” indica doctor Lecube. Aquellos sujetos que, inicialmente, antes de sufrir el estímulo estresante, tienen sobrepeso u obesidad leve están más inclinados a responder incrementando la ingesta y su peso. Por el contrario, aquellas personas con un peso inicial de normalidad o con bajo peso, responderían no modificando su ingesta o disminuyéndola. “Estas observaciones permiten sugerir que la diferencia entre unos y otros que justificara esta distinta respuesta podrían ser las concentraciones de insulina, mayores en aquellos con mayor índice de masa corporal”, asegura doctor Lecube.

El estrés normalmente funciona como un sistema/ritmo circadiano e interactúa con otros sistemas para regular una gran variedad de funciones endocrinas, inmunológicas, metabólicas y cardiovasculares. Según el doctor Lecube, “más allá de la influencia que puedan tener los niveles de insulina, el estrés produce la activación del eje hipotálamo-hipofisario-glándula adrenal, favoreciendo la producción de corticoides por las glándulas adrenales”. En el cerebro hay receptores para esta hormona (corticoides) que al ser estimulados actúan como factores de transcripción y/o regulando la expresión de algunos genes.

El 83% de los encuestados considera el sobrepeso un problema de salud

Según los resultados de una encuesta llevada a cabo por SEEDO y realizada telefónicamente a más de 1.170 personas, el “44% de los entrevistados manifestó tener conciencia de tener exceso de peso, al tiempo que el 43% reconocía haber hecho algo para adelgazar en el último año”, indica la doctora Monereo. Tan solo el 19% acudió al médico para guiarle de manera saludable en esta pérdida de peso, mientras que el 92% prefirió recurrir a las “dietas milagro” pese a reconocer que no cree en sus beneficios para la salud, ni en sus rápidos resultados. “Es cierto que comer peor está asociado al tipo de vida que llevamos, pero esto no es excusa para seguir haciéndolo mal, ya que hay opciones para hacer que nuestra dieta sea variada y adaptarla a nuestro estilo de vida”. Se trata, asegura el doctor Salvador, de una cuestión de hábitos adquiridos, “que obviamente no son los más adecuados para nuestra salud y hay que aprender a cambiarlos para prevenir posibles futuras enfermedades como la obesidad, o la diabetes”.

Según datos de la misma encuesta, el 75% de las personas consultadas percibe cierta discriminación con motivo de su peso y el 74 asegura tener dificultad para relacionarse socialmente. A este respecto, el 75% aseguró tener dificultad para encontrar un puesto de trabajo y el 72% dificultad para encontrar pareja.

La música y la comida son todo un placer para los sentidos, ¿qué tal si las aprovechamos para mejorar la salud? No te pierdas nuestra noticia de hoy #FelizJueves (enlace a noticia 2)

El consumo de café mejora el rendimiento de nuestro cerebro

café rendimiento cerebro

También hay dudas muy extendidas a nivel popular sobre si su consumo es seguro o puede entrañar riesgos para la salud. Una revisión científica realizada por la profesora Ana Adan, Profesora Titular del departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de la Universidad de Barcelona concluye que el uso responsable y moderado de cafeína es una estrategia segura y eficaz para mejorar el rendimiento cognitivo, mejorando nuestra capacidad de alerta, atención y concentración.

Tras revisar los estudios científicos más relevantes en materia de cafeína y rendimiento cognitivo de los últimos 20 años, la profesora Adan ha concluido que el consumo de hasta 400 mg de cafeína al día aumenta de forma segura nuestra capacidad cognitiva, ya que sus efectos en el organismo producen incrementos en la alerta, la atención y la concentración. Además, la cafeína mejora nuestro estado de ánimo subjetivo. Tras su ingesta nos sentimos más eficientes, vigorosos y motivados por el trabajo. Por el contrario, la cafeína reduce nuestra percepción subjetiva de somnolencia, fatiga, cansancio y afecto negativo.

Estos beneficios de la cafeína en el rendimiento cognitivo son mayores en personas que se hallan en condiciones deficitarias de sueño o en situaciones estresantes. “Para mantener un buen estado de alerta es imprescindible haber dormido las horas necesarias, pero cuando este descanso no se produce, ciertas sustancias, como la cafeína, pueden ayudarnos a mejorar nuestro estado de vigilia siempre y cuando se utilicen de forma responsable”, señala el Dr. Eduard Estivill, coordinador de la Unidad de Sueño del Hospital General de Cataluña.

Por su contenido en cafeína, el café puede ser un buen aliado para aquellas personas obligadas a mantenerse despiertas por demandas socio-ambientales, como los trabajadores “corre-turnos”, o que se encuentren fatigados por diversos motivos, como preparar una oposición. Esta tesis la respalda un estudio de opinión realizado por el Centro de Información Café y Salud con trabajadores del turno de noche de los colectivos de enfermeras y transportistas. El 68% de las enfermeras y el 73% de los transportistas toman 1 ó 2 tazas de café antes de iniciar su turno o durante el mismo. Entre las principales razones esgrimidas para su consumo se encuentran sus propiedades estimulantes, además de su aroma y su sabor. La mayoría de los encuestados cree que el café les ayuda a vencer la somnolencia y el cansancio, pero sólo el 16% considera que, además, puede mejorar su nivel de alerta y atención, tal y como demuestra la ciencia. La encuesta también revela que el 65% de los consumidores habituales de café notan diferencias si alguna noche no lo toman. El 58% de los transportistas y el 39% de las enfermeras notan más sueño y cansancio.

Cafeína y conducción

Los estudios realizados demuestran que la cafeína mejora la atención favoreciendo la concentración para la ejecución de tareas de vigilancia y atención sostenida. Tras su ingesta se observa una reducción del tiempo de reacción aumentando la velocidad de respuesta y la precisión (menor riesgo de cometer errores). Ello parece deberse fundamentalmente al incremento de la atención visual y puede suponer una ayuda en la ejecución de tareas cotidianas como la conducción. Un estudio realizado en 2006 en condiciones reales de conducción nocturna en una autopista durante 200 km demuestra una conducción más estable, precisa y segura tras el consumo de un café con 200 mg de cafeína en comparación con una siesta de 30 minutos y un café descafeinado.

Beneficios del consumo de café

La acción sinérgica de la cafeína con otras sustancias que también tienen efectos positivos en la cognición, como la glucosa, puede optimizar la capacidad de atención, aprendizaje y memoria. Este factor es importante ya que habitualmente la mayor parte de la población consume cafeína a través de bebidas azucaradas. La encuesta Hábitos y aptitudes de los españoles frente al consumo de café, realizada por el CICAS en 2011, revela que el 90% de los consumidores toma el café edulcorado y que el 66% opta por el azúcar. A falta de más trabajos que determinen la dosis más efectiva para beneficiarse de esta combinación, la recomendación más sensata es combinar la cafeína con dosis bajas de glucosa (< 25 gr), especialmente en adultos jóvenes, ya que una ingesta excesiva de azúcar supone un factor de riesgo que predispone a desarrollar obesidad y síndrome metabólico. Un preparado de café suele incluir entre 8 y 20 gr de azúcar, frente a los 42 gr que aportan los refrescos de cola.

Mantener un nivel adecuado de hidratación es fundamental para nuestro rendimiento cognitivo y el consumo de café puede contribuir a incrementar la ingesta total de líquidos. Una buena hidratación reduce el riesgo de sufrir accidentes e incrementa nuestro rendimiento laboral, ya que promueve un mejor desarrollo de las tareas físicas y mentales y mejora la percepción de bienestar. “En estados de fatiga, tomar un café, que además de agua contiene cafeína -y habitualmente también la glucosa del azúcar-, puede ser una buena alternativa y una estrategia eficaz para aumentar el rendimiento”, concluye Ana Adan.

A los efectos de la cafeína hay que sumar la capacidad antioxidante del café, que se relaciona con la prevención de la aparición de déficits cognitivos asociados al envejecimiento exitoso de las células, especialmente al deterioro patológico como el producido en la enfermedad de Alzheimer. El consumo de antioxidantes también resulta beneficioso en situaciones cotidianas que pueden activar el estrés oxidativo, como cuando existe una elevada demanda de rendimiento cognitivo – en época de exámenes- o físico –tras una práctica deportiva intensa-.

El consumo responsable de cafeína es un hábito saludable

Hay dudas muy extendidas entre la población sobre si el consumo de cafeína es seguro para la salud o puede entrañar riesgos. En realidad los efectos adversos asociados a la cafeína, como la tendencia a incrementar la ansiedad, la tensión o el nerviosismo, sólo se observan con la administración de dosis altas (más de 400 mg/día) o en individuos vulnerables a la aparición de estos efectos. Además, existen importantes diferencias en el ritmo de metabolización de la cafeína entre individuos y también pueden influir factores como la edad o el hábito de consumo. Cada persona debe tener en cuenta la duración de los efectos de la cafeína en su organismo y restringir su consumo a partir de la última hora de la tarde si lo precisa para evitar el insomnio.
A nivel coloquial a veces se habla de “adicción” a la cafeína. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud no considera a la cafeína dentro de la categoría de las adicciones y hoy en día hay evidencias científicas suficientes como para determinar que el consumo moderado de cafeína (400 mg) es un hábito –no una adicción- con beneficios reales en nuestra salud y nuestro rendimiento cognitivo.

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Obesidad e inflamación

La obesidad se define como un exceso de grasa corporal. Es una enfermedad compleja en la que están implicados múltiples factores, no solamente unos malos hábitos dietéticos y un estilo de vida sedentario, sino que también es bien conocido que hay causas genéticas y epigenéticas que contribuyen en la susceptibilidad que una persona puede tener al desarrollo de obesidad.

Es importante que se conozca la etiopatología de la obesidad y que se pueda controlar el desarrollo de la misma porque tiene asociada el desarrollo de múltiples patologías. La obesidad predispone a la diabetes tipo II, hipertensión, resistencia a la insulina, apnea del sueño, aterosclerosis e incluso a ciertos tipos de cáncer.

Dianas para el tratamiento

La obesidad se produce cuando hay un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético con lo cual todo lo que promueva la inhibición de la ingesta y la reducción del apetito y estimule el gasto energético va a favorecer que disminuya la prevalencia de obesidad.

Para el control de las señales de saciedad se puede actuar en el control de la absorción intestinal, de la digestión y absorción de grasas, en el procesamiento de los nutrientes por el hígado -que es un órgano de almacenamiento de grasas a corto plazo-, en la oxidación de la misma por el músculo, y también el tejido adiposo tiene un papel fundamental en la obesidad porque es donde se almacena el exceso de grasa en forma de triglicéridos y desde donde se moviliza la grasa cuando estamos en balance energético negativo. Por lo tanto hay múltiples dianas en las que se puede actuar.

El tejido adiposo ha adquirido mucha importancia porque aparte de ser un órgano de almacenamiento es un órgano secretor importante que envía señales de saciedad, por ejemplo, al cerebro o envía señales que pueden regular la función intestinal, muscular y la hepática a través de una serie de moléculas secretadas por el tejido adiposo que se llaman adipoquinas. Parte de nuestra investigación se ha centrado en estudiar la regulación de estas adipocitoquinas por los nutrientes.

Obesidad e inflamación

Sabemos que la obesidad se considera un estado inflamatorio crónico de bajo grado porque existe un aumento de marcadores sistémicos de inflamación asociados a la obesidad y se piensa que este incremento en la inflamación es uno de los mecanismos por los cuales se facilita el desarrollo de estas patologías asociadas a la obesidad. Por tanto si frenamos el desarrollo de la inflamación en obesidad podremos prevenir el desarrollo de muchas de las patologías asociadas.

Se piensa que el origen de este estado inflamatorio asociado a la obesidad tiene lugar inicialmente en el tejido adiposo. Los adipocitos hipertrofiados de una persona obesa cambian su patrón secretor hacia un patrón en el que están incrementadas las citoquinas proinflamatorias y disminuidas las antiinflamatorias. Además el hecho de que aumenten las citoquinas proinflamatorias o las quimiocinas proinflamatorias hace que se atraigan hacia el tejido adiposo macrófagos de tipo 1 –proinflamatorios- y disminuyan los de tipo 2-antiinflamatorios-. Es decir, hay un incremento inicial de la inflamación en el tejido adiposo que finalmente afecta a nivel sistémico a otros órganos metabólicos clave como el hígado, el músculo, etc. Por tanto si controlamos la inflamación en el tejido adiposo podremos reducir el estado inflamatorio asociado a la obesidad.

En este contexto es importante estudiar como los distintos nutrientes o los componentes bioactivos de los alimentos nos pueden ayudar a regular los genes que controlan el metabolismo, el balance energético y también el estado inflamatorio. Así en los últimos años se ha realizado mucha investigación para tratar de comprender cómo los compuestos bioactivos de los alimentos son capaces de enviar señales de salud o enfermedad a nuestro genoma, proteoma, etc.

Diferentes proyectos

Si lo que interesa es controlar la inflamación y el estrés oxidativo que va a asociado a la inflamación probablemente suplementar las dietas con compuestos con actividad antioxidante o antiinflamatoria puede ayudar a mejorar la obesidad o las complicaciones asociadas. Así uno de los proyectos consiste en estudiar los efectos de un antioxidantes, el ácido lipoico y de los ácidos grasos omega-3, en concreto con el ácido eicosapentaenoico (omega-3 de origen marino) y analizar sus potenciales aplicaciones en obesidad. Hemos utilizado modelos animales, celulares y también hemos hecho alguna intervención nutricional en humanos. Además queremos saber, no sólo si mejora o no, sino el porqué, es decir, estamos buscando las bases moleculares de la nutrición, saber cuáles con los mecanismos por los que estas moléculas ejercen sus acciones.

Otro proyecto analiza el papel de algunas citoquinas de la familia de las interleucinas 6, como cardiotrofina 1, en obesidad y resistencia a la insulina. El papel de estas citoquinas es controvertido, parece que son proinflamatorias pero también parece que tienen efectos beneficiosos en el metabolismo glucídico y lipídico.

Y finalmente también hablaré del proyecto en el que estamos trabajando actualmente.

Ácido lipoico y obesidad

Hemos centrado nuestros estudios en conocer los efectos celulares y moleculares del ácido lipoico en obesidad porque se había descrito que es un antioxidante muy importante presente en algunos alimentos (tanto de origen animal como vegetal), es un cofactor muy importante para enzimas mitocondriales, y en algunos estudios previos se había descrito su acción anti-obesidad en roedores y recientemente algunos sugieren que podría ser efectivo en humanos. Y también son muy conocidas sus acciones beneficiosas en el metabolismo lipídico y glucídico.

Estudiamos si era capaz de prevenir el desarrollo de obesidad en un modelo animal en el que inducíamos obesidad con dieta alta en grasa saturada. Y hemos visto que es capaz de prevenir el desarrollo de obesidad cuando a los animales se les pone unas condiciones obesogénicas. Hoy sabemos que tiene capacidad dosis dependiente de disminuir la ingesta, también se han descrito los mecanismos a través de APM quinasa, y reduce la absorción intestinal de azúcares. Asimismo hemos encontrado que tiene efectos sobre el hígado, es capaz de prevenir la esteatosis no alcohólica favoreciendo la oxidación de grasas disminuyendo su acumulación.

Hemos realizado muchos estudios en tejido adiposo porque hemos visto que en modelo animal es capaz de reducir el tamaño del tejido adiposo. Cuando suplementamos la dieta con ácido lipoico disminuye el tamaño del tejido adiposo. Hoy sabemos que es porque es un agente lipolítico importante, que además estimula la oxidación de las grasas, reduce la lipogénesis y estimula la función mitocondrial.

En relación a unas adipoquinas que secreta el tejido adiposo, y que son señales importantes para otros tejidos, sabemos que el ácido lipoico estimula la producción de adiponectina en vivo, reduce la de leptina y la quemerina (que es una citoquina proinflamatoria), con lo cual estaría favoreciendo el aumento de adipoquinas antiinflamatorias y disminuyendo las proinflamatorias. Por lo tanto sabemos algo más de los mecanismos por los cuales esta molécula puede tener potenciales acciones beneficiosas en obesidad.

Cardiotrofina 1

La familia de IL-6 está compuesta por varias citoquinas que señalizan a través del receptor gp-130. Nuestro estudio se ha centrado en la cardiotrofina, que es una de estas citoquinas.

Encontramos que los ratones que carecen de cardiotrofina se van haciendo obesos con la edad y además hiperglucémicos e hiperinsulinémicos, desarrollando un cuadro similar al de síndrome metabólico humano. Y lo curioso es que se hacen obesos a pesar de que comen menos que los ratones normales y su obesidad se debe a una disminución en el gasto energético. El porqué todavía no lo sabemos.

Si la falta de cardiotrofina favorece el desarrollo de obesidad en la edad adulta, ¿qué pasa si tratamos a los ratones con cardiotrofina? Hemos visto que si los tratamos con cardiotrofina disminuye mucho su ingesta, pierden peso y mucha cantidad de grasa y tienen un gasto energético más elevado. Y por supuesto mejoran también todos los componentes relacionados con las complicaciones asociadas a obesidad.

Papel de los ácidos grasos omega-3

Es bien conocido que la ingesta de grasa saturada promueve el desarrollo de obesidad, inflamación e insulinorresistencia, mientras que hay estudios que apuntan que la ingesta de grasa poliinsaturada, en este caso ácidos grasos omega-3, podría prevenir la inflamación asociada a la obesidad y la resistencia insulínica.

Hemos hecho estudios en modelos animales de obesidad y en cultivos celulares para tratar de entender porque mecanismos los omega-3, en concreto el EPA, son capaces de reducir la inflamación o de prevenir la alteración de la función secretora del tejido adiposo, del músculo y del hígado.

El EPA a nivel del hígado reduce la expresión de genes lipogénicos, ocurre lo mismo en músculo, y en el tejido adiposo modula la producción de adipoquinas incrementando las antiinflamatorias y disminuyendo las proinflamatorias.

También hemos investigado si es capaz de antagonizar los efectos inducidos por citoquinas proinflamatorias, como el TNF alfa, que es una citoquina típica implicada en inflamación. Hemos sometido a los adipocitos a un desafío con TNF alfa, y hemos visto que las citoquinas proinflamatorias son lipolíticas, causan insulinorresistencia, y sin embargo cuando ponemos EPA en el medio de cultivo es capaz de inhibir estas acciones de las citoquinas proinflamatorias. Es decir tiene acciones antiinflamatorias porque es capaz de bloquear las rutas de señalización y las metabólicas activadas por las citoquinas proinflamatorias.

En los últimos años se ha descubierto que los ácidos grasos, tanto los omega-3 como los omega-6, sirven como precursores de mediadores lipídicos que juegan un papel importante en la regulación de la inflamación. En general se puede afirmar que la mayor parte de los mediadores lipídicos derivados de los omega -6, por ejemplo el ácido araquidónico, son mediadores lipídicos proinflamatorios; mientras que los mediadores lipídicos que se originan en nuestro organismo a partir de los omega-3, tanto EPA como DHA, son mediadores lipídicos con potentes propiedades antiinflamatorias y pro resolutivas de la inflamación.

Por tanto conocemos algo más de los posibles mecanismos por los cuales los omega-3 pueden ejercer sus acciones antiinflamatorias en obesidad, que es a través de la producción de estos mediadores lipídicos, como son las resolvinas, protectinas, maresinas, etc. Hay algunos estudios que sugieren que pueden ser importantes en el control de la inflamación asociada a la obesidad.

Uno de los proyecto actuales en los que estamos trabajando es el estudio las potenciales aplicaciones en obesidad, inflamación e insulinorresistencia de estos mediadores lipídicos bioactivos derivados de los omega-3. Queremos estudiar sus efectos en modelos animales de obesidad y cultivos celulares y ver si son eficaces en contrarrestar la inflamación y las complicaciones asociadas a la obesidad.

Conclusiones

-La obesidad está asociada con un riesgo incrementado de patología inflamatoria.
-Es una patología compleja de origen multifactorial.
-La nutrición está considerada como un factor medioambiental a largo plazo modificable, es decir a través de la nutrición se puede prevenir o favorecer el desarrollo de obesidad o de sus complicaciones asociadas.
-Por ello la genómica nutricional es muy importante porque nos va a ayudar a comprender cómo los nutrientes envían señales de salud o enfermedad a nuestros genes, a nuestro metabolismo.

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Presentado el primer Informe del Observatorio de Precios del Sector Lácteo

El director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Burgaz, ha presidido hoy la IX Reunión de la Comisión de Seguimiento del Convenio de Colaboración para la mejora de la eficiencia de las cadenas de valor y comercialización de la leche y los productos lácteos.

En este marco se han repasado las actuaciones puestas en marcha durante los últimos meses por el Ministerio en materia de promoción, destacándose el impacto logrado con la campaña de difusión desarrollada en el marco del Convenio de Colaboración para la Implantación y Desarrollo de un Programa de Productos Lácteos Sostenibles.

En materia de comercialización se ha resaltado el incremento de los precios medios percibidos por los ganaderos durante el mes de octubre, en el que se han alcanzado los 0,381 €/l, según datos del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA). Se confirma por tanto, la tendencia creciente en los precios que se viene ya observando durante los últimos meses.

Incremento del consumo

También se han presentado los datos del Panel de Consumo Alimentario del Ministerio en el mes de octubre, de los que se desprende que el consumo de leche en los hogares se ha incrementado un 2,1 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior, registrando mayor crecimiento en gasto (+5,0%) por el aumento de su precio medio (+2,9%). Igualmente, ha crecido el consumo de los derivados lácteos (+4,7%), crecimiento algo más contenido en gasto (+3,7%) por la reducción de su precio medio (-1,0%).

Los datos recogidos durante el periodo del 1 de noviembre de 2012 al 31 de octubre de 2013, con respecto al mismo periodo del año anterior, muestran un crecimiento en el consumo per cápita de leche del 0,9 por ciento, un 1,0 por ciento en derivados lácteos y un 1,6% en quesos, mientras que desciende un 1,5% en el caso de yogurt. En cuanto al gasto per cápita, aumenta un 1,3 por ciento en el caso de leche y un 1,4% en quesos, mientras que desciende un 0,8 por ciento en los derivados lácteos y un 5,5% en el caso del yogurt.

Por otro lado, se ha presentado el primer Informe del Observatorio de Precios del Sector Lácteo que aporta al sector lácteo español información mensual de sus principales parámetros. Este Informe, cuyo contenido había sido validado previamente por los miembros de la Comisión, recopila la información más relevante de la evolución del sector a partir de las diferentes fuentes públicas de datos.

Como en sesiones anteriores, la Subdirección General de Productos Ganaderos ha hecho también un repaso de los precios, exportaciones, importaciones y stocks internacionales de los principales productos lácteos, así como el análisis de la Situación Económica de Granjas Típicas RENGRATI y del grado de implementación de las medidas derivadas del Paquete Lácteo en nuestro país.

La Comisión de Seguimiento, compuesta por la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED), la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS), la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FENIL), Cooperativas Agro-alimentarias de España, ASAJA y el Ministerio ha acordado convocar nuevas reuniones de los grupos de trabajo para seguir avanzando en actuaciones concretas en cada ámbito.

NAVIDAD

Las claves para evitar problemas digestivos estas Navidades

Durante las fiestas navideñas se multiplican las reuniones en las que la comida y la bebida son protagonistas. “Son momentos en los que se come y se bebe más de lo habitual con el consiguiente perjuicio que puede ocasionar a nuestro aparato digestivo”, afirma el Dr. Gonzalo Guerra Flecha, fundador y especialista en gastroenterología del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas.

Los problemas digestivos más habituales en estas fechas son las gastritis y gastroenteritis, las digestiones pesadas y lentas y los gases. Esto es debido a que se ingieren alimentos muy grasos en grandes cantidades y se disminuye el consumo de verduras y frutas (ricas en fibra) que facilitan la digestión. Además, estos alimentos suelen ir acompañados de la ingesta de bebidas carbonatadas (con gas) y alcoholes lo que hace que el bolo alimenticio sea mayor y al estómago le cueste más la digestión.

El Dr. Guerra Flecha hace las siguientes recomendaciones para que las comidas navideñas no perjudiquen nuestra salud digestiva:

– Masticar mucho los alimentos que tomamos para facilitar la digestión al estómago.
– Comer despacio para evitar que se traguen muchos gases.
– No tomar muchos líquidos durante la comida para no aumentar el tamaño del bolo alimenticio.
– Evitar en la medida de lo posible las bebidas carbonatadas ya que aumentan los gases.
– Ingerir poca cantidad de bebidas alcohólicas y en pequeños sorbos, ya que ralentizan y dificultan el proceso digestivo. Beber pequeñas cantidades de alcohol durante las comidas (una copita de vino) es beneficioso siempre y cuando no haya contraindicaciones médicas.
– Tomar una pequeña infusión de hinojo (una tacita de café únicamente) después de las comidas.
– Vigilar el estado de conservación de los alimentos y en especial del pescado. Para evitar la infección por anisakis es necesario congelarlo por debajo de los -18º C.

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El precio de comer sano

Las dietas saludables cuestan alrededor de 1,50 dólares más por día (1,1 euros) que las dietas menos saludables, según concluye un nuevo estudio de la Escuela de Harvard de Salud Pública (HSPH), en Estados Unidos. El hallazgo se basa en el examen más exhaustivo realizado hasta la fecha, publicado en la edición digital de la revista British Medical Journal, comparando los precios de los alimentos saludables y los patrones de la dieta frente a los menos saludables.

“La gente suele decir que los alimentos saludables son más caros y que esos costos limitan fuertemente llevar mejores hábitos alimenticios”, señala el autor principal, Mayuree Rao, investigador junior en el Departamento de Epidemiología de la HSPH. “Pero, hasta ahora, la evidencia científica de esta idea no se había evaluado de forma sistemática, ni se han caracterizado las diferencias reales en los costes”, agrega.

Para abordar esta cuestión, los investigadores de HSPH realizaron un metaanálisis de 27 estudios existentes de diez países de ingresos altos que incluían datos sobre los precios de los alimentos individuales y de las dietas más sanas frente a las menos saludables. Evaluaron las diferencias en los precios por porción y por 200 calorías para determinados tipos de alimentos, y los precios por día y por 2.000 calorías.

Encontraron que los patrones de dieta saludable, por ejemplo, las dietas ricas en frutas, verduras, pescado y frutos secos, cuestan bastante más que las dietas no saludables, como aquellas que son ricas en alimentos procesados, carnes y granos refinados. En promedio, el valor de un día de los patrones de la dieta más saludable es alrededor de 1,5 dólares más por día que los de las menos saludables.

Los investigadores sugirieron que las dietas no saludables pueden costar menos porque las políticas alimentarias se han centrado en la producción de “bajo costo y alto volumen” de productos básicos, lo que ha llevado a “una compleja red de capacidades agrícolas, almacenamiento, transporte, procesamiento, fabricación y comercialización que favorecen ventas de productos alimenticios altamente procesados con fines de lucro de la industria máxima”. Ante esta realidad, auguran que la creación de una infraestructura similar para apoyar la producción de alimentos saludables puede ayudar a aumentar la disponibilidad y reducir los precios de las dietas más saludables.

“Esta investigación proporciona el panorama más completo hasta la fecha sobre las diferencias reales de coste de una dieta sana”, dijo Dariush Mozaffarian, autor y profesor asociado senior del estudio en HSPH y la Escuela de Medicina de Harvard. “Mientras que las dietas más saludables costaron más, la diferencia fue menor de lo que muchos podrían haber esperado”, afirmó.

En el transcurso de un año, esos 1,5 dólares más por día de una dieta saludable aumenta el coste de los alimentos para una persona en poco menos de 550 dólares (algo más de 400 euros) por año, lo que supondría una verdadera carga para algunas familias. Tras pedir políticas que ayuden a compensar estos costos, los investigadores creen que esta diferencia de precios es muy pequeña en comparación con los costes económicos de las enfermedades crónicas relacionadas con la dieta, que se reducirían drásticamente con una alimentación sana.

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Investigan el efecto sobre la salud de tres compuestos bioactivos en pan, lácteos y huevos

Investigadores españoles estudian el efecto sobre la salud de tres compuestos bioactivos en pan, lácteos y huevos, extrapolable a otros productos dentro de un proyecto europeo que estudia cómo mejorar la comercialización de los alimentos enriquecidos, según ha informado el centro tecnológico Ainia, que forma parte del proyecto Pathway-27 junto con otros 24 socios europeos.

El objetivo es establecer buenas prácticas para la elaboración y comercialización de este tipo de alimentos “en aras de un mejor conocimiento por parte de las empresas y mayor acercamiento al consumidor”. Según ha explicado el centro tecnológico en un comunicado, “se trata de conocer en qué medida estos alimentos enriquecidos pueden mejorar la salud y el bienestar de las personas llevando a cabo un estudio que utiliza tres compuestos bioactivos (ácido docosahexaenoico DHA, beta-glucano-BG, y antocianinas-AC) en tres productos alimentarios habituales en una dieta común como son el pan, un producto lácteo y el huevo”.

El centro tecnológico ha hecho hincapié en que para la industria alimentaria “conseguir mejores formulaciones de alimentos enriquecidos con un impacto positivo científicamente demostrado en la salud supone un reto y una responsabilidad; desde la elección del ingrediente o compuesto bioactivo, hasta la comercialización del alimento en el lineal de los supermercados”.

Por ello, es necesario “integrar los resultados científicos y tecnológicos obtenidos para establecer y validar marcadores biológicos sobre los que fundamentar las alegaciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos enriquecidos”.

Guía con las mejores prácticas

Sobre la base de los conocimientos adquiridos de este trabajo de investigación sobre la biodisponibilidad, el proyecto desarrollará una guía con las mejores prácticas en la realización de estos estudios y la correcta comercialización de los productos enriquecidos con ingredientes bioactivos, de acuerdo con las especificaciones legales de la normativa europea sobre declaraciones de propiedades saludables y nutricionales.

“El consumidor no siempre sabe reconocer la diferencia entre alimento funcional o enriquecido y en la actualidad la normativa es muy clara, según el Reglamento europeo sobre la declaración de propiedades saludables (Reglamento (CE) 1924/2006 y 353/2008)”, según ha resaltado Ainia, que ha añadido que la norma “obliga a las empresas a evidenciar la funcionalidad que se afirma como reclamo en el producto, basada fundamentalmente en la demostración científica”.

Este proyecto aportará “gran valor” a las pequeñas y medianas empresas de la industria alimentaria y acercará el potencial innovador y favorecerá su competitividad. Ainia, dentro del marco de acciones del proyecto, trabaja en la labor de difusión del conocimiento y transferencia de tecnología y su participación se centra en aspectos de investigación científica y tecnológica como determinar el mecanismo de acción de los compuestos bioactivos seleccionados y formular los alimentos enriquecidos en productos de panificación.

Técnicas ‘in vitro’

Entre estas actividades de investigación, se encuentra el uso de técnicas ‘in vitro’ basadas en modelos celulares que permiten identificar cómo funcionan estos compuestos y la realización de los estudios de biodisponibilidad. Este último se estudia a través del digestor dinámico ‘in vitro’ de Ainia.

El proyecto cuenta con el apoyo de la Unión Europea dentro del 7 Programa Marco y coordinado por la Universidad de Bolonia (Alma Mater Studiorum Universitá di Bologna-UNIBO) e incluye 25 socios entre universidades, institutos de investigación y pymes de Europa.

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El consumo de nueces reduce el colesterol malo

Un estudio realizado por la Universidad de Medicina de Múnich (Alemania) y publicado en Metabolism indica que una dieta enriquecida con nueces podría reducir el riesgo cardiovascular disminuyendo el colesterol no-HDL y la apolipoproteína B, que se usan precisamente para calcular el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Los investigadores analizaron los efectos que el consumo diario de 43 gramos de nueces tenía en los lípidos concluyendo que hubo una reducción tanto el colesterol no-HDL como en la apolipoproteína B. El doctor Klaus Parhofer, Jefe de Servicio de Endocrinología en el Hospital Clínico de Múnich, que lideró la investigación, recuerda que “las enfermedades cardiovasculares se desarrollan a causa de diversos factores entre los que destacan el colesterol no-HDL y las apolipoproteínas B”.

En España, las enfermedades cardiovasculares provocan una de cada tres muertes, lo que las convierte en la primera causa de muerte entre la población y además suponen un coste anual de 9.000 millones de euros al sistema de salud público. Un estilo de vida saludable y una dieta equilibrada juegan un papel determinante en la prevención de estas enfermedades.

Precisamente, los hombres y mujeres que participaron en el estudio durante ocho semanas incluyeron las nueces como parte de su dieta normal. Con la ingesta de nueces redujeron el consumo de grasas saturadas y aumentaron el de ácidos grasos poliinsaturados, lo que conllevó cambios beneficiosos en su perfil lipidico. “El estudio muestra que la gente puede obtener beneficios para su salud suplementando su dieta con nueces”, señala Parhofer.

Las nueces, un fruto seco con probados beneficios cardiosaludables

Investigaciones realizadas en todo el mundo durante años muestran los beneficios de las nueces en relación a factores de riesgo cardiovascular en periodos de tiempo relativamente cortos, lo que apoya la recomendación de incluir nueces en una dieta cardiosaludable.

De hecho, sus probados beneficios las convirtieron en uno de los primeros alimentos completos en recibir una declaración de propiedad saludable en EE.UU. en el año 2004 a la que se sumó la recibida recientemente por la Unión Europea, que sostiene que “las nueces ayudan a mejorar la elasticidad de los vasos sanguíneos”, lo cual es un factor clave para la salud cardiovascular.

En España, el doctor César Romero, jefe del Servicio de Cardiología del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, recuerda que “en la dieta mediterránea, los frutos secos son muy importantes y entre ellos las nueces han demostrado científicamente que tienen un mayor beneficio gracias a su alto contenido en ácidos grasos Omega-3”.

Comida - 2

Hábitos alimentarios de los universitarios

Los universitarios españoles presentan una dieta general que se aleja de las recomendaciones actuales en cuanto al consumo de los diferentes grupos de alimentos y a los patrones de dieta mediterránea. Esta es una de las conclusiones de la investigación Hábitos alimentarios y estilos de vida de los universitarios españoles. Patrón de consumo de bebidas fermentadas elaborada por la Fundación Española de la Nutrición y presentada en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, una de las que ha participado en la investigación.

El estudio también concluye que los estudiantes mayores de edad y consumidores moderados de cerveza presentan un consumo general de alimentos más próximos a la Dieta Mediterránea.

Se trata de un estudio transversal descriptivo realizado a la población universitaria durante el curso académico 2012/2013, con una muestra de 978 estudiantes de 21 universidades españolas.

“El objetivo de la investigación ha sido conocer por primera vez los hábitos alimentarios y estilos de vida de los universitarios españoles, así como su asociación con el patrón de consumo de bebidas fermentadas, valorarlos y determinar los puntos débiles para desarrollar acciones que mejoren dichas debilidades” ha explicado el profesor Gregorio Varela Moreiras, catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad San Pablo CEU y presidente de la Fundación Española de la Nutrición.

A la vista de estos resultados, se observa que los estudiantes universitarios presentan una dieta general que se aleja de las recomendaciones actuales en cuanto al consumo de los diferentes grupos de alimentos y a los patrones de dieta mediterránea. Por su parte, más de la mitad de los jóvenes que consumen cerveza de forma moderada hace actividad física habitual y no se ha visto ninguna asociación entre la ingesta de este tipo de bebidas con un aumento de masa corporal, ha explicado el presidente de la FEN.

En cuanto el peso corporal, un 72,9 por ciento de los universitarios se encuentra dentro de la clasificación de normopeso. Además, un 6,3 por ciento presenta un peso insuficiente y un 20,6 por ciento tiene sobrepeso u obesidad, en mayor proporción en la población masculina.

Bebidas fermentadas

La investigación ha señalado que el agua es la bebida mayoritaria aunque el consumo se encuentra por debajo de las recomendaciones. En relación a las bebidas fermentadas, el 56 por ciento de los universitarios consume cerveza y manifiesta un consumo moderado (menos de una cerveza al día).

El 42,7 por ciento de los universitarios que consumen bebidas fermentadas (cerveza, vino y sidra) lo hace acompañado de alguna comida principal o aperitivo, una costumbre muy arraigada en España, que forma parte de la dieta mediterránea.

Cuando se trata de cerveza, el 70,1 por ciento de los universitarios que la toman, la suelen acompañar de alimentos. En cuanto al horario, el consumo de bebidas fermentadas como la cerveza se distribuye en diferentes momentos del día, frente al consumo de bebidas de alta graduación que es básicamente por la noche.

Por otra parte, el 95 por ciento de los universitarios acostumbra a tomar la cerveza en compañía de sus amigos y el lugar en el que se toma es, en el 87,8 por ciento de los casos, en los bares y cafeterías.

Cerveza y estilo de vida

Según los datos antropométricos de los estudiantes universitarios, no se observan diferencias en cuanto al Índice de Masa Corporal entre los consumidores o no de cerveza. Estos datos coinciden con los resultados del estudio Asociación entre el consumo moderado de cerveza tradicional y sin alcohol y la composición corporal, realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que apunta que un consumo moderado de cerveza, tanto tradicional como sin alcohol, no provocaría un aumento del peso corporal ni modificaciones en la composición corporal, ni en el perímetro abdominal.

Además, entre los consumidores de cerveza se observa un mayor porcentaje de personas que realizan un consumo más adecuado a las recomendaciones de verduras, hortalizas, lácteos, huevos legumbres y frutos secos.

En cuanto adherencia a la dieta mediterránea, los consumidores de cerveza presentan un Índice de Adecuación a la Dieta Mediterránea superior a los no consumidores.

Actividad física

El 59,5 por ciento de los estudiantes que han participado en la investigación realiza algún tipo de actividad física y/o deportiva habitualmente, aunque los hombres presentan un mayor hábito (68,5%) que las mujeres (51,8%).

La actividad física más practicada por los universitarios es correr, nadar, gimnasia o ciclismo. Según la zona geográfica, el noreste y levante cuentan con mayor proporción de universitarios que realizan actividad física (69,7% y 66,5% respectivamente), mientras que en el norte la cifra baja a un 50,8 por ciento.

En este sentido, un estudio de la Universidad de Las Palmas, que evalúa la cerveza en la alimentación de los españoles y la relación con la actividad física, entre otros temas, apoyaría este resultado ya que pone de manifiesto que las personas que consumen cerveza de forma regular realizan una actividad física más elevada que las no consumidoras o las que lo realizan de forma excesiva.

Comida - 2

El café, un aliado contra el cáncer de próstata

El consumo diario de café podría reducir en un 20 por ciento el riesgo de padecer cáncer de próstata, según ha mostrado una investigación llevada a cabo por el Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), tras demostrar que los grandes bebedores de café tienen menos probabilidades de desarrollar un tumor que quienes no lo beben.

De hecho, los científicos han encontrado que la cafeína ayudó a prevenir el cáncer localizado pero tuvo un efecto menor en las formas más agresivas de la enfermedad. Para llegar a esta conclusión, los expertos han estudiado a 45.000 hombres de entre 45 y 79 años durante 12 años para ver cuántos desarrollaban cáncer de próstata localizado, avanzado o fatal.

Así, los investigadores recogieron datos de los hábitos dietéticos, como el consumo de café, y concluyeron que entre quienes bebían seis tazas o más al día las posibilidades de padecer este tumor localizado se redujo un 20 por ciento. Mientras, aquellos que tomaban cuatro o cinco tazas diarias vieron su caída de riesgo en alrededor de un 7 por ciento solamente.

Asimismo, un reciente estudio realizado con hombres que han padecido cáncer de próstata en el Fred Hutchinson Cancer Research Center, ha desvelado que los que beben cuatro o más tazas de café al día tienen una reducción del 59 por ciento del riesgo de recurrencia del tumor o en su progresión, en comparación con aquellos que sólo bebieron una taza o menos por semana.

Esta investigación se basó en una población de 1.001 sobrevivientes de cáncer de próstata que tenían de 35 a 74 años de edad, en el momento del diagnóstico, que fueron sometidos a seguimiento entre 2002 y 2005.

Por otra parte, un estudio llevado a cabo en la ciudad de Ohsaki (Japón) evidencia que la ingesta de café está inversamente relacionada con la incidencia del cáncer de próstata. Los investigadores realizaron un análisis prospectivo de cohortes con la participación de 18.853 hombres de entre 40 y 79 años al inicio del mismo.

En esta investigación se evaluó el consumo de café a través de un cuestionario y, durante los 11 años de seguimiento, se detectaron 318 casos de tumor de próstata. De esta forma, se observó una relación inversa significativa entre el consumo de café y el riesgo de cáncer de próstata, mayor entre los bebedores que consumían más de tres tazas al día.

Finalmente, investigaciones anteriores ya habían demostrado que los bebedores de café tienen un riesgo menor de desarrollar cáncer de próstata que los no bebedores de café. De hecho, la doctora de la Escuela de Medicina de Harvard, Kathryn Wilson, ha realizado un estudio en el que ha demostrado que los hombres que toman más café tienen un 60 por ciento menos de riesgo de padecer este tumor que los que no beben.

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El ojo, nueva herramienta para medir la regulación de la glucosa

Investigadores del Instituto Karolinska en Suecia han descubierto una forma innovadora de estudiar la regulación de glucosa en el cuerpo: por la transferencia de las vitales células productoras de insulina del páncreas en el ojo. Sus autores prevén que estos resultados, publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences, tengan un impacto significativo en la investigación de la diabetes.

La parte endocrina del páncreas, los islotes de Langerhans, produce y secreta la insulina, la hormona que regula los niveles de azúcar en la sangre. Después de una comida, la hormona se libera en la sangre en una cantidad que está en proporción directa a los alimentos ingeridos, por lo que los niveles de insulina en sangre varían de una comida a otra y entre los individuos. En el caso de condiciones como la obesidad, se necesitan grandes cantidades de insulina para compensar el elevado consumo de alimentos y la insensibilidad a la hormona.

Los islotes de Langerhans tratan de adaptarse a esta condición mediante el aumento del número de células beta productoras de insulina y/o modulación de su secreción individual de insulina en respuesta a la ingesta de azúcar. Esta plasticidad es esencial para el mantenimiento de los niveles normales de azúcar en sangre y su disfunción conduce a la diabetes, una enfermedad grave que ha alcanzado proporciones pandémicas.

El mayor obstáculo para el estudio de los mecanismos exactos de los islotes de Langerhans y cómo se adaptan a las condiciones individuales es su relativa inaccesibilidad. Ahora, sin embargo, los investigadores suecos han encontrado una nueva forma de estudiar las células beta productoras de insulina mediante la transferencia de los islotes de Langerhans en el ojo.

“Hemos conseguido que las células ópticamente sean accesibles mediante el injerto de un pequeño número de “islotes reporteros” en los ojos de los ratones, lo que nos permite controlar la actividad del páncreas con sólo mirar a los ojos”, explica el director del Centro de Investigación Rolf Luft de Diabetes y Endocrinología, Per-Olof Berggren, profesor de Endocrinología Experimental en el Departamento de Medicina Molecular y Cirugía del Instituto Karolinska.

Según este experto, esta metodología permite estudiar las células beta productoras de insulina en detalle de una manera que antes no era posible. Así, el ojo se puede utilizar como una especie de reportero de reproducción de la actividad del páncreas, permitiendo lecturas del estado del páncreas bajo diferentes condiciones en la salud y la enfermedad.

“Los islotes de Langerhans se pueden visualizar en repetidas ocasiones durante un periodo de varios meses y nuestro trabajo demuestra que durante este tiempo, los cambios funcionales y morfológicos que se producen en ellos son idénticos a los que se dan en el páncreas”, subraya el primer autor de este análisis, el doctor Erwin Ilegems, investigador del Centro Rolf Luft.

Usando el nuevo sistema de seguimiento y tratamiento farmacológico, los investigadores redujeron el consumo de alimentos en los modelos de ratones obesos y, por lo tanto, detuvieron el enorme crecimiento de la población de células beta, lo que significa que es posible ajustar individualmente las dosis de medicamentos.

“También vamos a utilizar el sistema para identificar nuevas sustancias farmacológicas que regulan la plasticidad y la función de las células beta”, adelanta el profesor Berggren, añadiendo que, en el futuro, también se podrá concebir un uso similar de estos islotes reporteros en los seres humanos con el fin de encontrar tratamientos a medida únicos, medir los efectos de la medicación personal o diagnosticar problemas de los islotes pancreáticos.