navidades sanas y sin estrés

UNAS NAVIDADES SANAS Y SIN ESTRÉS

navidades sanas y sin estrés

Cuando ves los turrones y chocolates bien puestos en la caja del supermercado, a principios de diciembre, sabes que ha comenzado ya el periodo navideño. Nos guste o no. Alegría y emoción para unos, hastío y desesperación para otros. ¡Para gustos los colores! Pero siendo sinceros, ¿a quién no le gustan las celebraciones rodeados de familia y amigos? Y es que algo del espíritu navideño se acaba pegando.

Las Navidades son una época del año vertiginosas. Nos acribillan con purpurina, colorines y mensajes brillantes, en tiendas, supermercados y paradas de bus. Ni en el sofá se descansa con tanto anuncio. Los precios suben, bajan, se suman, se restan, se multiplican, se fraccionan… las calles se llenan de gente, de bolsas que ocupan el doble que la gente, y de más gente (¿pero dónde estaban metidos?).

Nosotros os comprendemos y entendemos. Y por ello os traemos una serie de consejos para vuestro bienestar (y serenidad) mental. Sigue leyendo, que te contamos cómo sobrevivir a estos días, sin dejarse llevar por el caos y vorágine navideños. Al fin y al cabo, ¡las vacaciones están para disfrutarlas!

 

Ay los regalos…

Uy los regalos, el eterno dilema de cada Navidad. Pensar el qué regalar a la gente… ¡como si no tuviera bastante con pensar qué ponerme cada día! Como hoy en día no es suficiente tu sonrisa bonita y un buen abrazo, te planteamos lo siguiente: hazte fan de los mercadillos, siempre se pueden encontrar cosas originales y por buen precio. ¿Acaso hay un regalo que sea más navideño? Y además practicamos deporte, 30 minutos al día caminando es lo recomendado, o lo que es lo mismo, el tiempo que nos cuesta dar una vuelta al mercadillo[i]. Si no tienes la suerte de tener uno a mano, los outlets son también una buena opción, por sus ofertas, así como un plan alternativo de sábado.

Por otro lado, si miras con antelación (turrón en mano), puedes encontrar ofertas interesantes por Internet. Una escapada de fin de semana, una excursión de escalada o trekking, o incluso una sesión en el spa, son regalos originales para compartir con familiares y amigos, al mismo tiempo que nos mantenemos activos y dedicamos un tiempo a cuidarnos.

 

La comida/cena de Navidad: en el equilibrio está la fuerza

Tanto si te invitan, como si tienes la suerte de ser el anfitrión, todos coincidimos en que hay demasiadas expectativas en torno a las comidas y cenas de Navidad. Nos ponemos inevitablemente en modo abuela: cuanta más cantidad, mejor. Aunque las sobras no vienen nada mal (link), comer en exceso no debe ser la norma general. Intenta planificar con antelación la semana, incluyendo el esperado evento navideño. Si la comida va a ser copiosa, trata de compensar el aporte calórico del día con una merienda y cena más ligeras, por ejemplo.

Sé creativo y opta por recetas que incorporen alimentos ni muy grasos ni muy calóricos, y en general comidas más ligeras y saludables, como caldos, sopas, ensaladas, etc. Hay múltiples recetas con legumbres, verduras, cereales y condimentos, que darán un toque original a tus Navidades. El pescado y carnes magras son una buena opción de segundo. Comprar con antelación, y congelar, nos puede ahorrar bastante dinero. Y de postre, opta por frutas, lácteos, o una combinación.

Cocinar en casa, en familia o con los amigos, forma parte también del espíritu navideño. Al mismo tiempo, nos ahorra comprar productos ya procesados, que suelen ser caros, con demasiada sal y azúcar, y en general con un excesivo aporte calórico. Aunque no hay nada malo en presentar un plato más de andar por casa, si no tenemos tiempo para hacer algo elaborado. Se disfruta igual en buena compañía. Eso sí, con un adorno del mercadillo, que es Navidad.

No te olvides de hidratarte bien, y procura evitar el alcohol. Los dolores de cabeza y la resaca no los queremos en la lista de regalos. También puedes deslumbrar a tus invitados y enseñarles lo healthy que eres con bebidas a base de agua y frutas, o batidos.

 

Planificación y Serenidad, de la mano

Aunque parezca que todo gira en torno a una fecha concreta, tenemos todavía el resto de la semana para nosotros. Sigue con la rutina del día y a día, dedica tiempo al deporte y a tus hobbies, y organízate para cuidar tus deberes/trabajo/tareas domésticas. ¡Da tiempo a todo! Pídele una agenda a los Reyes si hace falta.

Duerme, hasta 7-9 horas[ii], y abrígate bien antes de salir a la calle. No es buen momento para cogerse un catarro.

Y, por último, recuerda que al final son días para disfrutar con tus seres queridos, relajarse y aprovechar las vacaciones, así como para recargar pilas para el próximo año. ¡Feliz Navidad!

[i] Organización Mundial de la Salud. La actividad física en los adultos [Internet]. Consultado el 11-11-19. Disponible en: https://www.who.int/dietphysicalactivity/factsheet_adults/es/

[ii] Hirshkowitz M, Whiton K, Albert SM, et al. National Sleep Foundation’s sleep time duration recommendations: methodology and results summary. Sleep Health 2015;1(1):40–3.

Los regalos de navidad a los niños

LOS REGALOS DE NAVIDAD A LOS NIÑOS

Los regalos de navidad a los niños

La Navidad es una época del año de celebración por excelencia. Por tradición las familias se reúnen, adornan los hogares con luces y detalles principalmente de colores rojo y verde. Las ciudades también celebran con decoraciones muy coloridas y llamativas, se adornan los comercios, los centros de trabajo, los colegios, etc.

Cada familia tiene su tradición, algunos se van de viaje para reunirse con otros familiares o disfrutar de un descanso diferente en un ambiente festivo, otros por costumbre reciben la navidad en casa, realizan sus mejores platos de comida y comparten vivencias hasta el amanecer. Lo que es común en la mayoría de las celebraciones es el árbol de navidad, el nacimiento, los adornos navideños y los regalos, que es una de las cosas más esperadas por lo más pequeños de la casa.

En la creencia navideña se sabe que Papa Noel primero y posteriormente los Reyes Magos de Oriente traerán regalos a aquellos niños que se hayan portado bien durante el año, hacen una carta con una lista de cosas que les gustaría obtener como regalo y la entregan al cartero real para los Reyes Magos o la colocan en el árbol de navidad para Papá Noel.

Los adultos son los primeros anfitriones de la Navidad, quienes se encargan de crear el mejor ambiente para los pequeños de la familia. Los niños por naturaleza demandan en exceso, desde la atención de sus padres, la necesidad de esparcimiento, los juguetes del momento, los antojos en el supermercado, etc. Por tanto, en el contexto navideño donde perciben abundancia por la diversidad de detalles que los padres planifican es posible que sus deseos e imaginación no tengan límites. Muchos esperan regalos muy especiales o una gran cantidad de cosas, es normal la ambición e ilusión de los menores.

Si la lista de regalos de navidad de un niño es muy larga y exigente es recomendable hacer ver que más allá de los objetos materiales el compartir con la familia y amigos es el mejor regalo de la navidad, que las experiencias son más importantes que las cosas. Una investigación llevada a cabo por el Journal of Consumer Psychology concluye que el 57% de las personas preguntadas manifiestan haberse sentido más feliz con experiencias que con los bienes materiales. Las experiencias generan una impresión en nuestra memoria, por lo que cada vez que las recordemos podemos disfrutar de lo felices que fuimos. Desde la más tierna infancia, sería bueno que supiéramos que nuestros mayores esfuerzos e inversiones deberían ir hacia las vivencias que crean los recuerdos que son más valiosos que los bienes materiales

Limitar el número del listado de deseos de modo que los niños comiencen a entender que existen límites en su ambición por todo lo que desean tener. No siempre se obtiene lo que se quiere en el momento exacto, que a veces hay que esperar o no llegará nunca. Por tanto, de esta forma los niños aprenderán la tolerancia a la frustración, que a su vez ayuda a fortalecer una personalidad sana para el desarrollo futuro en cualquier área de sus vidas.

Recibir un excesivo número de juguetes devalúa el regalo, resulta poco educativo y propicia el aburrimiento. Así pues, los expertos aconsejamos no excederse de los tres regalos por niño que sería la cifra aproximada recomendada. No por recibir más regalos, el menor será más feliz; por el contrario, el exceso invalida la fantasía y la ilusión. Está claro que la cifra recomendada, de tres regalos, no se trata de tomársela de manera rígida, pero sí que es orientativa y puede servir de guía para los adultos de la familia.

Por el contrario, si un niño no tiene mayores ilusiones con recibir algún regalo de navidad es necesario identificar los motivos, es posible que los padres no sigan alguna tradición o que económicamente tengan otras prioridades. En este caso es importante mantener la alegría y buscar la forma de hacer algo diferente como: asistir todos en familia a un mercadillo para disfrutar del ambiente, escuchar música en lugares públicos, ver una película de navidad, realizar una merienda especial con motivo de navidad, hacer galletas o manualidades que luego decoren la casa e incluso adornos con material ecológico… existen variedad de ideas que finalmente resultan otra forma de disfrutar en familia. Es importante conectarse con la festividad porque los niños están influenciados socialmente por los demás y su entorno escolar. Cada niño tiene los mismos deseos que cualquier otro, por tanto, más allá de los objetos materiales deben entender el verdadero valor de disfrutar en familia y el compartir con los amigos.

Finalmente es importante un balance en todas las cosas que un niño recibe en cualquier momento del año, ya que eso lo preparará para el futuro. Por ejemplo, un niño que recibe todo lo que quiere probablemente tendrá baja tolerancia a la frustración y esto generará malestar ahora y en el futuro. En el caso opuesto, aquellos pequeños con muchas restricciones o padres muy estrictos que no hagan por complacerlos en ningún momento pueden generar dificultades en la interacción, introversión y aislamiento.

Que la Navidad sea un momento para reconocer y agradecer en familia las cosas buenas que tenemos. Hacer balance y proponer cambios para tener un mejor año que vendrá, renovar energías y disfrutar. Hay que tener en cuenta que todas las épocas del año tienen un motivo esencial, los niños también reciben regalos en sus cumpleaños y otras celebraciones durante el año.

Es necesario que los adultos, trasmitamos e instiguemos conductas en dirección de valores como la familia, los amigos, el respeto, la tolerancia, la generosidad, el disfrute, el cuidado de uno mismo, la honestidad y el agradecimiento. Todo ello facilitará a nuestros menores un equilibrio emocional necesario para vivir de forma sana y con mayor bienestar en sociedad.

Miguel Angel Rizaldos Lamoca

Psicólogo Clínico

Autor de “Guía para papás y mamás en apuros” Vital Editores

Hojaldre de queso con puerros

RECETA DE HOJALDRE DE QUESO CON PUERROS

Hojaldre de queso con puerros

Receta de Hojaldre de queso con puerros

A veces no tenemos tiempo para cocinar justo antes de la comida o cena, y lo que mejor nos viene es dejar algo preparado para poder comérnoslo más tarde. Esta receta que os traemos es perfecta para estas situaciones, ya que es fácil, saludable, riquísima y podemos dejarla hecha con antelación. Sólo haría falta meterla un poco en el microondas y… ¡listo y buenísimo! Te contamos cuáles son los pasos para su preparación.

 

Tiempo:

Preparación: 10 minutos

Horneado: 25 minutos

Total: 35 minutos

 

Ingredientes para 4 personas:

  • 1 lámina de hojaldre.
  • 2 puerros.
  • Queso mozzarella (50 gramos).
  • Sal
  • Pimienta

Utensilios necesarios:

  • Sartén.
  • Bandeja del horno.

 

Modo de preparación:

  1. Encendemos el horno a 180 grados para que vaya calentándose mientras preparamos el plato.
  2. Limpiamos bien los dos puerros y los cortamos en trocitos pequeños.
  3. Calentamos en la sartén lentamente los trocitos de puerro cortados con una pizca de sal. Lo dejamos a fuego lento hasta que quede tierno.
  4. Cortamos la mozzarella en trocitos pequeños. Aquí podemos también cortar otro tipo de queso, si queremos darle mayor protagonismo a este alimento.
  5. Colocamos la lámina de hojaldre en la bandeja del horno, bien extendida, y lo pinchamos varias veces con un tenedor para evitar que suba en el horno.
  6. Repartimos el puerro recién pochado por toda la masa del hojaldre. Encima del puerro añadimos los trozos de queso cortado y un poco de pimienta molida.
  7. Metemos la bandeja con el hojaldre en el horno y lo dejamos unos 25 minutos, hasta que tenga un aspecto crujiente y doradito.
  8. ¡¡Listo!!

 

Aporte nutricional por ración:

  • Energía: 280,43 kcal
  • Proteína: 6, 75 g
  • Grasas: 17,13 g
  • Hidratos de carbono: 24,95 g

 

Iconos Nutricionales:

  • Fuente de ácido fólico.
  • Gran aporte de calcio.
  • Gran aporte de vitamina B1 y vitamina B6.

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