música y gastronomía

Fusionan música y comida para mejoras en la salud

música y gastronomía
Una investigación señala que, desde la neurogastronomía, se logra influir en la percepción del sabor de un alimento por medio de los sonidos.

La forma del plato y los cubiertos, la música o la decoración, son complementos que han condicionado la experiencia culinaria de la alta gastronomía, y ahora están siendo investigados frente a problemas globales como la malnutrición.

Grandes chefs han desarrollado en las últimas décadas una cocina que, con ayuda de los científicos, trata de sorprender a un público selecto con platos que aparentan una cosa, pero saben  a algo muy distinto.
Y, esta indagación de las percepciones sensoriales de comensales y sus expectativas, también puede servir para aportar soluciones frente a enfermedades derivadas de la mala alimentación. Así lo entienden el chef vasco Andoni Luis Aduriz, el Centro de Regulación Genómica de Barcelona (CRG) y el Basque Culinary Center, que recientemente presentaron su proyecto Brainy Tongue, para unir los esfuerzos de científicos y cocineros a favor de la salud.

Uniendo los sentidos. Uno de los invitados al estudio es Charles Spence, del Laboratorio de Investigación Intermodal de la Universidad de Oxford, quien comenzó indagando en los sentidos y acabó participando en proyectos culinarios como el de Heston Blumenthal, quien introdujo sonidos del mar para ensalzar el sabor de un plato de marisco.

Spence asegura que la búsqueda de una “experiencia total” le ha llevado en 15  años a explorar las dimensiones de la vajilla y de las sillas, la música, la temperatura y las artes visuales, entre otros tantos elementos, en hoteles, restaurantes y bares de todo el mundo.

Su última aventura con el chef  Jozef Youssef indaga en la relación entre el gusto y el color. “La comida servida en un plato blanco sabe más dulce que en un plato negro”, dice a partir de las opiniones recabadas.

Jugar con todos los sentidos se ha vuelto una receta recurrente y ha dado alas a la neurogastronomía, que aborda el estudio de cómo el cerebro percibe el sabor.

Música y comida. Spence cuenta que gobiernos asiáticos han solicitado la creación de músicas que hagan que los alimentos sepan más dulces y se puedan servir con menos azúcar a las personas diabéticas. Según el chefs, también cabe la posibilidad de modificar los menús alterando los sentidos y no los ingredientes.

“Todavía no sabemos cuánto pueden durar esos efectos, quizás sirven para una noche o una semana, pero no se sabe si durarían años”, apunta Spence, para quien tampoco está claro que puedan funcionar igual para personas de distintas edades o culturas.

En un mundo en el que más de 1.900 millones de adultos tienen sobrepeso, entre los que hay 600 millones de obesos, los expertos buscan fórmulas para cambiar los hábitos alimentarios de la población.

El jefe de neuropsicología de la Universidad de Kentucky, Dan Han, detalla que existen ensayos que están probando a “apagar” la percepción deseable de los productos no saludables. Y, también, se está tratando de desactivar los sabores y olores “indeseables” de aquellos alimentos que, sin embargo, son buenos para la salud, ricos en nutrientes y de bajo contenido en grasas, sal y azúcar.

Según Han, la neurogastronomía intenta influir de manera científica en la percepción del sabor, “ya sea para la producción en masa o para un individuo con una enfermedad que le altere el gusto y lo lleve a sufrir un déficit nutricional”. Si antes la disciplina estuvo en manos de gourmets, ahora la salud  llama a sus puertas.

Fuente: http://www.elheraldo.co/tendencias/fusionan-musica-y-comida-para-mejoras-en-la-salud-276954

vuelta al cole saludable

La vuelta al cole, un buen momento para recuperar hábitos de salud

vuelta al cole saludable

Alimentación  saludable y equilibrada en todas las comidas, ejercicio a diario y descanso adecuado son claves para la salud.

Las vacaciones de los más pequeños se acaban y es hora de que comiencen un  nuevo curso escolar. Por eso,  esta época representa el momento idóneo para animarles a que lleven o recuperen unos buenos hábitos de salud.  Llevar una dieta diaria saludable, acostumbrarse a una actividad física frecuente y unas horas de sueño adecuadas son hábitos que, si  interiorizan  desde pequeños, les ayudarán a tener una buena salud de adultos.

Quizá una de las rutinas más complicadas de cambiar es  la del desayuno. Es frecuente que cuando los padres piensan en ella  surjan  preguntas como, ¿qué ocurre  si mi hijo se va sin desayunar al cole? o ¿cómo debe ser el desayuno?

En este sentido, es recomendable desayunar  en casa o en el colegio y tomar algo a media mañana  para así evitar  los temidos “atracones”, uno de los grandes  problemas a la hora de mantener una dieta saludable. Es importante ser conscientes de que  todas las comidas son igual de importantes, que todas deben ser saludables  y que hay  que evitar los atracones.

Si desayunamos de forma saludable, contribuimos al equilibrio nutricional del día.  No hay desayunos ideales y el criterio debe ser el mismo que para el resto de comidas.  Es decir,  variado, equilibrado y sobre todo saludable. Por ejemplo,  el desayuno es, junto a la merienda, el momento perfecto para tomar un vaso de leche u otros lácteos como los yogures o el  queso. Podemos, además, acompañarlo de una pieza de fruta, un puñado de frutos secos o pan integral, huyendo siempre del exceso de azúcar.

La práctica deportiva es otro de los hábitos que debería formar parte del día a día de nuestros hijos. Ayuda  a evitar el sobrepeso y la obesidad  y facilita que el niño tenga un desarrollo equilibrado.  Además, la actividad física mejora las relaciones sociales, reduce la ansiedad al tiempo que  mejora la autoestima,  ayuda a que se valore más el compañerismo y anima a asumir retos y responsabilidades.

Para que el niño  esté predispuesto a practicar deporte es  importante buscar actividades que le gusten y procurar que se las tome  como si fuera un juego. Para ayudarle a decidir, es recomendable que la familia lleve a cabo actividades en las que se incluya algún tipo de actividad física, como patinar, montar en bicicleta o practicar senderismo, entre otras.

El  descanso adecuado es otro hábito saludable que no se puede dejar atrás. La estabilidad emocional del niño o su grado de irritabilidad pueden depender mucho del número de horas de sueño que tengan cada noche. Debemos intentar que los niños se acuesten siempre a la misma hora, así como evitar la presencia en su habituación de aparatos que puedan alterar su horario de sueño: ordenador, consolas, teléfono, televisión…  Si no es posible, se pueden pactar horarios de uso que no interrumpan  o acorten las horas de sueño y vigilar su cumplimiento. Asimismo, también se debe  procurar que no se vayan a la cama con el estómago vacío ni inmediatamente después de la cena y, por supuesto, evitar bebidas y alimentos excitantes que puedan dificultar su descanso.

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vuelta a la rutina

Vuelta a la rutina con actitud positiva

vuelta a la rutina

Llega septiembre y con él, la vuelta a la rutina. El ser humano organiza su vida en torno a unos hábitos, en mayor o menor medida establecidos. Las vacaciones rompen esta repetición de hábitos, dotándonos de la libertad para tomar decisiones fuera de nuestro habitual marco de actuación.  De ahí que nos encontremos con un reto en septiembre: pasar de la libertad vacacional a la rutina.

Para hacer menos dura la vuelta de las vacaciones, 2 o 3 días antes del comienzo del curso, conviene incorporar unos hábitos que, con actitud positiva, permitan progresivamente adaptarnos nuevamente a la rutina. Para los más pequeños de la casa, esta situación puede ser más difícil y requiere de un mayor apoyo y empatía por parte de su entorno. Es necesario que los adultos, modelos a seguir de los más pequeños, transmitan tranquilidad y normalidad ante esta realidad tan común a todos.

Comunicación entre padres e hijos

Con el fin de evitar la frustración, es aconsejable expresar los sentimientos y compartir con la familia la negativa ante el inminente fin de las vacaciones.

  • Los padres deben escuchar a sus hijos para así poder entenderles y empatizar, construyendo una relación de confianza.
  • Comunicación bidireccional. Los niños pueden sentirse incómodos ante la llegada del curso, pero el resto de la familia también ante el trabajo. Tanto para unos como para otros, hablar va a permitir relativizar el “problema” y ver el lado positivo.

Mantener un equilibrio emocional

Con una actitud positiva, la vuelta se hará más suave.

  • Hacer partícipes a los niños de la preparación del nuevo curso. Comprar los libros, forrar cuadernos, actualizar y etiquetar el material escolar… estas actividades pueden ser divertidas cuando padres e hijos las hacen conjuntamente. Hacer partícipes a los pequeños de la preparación del curso escolar les permitirá adquirir el entusiasmo por comenzar el curso, reencontrarse con sus compañeros y seguir aprendiendo.
  • Nuevos retos. Es preferible aprovechar este momento para establecer metas, rutinas saludables, propósitos personales y profesionales en vez de lamentar el final de las vacaciones. Esta “ambición” positiva dota de la fuerza interior necesaria para iniciar una etapa llena de oportunidades que están por llegar.

No olvidar una alimentación saludable

  • Un desayuno equilibrado proporciona un reparto armónico de las calorías y nutrientes a lo largo del día. Para afrontar positiva y energéticamente los días, niños y adultos deben tomarse su tiempo para realizar un desayuno completo y saludable.
  • Después de los excesos en verano conviene acostumbrar de nuevo al cuerpo a una alimentación saludable, sin saltarse las comidas y combinándola con ejercicio físico.

Volver a los horarios

  • Al igual que los adultos, los niños necesitan un periodo prudencial de adaptación, sin aceleraciones, para poder tranquilamente asimilar de nuevo la rutina, tanto a la hora de irse a dormir como de levantarse. Para ello, 2 o 3 días antes de comenzar las clases, es conveniente empezar a adaptar los horarios.

Estilo de vida activo

  • Es necesario preparar el cuerpo para el ejercicio físico, una práctica que debería extenderse a lo largo del año para mantener un estilo de vida activo.
  • Las actividades extraescolares, una o dos veces por semana, permitirán a los niños familiarizarse y disfrutar de la rutina, si además las centramos en deporte, les ayudarán a mantenerse activos.

La vuelta de las vacaciones será más sencilla si se establecen unas pautas de estilo de vida saludable, consiguiendo un equilibrio corporal y mental para comenzar con optimismo una etapa colmada de nuevas oportunidades.

 

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alimentación infantil

Alimentación infantil saludable

alimentación infantil

Como se suele decir, “un buen comienzo, es un buen fin”, lo que aplicado a la alimentación significa que si acostumbramos a nuestros hijos desde pequeños a comer de todo y de forma saludable, serán adultos con buenos hábitos. Los primeros años de un niño son el momento perfecto para descubrir los colores, sabores y texturas de los alimentos.

Propongo algunas ideas que pueden hacer más fácil y especial el momento comida:

– Los niños aprenden, muy bien, por imitación. Si los adultos que conviven con el niño comen bien, es mucho más fácil que él también lo haga. No les tenemos que explicar que deberían tomar espinacas, por ejemplo, porque tienen mucho hierro, porque no lo entenderán. Tenemos que ofrecérselas de forma agradable y tomarlas nosotros y seguro que él, muchas o pocas, también las tomará.

Mediante juegos, estimularles a que prueben nuevos alimentos. Seguramente no todos serán de su agrado, pero poco a poco irán aumentando la variedad de lo que comen. Cada vez que prueben un alimento, lo podrán escribir en su lista, elegirán un color y tomarán una fruta de esa tonalidad.

– Es muy importante la forma en la que se presentan los platos y se pone la mesa. A todos nos resulta más agradable ir a un restaurante donde todo es bonito que a una casa de comidas donde no nos ponen ni mantel.

El comer tiene que ser un tiempo agradable, intentar charlar de temas que al niño le gusten, evitando discusiones o regañinas.
Mantener horarios regulares, comer sentados, sin estímulos externos (TV, ordenador, play…) y dedicarle tiempo a la comida.

– Es importante, que participen, ocasionalmente, en la compra y en la cocina. De forma sencilla, irán creando una buena relación con la comida e irán aprendiendo a conocer nuevos alimentos. Decidir el plato que vamos a cocinar, hacer la lista de los ingredientes necesarios e ir al supermercado a comprarlos, eligiendo entre las múltiples variedades que encontramos y cocinarlo, puede ser una forma entretenida y muy válida de aprender a comer correctamente.

No forzarles a que coman cosas que no les gustan, pero sí invitarles a probarlas. Muchas veces los niños dicen que no, porque el aspecto de un alimento no le atrae, pero una sola cucharada puede ser suficiente para hacerles cambiar de idea.

– Por último, recordar que la educación alimentaria, como el resto, es una carrera de fondo, no los 100 metros lisos, así que, con paciencia y mucho cariño, podremos enseñar a nuestro hijos a disfrutar de la comida y a llevar una alimentación saludable.

Dra. María Teresa Barahona (http://mariateresabarahona.com/es/)

Fuente: http://www.marca.com/blogs/espanasemueve/2016/07/20/alimentacion-infantil-saludable-m-teresa.html

 

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golpe de calor

¿Cómo enfrentar una ola de calor?

golpe de calor

 

Patologías debidas al calor

El daño por el calor ocurre cuando el balance hacia el acúmulo de calor es excesivo, apareciendo cuadros clínicos de distinta gravedad.

∗ Rash por calor: Se produce por disfunción local de los mecanismos protectores de la perspiración; ocurre por la sudoración abundante en ambientes húmedos y poco ventilados. Es causado por bloqueo e inflamación de las glándulas sudoríparas.

∗ Calambres y agotamiento por calor: Durante varios días suele haber náuseas, vómitos, debilidad, cefaleas, anorexia e incluso delirio. La temperatura corporal suele ser alta sin que se halla desarrollado ninguna actividad física.

Colocar al paciente en reposo, en un ambiente fresco e hidratarlo adecuadamente. Se puede prevenir este cuadro reponiendo las pérdidas por sudor, teniendo en cuenta que en ambientes cálidos pueden perderse, realizando un trabajo duro, hasta 6-8 l/día en personas no aclimatadas, siendo los requerimientos de Na de 15-25 gr /día.

∗ Síncope por calor:Los cambios hemodinámicos tales como pérdida de volumen por el sudor, aumento de la circulación periférica por la vasodilatación etc, son responsables del síncope por calor. Las pérdidas de agua, cloro y sodio juegan un papel secundario, aunque su reposición podría prevenirlo.

Hay hipotensión que se recupera al caer al suelo, taquicardia, midriasis, piel fría y sudorosa. La temperatura corporal suele ser normal, alta o baja; la pérdida de conciencia puede ir precedida de vértigos, náuseas y cefalea. La conciencia se recupera al retirar la paciente del calor y colocarlo en decúbito.

A temperaturas elevadas, fallan los mecanismos termorreguladores ocurriendo cambios que originan alteraciones en el metabolismo celular originando hipokaliemia, arritmias cardíacas, edema cerebral, acidosis metabólica, coagulopatía, fallo hepático…

En el caso de las “olas de calor” son temibles dos complicaciones de gravedad creciente, el síndrome de agotamiento-deshidratación y el golpe de calor:

El síndrome de agotamiento-deshidratación es la consecuencia de la alteración del metabolismo hidro-sódico provocado principalmente por la pérdida por el sudor; aparece en pocos días.

El golpe de calor se origina a consecuencia de un fracaso agudo de nuestro sistema de termorregulación  y constituye una urgencia médica extrema.  Es de aparición muy rápida(1 a 6 horas) y de evolución fatal (en menos de 24 horas), si no se trata rápidamente. Los síntomas son: temperatura corporal muy alta (39ºC o más), piel roja, caliente y sin sudor, pulsaciones rápidas, dolor de cabeza punzante, pérdida de conocimiento…

Las altas temperaturas que se dan durante el verano pueden influir especialmente en personas que toman ciertos medicamentos, más aún si están con tratamientos de varios medicamentos o si estos tratamientos son crónicos (y se ha de tener un cuidado mayor en los de edad avanzada).

Los medicamentos no son el desencadenante del golpe e calor aunque sí están entre los elementos presentes en muchas personas afectadas. No se ha establecido una relación directa entre el consumo de medicamentos y la aparición de golpes de calor, pero algunos medicamentos interaccionan con los mecanismos del organismo para adaptarse en caso de temperatura exterior elevada, y por eso, pueden contribuir al empeoramiento de estados patológicos graves.

Los medicamentos susceptibles de agravar el síndrome de agotamiento-deshidratación y el golpe de calor son aquellos que provocan alteraciones de la hidratación como los diuréticos, los susceptibles de alterar la función renal, los que pueden impedir la pérdida calórica, aquellos que pueden inducir a una hipertermia, los que bajan la presión arterial, los que alteran el estado de vigilia y aquellos cuyo nivel cinético pueden ser alterado por a deshidratación como son las sales de litio, los antiarrítmicos o antiepilépticos, entre otros.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha actualizado la información sobre el buen uso de los medicamentos en caso de ola de calor que revisa los factores de riesgo y los medicamentos susceptibles de agravar el síndrome de agotamiento-deshidratación y el golpe de calor; los medicamentos que pueden inducir una hipertermia; y, los que pueden agravar indirectamente los efectos del calor.

El calor puede afectar a todos, pero tendremos especial cuidado en:

  • mayores de 65 años y menores de 5 años, sobre todo lactantes.
  • personas con mucho peso, enfermas o que toman algunos medicamentos.
  • personas que realizan una actividad que requiera mucho esfuerzo físico.

Medidas de prevención ante el calor

Cuando el sistema de control de temperatura que posee nuestro cuerpo llega a sobrecargarse demasiado, aparecen los problemas de salud o enfermedades por calor.

Existen medidas para prevenir estos problemas, que consiguen favorecer los mecanismos de enfriamiento de nuestro cuerpo:

∗ Beber más. Beber agua y zumos; no se recomienda sustituirlo por bebidas azucaradas, con gas o alcohólicas. Existen 5 claves en hidratación:

  1. Bebe sin esperar a tener sed.
  2. Consume entre 2 y 2,5 litros de líquidos al día. Éstos vienen aportados por el agua, las bebidas y alimentos como frutas y verduras.
  3. Las bebidas con sales minerales facilitan una mejor rehidratación.
  4. Debes hidratante antes, durante y después. Si realizas cualquier tipo de actividad y ejercicio físico (aunque sea de forma moderada:) ya que éste produce la eliminación de agua y sales minerales.
  5. Si llevas a cabo algún tipo de dieta pueden variar tus requerimientos específicos de agua y, por tanto, tus necesidades en cuanto a hidratación. Sigue siempre un modelo rutinario de ingesta de liquidos durante todo el día, con especial atención en momentos de calor y actividad física.

∗ Alimentos. Conservar los alimentos con especial cuidado porque con el calor se estropean fácilmente. Los alimentos debemos guardarlos y descongelarlos en el frigorífico. No comer el huevo crudo o poco hecho.Es muy importante siempre, lavarse las manos y superficies de trabajo, antes de prepararlos.

∗ Conservación de los medicamentos. No hay que guardar todos los medicamentos en el frigorífico, solamente aquellos cuyo envase lo indica (entre 2° y 8°C) y deben sacarse justo antes de su utilización. El resto han de conservarse en lugar fresco y seco (por debajo de 25° a 30°C), aunque unos pocos días por encima de 30°C no tienen efecto sobre la calidad del mismo.

∗ Protegerse del sol. Aunque ésta parezca una medida evidente, os aseguramos que nunca está de más volver a decirlo siempre. Sobre todo hay que tener en cuenta que:

No hay que estar al sol al mediodía ni a primeras horas de la tarde.

Hay que buscar la sombra, usar sombrero, sombrilla, gafas (homologadas)… y siempre con crema de factor de protección adecuado a nuestra piel, en cantidad sufiente y reponiendo cada 2 horas.

∗ Estar fresco. Para ello,

  •  Dentro de casa buscar la estancia más fresca. Darse duchas o baños fresquitos. Y por supuesto abrir las ventanas cuando refresca y cerrarlas (bajando persianas o con cortinas que no dejen pasar el sol). Usar ventilador (o aire acondicionado si se tiene, evitando temperaturas extremas).
  •  Si no es posible lo anterior, porque en casa hace un calor excesivo, es bueno acudir a locales climatizados: comercios, cafeterías, cine, teatro…
  •  Vestir con ropa clara, amplia y ligera.
  •  No dejar nunca a nadie en un vehículo estacionado y cerrado. Y menos todavía en las horas centrales del día.

∗ Horas de actividad física.

Las actividades de mayor esfuerzo físico las realizaremos en las horas de menos calor: compra, limpieza, salir a caminar, trabajos en la huerta o el jardín, deporte…

∗ Personas mayores.

En alertas por exceso de temperaturas es importante estar atentos a nuestras personas mayores (familiares, amigos vecinos). Contactar con ellos a menudo, al menos dos veces al día y asegurarnos de que toman las medidas correctas ante el calor, además de comprobar su estado de salud. Las personas de edad avanzada son más vulnerables en situaciones de calor extremo a causa de:

  • la alteración de su capacidad para sentir sed,
  • de un menor control del equilibro del metabolismo hidro-sódico,y
  • de una disminución de su capacidad termorreguladora mediante la transpiración.

∗ Consulta a los Servicios de Salud.

Se debe consultar si hay fiebre alta (39º C o más) o alteraciones del estado de consciencia.

Ya sabes…tomando precauciones podemos enfrentarnos mejor al calor este verano.

Fuente: http://blogs.diariodenavarra.es/momentos-para-cuidarte/2016/07/20/verano-calor-ola-de-calor-como-enfrentarlo/

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nueva pirámide de la dieta mediterránea

La alimentación sostenible, eje de la nueva pirámide de la dieta mediterránea

nueva pirámide de la dieta mediterránea

La nueva propuesta de pirámide de dieta mediterránea no solo recomienda la frecuencia y el tipo de alimentos para una alimentación equilibrada, sino que incide en hacerlo de forma sostenible con el medioambiente. Consumir productos locales de temporada o elegir los métodos de producción respetuosos con la naturaleza son algunos de los consejos

Esta pirámide nutricional ha sido presentada, como propuesta, en la primera Cumbre de la Dieta Mediterránea celebrada la semana pasada en Milán y organizada por la Fundación Internacional de la Dieta Mediterránea (IFMED, por sus siglas en inglés).

El presidente de IFMED, el investigador Lluis Serra, en una entrevista con EFESalud, ha adelantando que la principal novedad de esta pirámide son los gráficos que representan la importancia de acceder a productos locales, de valorar los sistemas respetuosos de producción agrícola, ganadera y pesquera, de preservar las recetas tradicionales y evitar el impacto ambiental de la industria y los transportes.

“Elementos visuales que transportan al consumidor a reparar en los aspectos medioambientales de la alimentación y hacerle ver que no es solo comer pescado más de dos veces a la semana, sino ver qué tipo de pescado elegimos”, apunta el también catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

“Si el año pasado en España comimos 500.000 toneladas de panga, que procede de un río contaminado de Vietnam, no hemos entendido qué es la dieta mediterránea”, advierte.

“No se trata de poner pescado en nuestra mesa a cualquier precio -añade- sino de hacerlo de forma sostenible, razonada, teniendo en cuenta nuestra disponibilidad y nuestros recursos pesqueros”.

Las legumbres, a diario

Además de las recomendaciones de alimentación sostenible, otra de las novedades de la nueva pirámide se refiere a las legumbres, cuyo consumo se recomienda a diario en lugar de semanal como hasta ahora.

“Así se incrementa el consumo de legumbres y se reduce el de proteínas animales, aumentando la sostenibilidad alimentaria y reduciendo el impacto medioambiental. Es un cambio importante para un alimento significativo cuando la FAO celebra en 2016 el año de las legumbres”.

En la base de la pirámide se encuentra el consumo de agua (6 vasos mínimo al día) e infusiones. El siguiente escalón está dedicado a los alimentos que deben formar parte de las dos comidas principales del día: aceite de oliva, frutas, verduras, hortalizas e hidratos de carbono como cereales, pan, pasta o arroz.

En el escalón de los alimentos que se deben tomar todos los días figuran lácteos (dos porciones preferiblemente bajas en grasa); legumbres, olivas, frutos secos, ajos, cebollas e hierbas para condimentar.

Varias veces a la semana se debe consumir pescado, mariscos y moluscos (al menos dos porciones), carne blanca como pollo, pavo..(dos porciones) y de dos a cuatro huevos. La carne roja se aconseja no tomar más de dos porciones a la semana y solo una porción de alimentos procesados, como embutidos.

En la cima de la pirámide se encuentran los dulces (helados, pasteles, caramelos…) cuyo consumo debe ser esporádico.

La pirámide, además, muestra gráficos de hábitos de vida saludables, como la actividad física regular, compartir mesa en un ambiente social y familiar y beber con moderación vino y otras bebidas alcohólicas fermentadas.

Una cumbre histórica

“Aunque hay distintas velocidades, existe un movimiento global hacia una alimentación más occidental que está erosionando las tradiciones y hábitos alimentarios mediterráneos”, señala el experto.La primera cumbre mundial de la dieta mediterránea de Milán ha sido “histórica”, considera Serra quien destaca el apoyo recibido por los organismos de Naciones Unidas para revalorizar este modelo de alimentación en un momento en el que los países mediterráneos lo están abandonando.

“Pero al mismo tiempo -indica- existe un movimiento de revitalización, de señal de alerta, que empezó con el reconocimiento, por la UNESCO, de la dieta mediterránea como patrimonio inmaterial humanidad y que para fortalecer esa recuperación incide, no solo en su beneficio para la salud, sino en todos los aspectos de la producción y elaboración de los alimentos”.

Para Lluis Serra, “hoy por hoy la dieta mediterránea es el tipo de alimentación más valorada a nivel mundial y va a ser un motor en toda la producción agrícola. Hay que ser optimista de cara al futuro”.

Fuente: http://www.efesalud.com/noticias/la-alimentacion-sostenible-eje-de-la-nueva-piramide-de-la-dieta-mediterranea/

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La comida casera puede prevenir la diabetes

comida casera¡Como en casa no se come en ningún sitio!. Es una de esas verdades universales que todo el mundo repite como un ‘mantra’ cuando, por obligación o por placer, pasamos muchos días fuera del hogar y toca tirar de restaurante o comida preparada para llenar el estómago.
Esta afirmación cobra más valor cuando, sin menospreciar el sabor de la comida de puchero, hablamos de salud. Y es que un nuevo estudio, publicado por investigadores norteamericanos afirma que las personas que a menudo consumen comidas preparadas en casa son menos propensas a sufrir diabetes tipo 2 que aquellas que toman comida de este tipo con menos frecuencia.
A nivel internacional, sobre todo en las grandes urbes, existe una tendencia creciente de las personas a comer fuera y esto implica, en muchos casos, un mayor consumo de comida rápida, por ejemplo. Los médicos empiezan a mostrarse preocupados al ver que estas personas tienen una dieta que es rica alimentos que aportan energía pero relativamente pobre en nutrientes, lo que podría conducir a un aumento de peso, que, a su vez, está asociado con un mayor riesgo de diabetes tipo 2.
Por el contrario, ha habido poca investigación autorizada sobre el papel que las comidas preparadas en el hogar pueden jugar en la alteración de los riesgos a largo plazo del desarrollo de diabetes y/u obesidad. Evaluar si la comida casera podría ser una estrategia contra la obesidad y la diabetes es el objetivo de una nueva investigación epidemológica realizada por Qi Sun de la escuela de salud pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, en Boston, Estados Unidos y, colegas, que se publica en un número especial de la revista Os Medicine sobre la prevención de la diabetes.
CUÁNTAS COMIDAS CASERAS REDUCEN EL RIESGO DE DIABETES
Sun y sus colegas emplearon grandes conjuntos de datos prospectivos en los que profesionales de la salud de Estados Unidos, hombres y mujeres fueron seguidos durante largos periodos de tiempo, con la recogida rigurosa de datos sobre indicadores de salud, incluyendo formación sobre los hábitos alimentarios y la aparición de la diabetes. Se corrigieron los resultados teniendo en cuenta varios factores conocidos que podrán afectar a los hábitos de alimenticios teniendo en cuenta varios factores conocidos que podrían afectar a los hábitos alimenticios, como el estado civil.
Los resultados indican que las personas que informaron que consuman entre cinco y siete comidas preparadas en casa por la noche durante una semana tenían un riesgo 15 por ciento menor de diabetes tipo 2 que quienes tomaban dos de esas comidas o menos en una semana. Una pequeña, pero aún estadísticamente significativa, reducción fue evidente para los que consumían más almuerzos preparados en casa a la hora de comer.
Otros análisis sugieren que un menor aumento de peso podrá explicar en parte la reducción observada a menudo en la aparición de la diabetes tipo 2 en aquellos que comen comidas preparadas en casa. Las estrategias de prevención de la diabetes bien establecidas incluyen intervenciones conductuales destinadas a aumentar el ejercicio y mejorar los hábitos alimenticios, los beneficios nutricionales y de estilo de vida del consumo de comidas preparadas en casa podrán contribuir a estos esfuerzos de prevención de la diabetes, según los hallazgos de este estudio.

FUENTE: http://www.infosalus.com/nutricion/noticia-no-menosprecies-comida-casera-buena-salud-20160707055940.html

 

agua adelgazar

¿Beber agua para evitar la obesidad?

agua adelgazar

Cuando se habla de alimentación saludable uno piensa en frutas, verduras o pescado, mientras que el sobrepeso se asocia a un alto consumo de grasas o azúcares. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Michigan (UM) ha descubierto un componente de nuestra dieta que podría estar vinculado a un peso más saludable: el agua.
En concreto, han visto que las personas que son obesas y tienen un mayor índice de masa corporal (IMC) son más propensas a estar inadecuadamente hidratadas y viceversa, según los resultados en la revista ‘Annals of Family Medicine’.
” La relación entre la hidratación y el peso  no está clara . Nuestro estudio explica esta relación en un nivel de población empleando una medida objetiva de hidratación ” , explica la autora principal del trabajo, Tammy Chang, profesora asistente en el Departamento de Medicina de Familia en la Escuela de Medicina de la UM.

Aunque la correlación requiere un mayor análisis, Chang señala que la hidratación últimamente se ha considerado la piedra angular de una dieta para perder peso. ” A menudo, oímos recomendaciones de que beber agua es una manera de evitar comer en exceso porque se puede tener sed en vez de hambre”, dice esta experta.
Por ello, Chang y su equipo estudiaron una muestra representativa nacional de 9.528 adultos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades y Encuesta Nacional de Nutrición (NHANES, por sus siglas en inglés). De ellos aproximadamente un tercio de los adultos, de entre 18 a 64 años, estaba inadecuadamente hidratado.
El estudio sugiere que las personas con un IMC más elevado –que se espera que tengan necesidades más altas de agua– también puede demostrar comportamientos que llevan a una hidratación inadecuada. Los autores señalan que, debido a que los datos son de sección transversal, no se puede decir que la hidratación inadecuada causa obesidad o al revés, pero sus resultados ponen de relieve una importante relación entre los dos.
Chang considera que el consumo de alimentos saludables con alto contenido de agua, como frutas y verduras, puede mejorar el estado de hidratación, aunque se necesitan más evaluaciones para saber si el estado de hidratación puede influir en el peso. ” La hidratación puede pasarse por alto en las estrategias de control de peso para adultos ” , advierte Chang, también miembro del Instituto de Políticas de Salud e Innovación de la UM.
” Nustros hallazgos sugieren que la hidratación pueden merecer más atención cuando se piensa acerca de la obesidad a nivel de población. Mantenerse hidratado es bueno para usted sin importar por qué y nuestro estudio sugiere que también puede estar relacionado con el mantenimiento de un peso saludable”, concluye.

 

alimentación deportistas

Cuando practiques deporte, mantén los hábitos saludables de alimentación

En un contexto deportivo, saber elegir los alimentos adecuados al tipo y nivel de actividad física realizado cobra especial importancia para optimizar el rendimiento deportivo y mantener un buen estado de salud

Para el deportista, elegir la cantidad y calidad de nutrientes adecuada para su actividad física resulta esencial de cara a optimizar su rendimiento y marca deportiva. En este contexto, se hace indispensable controlar la alimentación antes, durante y después del entrenamiento para mantener un correcto estado nutricional, ya que se ha demostrado que una dieta inadecuada puede repercutir de manera desfavorable sobre la práctica deportiva.

El ejercicio físico aumenta las necesidades de energía y determinados nutrientes. Por ello, la alimentación debe incluir todos los grupos de alimentos en las proporciones adecuadas para asegurar el mantenimiento del peso corporal y ayudar a optimizar el ejercicio.

Por ello, aunque las bases generales de la alimentación deportiva son comunes para todos los deportistas, las necesidades específicas varían en función de distintos factores como:

  • La intensidad y el tipo de actividad
  • La duración del ejercicio
  • La edad, el sexo y la composición corporal
  • La temperatura ambiental
  • El nivel de esfuerzo

En este sentido, la mayor parte de la dieta de un deportista la constituyen los hidratos de carbono, ya que son la principal fuente de energía del organismo y deben representar en torno al 60-65 % del total de la ingesta calórica diaria. Constituyen las reservas energéticas en forma de glucógeno, por ello, alimentos como el arroz, la pasta, las patatas o las legumbres son indispensables en el menú diario de los deportistas.

Las grasas tienen igualmente una función energética y deben representar un 20-30 % de las calorías diarias, optando por alimentos con un buen perfil lipídico como los pescados azules, los frutos secos o el aceite de oliva virgen extra.

La función estructural la ejercen las proteínas, ya que contribuyen al mantenimiento y desarrollo de la masa muscular. Se debe consumir alrededor de un 15 % de las calorías diarias en forma de proteínas mediante alimentos que aporten una buena cantidad de aminoácidos esenciales. En este caso, conviene alternar entre las de origen animal, como las proporcionadas por lácteos, cortes magros de carne, pescados y huevos, y las de origen vegetal, combinando distintos grupos de alimentos, por ejemplo, legumbres con cereales.

Los micronutrientes, es decir, las vitaminas y los minerales, cumplen un papel indispensable en el metabolismo y las funciones orgánicas del deportista. Estos deben ser aportados a través de la alimentación, evitando posibles carencias o excesos que puedan afectar al rendimiento deportivo. Una buena combinación de todos los grupos de alimentos ayuda a conseguir la cantidad necesaria de estos nutrientes.

Además, se debe prestar atención a los horarios de las comidas, procurando organizar las diferentes tomas en función de la planificación de entrenamientos, tomar algún alimento unas dos horas antes del ejercicio, así como al finalizar. De esta forma, se favorece la disponibilidad y recuperación de las reservas energéticas y la masa muscular.

Cabe destacar que mantener un buen estado de hidratación es igualmente fundamental para la práctica deportiva. Por ello, se debe beber agua y bebidas deportivas, no sólo durante, sino también antes y después del ejercicio.

Por último, recordar que un estado de nutrición óptimo se consigue con un ritmo de alimentación adecuado durante un periodo prolongado y como parte de los hábitos de vida y el entrenamiento deportivo.

diabetes y genética

Un mapa genético de la diabetes para adaptar los tratamientos

diabetes y genética

Una investigación desarrollada principalmente por las universidades de Oxford (Inglaterra) y Míchigan (EE UU), en la que han participado más de 300 pacientes y científicos de 22 países, entre ellos expertos gallegos, ofrece la imagen más detallada hasta el momento de las variaciones en el ADN que subyacen en la diabetes. La radiografía más completa de la patología, que ha sido publicada en la revista Nature, muestra el camino hacia potenciales tratamientos y supone un paso decisivo hacia las terapias personalizadas de los pacientes en función de su perfil genético.

El estudio ha rastreado el genoma completo de 2.600 individuos, una cifra muy alta para este tipo de estudios, y en otros 13.000 el exoma, la parte de los genes que se traducen en proteínas, y que se comparó con el de otras tantas muestras de individuos sanos.

El examen de los datos ha ofrecido una conclusión sorprendente: la principal causa del riesgo genético de sufrir diabetes tipo 2 se encuentra en pequeñas variaciones del ADN que son comunes y compartidas por la mayor parte de las poblaciones, cuando hasta ahora lo que se creía era que en este tipo de complejas dolencias el papel predominante recaía en una combinación de alteraciones raras y comunes que se producen en el orden de la secuencia del genoma.

Para más información sobre esta investigación se puede consultar la web:

www.type2diabetesgenetics.org

Fuente: http://fedesp.es/portal/1/main_noticias.aspx?idnoticia=2880&idportal=1#

cerebro e intestino

Cerebro e intestino: Aspectos psicológicos en los trastornos funcionales digestivos (Parte IV)

cerebro e intestino

 

María Pérez Esteban/ Mayo 2016
El siguiente artículo habla de los aspectos psicológicos en los trastornos funcionales digestivos. La manera de enfocar nuestra vida, la conducta, los pensamientos y emociones repercute en nuestra salud, especialmente en lo considerado para muchos nuestro “segundo cerebro”. Hay una estrecha relación entre nuestro aparato digestivo y nuestra mente, que va desde la parte fisiológica con el nervio vago como hilo conductor entre nuestro cerebro y nuestro intestino hasta el asombroso parecido estructural entre un proceso y otro. Es necesaria una colaboración entre los profesionales de la medicina y de la psicología con el objetivo de ayudar a los pacientes en la mejoría y/o curación de estas patologías. Lo que no podemos ignorar por más tiempo es que no solo somos un conjunto de órganos con una fisiología particular; somos seres racionales y sobre todo somos seres emocionales, todo se relaciona y se influye. Es necesario por tanto atender otros aspectos de la vida del paciente para llevar a cabo los tratamientos más adecuados para que tengan una vida más sana y plena.
Palabras clave: Cerebro, Intestino, nervio vago, digestión, expulsión, hambre emocional, emociones básicas, niveles de intervención, áreas vitales, dietas, intolerancias alimentarias, colaboración profesional.
EL CÍRCULO VICIOSO. CONEXIÓN ENTRE LOS PROBLEMAS DIGESTIVOS Y PSICOLÓGICOS (PARTE 4)
He observado en pacientes que tras pasar determinadas experiencias traumáticas o épocas en la vida en los que la persona ha sufrido enormemente y ha seguido hacía delante sin detenerse “echándose todo encima”, cuando parece que está más tranquilo aparece un problema de salud, alergia o actualmente las famosas intolerancias alimentarias. Nuestro estilo de vida actual, la alimentación, la contaminación, el estrés, el sedentarismo, cómo gestionamos nuestros conflictos y emociones…etc. con todo esto al final acabamos “machacando” nuestro sistema inmune y lo que en principio no representaba ningún peligro se convierte en un enemigo a evitar. En países subdesarrollados como África o determinados países de Iberoamérica, aunque tienen otras problemáticas bastante graves, no están desarrollando las patologías intestinales que están floreciendo cada vez más fuerte en los países del llamado primer mundo. Hace 50 años era impensable encontrar en un supermercado o en la carta de un restaurante alimentos sin lactosa, sin gluten, sin trazos de frutos secos, sin azúcar, aproteicos, etc.…, no hay que olvidar que los alimentos prohibidos ya empezaron en la antigüedad por cuestiones religiosas: cerdo, vaca…,etc. Ahora sumamos cuestiones morales: los que no comen pescado, carne, nada procedente de un animal a cuestiones caprichosas: esto no me gusta, esto si , y el mundo de las dietas; desde el gran universo infinito de las dietas para adelgazar, a las nuevas incorporaciones para depurar, tonificar, anti-edad, anti-oxidantes, anti-flacidez, anti…, y me paro porque no quiero que este artículo se convierta en un libro del tamaño de “Guerra y paz”.
Comer ha pasado de ser una necesidad básica de supervivencia a convertirse en un hobby: “vamos a probar un sitio nuevo” y además en un quebradero de cabeza: “yo no puedo/quiero comer….”
No soy una persona que suela hacer comidas en mi casa porque me gusta más degustar que cocinar, pero recuerdo una de las veces que (sacando mi lado obsesivo) mandé un email para que los invitados me dijeran lo que no podían comer por ser alérgicos o sentarles mal, o simplemente lo que no les gustaba y la combinación final para adaptarme a todas las necesidades me resultó algo complicada.
Es paradójico que en nuestra sobrealimentada sociedad donde tiramos comida todos los días, tengamos cada vez más restricciones dietéticas por cuestiones médicas, intolerancia o hipersensibilidad a ciertos nutrientes, abandonando tristemente cada vez más el poder de ser omnívoros a convertirnos en “alérgicomnívoros”.
Esto sumado a las crecientes modas, neurosis u obsesiones alimentarias; ahora solo alimentos de color rojo (no es un viva el comunismo) ahora solo alimentos verdes (esto tampoco es un manifiesto de Greenpeace) ahora solo proteínas para el músculo o para adelgazar, ahora el trigo “ huele azufre ” convirtiéndose en el nuevo diablo, ahora solo alimentos para el Ying ahora solo para el Yang, ahora solo aquello que se cultiva en el Himalaya, que digo yo que viviendo en España ¿no hay algo más complicado o lejos de recolectar? Todo esto nos está convirtiendo en una especie de “neuroticomnívoros”, por ejemplo nos encontramos con personas cultas, inteligentes, con sentido común, que durante una semana han estado tomando solamente un líquido viscoso llamado “jarabe de arce” para… ¿Para qué realmente lo han hecho? ¿Para qué hacemos algunas de estas cosas, incluida yo misma?
Alguien puede argumentar muchas cosas, pero ¿no está la parte emocional en todo esto? Lo que está claro es que todo el tema relacionado con ingesta de alimentos es un negocio que funciona, y funciona muy bien porque nos engancha de múltiples maneras.
Con las herramientas anteriores podemos ampliar la visión para comprender determinados problemas digestivos donde no hay una causa orgánica y que tras diversos tratamientos no hay una mejoría, quizás sea necesario hacer un escáner de la vida de la persona y empezar a tratar otro tipo de áreas, conductas, pensamientos, emociones que tal vez estén bloqueando su mejoría o en el mejor de los casos sea una llamada de atención sobre algo que no está funcionado bien. Yo no entro en el origen ni en la causa. Evidentemente la gastritis es un problema físico (se tiene o no se tiene). Pero la manera de sufrirla y los síntomas que provoca sí tienen un claro componente psicológico, son ejemplos de patología psicosomática. La ansiedad, el estrés, la depresión, en definitiva la manera del paciente de llevarla aumentan la secreción ácida gástrica, exacerbando los síntomas digestivos, los cuales contribuyen a aumentar la ansiedad y el estrés del sujeto, conduciendo a su depresión y cerrando el círculo vicioso.
En terapia cuando hago psicoeducación o trabajo determinados problemas del paciente, escojo ejemplos de la vida cotidiana o eventos que en principio no tienen relación con el tema, pero que sirven de anclaje para recordarnos un mensaje. Con esto quiero desvelar que los anteriores comentarios (entre otros) sobre Leonardo Di Caprio en Titanic, no obedecen exclusivamente a una espontaneidad impulsiva y sin falta de control que puede resultar graciosa para algunos o falta de seriedad para otros, aporta además un anclaje para recordar la información del esquema de los cinco niveles. Uso mucho las metáforas para explicarle a un paciente porqué le suceden determinadas cosas, a mi siempre me han servido para comprender y recordar mejor los conceptos. En la que presento a continuación no estoy segura de llamarla metáfora porque el proceso es tan similar que no se si es casual porque nuestra naturaleza así se hizo o poniéndome mas mística quizás ésta nos ha querido lanzar un mensaje para entender mejor la relación de uno con la ayuda del otro.
Para explicar como funciona nuestra psique voy a utilizar como metáfora el proceso digestivo. Cuando ingerimos un alimento primero lo masticamos y tragamos, una vez hecho esto la primera fase es la llegada al estómago donde los jugos y el ácido del propio estómago lo transforman en papilla para así poder pasar al duodeno y entrar en el intestino delgado. Es necesario tratar esa papilla con la bilis y el jugo pancreático que se vierten en el interior del intestino para que la disuelvan en grasa, hidratos, proteínas y azúcar necesarios para vivir. Gracias a esto los alimentos se convierten en absorbibles, filtrándose a través de la pared del intestino y llegando a la sangre. En la alimentación casi todo es absorbible, útil y necesario para
nuestra nutrición. Sin embargo el esqueleto de los alimentos (celulosa y compuestos derivados) no se puede absorber, alimentos por ejemplo que contienen fibra no absorbible.
Por un lado tenemos esta parte no absorbible que llamamos desechos, aunque el nombre no suene muy agradable son muy importantes para el proceso, por otro lado tenemos los movimientos del intestino, señales que recibe y que le hacen, o bien trabajar y contraerse o bien descansar y relajarse, lo que vimos anteriormente con el sistema simpático y parasimpático; por supuesto que en el equilibrio entre las dos señales estaría la actividad normal. Estos desechos junto con los movimientos intestinales, permiten llegar hasta el final del proceso para llevar a cabo la tarea de expulsión.
Todos hemos sufrido en algún momento las graves consecuencias de no expulsar los desechos, sin obviar que para muchas personas puede ser un riesgo de salud. En lo que expulsamos no solo están estos desechos de los alimentos, hay también bacterias que habitan en el colón y el recto, y células muertas de las paredes del tubo digestivo que se descaman y renuevan continuamente. Es por tanto un proceso de regeneración interior.
Con este proceso en nuestra mente cruzamos una vez más el puente dejando la parte fisiológica y llegado a la parte psicológica. Cuando nos pasa algo o tenemos una vivencia con alguien, la información consciente (todo aquello que recordamos o que estamos viviendo), sería todos los alimentos que absorbemos, siempre teniendo en cuenta nuestros propios filtros: cada uno tiene su propia bilis y su jugo pancreático diferente al de los demás. Sin embargo en cada vivencia o relación con alguien, existe una parte no absorbible por nuestra bilis y jugo pancreático, es la parte insconsciente; esta parte es necesaria en todo el proceso, pero en algún momento hay que sacarla a la luz y expulsarla de nuestro interior. Si acumulamos mucho desecho acabará bloqueándonos e impidiendo también que entren cosas nuevas. Si un día expulsamos todo de repente sin filtro, nos debilita y perdemos también minerales y nutrientes importantes.
Hemos aprendido cuando no hacer o decir determinadas cosas en público, hemos aprendido afortunadamente a controlar nuestras “expulsiones” para los momentos y lugares adecuados. Sin embargo esto es relativo, hay personas que tienen una mayor retención que otras.
Hay veces que se nos escapan comentarios o hacemos cosas de las que luego nos arrepentimos porque no queríamos sacarlas a la luz; por ejemplo los “lapsus linguales” aquellos comentarios o palabras que nos ponen en grandes aprietos y que nos hacen desear ser un avestruz y esconder la cabeza. Volviendo al segundo cerebro a veces en nuestro interior hay una batalla entre nuestras propias bacterias, alimentos con parte no absorbible que no digerimos bien, acumulación de desechos de varios días y aparecen muchos gases con sus consabidas
molestias, y aunque no queramos se nos escapan o nos cuesta mucho controlarlos; en el plano psicológico serían los lapsus linguales, los sueños, los comentarios inapropiados. Hay gente que tiene más gases que otros, pero ¿qué ocurre en todos los casos?, que huelen mal, que nadie quiere estar presente cuando alguien ha cometido esa imprudencia y que el protagonista exceptuando que lo haya querido hacer a propósito solo para contaminar a su entorno, se siente avergonzado.
Razones de este desequilibrio hay muchas y muchos factores, principalmente no alimentarse bien o no llevar a cabo una expulsión regular de ese proceso de regeneración interior donde sacamos lo que ya no necesitamos y nos quedamos con aquello que es esencial para vivir.
Cuando nos alimentamos muy mal y se han acumulado una serie de bacterias es necesario un cambio en la dieta, otras veces tragamos demasiado y se produce un sobrepeso donde nos resulta muy complicado movernos, relacionarnos y esto además nos engancha a seguir tragando. Otras veces por el contrario no nos alimentamos suficiente, vivimos sin apenas energía para nosotros, anestesiando nuestro primer grito de supervivencia al nacer: el hambre, la llamada al alimento.
Como en todo el equilibrio, “el trabajo diario” es lo que hace que funcionemos adecuadamente.
En todas las patologías o problemas cuando solos no podemos hacer frente a un cambio en la dieta , porque hay alimentos que no podemos dejar de consumir, no tenemos fuerza de voluntad para evitar ciertas cosas, por mucho que lo intentamos no conseguimos expulsar de nuestra vida los desechos, no tenemos ya ni ganas de comer, lo mejor es buscar ayuda, siempre habrá un profesional que nos ayude a cambiar esa dieta, impedir atracones o recuperar otra vez el deseo de disfrutar de una buena “comida” y olvidar para siempre aquella que nos sentó tan mal.
No creo en la exclusividad sobre la causalidad de las enfermedades, ni que las patologías en el ser humano se deban a una única respuesta, aún así quiero manifestar que por encima de todo siempre que haya cualquier trastorno digestivo la primera línea de intervención es médica, hay que descartar cualquier patología, realizar las pruebas pertinentes y llevar a cabo el tratamiento que el médico considere más adecuado, la medicina ha salvado muchas vidas y afortunadamente lo seguirá haciendo. Además, paralelamente creo en la colaboración y cuanto más estrecha, amigable y cercana mayor será el beneficio para el paciente. Los egos solitarios llevan a una dieta muy pobre para el paciente.
Al final se trata de un objetivo común: ayudar a las personas para que puedan disfrutar de su vida de una manera sana y adecuada; la visión holística y la colaboración entre profesionales en
cualquier campo de la salud solo puede traer beneficios al paciente que sufre de una patología. La frase La unión hace la fuerza siempre tuvo razón y en patologías digestivas donde esa unión es desde física gracias al nervio vago hasta estructural, el asombroso parecido en los procesos del funcionamiento de nuestra psique con el “segundo cerebro” el proceso de la digestión, hace que sea muy complicado que un tratamiento sea efectivo sin tener en cuenta el otro lado del puente.
Como dije anteriormente lo que no podemos ignorar por más tiempo es que no sólo somos un conjunto de órganos con una fisiología particular, somos seres racionales y somos sobre todo seres emocionales, todo se relaciona, se mezcla, se influye y es necesario abrir la mente para tener la foto completa de la vida de una persona. Por último quiero añadir a la íntima relación que existe entre nuestro aparato digestivo y nuestro cerebro que, aunque “el experto” en cuestión siempre tendrá mi admiración y cariño por su carrera deportiva (aquí me verán el plumero en cuestiones futbolísticas), siento contradecir a Iker Casillas, en mi larga trayectoria tras haber probado muchas, confirmo que las mejores rosquillas del mundo las sigue haciendo mi abuela .
CONCLUSIONES FINALES
Existe una estrecha relación entre la parte psicológica: conducta, pensamientos, sentimientos y emociones con nuestro aparato digestivo. Existe una interacción. Cuando no gestionamos bien una parte la otra se ve afectada y viceversa.
Nuestro aparato digestivo tiene una comunicación constante con nuestra mente a través del nervio vago, contiene más de 100 millones de neuronas. En él se produce serotonina, dopamina y hay una alta implicación del sistema de secreción de opiáceos durante la ingesta, se le renombra “nuestro segundo cerebro”.
Es frecuente la presencia de trastornos psicológicos en determinados problemas digestivos. Gran parte de nuestras emociones están influenciadas por el sistema nervioso digestivo.
No sólo somos seres racionales, somos también seres emocionales porque nuestro cerebro está programado para reaccionar siempre con una respuesta emocional y es imprescindible tenerlo en cuenta en los trastornos funcionales digestivos.
El modo en que un paciente gestiona psicológicamente su trastorno digestivo puede convertirse en un círculo vicioso que se retroalimenta. La ansiedad, depresión, su estilo de vida, aumentan los síntomas de la enfermedad digestiva.
Contar con herramientas como el esquema de los cinco niveles de intervención o las cinco áreas vitales, ayuda a tener una visión mas completa de la problemática de un paciente. Considerar el factor psicológico es importante cuando los tratamientos convencionales y sintomáticos no aportan una mejoría significativa y es necesaria la intervención en otros niveles psicológicos.
La colaboración entre los distintos profesionales en estas patologías conllevará un mayor beneficio para el paciente.
Bibliografía:

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 Schnake S. A, “La vos del Síntoma: del discurso médico al discurso organísmico”. 2004. Cuatro Vientos.

grasas trans

Las grasas insaturadas, que no así las saturadas o las trans, reducen el riesgo de muerte

grasas trans

Las dietas con un alto contenido en grasas insaturadas, caso de los ácidos grasos omega-3 y omega-6, son beneficiosas para la salud. De hecho, y comparadas frente al consumo de carbohidratos con la misma cantidad de calorías, las grasas insaturadas se asocian con una reducción de entre un 11% y un 19% de la mortalidad por cualquier causa. Así lo muestra un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard en Boston (EE.UU.) y publicado en la revista «JAMA Internal Medicine», en el que se incide en la necesidad de evitar las grasas saturadas y, sobre todo, las grasas trans en la dieta y sustituirlas por grasas insaturadas –tanto poliinsaturadas como monoinsaturadas.

Como explica Dong Wang, director de la investigación, «en el último par de años se ha generado una gran confusión entre el público general y en la comunidad biomédica en torno a los efectos sobre la salud de los tipos de grasas en la dieta. Y en este sentido, nuestro trabajo constata los importantes beneficios asociados al consumo de las grasas insaturadas, sobre todo cuando se emplean en sustitución de las grasas saturadas y de las grasas trans».

¿Grasas trans? No, gracias

Para llevar a cabo la investigación, los autores evaluaron la relación entre los distintos tipos de grasas en la alimentación y la mortalidad –tanto general como específicamente asociada a las enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas, respiratorias y oncológicas–. Y para ello, analizaron los datos de 126.233 adultos incluidos en dos macroestudios –el Estudio de Salud de las Enfermeras (NHS I) y el Estudio de Seguimiento de la Salud de los Profesionales– en los que, con una periodicidad de dos o cuatro años y a lo largo de un total de 32 años, se registraron todos los aspectos relativos a la dieta, los estilos de vida y el estado de salud de los participantes. Concretamente, durante los 32 años de seguimiento se produjeron 33.304 decesos.

Los resultados mostraron que las grasas trans son las más perjudiciales para la salud. No en vano, y comparadas frente al consumo de carbohidratos con una cantidad similar de calorías, cada incremento de un 2% en el consumo de grasas trans se asoció con un aumento del 16% del riesgo de mortalidad prematura a lo largo de los 32 años de seguimiento. Sin embargo, las grasas saturadas, típicas de alimentos como la mantequilla o las carnes rojas, tampoco salieron mucho mejor paradas: partiendo del mismo número de calorías en los carbohidratos, cada aumento de un 5% en el consumo de este tipo de grasas conllevó un aumento del 8% en la probabilidad de fallecer por cualquier causa.

Por el contrario, los resultados mostraron que el consumo elevado de grasas insaturadas –tanto poliinsaturadas como monoinsaturadas– se asoció, frente a la ingesta de la misma cantidad de calorías en los carbohidratos, con una disminución de un 11-19% de la mortalidad general.

Hay que eliminar las grasas trans y reemplazar las grasas saturadas por grasas insaturadas, incluidos los ácidos omega-3 y omega-6Frank Hu

Es más; el consumo de dos tipos de grasas poliinsaturadas específicas –los ácidos grasos omega-6, presentes en los aceites vegetales, y los ácidos grasos omega-6, muy comunes en el pescado–, se asoció con un menor riesgo de muerte prematura.

Como indican los investigadores, «los efectos sobre la salud de los tipos específicos de grasas dependen de cómo son reemplazadas. Por ejemplo, y comparadas frente a aquellas personas que mantuvieron altos niveles de consumo de grasas saturadas, los participantes que cambiaron estas grasas saturadas por grasas insaturadas, sobre todo por grasas poliinsaturadas, presentaron un riesgo significativamente menor de morir por cualquier causa durante el período de seguimiento del estudio, así como una probabilidad inferior de fallecer por una enfermedad cardiovascular, por cáncer o por una enfermedad respiratoria o neurodegenerativa. Unos hallazgos que, en el caso de la enfermedad cardiovascular, son consistentes con los observados en numerosos estudios previos, en los que se muestra que la sustitución de las grasas saturadas o trans por grasas insaturadas se asocia con una reducción de las cifras de colesterol total y de LDL o ‘colesterol malo’».

Más sanos y longevos

Pero aún hay más. El estudio también demuestra que, con objeto de mantener la misma cantidad de ingesta calórica, la sustitución en la dieta de las grasas saturadas por carbohidratos también conlleva una reducción, aun modesta, del riesgo de mortalidad.

Entonces, ¿debe sugerirse la sustitución en la alimentación de las grasas, incluidas las insaturadas, por carbohidratos? No, pues como ya se ha referido, las grasas insaturadas ejercen un efecto beneficioso para la salud. De hecho, los resultados mostraron que las personas que reemplazaron su ingesta total de grasas por carbohidratos tuvieron una mayor mortalidad. Un resultado que, como apuntan los autores, «no nos sorprendió, pues los carbohidratos en Estados Unidos suelen contener básicamente almidón y azúcares refinados, cuya influencia sobre la mortalidad es similar a la de las grasas saturadas».

En definitiva, concluye Frank Hu, co-autor del estudio, «nuestro trabajo muestra la importancia de eliminar las grasas trans y de reemplazar las grasas saturadas por grasas insaturadas, incluidos los ácidos omega-3 y omega-6. Un cambio en la dieta que a nivel práctico se puede lograr sustituyendo las grasas de origen animal por una amplia variedad de aceites vegetales para cocinar».

Fuente: http://www.abc.es/salud/habitos-vida-saludable/abci-grasas-insaturadas-no-saturadas-o-trans-reducen-riesgo-muerte-201607051357_noticia.html