grasas trans

Las grasas insaturadas, que no así las saturadas o las trans, reducen el riesgo de muerte

grasas trans

Las dietas con un alto contenido en grasas insaturadas, caso de los ácidos grasos omega-3 y omega-6, son beneficiosas para la salud. De hecho, y comparadas frente al consumo de carbohidratos con la misma cantidad de calorías, las grasas insaturadas se asocian con una reducción de entre un 11% y un 19% de la mortalidad por cualquier causa. Así lo muestra un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard en Boston (EE.UU.) y publicado en la revista «JAMA Internal Medicine», en el que se incide en la necesidad de evitar las grasas saturadas y, sobre todo, las grasas trans en la dieta y sustituirlas por grasas insaturadas –tanto poliinsaturadas como monoinsaturadas.

Como explica Dong Wang, director de la investigación, «en el último par de años se ha generado una gran confusión entre el público general y en la comunidad biomédica en torno a los efectos sobre la salud de los tipos de grasas en la dieta. Y en este sentido, nuestro trabajo constata los importantes beneficios asociados al consumo de las grasas insaturadas, sobre todo cuando se emplean en sustitución de las grasas saturadas y de las grasas trans».

¿Grasas trans? No, gracias

Para llevar a cabo la investigación, los autores evaluaron la relación entre los distintos tipos de grasas en la alimentación y la mortalidad –tanto general como específicamente asociada a las enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas, respiratorias y oncológicas–. Y para ello, analizaron los datos de 126.233 adultos incluidos en dos macroestudios –el Estudio de Salud de las Enfermeras (NHS I) y el Estudio de Seguimiento de la Salud de los Profesionales– en los que, con una periodicidad de dos o cuatro años y a lo largo de un total de 32 años, se registraron todos los aspectos relativos a la dieta, los estilos de vida y el estado de salud de los participantes. Concretamente, durante los 32 años de seguimiento se produjeron 33.304 decesos.

Los resultados mostraron que las grasas trans son las más perjudiciales para la salud. No en vano, y comparadas frente al consumo de carbohidratos con una cantidad similar de calorías, cada incremento de un 2% en el consumo de grasas trans se asoció con un aumento del 16% del riesgo de mortalidad prematura a lo largo de los 32 años de seguimiento. Sin embargo, las grasas saturadas, típicas de alimentos como la mantequilla o las carnes rojas, tampoco salieron mucho mejor paradas: partiendo del mismo número de calorías en los carbohidratos, cada aumento de un 5% en el consumo de este tipo de grasas conllevó un aumento del 8% en la probabilidad de fallecer por cualquier causa.

Por el contrario, los resultados mostraron que el consumo elevado de grasas insaturadas –tanto poliinsaturadas como monoinsaturadas– se asoció, frente a la ingesta de la misma cantidad de calorías en los carbohidratos, con una disminución de un 11-19% de la mortalidad general.

Hay que eliminar las grasas trans y reemplazar las grasas saturadas por grasas insaturadas, incluidos los ácidos omega-3 y omega-6Frank Hu

Es más; el consumo de dos tipos de grasas poliinsaturadas específicas –los ácidos grasos omega-6, presentes en los aceites vegetales, y los ácidos grasos omega-6, muy comunes en el pescado–, se asoció con un menor riesgo de muerte prematura.

Como indican los investigadores, «los efectos sobre la salud de los tipos específicos de grasas dependen de cómo son reemplazadas. Por ejemplo, y comparadas frente a aquellas personas que mantuvieron altos niveles de consumo de grasas saturadas, los participantes que cambiaron estas grasas saturadas por grasas insaturadas, sobre todo por grasas poliinsaturadas, presentaron un riesgo significativamente menor de morir por cualquier causa durante el período de seguimiento del estudio, así como una probabilidad inferior de fallecer por una enfermedad cardiovascular, por cáncer o por una enfermedad respiratoria o neurodegenerativa. Unos hallazgos que, en el caso de la enfermedad cardiovascular, son consistentes con los observados en numerosos estudios previos, en los que se muestra que la sustitución de las grasas saturadas o trans por grasas insaturadas se asocia con una reducción de las cifras de colesterol total y de LDL o ‘colesterol malo’».

Más sanos y longevos

Pero aún hay más. El estudio también demuestra que, con objeto de mantener la misma cantidad de ingesta calórica, la sustitución en la dieta de las grasas saturadas por carbohidratos también conlleva una reducción, aun modesta, del riesgo de mortalidad.

Entonces, ¿debe sugerirse la sustitución en la alimentación de las grasas, incluidas las insaturadas, por carbohidratos? No, pues como ya se ha referido, las grasas insaturadas ejercen un efecto beneficioso para la salud. De hecho, los resultados mostraron que las personas que reemplazaron su ingesta total de grasas por carbohidratos tuvieron una mayor mortalidad. Un resultado que, como apuntan los autores, «no nos sorprendió, pues los carbohidratos en Estados Unidos suelen contener básicamente almidón y azúcares refinados, cuya influencia sobre la mortalidad es similar a la de las grasas saturadas».

En definitiva, concluye Frank Hu, co-autor del estudio, «nuestro trabajo muestra la importancia de eliminar las grasas trans y de reemplazar las grasas saturadas por grasas insaturadas, incluidos los ácidos omega-3 y omega-6. Un cambio en la dieta que a nivel práctico se puede lograr sustituyendo las grasas de origen animal por una amplia variedad de aceites vegetales para cocinar».

Fuente: http://www.abc.es/salud/habitos-vida-saludable/abci-grasas-insaturadas-no-saturadas-o-trans-reducen-riesgo-muerte-201607051357_noticia.html

Uvas, lavar fruta verano

Intoxicaciones en verano ¿cómo prevenirlas?

Uvas, lavar fruta verano

Las intoxicaciones son una de las clásicas dolencias del verano. Lavar frutas y verduras, no beber agua de pozos no potabilizados o conservar los alimentos en frío son algunos de los consejos de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN)

 

Fuente: http://www.aecosan.msssi.gob.es/AECOSAN/docs/media/galeria_de_medios/audios_radio/prevenir_intoxicaciones_verano.mp3

 

¡Pincha AQUÍ para inscribirte a nuestra Newsletter!

desconectar en vacaciones

Las vacaciones: desconectar del trabajo

desconectar en vacaciones

Con el paso del tiempo, la sociedad ha ido adquiriendo hábitos de vida saludables, en los que comer de forma equilibrada y hacer deporte rutinariamente, se convierten en una base fundamental para alcanzar un nivel óptimo de salud. Sin embargo, en esta ecuación falta un factor aún ignorado o desconocido por la mayoría: la desconexión durante el tiempo libre.

¿Por qué es importante desconectar en verano?

Para poder rendir correctamente en el trabajo, necesitamos una recarga de energía positiva tras el desgaste físico y mental que acumulamos. Saber cuándo es momento de trabajar y cuándo lo es para disfrutar y relajarse, es vital para lograr un equilibro entre cuerpo y mente que, en definitiva, nos permitirá sentirnos mucho mejor con nosotros mismos. Tenemos que mimarnos, cuidarnos y no castigarnos al privarnos de disfrutar en los ratos libres que nos corresponden.

Estudios recientes afirman que aún tenemos que aprender lo importante que es relajarnos e interrumpir la rutina del trabajo. Casi 1 de cada 3 trabajadores españoles no desconectan del trabajo durante las vacaciones, lo cual reafirma que los españoles no nos cuidamos lo suficiente en este sentido.

Consejos útiles para desconectar en las vacaciones de verano

En cuestión de salud, salir de la rutina laboral tiene unos beneficios que notaremos si realmente llegamos a desconectar al 100%:

  • Estimula el cerebro
  • Baja nuestra presión arterial
  • Reduce el estrés
  • Dedicamos más tiempo a nosotros y a nuestras comidas
  • Dormimos mejor y más horas
  • Pasamos más tiempo con familiares y amigos

Cada persona tiene su propia forma de evadirse de la monotonía de cada día y todas son válidas. No obstante, hay unas bases clave para ayudar a llegar a esa desconexión deseada por todos:

  • Dejar todo atado en el trabajo antes de las vacaciones. La mente tiene que estar liberada de carga para poder disfrutar de los ratos libres. El hecho de dejarnos cosas a medias antes de las vacaciones puede ser motivo de ansiedad y estrés.
  • Adiós a las prisas. No existen planes cerrados en vacaciones. Suficiente tenemos a lo largo del año como para preocuparnos ahora del reloj.
  • Dar una oportunidad a lo analógico. Acostumbrados a tanto móvil, ordenador y redes sociales, lo ideal en vacaciones es brindar una oportunidad a nuestras mentes de desconectar de lo digital.
  • Caminar es una actividad física que permite hacer volar nuestra imaginación y desconectar. Además de aislar del trabajo, caminar es una forma de evitar el sedentarismo.
  • Comer de forma equilibrada. Los compromisos laborales, saltarse comidas o picar cualquier cosa, son hábitos poco recomendables en la alimentación. Ahora, en vacaciones, es aconsejable tomarse el tiempo necesario para comer tranquilamente, de forma equilibrada, y disfrutar de ello.
  • Arrastramos muchas horas de sueño que a veces nos resultan imposibles de recuperar, salvo en vacaciones, que disponemos de todo el tiempo del mundo. Duerme entre 7 y 9 horas al día y mantén unos horarios regulares también en vacaciones.
  • Disfrutar de la familia y amigos. Es en este momento de ocio cuando podemos compartir momentos con los que más queremos.

Las vacaciones son una pieza fundamental del puzle de vida saludable. Al igual que otros factores que mejoran nuestro nivel de vida, el tiempo libre que disponemos debe ser utilizado única y exclusivamente para evadirnos de la rutina y volver con las pilas cargadas al trabajo.

Cuidados pelo y piel en verano

RECOMENDACIONES PARA EL CUIDADO DE LA PIEL Y EL PELO EN VERANO

Preparación de la piel ¡Piel limpia e hidratada!

Protegerse del sol

Tus mejores aliados para el sol

Cuidados durante el verano para pelo y piel

SLA_BO_ITPS_infografia_hidratacion_13052016_006-05Descargar en PDF

¡Pincha AQUÍ para inscribirte a nuestra Newsletter!

cerebro e intestino

CEREBRO E INTESTINO. Aspectos psicológicos en los trastornos funcionales digestivos (Parte III)

cerebro e intestino

María Pérez Esteban/ Mayo 2016

El siguiente artículo habla de los aspectos psicológicos en los trastornos funcionales digestivos. La manera de enfocar nuestra vida, la conducta, los pensamientos y emociones repercute en nuestra salud, especialmente en lo considerado para muchos nuestro “segundo cerebro”. Hay una estrecha relación entre nuestro aparato digestivo y nuestra mente, que va desde la parte fisiológica con el nervio vago como hilo conductor entre nuestro cerebro y nuestro intestino hasta el asombroso parecido estructural entre un proceso y otro. Es necesaria una colaboración entre los profesionales de la medicina y de la psicología con el objetivo de ayudar a los pacientes en la mejoría y/o curación de estas patologías. Lo que no podemos ignorar por más tiempo es que no solo somos  un conjunto de órganos con una fisiología particular; somos seres racionales y sobre todo somos seres emocionales, todo se relaciona y se influye. Es necesario por tanto atender otros aspectos de la vida del paciente para llevar a cabo los tratamientos más adecuados para que tengan una vida más sana y plena.

Palabras clave: Cerebro, Intestino, nervio vago, digestión, expulsión, hambre emocional, emociones básicas, niveles de intervención, áreas vitales, dietas, intolerancias alimentarias, colaboración profesional.

UNA VISIÓN COMPLETA: CINCO ÁREAS VITALES Y NIVELES DE

INTERVENCIÓN

PARTE 3

En mi trabajo a parte de acompañar terapéuticamente a la persona que viene a consulta, trato de observar cualquier detalle que parece insignificante, porque a veces esos detalles insignificantes construyen granito a granito el verdadero significado de la problemática de una persona.

A continuación menciono brevemente dos herramientas nucleares que guían mi trabajo terapéutico para que doctores, profesionales y cualquier persona, tengan presentes a la hora de diagnosticar, tratar o simplemente comprender mejor un problema digestivo de origen dudoso o desconocido.

El ESQUEMA DE LAS CINCO ÁREAS VITALES

Todas son importantes y todas hay que tenerlas en cuenta, tanto por su ausencia como por su presencia en la vida diaria de una persona. Cómo se relaciona en cada una de ellas, cómo se siente y el tiempo que dedica en su vida dice mucho de la persona, porque al final lo único que tenemos es nuestro tiempo, somos seres temporales, aunque en nuestra sociedad nos anestesiemos del mil maneras para olvidar lo inolvidable, que desde que venimos al mundo la única certeza es que nos iremos algún día.

Las cinco áreas vitales son:

Área Familia De Origen: entra la información referente a esta área. Si viven los padres, si están separados, son dependientes de la persona, sus hermanos, la relación con ellos, con sus familias políticas, algún pariente significativo que haya marcado su vida.

Área Familia Formada: si tiene hijos, si vive con alguna mascota o solo/a.

Área De Pareja: información de todo lo relacionado con la pareja, estado civil, el lugar que ocupa en la relación, cómo deja que le trate su pareja, como han sido sus relaciones anteriores y si hay algún patrón que se repite.

Área Profesional: todo lo que tiene que ver con el trabajo, cuál es y cómo se desarrolla la ocupación profesional. ¿Es su vocación? ¿Es lo que estudió? Cómo le tratan en el trabajo, cuanto tiempo dedica. Una persona que tenga una úlcera de estómago y no pueda desconectar de su portátil ni en casa o en vacaciones, es muy complicado que el tratamiento para esa úlcera pueda ser efectivo.

Área Ocio/Tiempo Libre: aquí incluimos la relación con los amigos, los hobbies que tiene, si se pone en peligro, si hay actividades de riesgo, si usa su ocio para trabajar o cuidar a alguien. Área Personal: habría una parte sobre la que en principio no tenemos poder para interferir en la que nos encontramos con todas las funciones fisiológicas de nuestro cuerpo: digestión, respiración…etc. Y otra parte que se refiere más a nuestra intimidad: todo lo que hacemos por y para nosotros. Cómo te ves, cómo te sientes actualmente, hacia dónde te diriges, hacia dónde te quieres dirigir. Una parte del área personal está incluida en las otras, cómo me trato en mi trabajo, cómo me protejo ante los riesgos, si practico deporte para cuidar mi salud, cómo me cuido en mis relaciones familiares, de pareja o de amigos.

Algunas personas acuden a terapia por ejemplo por un tema de estrés laboral y no hemos acabado la primera sesión cuando aflora un conflicto profundo con la familia.

Tuve un paciente que vino derivado de la medicina, porque en la diarrea aguda simple que sufría no se encontraba ninguna causa vírica o de cambio en la dieta y además tenía mucho estrés laboral. En seguida afloró un tema de ansiedad y mucho miedo a la hora de gestionar los problemas que tenía para tener nuevas relaciones de pareja a raíz de haber sufrido una experiencia traumática con una relación pasada; aunque esto fue lo nuclear, esa ansiedad y miedo afectaban también a las otras áreas de su vida.

No se puede atender un área sin “mirar a la cara a las otras”, todas están relacionadas y confluyen por el mismo río que somos nosotros.

Aunque a veces desviemos la mirada de los problemas realmente importantes, aunque a veces nos ignoremos a nosotros mismos, es importante darse cuenta que nuestra enorme capacidad de aguantar y sobrevivir es un arma de doble filo, gracias a ella somos lo que somos, pero por ella nos convertimos en lo que somos. No podemos permitirnos nunca llegar al límite. Al final el esfuerzo de nada sirve si cuando llego a la meta no puedo disfrutar del premio.

La otra herramienta para planificar la intervención es:

ESQUEMA DE LOS CINCO NIVELES:

Si nos imaginamos a las personas como un iceberg, metáfora muy popular últimamente en psicología, cuya película sobre un barco es responsable de que ante la palabra: Iceberg me venga a la cabeza Leonardo Di Caprio pasando mucho frío, mucho amor y unos violines de fondo. La punta del iceberg lo único que vemos, sería el primer nivel: la conducta, sucesivamente iré mencionando el nivel que le sigue por debajo.

Tiene que haber coherencia entre los niveles y congruencia entre todos, la falta de coherencia no se sostiene durante mucho tiempo y al final se acaban adaptando unos niveles a otros para conseguir el equilibrio en la estructura.

En todos los niveles menos el último interviene de manera directa la psicoterapia.

La conducta: qué hace o no hace la persona, cómo habla, con quién. Aquí interviene también la medicina al poner tratamientos, realizar pruebas, operaciones, recomendar patrones de conducta o hábitos.

Por ejemplo: Quedarse a trabajar más, no descansar para comer, no actuar frente a una situación injusta, no salir de casa para no relacionarse, darse un atracón por la noche de comida,  no comer, hacer dietas, son algunos ejemplos reales de conductas relacionadas con los trastornos.

Pensamiento Social: es lo que tenemos a nivel consciente sobre la propia vida, las relaciones, el mundo. Algunos ejemplos de pensamientos sociales: “es que si no lo hago me siento culpable”, “no me gustan los conflictos”, “me da miedo la reacción de…”, “si estoy así de gordo/a no encontraré pareja”, “no soy interesante”, “ya pararé el ritmo de trabajo pero de momento no puedo dejar este asunto”, “que me quiten lo que tengo (pero yo no tengo que hacer nada, no?)”, “no tengo fuerza de voluntad para…y total ¿para qué?”, “Me paso un poco pero luego me tomo la pastilla”.

Pensamiento Profundo: es lo que tenemos a nivel no consciente, donde se encuentran los prejuicios, los ideales, las fantasías, el guión de vida enunciado por Eric Berne, o los mandatos; aquellos mensajes limitadores que vamos introyectando desde que somos pequeños como si fueran nuestros pero que en realidad vienen del entorno, de nuestra familia, de nuestra cultura y que en los momentos en que aparecieron no teníamos la capacidad de cuestionarlos ni de defendernos frente a ellos.

En el pensamiento profundo empiezan a aparecer elementos importantes que conforman la psicopatología de los pacientes. Son mensajes inconscientes recibidos del entorno del tipo: No

lo logres, No hagas, No decidas, No estés bien, Esfuérzate, Se perfecto, Se fuerte, Date prisa, Complace…etc. Todos hemos recibido una variedad de ellos o a veces lo hemos imaginado, y por cada uno de ellos tomamos decisiones de forma no consciente. Son estas decisiones tempranas, lo que determina el tipo de autolimitación que adoptamos. Si a una persona de pequeña se le dieron mensajes del tipo “Se Perfecto” tendrá por un lado un nivel de autoexigencia muy grande y por otro dará gran importancia a la imagen que proyecta sobre los demás, las notas, los rankings, sus relaciones con los demás, ya que la perfección o imperfección se mide comparándonos con otros. El problema es que ese tipo de personas tienen un filtro de la realidad particular donde “nunca es suficiente” o “sigo siendo imperfecto,” suelen ser los caballos de carreras que tiran de él/ella hacía una meta inalcanzable. Otra persona que haya recibido de su entorno mandatos del tipo “complace”, tendrá muchas dificultades para imponerse, mucho miedo a los conflictos y se sentirá muy culpable de ir en contra de los deseos de su círculo íntimo.

Nuestra identidad es el resultado de la forma en que hemos estructurado nuestra personalidad.

Emociones Básicas: están a un nivel consciente, son las que sentimos en el día a día. Aunque hay personas que sufren de Alexitimia, es decir, la incapacidad para identificar y describir verbalmente las emociones y sentimientos de uno mismo y de los demás, en circunstancias normales todos sabemos, o deberíamos saber por nuestro bien, cuando estamos tristes, con rabia, alegres…etc. Algunos ejemplos de cómo las emociones están conectadas a nuestro aparato digestivo lo encontramos cuando la persona tiene determinadas conductas o pensamientos del tipo: no tengo ganas de nada, he perdido el apetito, cuando alguien decide no salir de su casa para no relacionarse y comer compulsivamente, encontramos entre otras emociones la tristeza de fondo. La rabia aparece mucho en problemas de úlcera o ardor de estómago, en situaciones conflictivas que no se resuelven a corto plazo nuestro sistema simpático esta continuamente activo a través de la adrenalina, ella hace su función correcta preparándonos para el ataque, el problema es que si no hay combate y la situación está igual que al inicio nuestro sistema seguirá activo hasta que nosotros demos la orden de que la batalla se acabó; el problema se agudiza cuando la batalla es diaria y ahora además nuestra bomba ácida ya esta descontrolada para “echar mas leña al fuego”.

Tuve una paciente que había sufrido la muerte inesperada de su marido y apenas había exteriorizado ninguna conducta de dolor, presentaba Alexitimia. Entre otros problemas de salud tenía un estreñimiento que había pasado de puntual a frecuente, para volverse crónico, esto repercutía en su vida diaria hasta límites de generarla una gran angustia y preocupación. Hay muchos factores que están relacionados en el estreñimiento, no solo dietéticos o emocionales, este problema de salud no nos lo tomamos demasiado en serio en la sanidad y las consecuencias psicológicas son muy graves, las personas además que lo sufren se sienten bastante desprotegidas y lo tienen que asumir prácticamente en soledad porque no reciben la atención e importancia que merecen de su entorno. Esta paciente había tenido otros eventos dramáticos posteriores, sin embargo en todos actuaba de la misma manera, seguía hacía adelante como si no hubiera pasado nada, apenas pedía ayuda y no exteriorizaba sus miedos o preocupaciones. El bloqueo era cada vez mayor y no sólo me refiero al de sus desechos sino al emocional, tenía muchas dificultades para sacar a la luz todo aquello que la hacía sufrir o preocupaba, había un miedo de que si lo hacía se iba a sentir peor o que no podría parar, este miedo es muy común pero en realidad es una fantasía; no es cierto que cuando paremos nos volveremos locos y nos pondremos a llorar para siempre. Cuando paramos descargamos la cantidad suficiente en ese momento y quizás quede mucho dentro, pero como decía uno de mis maestros Pepe Zurita lo que sale ya no vuelve a entrar. Sin embargo esta paciente no expulsaba nada, solo retenía y acumulaba. Abandonó al poco tiempo la terapia. Todos los ejemplos que pongo son frases reales sacadas de mi experiencia profesional, a continuación pongo la frase y la emoción experimentada por la persona “Tengo mariposas en el estómago”: Alegría; “Me lo estoy comiendo con patatas”: Rabia; “Esto no hay quien se lo trague”: Asco y Rabia; “No puedo decírselo me montaría un número…”: Miedo; “No me apetece hacer nada”: Tristeza.

Emociones Profundas: son aquellas que no estarían en el plano de nuestra consciencia. A nivel no consciente existen dos miedos existenciales que son el origen de muchas psicopatologías: Miedo a la invasión: desde que somos bebes nos han vestido, tocado, pinchado, alimentado, bañado, sometido a reglas etc. sin que nosotros pudiéramos hacer o impedir nada, obviamente esto ha permitido nuestro desarrollo aunque hay otra parte de nosotros que ha sido tan invadida,  que en ocasiones hemos experimentado miedo ante esa invasión a la que no podíamos poner límites  Este miedo no superado se refleja en personas que no se pueden comprometer, que les cuesta tener amistades profundas o duraderas, otras que a pesar de tener una relación de pareja viven su vida como si fueran solteros.

El otro es el Miedo al abandono: el origen es el mismo que el miedo a la invasión; nuestra gran inmadurez al nacer, esto hace que seamos totalmente dependientes del otro y tras explicar anteriormente nuestro sistema de apego, el miedo a la exclusión social, a quedarnos solos, a que familia, amigos, compañeros de trabajo, etc. dejen de relacionarse con nosotros es el mayor miedo existencial que puede experimentar el ser humano.

Sin embargo me entristecería reflejar que solo nos movemos por miedo, como un Parchís donde nuestros movimientos solo se dirigen en función del miedo que tengamos hacia un color u otro. Existe algo que es más fuerte que el miedo y que es el arma original y final para combatirlo, es además el motor de nuestro crecimiento personal y de nuestras batallas frente a este poderoso contrincante y es: el amor. Gracias a este impulso innato de buscar al otro, podemos combatir con todas las dificultades que encontremos en el camino.

Llegando al fondo de nuestro iceberg tendríamos la Espiritualidad que incluye los contenidos más profundos del ser humano referente al mundo espiritual y aquí no interviene directamente ni la psicología ni la medicina.

consultas de farmacia en verano

Consultas típicas de la piel en la farmacia en verano

consultas de farmacia en veranoEl buen tiempo propicia que se hagan más planes fuera de casa, que aumenten las escapadas de fines de semana y que, por fin, lleguen las esperadas vacaciones. Durante el periodo estival la farmacia se convierte, más que nunca, en el lugar de referencia para resolver las necesidades de salud y buscar asesoramiento.

Entre las consultas más frecuentes se encuentran aquellas referidas a la piel. Entre las más comunes destacan afecciones como la hiperpigmentación como melasma, el léntigo solar o léntigo malignomelanoma, las picaduras de insectos, los hongos, el acné, las queratosis actínicas o incluso los posibles carcinomas, entre otros.

Gema Herrerías, farmacéutica y vocal de dermocosmética del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Sevilla, explica en qué consisten algunas de ellas y cómo pueden tratarse:

Melasma

La experta indica que la hiperpigmentación de mayor consulta en la farmacia comunitaria es el melasma, que suele afectar a la región malar, el labio superior, el mentón y la frente. “Es muy frecuente en mujeres jóvenes que toman o han tomado anticonceptivos orales y durante el embarazo”, aclara Herrerías.

Respecto al tratamiento, insiste en utilizar protector solar cada mañana combinado con un producto despigmentante por la noche y/o por la mañana, según la tolerancia cutánea. El producto despigmentante se puede encontrar en diferentes texturas, según la tipología de cada piel.

Acné

El acné es una alteración de la producción de la grasa cutánea con proliferación de Propionibacterium acnes. Esto provoca que aparezcan comedones abiertos y/o cerrados, así como posibles lesiones inflamatorias como: pápulas pústulas, nódulos, quistes o cicatrices.

“El tratamiento del acné varía en función del predominio de comedones o de lesiones inflamatorias”, señala Herrerías. “El ácido azelaico o el peróxido de benzoilo son muy útiles en su abordaje en casos más leves, a menos que se requiera tratamiento farmacológico por prescripción médica en casos moderados a graves”.

Prurito

Las lesiones con prurito más consultadas son las picaduras de insectos o la urticaria. En la urticaria aparecen lesiones llamadas habones con edema sobreelevadas que pican. “En el caso de las picaduras, la reacción es localizada con picor en forma de pápula excoriada que puede llegar a formar hasta una ampolla”, matiza Herrerías.

En estos casos los farmacéuticos suelen recomendar productos que contengan amoniaco o calamina para aliviar los síntomas.

Quemaduras

Las quemaduras son alteraciones o pérdidas de sustancia de la superficie corporal producidas por el contacto con diferentes agentes. Pueden ser debidas a agentes térmicos, eléctricos o químicos. Según su profundidad se clasifican en primer grado o epidérmicas, segundo grado o dérmicas, tercer grado o subdérmicas. “Consideraremos quemaduras críticas a aquellas que afectan al rostro, los pliegues, las manos, los pies, los genitales externos y las quemaduras circulares en los miembros”, afirma la experta.

Las quemaduras deben limpiarse con suero fisiológico y tal y como especifica Herrerías, en caso de que sean de primer grado se tratarán con una crema hidratante reparadora con centella asiática que se aplicará de dos a tres veces al día. Las de segundo grado superficiales y pequeñas, deben ser tratadas con una cura húmeda eliminando la piel de las ampollas.

dieta mediterránea

Comienza una nueva edición de los campamentos “mediterraneamos en el Vivero” para fomentar la Dieta Mediterránea entre la población infantil

dieta mediterránea

Cerca de 400 niños de entre 6 y 12 años de colegios públicos de Madrid, disfrutarán de un programa que combina actividades didácticas y de ocio con la Dieta Mediterránea como protagonista

La iniciativa se llevará a cabo desde el 22 de junio hasta el mes de septiembre en el Vivero Escuela Río Guadarrama en Navalcarnero (Madrid)

El campamento se enmarca dentro de las acciones de promoción de la campaña “mediterraneamos 2016”, realizada por el Departamento

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente pone en marcha una nueva edición de los campamentos “mediterraneamos en el Vivero”, cuyo objetivo es fomentar la Dieta Mediterránea entre la población infantil.

Con esta iniciativa, cerca de 400 niños de entre 6 y 12 años de colegios públicos de Madrid, disfrutarán de un programa que combina actividades didácticas y de ocio con la Dieta Mediterránea como protagonista.

Los campamentos, que se desarrollarán desde el 22 de junio y hasta el 9 de septiembre en el Vivero Escuela Río Guadarrama en Navalcarnero (Madrid), en turnos semanales de lunes a viernes, permitirán a los escolares disfrutar de distintas actividades lúdicas relacionadas con la cocina, la ciencia y el inglés.

En la presente edición, se ha contado también con la colaboración de la campaña Pan Cada Día y con la Asociación de Fabricantes de Zumos (Asozumos), tanto para la elaboración de material informativo como para el suministro de producto.

El campamento quiere dar a conocer los pilares básicos de la alimentación mediterránea, fomentar la práctica de ejercicio físico y el aprendizaje de inglés, mediante un programa de actividades variadas que combina ocio y educación.

Se realizarán actividades con contenidos amplios para dar una visión completa de en qué consiste la Dieta Mediterránea, que se llevarán a cabo mediante una metodología dinámica y basada en el ocio para facilitar el aprendizaje de los niños. Para ello la programación de las actividades está diseñada por expertos en ocio y divulgación, y serán conducidas por un cocinero con experiencia en educación y monitores de tiempo libre bilingües.

En las actividades de cocina, los niños conocerán los productos que componen la Dieta Mediterránea con los que posteriormente elaborarán sus recetas. Por otro lado, realizarán deporte, experimentos científicos y actividades en inglés.

CAMPAÑA MEDITERRANEAMOS

Este campamento de verano es otra de las actividades de la campaña “mediterraneamos 2016” del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que, por quinto año consecutivo, busca potenciar en las nuevas generaciones el conocimiento del valioso patrimonio cultural que es la Dieta Mediterránea.

La campaña “mediterraneamos 2016” es una iniciativa impulsada por el Ministerio desde septiembre de 2012, en la que se ha invertido en estos cinco años un total de 2.455.821,00 euros.

Tiene como objetivo el fomento de la Dieta Mediterránea entre los niños y adolescentes, así como un estilo de vida saludable. Para ello, en los 5 últimos años se han organizado actividades educativas y de divulgación para informar, familiarizar e involucrar a las comunidades de escolares en estos buenos hábitos.

Más información:

www.mediterraneamos.es

www.alimentacion.es/es/campanas/mediterraneamos

Fuente: http://www.magrama.gob.es/es/prensa/noticias/comienza-una-nueva-edici%C3%B3n-de-los-campamentos-mediterraneamos-en-el-vivero-para-fomentar-la-dieta-mediterr%C3%A1nea-entre-la-poblaci%C3%B3n-infantil-/tcm7-424844-16

¿Qué hacer con los niños verano?

¿Cómo han de ser los horarios del niño en verano?

¿Qué hacer con los niños verano?

Las rutinas son muy importantes en todas las personas, pero mucho más en los niños. “La regularidad en los horarios y que se repitan determinados hábitos les da seguridad y tranquilidad”, afirma Yolanda de la Llave, psicológica conductual del Instituto del Sueño. Se muestra de acuerdo José Manuel Suárez Santodomingo, presidente de la Asociación de Pedagogos de Galicia (Apega) y comenta que “a los niños, especialmente los más pequeños, hay que establecerles unos ritmos de verano. No se puede dejarles total libertad porque entonces es un caos para todos, ellos y los padres”.

El experto sugiere establecer la nueva rutina de verano de forma progresiva. “Los primeros días de vacaciones se les puede dar vía libre para que hagan lo que más le convenga. Hay un ciclo que hay que romper y se les puede dar 10 o 15 días para que se desahoguen. A partir de ahí hay que regularizarlo”, insiste.

¿A qué hora levantarse y acostarse?

Esta regularización no ha de ser tan rígida como durante el curso. De la Llave reconoce que “cuando llegan las vacaciones no se ven obligados a madrugar. Podemos ser más flexibles y dormir y despertar más tarde”.

Ya no necesitan levantarse tan temprano, pueden hacerlo a las 9 o 9:30. No mucho más tarde porque entonces se motiva una falta de coordinación”, indica Suárez.

La psicóloga advierte de que “si continuamente alteramos los horarios de acostarnos y despertarnos, nuestros relojes internos, que se sincronizan con la luz y las rutinas, se van a volver locos. Así, vamos a tener dificultades para dormir y despertarnos a la hora que tenemos que hacerlo”.

“Es muy importante que los padres sean firmes en este sentido, porque cuando los niños tienen problemas para irse a dormir pronto, se convierte en una batalla”, afirma la profesional.

¿Qué actividades hacer por la mañana y por la tarde?

También hay que tener unos ritmos determinados a la hora de distribuir las tareas. Suárez  indica que “las mañanas son para estar en casa y hacer cosas relacionadas con el intelecto. En las tardes puede haber más libertad para quedar con los amigos o ir donde necesiten”.

¿A qué hora comer?

De la misma manera, la hora de comer debe estar determinada. “No se deben cambiar mucho los hábitos de comida. Si ha aprendido a comer verduras en el invierno, ahora no vamos a darle todos los días hamburguesas”, destaca Suárez.

Volver a la rutina en septiembre

Todo ello facilitará la vuelta a la rutina del curso en septiembre.  Además, para adaptarse progresivamente, hay que instaurar estos nuevos ritmos 15 días antes del comienzo del colegio.

“Establecer los horarios nada más empezar el curso es malo. A las 8 de la mañana, cuando se tenga que levantar el niño, no va a querer. Es mejor aprenderlo con tiempo y no esperar al último día”.

Fuente: http://www.dmedicina.com/familia-y-embarazo/mi-nino/2016/06/12/como-han-horarios-nino-verano-113081.html?cid=MOTB001

vacaciones de niños en verano

Vacaciones escolares: ¿qué hacer con los hijos?

vacaciones de niños en verano

La llegada del verano y el comienzo de las vacaciones de verano propician un cambio en las rutinas diarias que afectan a los más pequeños de forma directa y, por ende, a sus padres. Por ello, y con el objetivo de conseguir que la adaptación a este periodo sea lo más llevadera posible, y que no pase factura al próximo invierno, expertos han destacado la importancia de continuar con las rutinas, estructurar el tiempo libre con periodos de descanso y actividad, así como compartir tiempo como compartir el tiempo con la familia. 

Sin embargo, muchas veces resulta complicado conseguir un equilibrio entre la relajación en las reglas durante el verano con el mantenimiento de algunos hábitos mínimos que son fundamentales para la estabilidad de los hijos. “Por norma general, los niños tienen más vacaciones que los padres, por lo que los campamentos y los abuelos se convierten con frecuencia en sustitutos del aula. Además, cada cambio para el niño supone  iniciar un proceso adaptativo, lo que hace que con frecuencia se encuentren más nerviosos y alterados”, ha explicado la psicóloga infantil del Hospital Quirón salud San José, Paloma Méndez de Miguel.
Ante esto, el jefe de sección asistencial de Pediatría y Oncohematología del Complejo Hospitalario de Navarra y miembro de ‘Top Doctors’, Javier Molina Garicano, ha subrayado la necesidad de que los horarios de verano se parezcan lo “más posible” al del invierno, porque un cambio de las actividades aprendidas puede derivar en “desasosiego y desconcierto”.
Asimismo, es importante también que la rutina del sueño sea parecida si bien, la doctora Méndez de Miguel ha reconocido que es “acertado” retrasar la hora de acostarse y de levantarse con el fin de adaptar el horario del menor al del adulto. También es necesario que tengan un cierto orden con las comidas y no se salten ninguna por estar de vacaciones.
PERIODO PARA TRANSMITIR OTRAS ENSEÑANZAS
Estructurar el tiempo libre con periodos de descanso y actividad, y ofrecer alternativas para que puedan disfrutar de su tiempo libre son otras de las principales medidas aportadas por los expertos para atender y educar a los niños en verano.
“El concepto de ocio, entendido como tiempo dedicado a hacer lo que nos gusta y que habitualmente no podemos hacer durante el resto del año, no comporta que debamos dejar de lado el aprendizaje. El verano  puede ser el momento de transmitir otro tipo de enseñanzas y valores también importantes como la colaboración en las tareas domésticas o ir al cine u a otro tipo de espectáculo“, ha apostillado la doctora del Hospital Universitario Quirón Dexeus y miembro de ‘Top Doctos’, Nuria Curiel Águila.

Estas declaraciones han sido corroboradas por el también miembro de ‘Top Doctors’ y director del Instituto Valenciano de Pediatría, Ignacio Manrique Martínez, quien ha subrayado la importancia de que los padres dediquen tiempo a sus hijos ya que los menores suelen tener una “falta de afecto” porque lo poco que les ven durante el resto del año.
“Puede ocurrir que los niños entiendan la situación al revés y comprendan que sólo cuentan en su vida con sus conocidos o amigos del colegio por ser a los que ven más frecuentemente y que sus padres están ahí solo puntualmente”, ha recalcado el Manrique Martínez, quien ha recomendado fomentar el tiempo que los menores dedican a sus abuelos y a visitar sus pueblos.
Ahora bien, el experto en Neurología Infantil y miembro de ‘Top Doctors’, Andrés Cánovas, ha aseverado que los campamentos de verano son una “muy buena solución” para compatibilizar la vida familiar y laboral y, al mismo tiempo, ayudan a los menores a desarrollar competencias sociales y comunicativas.
En definitiva, según han señalado los especialistas, el “mejor modo” de conseguir unas vacaciones satisfactorias para la familia es equilibrar la disminución de responsabilidades con la libertad que otorga tener un largo periodo de ocio.

Fuente: http://www.infosalus.com/asistencia/noticia-vacaciones-escolares-hacer-hijos-20160625083248.html

cerebro, intestino, emociones

CEREBRO E INTESTINO: Aspectos psicológicos en los trastornos funcionales digestivos (Parte II)

cerebro, intestino, emociones

 

María Pérez Esteban/ Mayo 2016

El siguiente artículo habla de los aspectos psicológicos en los trastornos funcionales digestivos. La manera de enfocar nuestra vida, la conducta, los pensamientos y emociones repercute en nuestra salud, especialmente en lo considerado para muchos nuestro “segundo cerebro”. Hay una estrecha relación entre nuestro aparato digestivo y nuestra mente, que va desde la parte fisiológica con el nervio vago como hilo conductor entre nuestro cerebro y nuestro intestino hasta el asombroso parecido estructural entre un proceso y otro. Es necesaria una colaboración entre los profesionales de la medicina y de la psicología con el objetivo de ayudar a los pacientes en la mejoría y/o curación de estas patologías. Lo que no podemos ignorar por más tiempo es que no solo somos  un conjunto de órganos con una fisiología particular; somos seres racionales y sobre todo somos seres emocionales, todo se relaciona y se influye. Es necesario por tanto atender otros aspectos de la vida del paciente para llevar a cabo los tratamientos más adecuados para que tengan una vida más sana y plena.

Palabras clave: Cerebro, Intestino, nervio vago, digestión, expulsión, hambre emocional, emociones básicas, niveles de intervención, áreas vitales, dietas, intolerancias alimentarias, colaboración profesional.

SEGUNDO CEREBRO Y LAS EMOCIONES

PARTE 2

Hace un par de años en un popular programa televisivo sobre encuentros familiares o de personas que habían estado separadas durante años por diversas circunstancias, al conocido portero Iker Casillas se le vendaron los ojos y se le sometió a la prueba de comer tres tipos de rosquillas, el reto era averiguar cuales eran de su abuela y cuales no. Esta prueba venía porque Iker afirmaba que las rosquillas de su abuela eran las mejores que había comido. Superó la prueba, es decir, averiguó cuales eran de su abuela y cuales no. ¿Es posible que un alimento compuesto de: harina, huevo, levadura, aceite, azúcar y esencia de limón, la abuela de Iker los mezcle de tal manera, para dejar una huella imborrable en su cerebro o hay más factores que la mera composición de nutrientes?

Nos encontramos en el intestino con alrededor de 100 millones de neuronas, más que las que contiene la médula espinal. Esta multitud de neuronas en el sistema nervioso entérico nos permite sentir el mundo interior de nuestro intestino y su contenido. Gran parte de este arsenal neuronal se pone de manifiesto en la elaborada rutina diaria de la digestión; descomponer los alimentos, absorber nutrientes y expulsar los desechos requiere de procesos químicos, mecánicos y rítmicas contracciones musculares que mueven todo hasta el final. Por lo tanto, equipado con sus propios reflejos y sentidos, el segundo cerebro puede controlar el comportamiento de los intestinos independientemente del cerebro, explica Michael Gershon jefe del departamento de Anatomía y Biología celular en el Centro Médico de la universidad de Columbia en Nueva York, experto en el naciente campo de la neurogastroenterología y autor del libro The Second Brain ( HarperCollins, 1998). Gershon dice “The brain in the head doesn’t need to get its hands dirty with the messy business of digestion, which is delegated to the brain in the gut,” (nuestro cerebro no necesita ensuciarse las manos con el embrollado asunto de la digestión, el cual es delegado al cerebro del intestino.)

Desde el intestino además se produce al 95% de la actividad de la serotonina, sustancia que trabaja como neurotransmisor en la inhibición de: la ira, la agresión, la temperatura corporal, el humor, el sueño, el vómito y el apetito, y es responsable de mantener en equilibrio nuestro estado de ánimo (sus distintos niveles en nuestro organismo están relacionados con la depresión).

Aquí se produce también más del 50% de la actividad de la dopamina: neurotransmisor que entre sus funciones regula los niveles de placer en nuestro cerebro. Su secreción se da durante situaciones agradables y nos estimula a buscar aquella actividad u ocupación agradable. Esto significa que la comida, el sexo, y varias drogas, son también estimulantes de la secreción de la dopamina en el cerebro en determinadas áreas tales como el núcleo accumbens y la corteza prefrontal.

Con esta implicación del sistema opiáceo durante la ingesta los alimentos que componen un atracón, lo que llamamos el “Hambre emocional”, pueden tener un efecto psicoactivo de la serotonina y de la dopamina, de manera que comer puede generar una adicción o conducta patológica: el acto de comer en sí mismo es un ansiolítico natural. En este contexto hablamos especialmente de los Carbohidratos simples refinados (bollería industrial, patatas fritas…etc ), nadie cura la ansiedad metiéndose un atracón de acelgas hervidas; esto es meterme más en el campo de los Trastornos de la Conducta Alimentaria pero que también desencadenan trastornos digestivos y están relacionados con la parte emocional en el acto de comer. Se dan una serie de factores que pueden predisponer a una relación con la comida adictiva o patológica como baja autoestima, necesidad de gratificación inmediata y de relaciones nuevas, baja tolerancia a la frustración, descontrol de impulsos, agresividad, dificultades para afrontar conflictos, tendencia a la evitación de situaciones críticas, incapacidad para pedir ayuda o dificultades de adaptación a la vida cotidiana (responsabilidades familiares, laborales) y/o rellenar vacíos existenciales comiendo.

No es por ello sorprendente que hay muchos trastornos como la ansiedad, la depresión o el autismo que tienen manifestaciones intestinales específicas, y a la inversa, nos encontramos con determinados trastornos intestinales como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa en las cuales se presenta con mayor frecuencia en la población trastornos psicológicos como la alexitimia, perfeccionismo, elevado neuroticismo, ansiedad y depresión.

Emeran Mayer. Profesor de Psiquiatría, Fisiología y Ciencias del comportamiento en la David Geffen School of Medicine at the University of California, Los Angeles (U.C.L.A.) dice que: Gran parte de nuestras emociones están probablemente influenciadas por los nervios de nuestros intestinos. El sistema es demasiado complicado para haberse desarrollado simplemente para asegurarse de que “las cosas” se muevan al colon.

Esta afirmación me lleva inevitablemente a hablar de las emociones. Les recuerdo a los lectores que aunque tengo formaciones en diferentes campos y escuelas psicológicas, y las que tendré puesto que me considero la “estudiante eterna”, mi escuela de base a la hora de trabajar en terapia es la psicoterapia humanista integrativa, donde uno de los principales objetivos es el trabajo profundo de las emociones.

Todas son importantes y todas juegan un papel crucial a lo largo de nuestras vidas, sin olvidar que tienen un componente puramente biológico y adaptativo. El origen de los mecanismos emocionales es, filogenéticamente, muy antiguo. Los seres vivos necesitamos continuamente tomar decisiones para reaccionar de manera adecuada a un entorno que cambia constantemente. En el caso del hombre, al tener una corteza prefrontal muy desarrollada, la situación se vuelve mas compleja, porque nuestra gran capacidad cognitiva con respecto al resto de las especies crea una situación donde las emociones no son las únicas protagonistas en la toma de decisiones, pero siempre están y aparecen. Esto es lo que nos interesa aquí; las consecuencias negativas de no gestionarlas adecuadamente, cómo repercuten en nuestra salud cuando no las tenemos en cuenta o si la emoción que mostramos no corresponde a la que en realidad tenemos, lo que en psicología llamamos los rackets ; por ejemplo culturalmente a los hombres se les ha educado para sacar rabia y bloquear la tristeza, a veces aunque estén experimentando tristeza dan un puñetazo sobre la mesa porque socialmente para ellos es lo más aceptado. En las mujeres al revés, hemos sido educadas para sacar tristeza y bloquear la rabia, en ocasiones las mujeres lloramos aunque en realidad estamos con mucha rabia y lo que necesitamos es dar una patada, “pareces un marimacho” o “los hombres no lloran” son ejemplos de los mensajes que desde niños van formando el “padre crítico” dentro de nosotros a nivel inconsciente y configuran en adultos determinados comportamientos no sanos, pero que nos sirven para adaptarnos mejor a nuestro entorno.

Esa “energía producida por la emoción” tiene que salir de una manera adecuada porque sino la acumularemos en alguna parte enquistándola, o sacándola en otra situación totalmente inadecuada, o por último a través del cuerpo; las conocidas enfermedades de origen psicosomático, pero desaparecer no va a desparecer.

Lo que no podemos ignorar por más tiempo, es que somos seres emocionales, no solo cognitivos. Las emociones surgen y van a surgir toda la vida porque nuestros cerebros se encuentran preparados para reaccionar siempre con una respuesta emocional ante la presencia de los estímulos ambientales y/o de nuestros propios pensamientos.

Recordaremos brevemente cual es la misión biológica de nuestras emociones básicas:

MIEDO: nos alerta de una situación de peligro, ante el miedo hay tres formas de actuar: enfrentamiento, huida, y pasividad o frozen (congelamiento), las tres son importantes, la clave es elegir la adecuada según las circunstancias. Lo inadecuado por ejemplo sería actuar siempre con la misma respuesta, esto lo menciono porque de aquí surgen patologías cuando la persona ante el miedo siempre actúa de la misma manera: huyendo, enfrentándose o quedándose parada.

RABIA: aparece en una situación ambiental que percibimos como amenazante y en la cual hemos descartado la huida o la pasividad y nos preparamos por lo tanto para el enfrentamiento físico del ataque. Hay que tener mucho cuidado si ante una situación conflictiva no encontramos una solución a corto plazo, ya que esta emoción puede hacerse crónica y agravarse transformándose en rencor, cuyas consecuencias son muy negativas para nuestra salud física y mental. La rabia es legítima y necesaria, lo que hay que aprender es a sacarla de una manera sana de modo que no nos hagamos daño a nosotros ni a los demás.

ASCO: nos sirve para evitar riesgos al entrar en contacto con sustancias potencialmente dañinas para la salud. Esta emoción es especialmente importante con los alimentos que ingerimos, nos alerta de aquellos que pueden estar en mal estado, también nos alerta al contacto corporal con todo tipo de materiales que nos resultan repugnantes y pueden entrañar un riesgo de contagio o de suciedad.  La tendencia innata es mantenernos limpios y alejados de los materiales sospechosos.

ALEGRÍA: nos impulsa a explorar el entorno para encontrar fuentes de estimulación. Forma parte de nuestro sistema de búsqueda y logro, tiene que ver con la regulación de endorfinas, serotonina, oxitocina; activa nuestro sistema de apego para: la búsqueda de parejas sexuales, crear lazos afectivos, búsqueda de satisfacción en el ambiente.

TRISTEZA: comparándonos en la naturaleza al resto de los seres al nacer somos extraordinariamente inmaduros y si nadie se ocupa de alimentarnos y de protegernos, perecemos sin remedio. Esto me lleva a mencionar la teoría del apego de John Bowlby (1969), uno de los descubrimientos más importantes de la psicología, todos nacemos con un sistema de apego que indica que estamos programados para buscar el cariño y la relación con el otro durante toda nuestra vida. El recién nacido necesita desarrollar una relación con al menos un cuidador principal para que su desarrollo social y emocional se produzca con normalidad. Desde que nacemos necesitamos al otro para sobrevivir. Esta emoción regula y advierte de los estados de esta carencia o cuando nuestro sistema de apego esta activado por algo.

Ahora que tenemos el sentido biológico, aquí y ahora ¿cómo gestionamos nuestras emociones? Hemos pasado de recolectar, cultivar, cazar, estar en contacto con la naturaleza a pasar en muchos contextos laborales 16 horas sentados, y nuestro cuerpo no fue diseñado genéticamente para esta vida. Nuestro cuerpo tiene una potencia muy grande y se mueven muchas cosas en nuestro interior no solo comida.

Alimentación saludable en verano

Consejos para una alimentación saludable en verano

Alimentación saludable en verano

El verano es para desconectar, descansar y decirle adiós a la rutina, pero no debemos romper nuestros hábitos de alimentación saludable. En verano hay que adquirir una rutina que favorezca una dieta sana, ordenada y completa.

El verano es una época de desconexión y descanso en nuestras vidas, si bien no podemos romper con la rutina de alimentación saludable. En verano es más frecuente saltarse comidas, llevar un horario desordenado o comer en exceso como parte de las reuniones propias del ocio veraniego, por eso debemos prestar especial atención a esos momentos.

La dieta de verano debe nutrir y refrescar. En esta época del año es aconsejable que nuestra alimentación sea completa en nutrientes y aporte un extra de sustancias antioxidantes para ayudar a proteger la piel de los efectos de la radiación solar. Además, debe tener un aporte suficiente de líquidos para hidratarnos.

Dieta saludable

Durante el verano nuestro cuerpo agradecerá que tomemos comidas ligeras y refrescantes, dejando las comidas copiosas para el invierno.

Elige alimentos con alto contenido en agua, vitaminas, minerales y fibra que nos ayuden a combatir las altas temperaturas y a sentirnos bien.

Debemos tomar todos los grupos de la pirámide de los alimentos, primando las frutas, verduras, y las recetas frías. Elegimos aceite de oliva virgen extra para cocinar y aliñar y reduciremos las comidas grasientas y fritos que pueden hacer más pesada la digestión y aportan un mayor contenido en calorías. El aporte proteico lo conseguiremos a través de lácteos, carnes, pescados, huevos, legumbres, cereales y frutos secos.

Se recomienda recurrir a los productos de temporada y garantizar una adecuada hidratación, sobre todo en las horas de más calor bebiendo regularmente.

Hidrátate

Los días de calor intenso obligan a nuestro organismo a realizar un esfuerzo de adaptación para mantener la temperatura corporal. Bebe al menos dos litros de agua diarios en verano y toma ocasionalmente otras bebidas y alcoholes de baja graduación. Si haces ejercicio toma líquidos cada 2 horas como mínimo: agua, bebidas con sales, y vegetales ricos en agua.

Cuida la higiene en la cocina

Durante el verano se consumen más productos crudos, además el calor favorece la contaminación en los alimentos. Por ello, es preciso mantener unas adecuadas medidas preventivas. Lávate frecuentemente las manos con agua y jabón y no olvides lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas. Cocina los alimentos a una temperatura suficiente y consúmelos inmediatamente después de ser cocinados o bien consérvalos en frio bien envueltos.

Aparte de disfrutar nuestras vacaciones, no debemos olvidar los básicos saludables del verano: el ejercicio, la alimentación y la hidratación.

¡Pincha AQUÍ para inscribirte a nuestra Newsletter!

cerebro e intestino

Cerebro e intestino: Aspectos psicológicos en los trastornos funcionales digestivos (Parte I)

cerebro e intestino

María Pérez Esteban/ Mayo 2016
El siguiente artículo habla de los aspectos psicológicos en los trastornos funcionales digestivos. La manera de enfocar nuestra vida, la conducta, los pensamientos y emociones repercute en nuestra salud, especialmente en lo considerado para muchos nuestro “segundo cerebro”. Hay una estrecha relación entre nuestro aparato digestivo y nuestra mente, que va desde la parte fisiológica con el nervio vago como hilo conductor entre nuestro cerebro y nuestro intestino hasta el asombroso parecido estructural entre un proceso y otro. Es un escenaria una colaboración entre los profesionales de la medicina y de la psicología con el objetivo de ayudar a los pacientes en la mejoría y/o curación de estas patologías. Lo que no podemos ignorar por más tiempo es que no solo somos un conjunto de órganos con una fisiología particular; somos seres racionales y sobre todo somos seres emocionales, todo se relaciona y se influye. Es necesario por tanto atender otros aspectos de la vida del paciente para llevar a cabo los tratamientos más adecuados para que tengan una vida más sana y plena.
Palabras clave: Cerebro, Intestino, nervio vago, digestión, expulsión, hambre emocional, emociones básicas, niveles de intervención, áreas vitales, dietas, intolerancias alimentarias, colaboración profesional.
UN PUENTE ENTRE LA MEDICINA Y LA PSICOLOGÍA (PARTE 1)
Según la R.A.E ¿Qué entendemos por Medicina, Fisiología y Psicología? Medicina: Conjunto de conocimientos y técnicas aplicados a la predicción, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades humanas y, en su caso, a la rehabilitación de las secuelas que puedan producir. Fisiología: Ciencia que tiene por objeto el estudio de las funciones de los seres orgánicos. Psicología: 1. f. Parte de la filosofía que trata del alma, sus facultades y operaciones. 2. f. Ciencia o estudio de la mente y de la conducta en personas o animales.
3. f. Manera de sentir de un individuo o de una colectividad. 4. f. Capacidad para conocer y comprender la psicología de una persona. 5. f. Síntesis de los caracteres espirituales y morales de un pueblo o de una nación.
Para introducir los aspectos psicológicos en los trastornos funcionales digestivos voy a construir un puente simbólico, partiendo de la medicina, concretamente de la parte fisiológica (todo aquello que se puede ver y tocar); para unirla a mi parte, la psicología (conducta, pensamientos, sentimientos, emociones) que excepto la conducta que es lo único que vemos y representa la punta del “iceberg humano”, el resto no lo podemos ver ni tocar. Sin embargo existe una relación entre todo esto con nuestro aparato digestivo. Cuando no gestionamos bien nuestras emociones, sentimientos, pensamientos o conducta nuestro aparato digestivo se ve afectado y viceversa.
Vamos a recordar brevemente como funciona nuestra parte fisiológica. En una situación que percibimos de calma o en estado de tranquilidad, se activa nuestro sistema parasimpático a través del neurotransmisor la acetilcolina y se ponen en marcha diversas funciones: se reduce el latido cardíaco, se estimula la actividad digestiva, se relaja el recto, se contrae la vejiga, entre otras funciones. Cuando por el contrario percibimos una situación como amenazante o de alerta, a través del neurotransmisor la adrenalina se ponen en marcha otras funciones como: el aceleramiento del pulso cardíaco, la inhibición de la actividad digestiva o la contracción del recto.
Visualizando el organigrama de nuestro cuerpo tenemos al departamento de mayor poder, el sistema nervioso central, enviando órdenes a otros subdepartamentos como nuestro sistema parasimpático, sistema simpático y nuestro sistema nervioso entérico.
Esta comunicación es posible (entre otros mensajeros) a través del nervio vago, éste sería como la línea de metro más importante, aquella que conecta y pasa por los lugares más emblemáticos: Corazón, Bronquios, Estómago, Esófago, Intestino, Páncreas e Hígado.
Centrándonos en nuestro departamento en cuestión ¿Quienes trabajan en nuestro sistema nervioso entérico? Un conjunto de estructuras nerviosas que se encuentran en el aparato gastro-intestinal y en los órganos anexos como el hígado y el páncreas. Parece ser que en las últimas revisiones de empresa, este departamento anteriormente sin mucho reconocimiento o prestigio, se está convirtiendo en uno de los más importantes, empezando con el renombre de nuestro “ segundo cerebro ” ¿Por qué este cambio de prestigio? Anteriormente se pensaba que nuestro principal comunicador, el nervio vago, llevaba información desde el principal departamento aquel situado en el ático, hasta nuestro departamento en cuestión: el sistema nervioso entérico situado en un corriente tercer piso. Ahora bien, contrariamente a lo que se
creía, el 90% de las fibras que contiene el nervio vago llevan información desde el intestino hasta el cerebro, es decir, sigue un camino inverso. El nervio vago no baja solamente los escalones a llevar órdenes al “segundo cerebro” (sistema nervioso entérico), sino que los sube para enviar información muy relevante al principal departamento del ático: el sistema nervioso central.
Entre las principales tareas informativas del nervio vago nos encontramos con que: regula el latido del corazón, hace que podamos relajarnos después de un estado de alteración, controla los movimiento de los músculos, regula la respiración de la persona, mantiene el tracto digestivo en funcionamiento enviando información hacia el cerebro sobre el estado de la digestión para la realización óptima de la misma, y aumenta las funciones inmunitarias y antiinflamatorias; en el intestino tenemos el mayor número de células del sistema inmunitario, por eso la activación de este nervio es tan importante para aumentarlas.
Tenemos una comunicación constante entre nuestro aparato digestivo y nuestro cerebro, y no solo es unidireccional sino que se da en ambas direcciones.
Al otro lado del puente, en la parte de la psicología encontramos numerosos estudios que hablan del nervio vago como el nervio de la compasión.
Según Dacher Keltner, psicólogo de la Universidad de Berkely en California, el cerebro humano está programado para que seamos amables, ¿por qué algunos son amables y otros desagradables? La compasión ya la mencionaba Charles Darwin en El descenso del hombre donde relata que está profundamente arraigada en nuestra psique, concretamente en nuestro sistema nervioso. “Las comunidades que tienen los miembros mas compasivos prosperarán y criarán el mayor número de crías “, dice Keltner.
En un estudio de 2010 publicado en la revista Psychological Bulletin, Keltner y sus colegas encontraron que eligiendo al azar imágenes de un sufrimiento prototípico masivo se desencadenaban poderosas reacciones de compasión en los sujetos del experimento, encendiendo la parte gris periaqueductal del cerebro y activando el nervio vago, el mayor conjunto de nervios en el sistema nervioso humano. Esto es muy común en los mamíferos, cuando cuidan y sienten compasión.
No podemos olvidar la aportación de Stephen W. Porges, autor de la Teoría Polyvagal que enfatiza la importancia de las aferencias del nervio vago en la regulación entre cerebro, corazón y estado visceral.
Por último mencionar a Nancy Eisenberg psicóloga de la Universidad de Arizona que ha encontrado que los niños con una línea base de alta actividad en el nervio vago, son más cooperativos y propensos a dar que los otros niños con menor actividad de este nervio.
Parece ser que si nos quedamos mirando solo un lado del puente nos encontramos con actividades distintas a priori y de distintos campos, pero si nos elevamos y aumentamos la visión teniendo en cuenta ambos lados, encontramos que son llevadas a cabo por los mismos protagonistas, en los mismos lugares, y con esta visión desde el cielo más completa resulta más irrespetuoso separarlos.