Frutas frescas variadas.

¿Qué alimentos nos aportan más agua?

El mantenimiento del equilibrio de agua y las sales minerales en el organismo está estrechamente regulado. Para ello, intervienen en el control de la ingesta y la eliminación del agua varios mecanismos, que implican fundamentalmente la sed, el hipotálamo y el riñón.

“La sed es una señal que nos avisa de la necesidad de beber líquidos para evitar la deshidratación”, explica la doctora Julia Álvarez, coordinadora del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). “Aunque la variabilidad extrema en las necesidades de agua, basadas en las diferencias del metabolismo y en condiciones ambientales y en la actividad, imposibilita dar un nivel único de consumo de agua que asegure una hidratación adecuada y una salud óptima para todas las personas aparentemente saludables en todas las condiciones ambientales, se recomienda en general un consumo de agua de 3 litros al día para varones y de 2,2 litros diarios para mujeres”.

El 80% se obtiene a partir del agua y/o otras bebidas y el 20% restante proviene del agua contenida en los alimentos que se ingieren. A este respecto, la doctora Álvarez añade que “las bebidas alcohólicas no son adecuadas para evitar la deshidratación e incluso pueden favorecerla, no así el consumo de frutas como la sandía o el melón con un 93% y 88% -respectivamente- de agua en 100 gramos de porción comestible, y que pueden aportar al cuerpo hasta un 25% del agua que necesitamos”.

En relación a la diferencia entre mujeres y hombres, esta experta explica que se debe a que el contenido corporal de agua es variable según la edad, el sexo y el contenido corporal de grasa: “Puesto que la grasa no es soluble en agua, a mayor cantidad de grasa corporal, menor porcentaje de agua, lo que explica las diferencias entre hombres y mujeres, de forma que mientras que en los primeros el agua corporal supone alrededor del 60% del peso, en mujeres es de alrededor del 50%”.

Verano, deporte e ingesta de agua

En verano, debido al calor, aumenta la sudoración, lo que repercute en una mayor necesidad de reemplazo de líquidos corporales. Las altas temperaturas, junto con el hecho de que se incrementa la actividad física al aire libre, hace necesaria una mayor atención y cuidado con la ingesta de agua.

“La deshidratación resultante del reemplazo inadecuado de los líquidos durante el ejercicio puede elevar la temperatura corporal central y aumentar la tensión en el sistema cardiovascular, causando un golpe de calor”, afirma la doctora Álvarez.

Para evitarlo, esta experta indica que es recomendable reemplazar las pérdidas de agua por sudoración durante el ejercicio a un ritmo similar a la tasa de sudoración, especialmente en caso de ejercicio intenso o en condiciones climáticas adversas.

Beneficios para la salud del aumento de la ingesta de agua:

– Menos frecuencia de aparición de infecciones urinarias y presencia de litiasis renouretral.

– Mejora la función digestiva y ayuda a evitar el estreñimiento especialmente en los individuos con mayor consumo de fibra.

– Entre personas que están a dieta se relacionaría con la pérdida de más kilos, según una revisión reciente de diferentes estudios.

– Ayuda a mantener lubricadas las articulaciones y evita en parte la fatiga muscular.

– Disminuye las probabilidades de infecciones virales o bacterianas de vías respiratorias altas al facilitar la hidratación de las mucosas que recubren la nariz, garganta, bronquios y tejido pulmonar y facilita la expectoración de secreciones.

– Mantiene la estructura de la piel, el cabello y las uñas hidratadas y saludables.

Composición corporal y contenido de agua

Las diferencias del contenido corporal de agua se dan también en ancianos, en los que se reduce el porcentaje de agua a 50% en varones y a 40% en mujeres debido a una menor masa muscular y una mayor masa grasa, así como en los niños, quienes almacenan menos tejido adiposo y tienen hasta un 75% de agua en sus dos primeros años de vida.

“En cuanto a la obesidad -añade- ésta produce aún menores porcentajes de agua corporal, que puede reducirse incluso a 30-40%, por lo que es un mito que la retención de líquidos sea una causa de obesidad”.

Para disminuir la retención fisiológica de líquidos, que se puede dar en situaciones como durante la segunda mitad del ciclo menstrual o el embarazo, no se recomienda el empleo incontrolado de diuréticos, ya que se puede empeorar la situación como consecuencia de la respuesta compensadora del organismo.

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Ejercicio físico, hidratación y función cardiovascular

Un buen nivel de hidratación es fundamental en la respuesta cardiovascular durante la práctica de ejercicio físico y especialmente si la temperatura ambiental es elevada. Además, desde el punto de vista fisiológico, existe evidencia científica que estados de baja hidratación o de deshidratación se asocian a una caída en el rendimiento deportivo.

Young beauty blonde woman drinking mineral water

Beber agua cuando se hace dieta puede ayudar a perder más peso

Beber agua cuando se está a dieta puede ayudar a perder más peso, según ha mostrado un equipo de investigadores dirigidos por la experta de la Escuela de Salud Pública de Berlín (Alemania), Rebecca Muckelbauer, tras examinar diferentes estudios sobre el consumo de agua y el peso.

Así, los expertos han comprobado que en tres investigaciones se muestra que el aumento de la ingesta de agua entre personas que están a dieta se relaciona con la pérdida de más kilos.

Además, un estudio realizado por Brenda Davy, profesora de la Universidad Virginia Tech (Estados Unidos), desveló que los adultos que bebían dos vasos antes de las comidas perdieron casi dos kilos más que aquellos que no los tomaron.

Otra investigación señaló que las mujeres que aumentaron su consumo de agua mientras se pusieron a dieta perdieron más peso que aquellas que bebieron apenas un litro de agua. Ahora bien, pese a estos resultados, los investigadores no saben los motivos por los que la ingesta de agua hace que se pierdan más kilos ya que no está comprobado que las personas que beben más agua sean las más delgadas.

“Una posibilidad es que el agua silencie el hambre. Sin embargo, no tenemos pruebas concluyentes de que el aumento del consumo de agua reduzca el peso”, ha comentado Davy.

Por su parte, Muckelbauer ha señalado que también podría deberse a la “termogénesis inducida por el agua”, dado que aumenta el gasto de energía del cuerpo. “Sería útil contar con ensayos más grandes para ver las posibles ventajas de la pérdida de peso cuando se bebe más agua durante la dieta”, ha zanjado.

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La importancia de la hidratación en los mayores

Las personas mayores suelen perder la sensación de sed, lo que les convierte en más vulnerables ante situaciones de calor, de actividad física intensa o de enfermedad. La recomendación es de ingerir entre 2 y 2,5 litros de líquido al día, siendo el agua la principal fuente de hidratación. Conviene tenerla siempre a mano y evitar que esté demasiado fría.

Orange juice drinking woman

Los españoles consumieron más de 1.000 millones de litros de zumo en 2012

Los españoles han consumido 1.046 millones de litros de zumo en 2012, según ha informado la Asociación Española de Fabricantes de Zumos (Asozumos).

En concreto, el informe elaborado por Canadean sobre el consumo europeo de zumos para la European Fruit Juice Association (AIJN), ha mostrado que el consumo de zumo entre los españoles sitúa a España con casi un 10 por ciento del mercado total europeo de zumos y néctares, en cuarto lugar y sólo por detrás de Alemania, Francia y Reino Unido, y por delante de Italia. De hecho, el consumo total de zumos y néctares en la Unión Europea se situó en 10.387 millones de litros en este periodo.

En cuanto al consumo per cápita, España se sitúa en una posición muy relevante dentro de Europa, con 22,25 litros en 2012 (aunque éste ha caído un 2,1 por ciento en el pasado ejercicio); por detrás de Alemania (32,1 litros por habitante), por delante del Reino Unido (con 21,1 litros) y próximos al nivel de los países escandinavos o muy desarrollados (Finlandia, Suecia, Holanda y Austria con consumos superiores a los 25 litros).

Respecto a lo que representa el zumo frente al néctar, las cifras se encuentran casi a la par. Concretamente, a los néctares les corresponde en 2012 un 58 por ciento del volumen total, que van ganando peso en detrimento de los zumos que se quedan en un 42 por ciento, con un incremento de 3 puntos de cuota frente al año anterior.

Además, los productos procedentes de concentrado aún representan la mayor parte de la categoría en zumos y néctares, con un 91 por ciento de las ventas y las marcas de la distribución continúan incrementando su peso en el mercado, copando en 2012 un 42 por ciento del volumen.

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Agua, ¿embotellada o del grifo?

Con motivo del 33º Congreso Nacional de SEMFYC (Sociedad Española de Médicos de Familia y Comunitaria), el Dr. Francisco Maraver, Presidente del Comité Científico del IIAS y Profesor Titular de la Cátedra de Hidrología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, impartió la ponencia “Diferencias entre el agua del grifo y el agua envasada”.

Durante esta ponencia, el Dr. Maraver ha expuesto los distintos aspectos que diferencian al agua envasada del agua del grifo, dos productos completamente distintos pero complementarios.

En primer lugar, el Dr. Maraver, ha recordado que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), en sus opiniones científicas de 2010, recalca la importancia del agua de bebida como elemento nutritivo. Sin embargo, la normativa que rige las aguas potables ordinarias o del grifo, (RD 140/2.003, de 7 de febrero), se basa más “en términos de seguridad y salubridad para el consumidor que en sus valores nutricionales”, ya que independientemente de su origen, en la mayoría superficial (ríos, embalses, desaladoras), su contenido mineral y sus características físico-químicas no son constantes, pues les afectan condicionantes externos como el régimen de lluvias, los vientos o la temperatura, entre otros.

Además, en las plantas potabilizadoras y desaladoras, éstas son sometidas a diferentes tratamientos: correctores de pH, fluoración, coagulantes/floculantes, filtración, desinfectantes/oxidantes, inhibidores de la corrosión, adsorbentes, agentes reductores, algicidas (Orden SCO/3.719/2.005, de 21 de noviembre). Por tanto, nunca tendremos la certeza de que el agua del grifo que se ingiere hoy sea idéntica a la de hace 60, 90 ó 180 días.

Para el Dr. Maraver, atendiendo a estas premisas, “no es razonable equiparar las aguas de grifo con las aguas minerales naturales envasadas. Estas últimas se rigen por el Real Decreto 1.798/2.010, de 30 de diciembre y se caracterizan porque, además de ser bacteriológicamente sanas, tienen su origen en un estrato subterráneo; esto las distingue de las restantes aguas potables, ya que su naturaleza se mantiene invariable en el tiempo, al no afectarles condicionamientos externos y debiéndose por ley, proteger la pureza original del acuífero contra todo riesgo de contaminación. Además, el envasado de las aguas minerales se hace a pie de manantial sin sufrir ningún tratamiento químico ni microbiológico, ya que son sanas y puras en origen. Por todo ello, a la pregunta de si el agua mineral natural y el agua del grifo son lo mismo, la respuesta es no, sin duda no”.

Por tanto, el agua del grifo es un servicio público al que todo ciudadano tiene derecho y en cuya calidad debe trabajar y asegurar la Administración mientras que, por su parte, las aguas minerales son un producto alimentario y se rigen por una legislación específica y distinta de las aguas de consumo público.

Igualmente, el Presidente del Comité Científico del IIAS, ha destacado la trascendencia del agua mineral natural como alimento nutritivo básico, que nos aporta una composición constante en minerales con posibles efectos beneficiosos para nuestra salud y muy útil para segmentos concretos de la población.

Conoce los valores de las aguas minerales naturales

El IIAS, en su labor de informar sobre las características y propiedades de las aguas minerales, quiere recordar que las aguas minerales naturales:

· proceden de acuíferos subterráneos y están protegidas de cualquier tipo de contaminación;

· llegan a nosotros envasadas con la misma pureza que presentan en el manantial;

· son sanas desde su origen, por eso no requieren de ningún tratamiento químico ni microbiológico para su consumo;

· tienen una composición constante en minerales que podemos leer en sus etiquetas, por eso siempre sabemos lo que bebemos;

· su composición mineral depende de las rocas por donde se filtran de forma natural, así como el tiempo, profundidad y temperatura de su recorrido en el subsuelo;

· se comienzan a envasar debido al auge de los balnearios de los siglos XIX y XX y a la demanda de los consumidores de seguir beneficiándose de los efectos beneficiosos de estas aguas en sus casas;

· gracias a su envasado a pie de manantial se consigue que el producto llegue a nosotros tal cual se encuentra en la naturaleza;

· no hay dos aguas minerales iguales. En España existen más de 100 variedades distintas;

· son una manera saludable de hidratarnos, ya que nuestro cuerpo es en un 60% agua;

· no necesitan nunca ser hervidas para preparar alimentos infantiles, ya que son puras en origen y su pureza se mantiene intacta una vez envasadas;

· son una bebida ideal desde la infancia y, al tratarse de un producto tan sano, natural y que no aporta calorías, su consumo supone un hábito saludable para prevenir el sobrepeso.

Los adolescentes más sedentarios consumen más refrescos y menos fruta

Frente a estos datos, aquellos que invierten más tiempo al estudio, tanto entre semana como durante el fin de semana, disminuyen el consumo de refrescos entre el 50 y el 60 por ciento.

Estos son algunos de los datos obtenidos en el estudio realizado por el grupo de investigación GENUD de la Universidad de Zaragoza, coordinado por el profesor Luis Moreno, sobre 2.200 adolescentes europeos.

La revista Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine publica los resultados de este trabajo, en el que se muestra la asociación entre diversas conductas sedentarias y el consumo de diversos grupos de alimentos en adolescentes europeos.

Para la realización del estudio, la investigadora Alba Santaliestra-Pasías, así como el resto de colaboradores del grupo GENUD, han utilizado datos del estudio transversal HELENA (Healthy Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescence).

Los resultados publicados se basan en más de 2.200 adolescentes con edades comprendidas entre 12,5 y 17,5 años procedentes de ocho ciudades europeas (Atenas, Dortmund, Gante, Lille, Roma, Estocolmo, Viena y Zaragoza).

La investigación ha tenido en cuenta el tiempo que los adolescentes europeos dedican a actividades sedentarias, como la utilización de medios electrónicos.

Así, el estudio ha detectado que los adolescentes europeos superan con creces la recomendación a nivel mundial de no dedicar más de 2 horas al día a actividades sedentarias, como es el caso de la televisión, ordenadores y videoconsolas.

De hecho, esta investigación ha observado que el tiempo que estos adolescentes europeos pasan ante las “pantallas” supera las cuatro horas diarias; dos horas a ver la televisión, una hora a jugar a los ordenadores y otra a utilizar internet en su tiempo libre.

Estos datos se unen a los obtenidos en otro estudio internacional, que sugiere que determinadas conductas sedentarias como el consumo de televisión u ordenadores influyen en el consumo de diversos tipos de alimentos.

En este sentido, el consumo de bebidas refrescantes se ha relacionado en algunos estudios con una mayor prevalencia de obesidad, debido al aporte suplementario de calorías que se consumen en elevada cantidad. Además, el consumo de frutas y verduras está relacionado con la prevención de algunos tipos de cáncer y de enfermedades cardiovasculares.

Los investigadores de la Universidad de Zaragoza han valorado también la relación entre el tiempo de estudio que dedican los adolescentes y el consumo de diversos alimentos, debido a que existe poca evidencia en relación a este comportamiento.

Para la investigadora Alba Santaliestra-Pasías el desarrollo de conductas saludables relacionadas con la alimentación y los comportamientos sedentarios está íntimamente ligado al ambiente familiar. En su opinión, es esencial hacer hincapié en los factores culturales y en las actitudes de los padres, limitando el consumo de medios electrónicos, y fomentando una alimentación saludable.

Los resultados de este estudio, según la joven investigadora aragonesa, deben animar a disminuir las actividades sedentarias en los adolescentes, así como a potenciar el consumo de una alimentación saludable rica en frutas y vegetales, y a disminuir el consumo de bebidas refrescantes y otros alimentos con elevado aporte energético, para así disminuir la incidencia de enfermedades crónicas como la obesidad.

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En verano si no quieres engordar sigue con la dieta mediterránea

Por ello, para evitar descompensaciones nutricionales y otros problemas como el incremento de peso, los expertos de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC) han aconsejado mantener las pautas de la dieta mediterránea que se han debido seguir a lo largo del año.

Además, han recordado que tomar una dieta variada normocalórica y la práctica de ejercicio físico, junto con una buena hidratación, permitirá disfrutar saludablemente de las vacaciones. Por tanto, es importante que, para no acumular un exceso de kilocalorías, se modere el consumo de productos hipercalóricos como helados, bebidas alcohólicas, platos precocinados o elaborados con gran contenido en grasa como, por ejemplo, la “comida rápida”.

Asimismo, los expertos han subrayado la importancia de mantener una buena hidratación durante los meses de verano debido a las altas temperaturas y han recomendado tomar entre un 1,5 litros y 2 litros de agua al día que, a su vez, pueden completarse con bebidas acalóricas como, por ejemplo, té e infusiones frías.

“Existen alternativas para afrontar los días de calor que contemplan el consumo de verduras entre dos y cuatro raciones diarias –especialmente crudas como ensaladas–, así como gazpachos y platos templados, incluyendo además, tres piezas de fruta de temporada diarias como piña, sandía, melón, mandarinas, naranjas, que pueden combinarse como piezas enteras o zumos naturales”, han recalcado, para recomendar la ingesta de refrescos “light” o “zero”.

Hidratación en niños y mayores

Durante los meses de verano, es necesario prestar una mayor atención a niños y personas mayores en relación a la ingesta de agua. En el caso de los menores, su actividad física se incrementa por lo que, según han advertido estos expertos, los padres deberán vigilar la toma de líquidos y frutas.

“La mayoría de los pequeños no sienten gran atracción hacia estos alimentos, de manera que un buen método para introducirlos en estas edades es la elaboración de batidos de frutas naturales o zumos. El desayuno es muy importante, comida que debería incluir un lácteo, una fruta y un cereal”, han recalcado.

Las personas mayores están también incluidas en un grupo de riesgo debido a las deshidrataciones que suelen darse en este colectivo. Por ello, es fundamental que beban agua y se refresquen cada cierto tiempo, sin esperar a que aparezca la sensación de sed.

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Una buena hidratación en verano para evitar calambres, golpes de calor o una hospitalización

El European Hydration Institute (EHI), fundación que promueve la hidratación humana y sus efectos para la salud, el bienestar y el rendimiento físico y cognitivo, advierte, en esta época estival, de la necesidad de estar correctamente hidratado en verano para evitar calambres, golpes de calor e incluso la hospitalización por una deshidratación.

Un adulto que vive en un clima de temperaturas moderadas pierde unos 2-2,5 litros de agua al día a través de la respiración, el sudor, la orina y otras secreciones del cuerpo. En verano, esta cantidad se puede llegar a duplicar, suponiendo un problema importante si no se remedia a tiempo.

El Prof. Lluís Serra-Majem, miembro del Comité Científico Asesor del EHI y Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria comenta que “es importante estar correctamente hidratado a lo largo del día e ingerir los suficientes líquidos y alimentos. No debemos olvidar que un 70-80% del agua que consumimos viene de las bebidas, mientras que el resto proviene de los alimentos”.

En verano, mayor riesgo de deshidratación

A medida que aumenta la temperatura del medio ambiente, aumenta el riesgo de deshidratación. Los síntomas deben ser vigilados cuidadosamente, especialmente en personas más vulnerables, como niños, personas mayores, mujeres embarazadas, mujeres en periodo de lactancia, enfermos crónicos o aquéllos que toman ciertos medicamentos que aumentan el riesgo de deshidratación. “En época de calor, el mejor remedio es evitar exposiciones al sol innecesarias, sobre todo a mediodía, y el ejercicio intenso en horas de máximo calor”, comenta el Profesor Serra-Majem.

El European Hydration Institute ha elaborado un decálogo de consejos para asegurarse una correcta hidratación en épocas de calor.

1. En verano, evitar salir con temperaturas altas durante las horas más calurosas del día (que en Europa se dan entre las 11 y las 16 horas).

2. Proteger la cabeza del sol con sombreros o gorras y llevar ropa ligera.

3. Reducir la intensidad y duración del ejercicio.

4. Evitar los lugares mal ventilados, cerrar las persianas durante el día y no abrir las ventanas hasta que la temperatura exterior se haya reducido (por la noche).

5. Pedir consejo acerca de cualquier medicamento que esté tomando, especialmente si aumentan el riesgo de deshidratación.

6. Controlar el peso. En un corto plazo (1-2 días), cualquier peso que se gane o se pierda es probablemente agua.

7. Aprender a reconocer los signos de deshidratación y golpes de calor, como dolores de cabeza, fatiga, sed.

8. Asegurar una adecuada ingesta de líquidos durante todo el día, especialmente en las personas más vulnerables.

9. Beber regularmente, aun cuando no se tenga sed.

10. Comer alimentos que sean ricos en agua y evitar el exceso de alcohol.

El agua también se encuentra en los alimentos

Consumir una gran variedad de líquidos ayuda a mantener una correcta hidratación. El Prof. Serra-Majem recuerda que “aún así, no debemos olvidar que entre el 20 y el 30% del agua que necesitamos diariamente podemos obtenerla de los alimentos como, por ejemplo, la mayoría de las frutas y las ensaladas, que tienen hasta un 80-90% de contenido en agua”.

Por ejemplo, en una comida podríamos llegar a obtener el 50% del agua que necesitamos al día:

Dos vasos de agua: 500 ml

Una ensalada de lechuga, tomate y cebolla (200gr): 180 ml

Dos filetes de pollo a la plancha: 156 ml

Una pieza de fruta: 180 ml

Un café con leche: 150 ml

Total: 1 litro, 166 ml

“Lo adecuado es conseguir una dieta equilibrada que combine alimentos ricos en agua, como las frutas y verduras, con los líquidos necesarios provenientes tanto del agua como de otras bebidas, como refrescos o bebidas que aporten sales minerales”, explica el Prof. Lluís Serra-Majem.

¿Cómo sabemos si estamos deshidratados?

La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más agua de la que ingiere. El signo más evidente de la deshidratación es la sed, pero otros síntomas comunes son el cansancio, palpitaciones debido al aumento del ritmo cardiaco, aumento de la temperatura corporal como consecuencia de la disminución del flujo sanguíneo a la piel y el sudor.

Se podrían calificar los síntomas en leves, moderados y graves:

- Leves (alrededor del 1% del peso corporal): sed, dolor de cabeza, debilidad, mareos, sensación de cansancio, etc.

Moderados (en torno al 4% del peso corporal): boca seca, poca o nada de orina, lentitud en los movimientos, ritmo cardíaco acelerado, falta de la elasticidad de la piel.

Graves (10% o más de peso corporal): Sed extrema, nada de orina, respiración rápida, alteración del estado mental, piel fría y húmeda. La deshidratación severa es una enfermedad potencialmente mortal que supone una emergencia médica.

El color de la orina es una de las mejores maneras de conocer nuestro estado de hidratación. Por tanto, es importante fijarse en su color. Una orina de color claro indica una buena ingesta de líquidos; cuanto más oscura sea, más líquido se debe ingerir.

deporte, placer y salud

Salud y placer, principales motivaciones para hacer deporte

deporte, placer y saludPara los jóvenes, estas razones también son importantes (un 28 por ciento y 10 por ciento respectivamente), aunque también incluyen el físico (un 20 por ciento frente al 9 por ciento en los mayores). Un 42 por ciento de los jóvenes participantes en las encuestas considera que hacer deporte es bueno “por todo en general y que no es necesario tener una razón específica”, por lo que ha respondido en la encuesta que es bueno hacer deporte por las razones anteriormente cuestionadas.

El estudio está basado en una encuesta dividida en dos tramos de edad -de entre 6 y 25 años el primer tramo y de 26 en adelante el segundo- realizada a un total de 1.003 mujeres y hombres residentes en la Comunidad de Madrid, y con preguntas diferentes en función del tramo de edad entrevistado.

A raíz de los resultados obtenidos en el cuestionario realizado por la organización de consumidores, CECU Madrid ha considerado que “muchos casos” de los hábitos alimentarios de los madrileños “son claramente perjudiciales para la salud y el bienestar de los ciudadanos”, mientras que en lo referido a la práctica deportiva sí que detecta “conclusiones positivas”.

El 97% de los mayores practica deporte

Según ha detectado el estudio, la práctica deportiva entre los mayores es generalizada, ya que entre las personas que hacen ejercicio de manera habitual y esporádica alcanzan el 97 por ciento del total de encuestados. Además, la proporción es mayor entre los que practican deporte de forma habitual (un 55 por ciento frente al 42 por ciento de los que hacen ejercicio esporádicamente).

Los jóvenes reparten de forma igualitaria en sus respuestas la práctica deportiva entre el centro escolar y fuera del centro (ambos un 44 por ciento), mientras que un 12 por ciento contestó otro sitio sin especificar.

Fuera del centro, los polideportivos municipales concentran el 58 por ciento, mientras que el 25 por ciento correspondió al 25 por ciento de respuestas. Los gimnasios particulares suman el 17 por ciento de las respuestas. Por el contrario, la calle es el lugar elegido por la mayoría (un 36 por ciento), seguidos por los gimnasios privados (28 por ciento) y las instalaciones públicas (25 por ciento).

Deporte familiar, “un elemento a potenciar”

Respecto al día de la semana en la que los jóvenes practican deporte, un 70 por ciento afirma hacerlo entre semana, mientras que el fin de semana concentra la actividad física del 25 por ciento de los encuestados. El 5 por ciento restante declara combinar ambos períodos de tiempo para hacer deporte.

Por último, la organización de consumidores también se ha interesado por la relación entre la práctica deportiva y la familia entre los jóvenes, con el resultado de que únicamente un 2 por ciento de los encuestados practica ejercicio físico con sus padres.

Un 27 por ciento señala que de forma esporádica, mientras que un 71 por ciento contestó que nunca, por lo que CECU Madrid ha apuntado que “el deporte familiar es un elemento a potenciar”.

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Llega el calor, ¿bebes lo suficiente?

Durante el verano el porcentaje de población susceptible de sufrir una deshidratación aumenta hasta situarse en el 70%. No beber lo suficiente, practicar actividad física o tomar el sol son algunas de sus principales causas, según los datos del estudio sobre Hábitos de Hidratación y Salud de la Población Española que presenta el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) en colaboración con la Organización Médico Colegial (OMC), con el objetivo de concienciar sobre la importancia de mantener unos niveles óptimos de hidratación como parte esencial de la salud.

Según este estudio, en el que han participado 2.000 personas mayores de 18 años de toda España, el 94% de los encuestados afirma no haber sufrido nunca una deshidratación. Sin embargo, sí que han padecido alguno de sus síntomas. Así, el 21% afirma haber tenido dolor cabeza en situaciones de calor o al practicar alguna actividad física, el 25% haber notado sudoración excesiva, el 31% cansancio, somnolencia y el 18% aceleración del ritmo cardiaco.

Además, casi la mitad de los españoles, concretamente el 45%, afirma esperar a beber hasta sentir sed. Ante esto, la Dra. Ana Requejo, portavoz del OHS, comenta que “hay que cambiar este hábito porque cuando aparece la sensación de sed ya se han perdido líquidos y existe una cierta deshidratación. Si no reponemos todo lo que se va perdiendo a lo largo del día, nuestro cuerpo tiene que recurrir al líquido alojado en el interior de nuestras células, pudiendo provocar dolor de cabeza, cansancio, debilidad”.

En general, los encuestados beben menos de lo adecuado. Así, el 86% no alcanza los 2,5 litros al día. Esto es importante para cualquier persona, y especialmente para los mayores, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, niños y personas enfermas. Además, los trabajadores al aire libre, estudiantes o personas que practican actividad física, también necesitan vigilar su hidratación. En total, según datos del estudio, la población de riesgo supone un tercio del total (el 33,8%).

La hidratación es fundamental durante todo el año y en verano aún más, ya que con el calor aumenta las pérdidas hídricas que hay que reponer. Sin embargo, el 18% no bebe más en esta época. Así, durante una jornada de playa el 60% no bebe con la frecuencia necesaria para estar bien hidratado y un 10% puede pasar media jornada o una jornada en la playa sin beber nada.

De hecho, casi la mitad de los encuestados (el 48%) dice que le resulta difícil beber entre 2 y 2,5 litros al día. Ante esto la Dra. Requejo comenta que “ingerir variedad de bebidas como agua, refrescos, zumos o infusiones ayuda a alcanzar los niveles óptimos de hidratación”. La mayoría de los españoles (88%) afirma que ingerir distintas bebidas facilita beber lo necesario. Más de la mitad (el 61,6%) afirma beber por placer y la variedad de sabores es valorada positivamente por el 64,4%.

Además, el 42,8% afirman practicar con frecuencia actividades físicas ligeras, como caminar o realizar tareas domésticas. De quienes practican alguna actividad física durante el verano, el 70% no se hidrata correctamente, de hecho, el 36% bebe únicamente cuando tiene sed y el 23% no lo hace mientras practica deporte porque considera que es malo, un falso mito.

Ante esto el Dr. Jerónimo Fernández Torrente, Vicesecretario General del OMC, comenta que “mantener unos niveles óptimos de hidratación es fundamental para la salud, ya que con el calor aumentan las pérdidas hídricas. Hay que reponer el agua corporal que se pierde a lo largo del día a través de diferentes procesos orgánicos como la transpiración de la piel, la orina o la respiración, ingiriendo variedad de bebidas y alimentos ricos en agua. De hecho, se calcula que entre el 20% y el 25% del aporte hídrico se obtiene de los alimentos y entre un 75% y un 80% de las bebidas”.

Decálogo de recomendaciones de la OMC y el OHS

Para evitar la deshidratación y mantener uno hábitos saludables, especialmente en los meses de verano, el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) y la Organización Médico Colegial (OMC) recomiendan:

1. Beber de 2 a 3 litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades.

2. Si se realizan actividades y esfuerzos físicos notables, conviene aumentar estas cantidades y vigilar las pérdidas excesivas de líquido a través del sudor.

3. Llevar siempre a mano una botella de bebida que nos recuerde la necesidad de beber.

4. No confiar únicamente en la sensación de sed ya que suele aparecer cuando existe cierta deshidratación.

5. Beber variedad de bebidas: agua, infusiones, refrescos, zumos, lácteos, etc. El sabor de las bebidas ayuda a beber lo necesario.

6. Ingerir alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas).

7. Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, tienen efecto diurético y deshidratan.

8. En épocas de calor intenso, además de aumentar el consumo de líquidos, mantenerse en un ambiente fresco y ventilado.

9. Vigilar la adecuada ingesta de líquido de los más vulnerables a la deshidratación (niños, ancianos, deportistas, trabajadores al aire libre, etc.).

10. En caso de duda sobre cómo hidratarse adecuadamente consultar a los especialistas de la salud (médicos, enfermeros o farmacéuticos).

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Sólo la mitad de los profesionales de la salud en España comprueban el estado de hidratación de sus pacientes

Apenas el 50 por ciento de los profesionales de la salud en España evalúa el estado de hidratación de sus pacientes cuando estos acuden a la consulta. El 45 por ciento de los expertos reconoce que solamente lo hace a veces y el cinco por ciento confiesa que nunca lo hace.

Estos son los principales resultados de un estudio realizado por el European Hydration Institute (EHI) entre cerca de 2.000 médicos de Atención Primaria, enfermeras, farmacéuticos, nutricionistas y dietistas de seis países diferentes (Francia, Alemania, Grecia, Italia, Reino Unido y España), y que ha sido publicado en el Nutrition Bulletin Journal, la revista científica de la Fundación Británica de Nutrición.

“Aunque los progresos son satisfactorios, es necesario seguir concienciando a los profesionales de la importancia que tiene una correcta hidratación y de los peligros que supone para el estado de la salud de los ciudadanos que tengan un desequilibrio hídrico”, manifiesta el Prof. Lluís Serra-Majem, Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas y miembro del Comité Científico Asesor del EHI, quien recuerda que “una hidratación inadecuada está asociada a problemas de visión, desequilibrios en la termorregulación, y tiene efectos en el correcto funcionamiento de los riñones y en el sistema cardiovascular”.

Otros países mediterráneos como Grecia o Italia se encuentran en una situación similar a España. El 52 por ciento de los expertos griegos y el 59 por ciento de los italianos afirma que siempre comprueba el estado de hidratación de sus pacientes cuando acuden a consulta, y hasta un 39 y un 35 por ciento, respectivamente, manifiesta que sólo lo hace de vez en cuando.

Sin embargo, los profesionales de la salud de países como Francia, Reino Unido o Alemania, se encuentran a la cola a la hora de asesorar con frecuencia el estado de hidratación de sus pacientes. Sólo el 28 por ciento de los expertos franceses, el 33 por ciento de los ingleses y el 36 por ciento de los alemanes asegura que siempre se acuerda de vigilar este indicador de la salud.

Una buena hidratación, factor clave para mejorar la salud mental y el rendimiento

Entender la importancia que los profesionales de la salud atribuyen a la hidratación y saber por qué ofrecen estas recomendaciones fueron algunos de los objetivos principales que se persiguieron con este estudio. En este sentido, mientras que la mayoría de los profesionales de la salud españoles (73 por ciento) reconoce la importancia que tiene la hidratación para la salud física, sólo el 38 por ciento aconseja a sus pacientes mantener una hidratación adecuada en base a los beneficios que ésta tiene para la salud mental.

“Estar hidratado de forma adecuada es clave para la salud mental, ya que la falta de hidratación está asociada a problemas de concentración y memoria, dolores de cabeza, irritabilidad, somnolencia y fatiga”, subraya el Prof. Serra-Majem. Por su parte, el 73 por ciento de los profesionales aconseja mantener una adecuada hidratación porque considera que ésta es una herramienta positiva para la salud física y el funcionamiento y rendimiento muscular.

Los profesionales de la salud españoles no son los únicos que suspenden a la hora de proporcionar consejos de hidratación por sus beneficios para la salud mental. Italia se encuentra en el último puesto del ránking de los seis países estudiados, ya que sólo una cuarta parte de los especialistas italianos recomienda a sus pacientes mantener una adecuada hidratación para mejorar la salud mental. Y aunque en Alemania los expertos proporcionan consejos sobre hidratación de forma menos frecuente que en otros países, llama la atención que la mitad de ellos lo hace porque reconoce que la hidratación es un factor clave para la salud mental.

El Prof. Serra-Majem hace hincapié en que “los hombres deben ingerir una media de 2,5 litros de agua al día mientras que las mujeres 2, pero esta cantidad dependerá de las condiciones fisiológicas, ambientales y estilos de vida, incluida la dieta, y de cómo sea físicamente activa la persona”. También señala que “es importante recordar que el 20-30 por ciento del agua que se ingiere proviene de los alimentos, mientras que el 70-80 por ciento procede de las bebidas”. “Beber diferentes tipos de líquidos es importante para ayudar a conseguir esa ingesta necesaria para una hidratación óptima y cubrir las necesidades nutricionales”, concluye.