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VII Aniversario del Instituto Tomás Pascual Sanz en Informativos de Radio Televisión de Castilla y León

Los Servicios Informativos de Radio Televisión de Castilla y León se han hecho eco de la celebración de VII Aniversario del Instituto Tomás Pascual Sanz.

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Clausura del VII Aniversario del Instituto Tomás Pascual Sanz

Recogemos las palabras de clausura del acto de celebración del VII Aniversario del Instituto Tomás Pascual Sanz, pronunciadas por D. Ricardo Martí Fluxá.

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Entre un 20 y 30% de los consumidores de productos anabolizantes ilegales desarrollarán una hepatitis

El consumo de anabolizantes ilegales hace que entre un 20 y un 30 por ciento las personas que las toman desarrollen hepatitis, según ha señalado el miembro de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) y director del Grupo Español para el Estudio de las Hepatopatías asociadas de los Medicamentos, el doctor Raúl Andrade, en el XXXIX Congreso Anual de esta asociación.

“Aunque es imposible medir el riesgo hepático que producen los anabolizantes debido a que estos pacientes acuden al hospital cuando ya sufren un daño hepático avanzado y padecen un claro cuadro de ictericia, sí sabemos que entre un 20 ó 30 por ciento de las personas que consumen estas hormonas pueden desarrollar una hepatitis tóxica”, ha explicado Andrade en la presentación de los datos del ‘Registro Nacional de Hipertoxicidad Hepática’.

Además, este Registro, que ha reportado en los últimos 20 años cerca de 900 casos de hepatotoxicidad por consumo de fármacos, ha resaltado que en los últimos tres años se han multiplicado por tres estos casos por el consumo de anabolizantes.

“Durante el periodo de 1994 hasta 2009 se reportaron al registro un total de 685 casos, de los cuales 5 fueron debidos a la toma de esteroides anabolizantes en estas indicaciones. De 2010 a 2013, hemos contabilizado 161 casos y 15 de éstos fueron debidos al consumo de estas sustancias”, ha afirmado Andrade sobre el uso de estos productos, que se usan principalmente en el ámbito del fisioculturismo.

Así, este experto ha destacado la importancia de extremar la precaución con la prescripción de los medicamentos, pues un buen mecanismo de prevención puede ayudar a evitar futuros problemas en el hígado. “Hay que ser muy cautos con la prescripción de los medicamentos nuevos ya que normalmente los casos reportados de toxicidad hepática se dan al cabo de meses y años después de la comercialización del fármaco”, ha dicho.

Además, ha recomendado fijarse en los síntomas cuando sepamos que el fármaco está asociado a un cierto riesgo hepático. “El diagnóstico precoz y la inmediata suspensión del tratamiento es la mejor herramienta terapéutica debido a que no disponemos aun de antídotos ni tratamientos que reviertan la toxicidad hepática”, ha asegurado.

Uno de los problemas del diagnóstico de la hepatitis es que no hay un análisis concreto para su detección y los especialistas la detectan por descarte de otras enfermedades hepáticas, además de porque puede manifestarse de distintas maneras, según el doctor Andrade.

“La toxicidad hepática se manifiesta con una hepatitis que puede evolucionar en algunos casos hacia un fallo hepático agudo, en otros casos, la enfermedad puede evolucionar hacia una lesión hepática crónica e incluso irreversible. Se trata un problema que puede ser potencialmente mortal pero que a su vez es muy difícil de detectar ya que no existen indicadores específicos que, en una analítica, nos puedan señalar cuando un fármaco está produciendo daño en un hígado”, ha apuntado.

También ha expuesto que de las personas que sufren una hepatitis aguda tóxica, “al menos el 10 por ciento necesitarán un trasplante o morirán a causa de la hepatitis, cuando, por ejemplo, en el caso de las hepatitis B aguda este porcentaje es de menos del 1 por ciento”.

Aún así, ha asegurado que para solventar estos problemas, están “trabajando en la investigación y el desarrollo de algoritmos que nos permitan detectar los casos de evolución fulminante de hepatitis”.

Una de las acciones que ya se ha llevado a cabo para intentar reducir el número de casos de toxicidad hepática ha sido la retirada del mercado de dos productos el pasado mes de septiembre, por parte de la Agencia Española del Medicamento y productos Sanitarios (AEMPS), por suponer “un importante riesgo para la salud pública”, ha indicado la AEEH.

“Se han retirado por contener metilepitiostanol, una prohormona que en el cuerpo se metaboliza dando lugar a la sustancia hormonal desoximetiltestosterona, que puede producir efectos adversos que, en función del individuo y de la duración del tratamiento, pueden ser importantes y, en ocasiones, irreversibles”, ha señalado Andrade.

De este modo, esta asociación ha afirmado que hay “más de 900 drogas relacionadas con el daño hepático y es la razón más frecuente para retirar un medicamento del mercado” y que la hepatotoxicidad es “la responsable de un 5 por ciento de todos los ingresos hospitalarios y un 50 por ciento de todas las insuficiencias hepáticas agudas”.

La predisposición genética influye

Según la AEEH, la mayoría de los casos de la hepatotoxicidad se debe a una predisposición genética única del individuo y estos casos se producen con una dosis de terapéutica normal y se dan en un promedio de una de cada diez mil personas que ingieren el fármaco.

Estos factores también los ha recogido Andrade, quien ha señalado que se trata de una suma compleja de factores genéticos y ambientales que alteran el proceso, ya que también puede influir la respuesta inmunológica del sujeto, la misma composición del fármaco, la propia alimentación del paciente, etc.”.

Otro de los factores que puede influir en el riesgo de padecer toxicidad hepática es la edad de las personas. “Cuánto más avanzada es la edad del sujeto, más posibilidades hay de que la toxicidad se manifieste mediante un patrón del colestasis y no mediante inflamación hepática, que es más típica”, ha indicado.

En cuanto a sexos, el doctor Andrade ha apuntado que es “más grave en la mujer”. “Se ha visto que la mujer joven con la bilirrubina muy elevada y una cifra elevada de transaminasas, es el perfil de máximo riesgo para desarrollar una evolución fulminante”.

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Presentación del VII Aniversario del Instituto Tomás Pascual Sanz

Recogemos las palabras de bienvenida en la presentación del acto de celebración del VII Aniversario del Instituto Tomás Pascual Sanz, pronunciadas por D. Francisco Hevia.

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El milagro de los trasplantes

Recogemos la conferencia del Dr. Rafael Matesanz pronunciada en el marco del acto de celebración del VII Aniversario del Instituto Tomás Pascual Sanz. Acceda a la transcripción de la ponencia

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Prediabetes: el enemigo silencioso

La prediabetes es un estadio precoz en el continuo hiperglucemia/diabetes que define un incremento del riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2. Se estima que entre un 20% y un 25% de la población adulta podría padecer prediabetes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, a nivel mundial, habrá más de 300 millones de diabéticos en 2025. Según señala este organismo, 30 minutos de actividad física de intensidad moderada casi todos los días y una dieta saludable pueden reducir drásticamente el riesgo de desarrollar diabetes.

Según explica Juan Girbés, Especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Arnau de Vilanova (Valencia), el peso y la edad son factores clave para detectar una situación de prediabetes. Pero ¿cómo saber si tenemos prediabetes? Si se superan los 45 años y existe un sobrepeso con predominio de grasa abdominal, es aconsejable comprobar los niveles de glucosa en sangre.

¿Estoy en riesgo?

Aunque no existen síntomas, sí existen una serie de factores de riesgo cuya presencia individual o en grupo pueden conducir a sospechar que existe prediabetes:

– Edad: por encima de los 45 años aumenta el riesgo de desarrollar diabetes.

– Obesidad: en concreto la presencia de grasa abdominal.

– Dieta pobre: consumo de alimentos ricos en grasa en detrimento de frutas y verduras.

– Poca actividad física.

– Diabetes gestacional durante el embarazo.

– Antecedentes familiares.

¿Qué pruebas necesito realizarme?

Las dos pruebas que se realizan en la actualidad para detectar la prediabetes son el examen de glucosa en sangre en ayunas y la prueba de tolerancia a la glucosa.

– Glucosa en ayunas: es la prueba más común y se realiza en ayunas, al menos 8 horas después de haber comido. Consiste en un análisis de sangre a través del que se miden los niveles de glucosa, si estos se encuentran entre los 100 y los 125 miligramos por decilitro (mg/dl) se considera que existe prediabetes.

– Tolerancia a la glucosa: consiste en tomar una bebida con alto contenido en glucosa y dos horas más tarde realizar otro análisis de sangre que muestra la capacidad del organismo para procesarla. La prediabetes está presente en el individuo si los niveles de glucosa se encuentran entre 140 mg/dl y 200 mg/dl.

¿Cómo evito desarrollar diabetes?

La prediabetes es un trastorno que puede ‘curarse’, es decir, los niveles de glucosa en sangre pueden modificarse hasta situarse en los niveles normales por debajo de los 100 mg/dl. La clave está en seguir controles periódicos y realizar cambios en el estilo de vida. A continuación señalamos los más importantes:

Dieta mediterránea, aceite de oliva y nueces: el Dr. Girbés destaca los beneficios confirmados de la dieta mediterránea, y aconseja el consumo aceites de origen vegetal, legumbres y nueces para restablecer el equilibrio de la glucosa en sangre. Además, en la medida de lo posible hay que eliminar la grasa de los productos cárnicos y dar prioridad a carnes blancas y pescado. Los azúcares deben reducirse al mínimo y priorizar productos integrales frente a los procedentes de harinas refinadas.

Reducir el peso: en el caso de que exista sobrepeso se aconseja seguir una dieta hipocalórica y mantener un peso equilibrado a través de dietas como la mediterránea.

Realizar ejercicio moderado: caminar es una de las alternativas más populares entre quienes no practican deporte. Eso sí, el especialista advierte que para que sea eficaz debe realizarse a un paso que impida mantener una conversación si se camina en compañía. Para quienes tengan problemas de movilidad derivados de trastornos como la artritis o la artrosis, el especialista aconseja los ejercicios en la piscina o la bicicleta estática.

Controlar las reservas de vitamina D: algunos estudios señalan que la insuficiencia de esta vitamina disminuye la síntesis y secreción de insulina, una hormona clave para el funcionamiento de la glucosa en el organismo. El Dr. Girbés apunta que cada día 30 minutos de exposición solar en los brazos ayudan a mantener los niveles óptimos de vitamina D.

depresión

Más del 50% de las personas obesas padece ansiedad o depresión

España es el país de Europa con mayor tasa de obesidad, ya que afecta a uno de cada cuatro adultos y a uno de cada tres niños. La obesidad es una enfermedad compleja, habiendo pasado de ser considerada únicamente un problema de peso a tener asociada la existencia de trastornos de la conducta alimentaria y trastornos mentales comórbidos. “Entre un 50 y un 70% de las personas con obesidad pueden presentar algún tipo de trastorno psíquico asociado. Los pacientes obesos tienen una probabilidad más alta de padecer trastornos psíquicos, al igual que los pacientes con enfermedades mentales tienen una probabilidad elevada de padecer obesidad”, asegura el doctor Josep Ramon Domenech, coordinador del VII Congreso Nacional de Ansiedad y trastornos Comórbidos junto al doctor Salvador Ros, presidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP) y el doctor Antonio Arumí, secretario de la Asociación.

Según el Dr. Salvador Ros, “más de un 20% de la población mundial sufre ansiedad sin saberlo. En España afecta a afecta a más de seis millones de españoles, causa un absentismo laboral de un 10%, un 7% más que la media de los países europeos estimada en un 3%”. “Interfiere en todos los aspectos de la vida de una persona incitándola, en un porcentaje altísimo de los casos, al consumo de drogas, de alcohol, de todo tipo de sustancias adictivas o incluso al suicidio”, asegura este experto.

Estudios recientes aseguran que debe darse un abordaje multidisciplinar a la hora de tratar un paciente con un trastorno de salud mental asociado a la obesidad. “Dichos estudios sugieren que el fallo de muchos pacientes a la hora de seguir una dieta para perder peso puede deberse a la existencia de un trastorno mental, fundamentalmente de ansiedad, no tenido en cuenta o no tratado”, explica el doctor Domenech. “Si se logra controlar el trastorno de ansiedad asociado, las posibilidades de que una dieta para perder peso sea exitosa se incrementan notablemente”, concluye.

Sin embargo, asegura el doctor Ros, “el 50% de los pacientes no responde a los tratamientos para la ansiedad”. Datos que reflejan “la dificultad que en algunos casos surge a la hora de poner freno a esta patología, asociada también a cuadros complejos de trastornos de la personalidad, o factores ambientales adversos”. “Estamos haciendo un gran esfuerzo en este campo para reducir esta importante cifra de pacientes con resistencia a las terapias y, en este sentido, se han conseguido avances gracias a la asociación de distintos tratamientos y la potenciación de algunos de ellos”, indica el doctor Ros.

Ansiedad, prevención y tratamiento

La persona que sufre problemas de ansiedad, síntomas físicos no asociados a ninguna enfermedad médica, insomnio, angustia, cansancio injustificado, incremento de consumo de tóxicos o alteraciones de la alimentación, “debe acudir al especialista para solicitar ayuda”, sugiere el Dr. Ros. “Los tratamientos farmacológicos, antidepresivos y/o ansiolíticos de forma controlada, los cambios en hábitos de vida, deporte, alimentación, no consumo de tóxicos, vida familiar y social, hobbys y las terapias psicológicas pueden ayudar a reconducir el problema y evitar su cronificación o la aparición de otros trastornos añadidos”, añade.

En este sentido, “la situación actual de incertidumbre y estrés afecta de forma evidente e importante”, comenta el doctor Antonio Arumí, secretario de la ASEPP. Según indica este experto, los últimos estudios reflejan que “la franja de la población con más ansiedad es la de 50 a 65 años seguida de la de 40 a 50 años”. Parados, amas de casa y autónomos son los sectores más afectados por esta patología, es decir “la franja de edad de las personas con más carga y responsabilidad económica-familiar”, matiza el Dr. Arumí. También se ha observado un aumento del consumo de tóxicos como tabaco y alcohol y un mayor desorden en la alimentación, “todo ello- concluye este experto- parece consecuencia de la situación actual”.

Depresión, cambios en el perfil del paciente

Al igual que en los casos de ansiedad, “los pacientes con trastornos del estado de ánimo tienen una probabilidad más elevada de padecer algún otro tipo de trastorno mental, como trastorno de ansiedad, trastorno por consumo de tóxicos, trastornos de la conducta alimentaria, patologías orgánicas asociadas, como enfermedades neurológicas, endocrinas, metabólicas, digestivas y reumatológicas”, asegura el doctor Domenech. Se estima que un 20% de la población padecerá algún trastorno del estado de ánimo a lo largo de su vida. Sin embargo, asegura este experto, “más de la mitad de las personas que sufren una depresión no solicitan ayuda, ignoran que padecen una depresión o son incapaces de solicitar ayuda especializada y eficaz. Otra gran parte no son diagnosticados de trastorno depresivo al enmascararse como algún tipo de patología orgánica o psicosomática y también ha de tenerse en cuenta que muchos abandonan el tratamiento prematuramente, incrementándose las tasas de recaída y fracaso terapéutico”.

Según afirma el doctor Domenech, “en un tercio de pacientes se trata de un trastorno crónico que conlleva una discapacidad y una carga socioeconómica asociada muy importante”. En los últimos años, se está observando un importante cambio en el perfil del paciente con depresión: “Históricamente, los casos de depresión se han dado en el doble de mujeres con respecto a los hombres. Sin embargo, se ha constatado una tendencia a equilibrarse este porcentaje de pacientes depresivos por sexos”. Este incremento, explica este experto, “puede venir motivado por una mayor capacidad de poder asumir que un hombre pueda padecer un episodio depresivo y probablemente también como resultado de la precariedad laboral actual”.

La depresión, como cualquier otro trastorno mental, debe seguir un tratamiento multidisciplinar. En primer lugar, es importante establecer un correcto diagnóstico que ha de ser explicado de forma clarificadora al paciente y a su familia. “Las depresiones requieren tratamiento tanto para quien las padece como para su entorno familiar”, asegura el doctor Domenech. “Se ha de seguir un tratamiento farmacológico y psicológico durante un período de tiempo suficiente y se ha de dar al paciente y su entorno estrategias adecuadas de modificación cognitiva y conductual. No sirve tan sólo aplicar el tratamiento farmacológico, si no que hay que enseñar estrategias para superar con mayor rapidez y eficacia la enfermedad”, concluye el Dr. Domenech.

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Un consumo moderado de cerveza podría contribuir a proteger la salud cardiovascular de las mujeres

Un consumo moderado de cerveza podría ser beneficioso a nivel cardiovascular y aportar beneficios a la mujer en diferentes etapas de su vida. Así lo recogen las últimas investigaciones científicas nacionales e internacionales, que también apuntan a que el consumo moderado de esta bebida ayuda a la rehidratación tras la práctica deportiva.

En el Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña, el médico Consultor Senior de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona, Ramón Estruch, y el profesor de Ginecología y Obstetricia de la Universidad Autónoma de Madrid, Tirso Pérez, han abordado algunos de los efectos beneficios de la cerveza durante la presentación de la Monografía Científica del IV Simposio Internacional de la Cerveza.

El documento recoge las conclusiones de la jornada, donde se presentaron los últimos estudios e investigaciones científicas, nacionales e internacionales, sobre el consumo moderado de cerveza.

En rueda de prensa, Estruch ha abordado la relación entre el consumo de cerveza y la salud cardiovascular. En este contexto, ha realizado un estudio que concluye que los compuestos fenólicos de la cerveza podrían regular el metabolismo del azúcar y reducir la inflamación relacionada con la arterioesclerosis en sujetos con alto riesgo cardiovascular.

“Estos hallazgos explican, en parte, los posibles efectos protectores de la cerveza sobre el sistema cardiovascular”, ha afirmado Ramón Estruch.

En la salud de la mujer

Por otra parte, Tirso Pérez ha abordado los beneficios de la cerveza en la salud de las mujeres. Según ha asegurado, esta bebida “posee acción antioxidante, antiinflamatoria, actividad estrogénica y acción antiviral, lo que hace que pueda ser beneficiosa para la salud de las mujeres en todas las etapas de su vida”.

En concreto, durante el embarazo, el consumo de cerveza sin alcohol puede ser una fuente aprovechable de ácido fólico, necesario para el buen desarrollo del tubo neural del feto. También, durante el periodo de lactancia puede mejorar la capacidad antioxidante de la leche materna y, por tanto, puede defender al bebé de la agresión oxidativa.

Igualmente, en el resto de la vida de la mujer, la cerveza puede aportar otros beneficios, pudiendo reducir los riesgos de desarrollar ciertas enfermedades por los antioxidantes naturales que contiene.

Rehidrata en el deporte

Asimismo, la Monografía Científica del IV Simposio Internacional de la Cerveza también recoge otros artículos, entre los que destaca la investigación realizada por la Universidad de Granada y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre la idoneidad de la cerveza en la recuperación del metabolismo hormonal e inmunológico de los deportistas tras el ejercicio físico.

Según recoge esta investigación, el consumo moderado de cerveza permite una adecuada rehidratación tras la práctica deportiva. Mientras, otras investigaciones apuntan a que esta bebida parece tener efectos beneficiosos en los huesos.

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Estar más de 9 horas sin ingerir líquidos puede provocar un descenso significativo del rendimiento

La jefa de la Unidad Clínica y Dietética del Hospital Universitario La Paz de Madrid, Carmen Gómez-Candela, defiende la necesidad de mantener una buena hidratación mediante la ingesta de líquidos y avisa de que a partir de nueve horas sin hacerlo las personas pueden padecer un descenso del rendimiento a niveles “estadísticamente significativos”.

Así lo ha asegurado con motivo del XIV Congreso de Salud y Medicina de la Mujer (SAMEM) que se celebra estos días en Madrid, destacando que si esta ausencia de líquidos se prolonga durante 24 horas puede condicionar un descenso en las habilidades mentales y psicomotoras.

Según esta experta, diversos estudios han constatado un incremento en la fatiga, una dificultad de discriminación y pérdida de memoria cuando se sufre una deshidratación moderada (2,8 por ciento de pérdida de peso).

Y de hecho, las alteraciones del sistema nervioso central aparecen en asociación con un volumen celular cerebral disminuido e incluyen alteración del estado mental, debilidad, excitabilidad neuromuscular y déficits neurológicos.

La deshidratación puede aparecer debido a un aumento de necesidades (calor excesivo) o de pérdidas (diarrea, por ejemplo), y existen diferentes tipos en función de la cantidad de líquido perdido, la rapidez de la pérdida, y la pérdida paralela de solutos/electrolitos.

El tipo de deshidratación dependerá del porcentaje de la pérdida de peso, de modo que se considera leve cuando se trata de un descenso del peso corporal del 1 al 3 por ciento, y severa, cuando la pérdida es mayor del 5 por ciento.

Asimismo, las necesidades de agua y líquidos son también muy diversas y varían en función de la edad, sexo, tipo de alimentación, clima, ejercicio, vestimenta, etc.

La European Food Safety Authority (EFSA) ha publicado recientemente los valores de referencia de ingesta adecuada de líquidos por grupos de edad, estableciendo 1.600 mililitros al día para niños de entre 4 y 8 años, frente a los 1.900 mililitros al día recomendados para niños y 2.100 mililitros al día para niñas, de entre 9 y 13 años.

En el caso de adolescentes y adultos, establece una ingesta de 2 litros para las mujeres y 2,5 litros para los hombres, siendo esta recomendación similar para los ancianos, ya que en ellos se deteriora la capacidad para conservar el agua en el organismo, y se pierde la sensación de sed.

La EFSA recomienda, asimismo, que las mujeres embarazadas aumenten su ingesta de líquidos en función al aumento en el consumo de energía que realicen, y para las mujeres en periodo de lactancia, que este incremento de líquidos sea de 700 mililitros al día, en relación a las mujeres no lactantes de la misma edad.

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El Hospital Comarcal de Inca aborda las necesidades nutricionales de los pacientes oncológicos

El doctor especialista del Servicio de Oncología del Hospital Comarcal de Inca, Onofre Pons, ha dirigido una sesión clínica en la que ha abordado las necesidades nutricionales de los pacientes oncológicos.

Esta acción formativa, que ha tenido lugar en el salón de actos del Hospital, ha sido seguida por un numeroso grupo de profesionales, entre facultativos y personal de enfermería, según ha informado el Govern en un comunicado.

El doctor Pons ha explicado que en los pacientes afectados por patologías oncológicas es importante distinguir los requerimientos que necesitan según la fase de la enfermedad. Concretamente se ha referido a los pacientes que reciben un tratamiento activo, a los que presentan un estado avanzado de la enfermedad y a los que ya están en la etapa terminal.

Por lo que respecta al estado de malnutrición de los pacientes oncológicos, el doctor Pons ha señalado que tanto los efectos causados por la enfermedad como los tratamientos a los que se someten son factores que propician las deficiencias alimentarias que a menudo presentan.

En consecuencia, ha observado la necesidad de optimizar la situación de los pacientes para lograr que estén en condición de afrontar el tratamiento en las mejores condiciones nutricionales posibles.

En este sentido, ha recordado que la albúmina es la proteína que transporta la mayoría de los fármacos y que el control de la glucemia es un factor de pronóstico demostrado, por lo que ha aseverado que son indicadores de control nutricional muy importantes, especialmente cuando estos pacientes sean muy susceptibles a los ingresos hospitalarios o a tener que someterse a intervenciones quirúrgicas o recibir sesiones de radioterapia, entre otras circunstancias que pueden agravar su estado.

En consecuencia, el doctor Pons ha indicado la necesidad de hacer una valoración del paciente considerando sus hábitos alimentarios y los resultados obtenidos de una exploración a fin de determinar su situación nutricional, basándose en los estándares establecidos: MNA (mini nutritional assessment, “minivaloración nutricional”) y MUST (malnutrition universal screening tool, “herramienta de detección universal de la desnutrición”).

Los resultados obtenidos aportan la información necesaria para abordar las estrategias que contrarresten los posibles efectos adversos _vómitos, diarreas, etc._ que puedan provocar los tratamientos a los que el paciente tendrá que someterse.

Estrategias

Por otro lado, el doctor Pons ha defendido que uno de los elementos fundamentales para que los pacientes oncológicos puedan afrontar estas dificultades son los hábitos alimentarios que adopten para que su estado nutricional no se deteriore.

Entre otras propuestas, ha recomendado intensificar el número de ingestas en pequeñas cantidades, usar platos pequeños para que las raciones se perciban de una manera más asequible, elegir los alimentos que resulten más apetecibles e incorporar a la dieta una merienda más completa. Ha añadido que hay otras opciones complementarias, como los soportes calóricos, de proteínas, de glutamina y los fármacos que puedan reducir los efectos adversos del tratamiento.

“No me come nada”

En los casos en que los familiares del paciente manifiestan a menudo que “no me come nada” debido a que ya está en una fase avanzada de la enfermedad, este especialista en oncología del Hospital Comarcal de Inca considera que los objetivos deben cambiar para adecuarlos a las nuevas condiciones que el enfermo presenta, pues en esta fase no es la malnutrición lo que acelerará y deteriorará su salud, sino el tipo de cáncer que padece.

En esta circunstancia, el doctor Pons considera que las estrategias que eran efectivas en los estadios anteriores de la enfermedad dejan de ser válidas y que por ello es más importante preservar el bienestar del paciente, ya que su estado nutricional se convierte en una prioridad secundaria.

Así pues, considera que es primordial transmitir a la familia que el problema fundamental es la propia patología, no sus carencias nutricionales, por lo que deben aceptar las demandas y los deseos del enfermo y no obligarle a hacer las ingestas que rechace.

Para terminar, el doctor Pons ha aprovechado su intervención para prevenir sobre los mitos y las modas acerca de las cualidades curativas de ciertos alimentos. En este sentido, ha insistido en la necesidad de restringir las recomendaciones alimentarias tan sólo a las fundamentadas en investigaciones sobre nutrición hechas con rigor científico.

Asimismo, ha indicado que las conclusiones, los conocimientos y las experiencias que ha expuesto son el resultado del ejercicio de su profesión a lo largo de las casi tres últimas décadas, en que ha trabajado con pacientes oncológicos.

Por eso ha señalado que una supuesta nutrición idónea _e incluso con efectos curativos para este tipo de enfermedad_ suscita a menudo tesis especulativas, que sólo sirven para condicionar el comportamiento del paciente y de sus familiares, y que se trata de teorías que no están acreditadas por el colectivo médico, que provocan efectos adversos _como una presión contraproducente_ y que, además, sólo contribuyen a perjudicar el bienestar del paciente.

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Un estudio pionero analiza la obesidad en 200 personas con discapacidad intelectual

Un estudio pionero impulsado por la Federación de Discapacidad Intelectual de Catalunya (Dincat) analiza la obesidad en 200 personas con discapacidad intelectual para ver cómo esta minusvalía afecta al estado nutricional.

Según ha informado en un comunicado la Fundació Mercè Pla, que también ha participado en la investigación, la discapacidad intelectual ha sido tratada a nivel clínico y social pero “las investigaciones sobre su repercusión en el estado nutricional son escasas”, especialmente en adultos.

El estudio, en el que también ha trabajado un equipo de dietistas-nutricionistas de la Universitat de Barcelona (UB), persigue establecer un programa de intervención nutricional para mejorar el estado de salud y la calidad de vida de estas personas y sus familias.

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El consumo de cítricos podría reducir el riesgo de derrame cerebral

El consumo de alimentos que contienen vitamina C puede reducir el riesgo de tener el tipo más común de accidente cerebrovascular hemorrágico, según un estudio que se presentará en la 66 Reunión Anual de Neurología, que se celebra del 26 de abril al 3 de mayo en Filadelfia, Estados Unidos.

En el estudio participaron 65 personas que habían sufrido un accidente cerebrovascular hemorrágico intracerebral -una ruptura de los vasos sanguíneos dentro del cerebro- y se les comparó con 65 individuos sanos. Se analizaron los niveles de vitamina C en la sangre de los participantes y, en general, el 41 por ciento de ellos tenían niveles normales de la vitamina C, el 45 por ciento mostró niveles de agotamiento de la vitamina C y el 14 por ciento fueron considerados deficientes de la vitamina.

En promedio, las personas que tuvieron un accidente cerebrovascular tenían agotados los niveles de vitamina C mientras que los que no habían sufrido un accidente cerebrovascular presentaban niveles normales de la vitamina. “Nuestros resultados muestran que la deficiencia de vitamina C debe ser considerado un factor de riesgo para este tipo de accidente cerebrovascular grave, al igual que la hipertensión arterial, el consumo de alcohol y el sobrepeso”, señala el autor del estudio, Stéphane Vannier, del Hospital de la Universidad Pontchaillou en Rennes, Francia.

“Se necesita más investigación para explorar específicamente cómo la vitamina C puede ayudar a reducir el riesgo de apoplejía. Por ejemplo, puede regular la presión arterial”, argumenta este experto. Según Vannier, la vitamina C parece tener otros beneficios como la creación de colágeno, una proteína que se encuentra en los huesos, la piel y los tejidos, además de que la deficiencia de esta vitamina también se ha relacionado con enfermedades del corazón.