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Navidades, la peor época para los alérgicos a alimentos

Las fechas navideñas sirven de excusa a la mayor parte de los ciudadanos para reunirse con sus familiares y amigos en torno a una mesa repleta de comida. No obstante, y aunque es un momento de celebración, estas reuniones pueden ser peligrosas ya que es cuando más reacciones alérgicas a los alimentos se producen, especialmente entre los niños y los jóvenes.

Y es que, en una mesa navideña no suelen faltar los turrones y mazapanes -hechos en su mayoría a base de frutos secos y huevos-, frutas -como por ejemplo la uva-, pescados y marisco que se caracterizan por ser bastante alergénicos para un determinado grupo de la población.

“Estas alergias se producen durante todo el año, aunque en Navidad se suelen dar más reacciones debido, entre otras cosas, a que en estas fechas existe una combinación de diferentes factores que provocan alergias como, por ejemplo, comer alguno de estos alimentos mientras se está tomando una copa o se está bailando. Estos factores pueden aumentar la expresión clínica de una reacción alérgica”, ha comentado a Europa Press la vicepresidenta de comunicación de la Academia Europa de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI, por sus siglas en inglés), Victoria Cardona.

De hecho, a nivel general, estudios llevados a cabo por la EAACI demuestran que el número de reacciones alérgicas y “shocks” anafilácticos -reacciones graves- han aumentando de forma considerable en los últimos diez años. Además, se estima que en la próxima década más de la mitad de la población europea estará expuesta a la aparición de alguna forma de alergia durante su vida.

En este sentido, la doctora ha informado de que si se realiza una encuesta, el 30 por ciento de las personas asegurará que es alérgica a algún tipo de alimento, mientras que cuando se hacen los análisis por parte de un alergólogo se demuestra que de todas ellas, sólo entre el “uno y el dos por ciento” tiene algún tipo de alergia.

Más de 120 alimentos potencialmente alergénicos

Es más, la EAACI ha informado de que actualmente hay más de 120 alimentos identificados como potenciales desencadenantes de reacciones alérgicas que, especialmente, afectan a la población con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años dado que este colectivo tiene una tendencia mayor a asumir riesgos a la hora de llevar a cabo un autoinyector, evitar alimentos y analizar potenciales contingencias en situaciones especiales.

No obstante, la doctora Cardona ha subrayado que las personas más propensas a sufrir un episodio alergénico son las que ya han tenido problemas anteriormente y que, incluso, tengan antecedentes familiares con este mismo problema. En este sentido, la experta ha matizado que estas patologías suelen afectar “un poco más” a las mujeres.

En concreto, los principales síntomas de estas alergias suelen ser las erupciones cutáneas con enrojecimiento y picor; hinchazón de ojos, labios, manos y pies; estrechamiento de las vías respiratorias que pueden causar sibilancias y dificultad respiratoria; sensación de ocupación de espacio dentro de la garganta; caída brusca de tensión arterial que puede producir mareos o sensación de inestabilidad; náuseas y vómitos; sensación de boca metálica; e irritación, enrojecimiento y picor de ojos.

“El 80 por ciento son síntomas cutáneos que suelen empezar por picores en las palmas de las manos y en las plantas de los pies y que, después se generaliza provocando urticaria o hinchazón de labios y párpados”, ha comentado la vicepresidenta de comunicación de EAACI. Ahora bien, hay casos en los que se producen reacciones alérgicas graves que, en ciertas situaciones, pueden provocar la muerte aunque, según ha apostillado Cardona, son casos “muy poco frecuentes”.

Recomendaciones para evitar estas reacciones

Pese a que lo más recomendable es mirar y conocer los alimentos que a uno mismo le producen alergia para evitar que se produzca una reacción, la experta ha destacado la importancia de que los pacientes que ya han sido diagnosticados lleven siempre un “kit” que les haya recomendado su médico para casos de emergencia.

Según un reciente estudio, publicado en la revista de la EAACI Clinical and Translational Allergy, los viajes al extranjero son un factor de riesgo y preocupación para aquellos que padecen alergias. En el mismo, un 9 por ciento de los encuestados señala reacciones adversas en los aviones.

En la investigación también se indica que sólo el 38 por ciento de los pacientes que requirieron un tratamiento especial han obtenido respuesta satisfactoria por parte de la línea aérea. Además, otro de los puntos que se señalan en el estudio, tiene que ver con la legislación insuficiente en materia de etiquetado de alimentos -fuera de la Unión Europea-.

Y es que, si a este hecho, se añade que el paciente no habla la lengua del país de acogida, se produce claramente una limitación de las posibilidades de viajar del paciente. Por este motivo, la experta ha destacado la importancia que tiene que los alérgicos lleven consigo siempre de viaje un informe en inglés en el que se especifiquen los alimentos a los que son alérgicos.

Dos vasos de leche al día en niños es suficiente para conseguir los niveles de vitamina D recomendados

Los investigadores explicaron que estudios anteriores habían demostrado que la leche de vaca incrementa, en los niños, la cantidad de vitamina D en sangre, a la par que reduce los niveles de hierro.

El hierro, que el organismo consigue mediante la ingesta de carnes y legumbres, es importante para el desarrollo del cerebro y proteger contra la anemia; por su parte, la vitamina D, que ayuda a la absorción de calcio y a prevenir el ablandamiento de los huesos, es producida de manera natura por el organismo, gracias a la exposición solar y también se consigue ingiriendo leche o pescados grasos.

El doctor Jonathon Maguire, autor principal del estudio, del Toronto”s St. Michael”s Hospital, y su equipo entrevistaron a los padres de 1.311 niños, que tenían entre 2 y 5 años entre diciembre de 2008 y el mismo mes de 2010. Además extrajeron muestras de sangre de estos menores.

Los investigadores encontraron que tomar una taza -250 mililitros- aumentó la vitamina D en la sangre de los niños y disminuyó un poco los niveles de hierro.

Maguire ha precisado que los niños con una piel más oscura pueden necesitar entre 3 y 4 tazas de leche diarias durante el invierno, cuando sus cuerpos producen menos vitamina D a consecuencia de que la exposición solar es menor.

Por su parte, Patsy Brannon, un profesor de ciencias de la nutrición de la Universidad de Cornell en Ithaca, (Nueva York, Estados Unidos) ha señalado que este hallazgo es consecuente con la recomendación del Departamento de Agricultura de ingerir dos tazas de leche entre los dos y tres años de edad; aunque los niños mayores necesitan 2,5 tazas.

Brannon recomienda un suplemento diario de vitamina D para llegar a las recomendaciones establecidas, pero añade que las personas pueden conseguir vitamina D de otras fuentes de alimentos.

El debate viene, según los autores, porque la Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños de entre 2 y 8 años tomen dos tazas de leche al día, pero en otro manual, la organización dice que los niños necesitan suplementos de vitamina D si ellos beben menos de cuatro tazas diarias.

Empachos, resfriados y resacas, dolencias más habituales en Navidad

Los problemas derivados de los excesos con la comida, la bebida y el tabaco son las principales dolencias que padecemos durante las fiestas navideñas. Empachos, digestiones pesadas, acidez estomacal y diarreas son los problemas leves de salud más comunes y originan un buen número de consultas en las oficinas de farmacia.

Prevenir estos problemas de salud pasa, por lo tanto, por mantener una alimentación equilibrada, “eligiendo bien no sólo los alimentos que tomamos, sino también, y muy importante, las cantidades”, explica el director general de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp), Jaume Pey. Además, es fundamental comer despacio, masticar bien, no abusar de las carnes y los productos muy grasos y sustituirlos, en la medida de lo posible, por verduras o alimentos ricos en fibras.

Durante las fiestas navideñas también aumenta el consumo de alcohol, lo que puede pasar factura a nuestro organismo. De hecho, la resaca es uno de los trastornos de salud leves más habituales durante estas fechas. Los síntomas típicos de la resaca son dolor de cabeza, deshidratación, mareos, acidez de estómago y náuseas. Para prevenirla, lo mejor es no consumir alcohol o hacerlo en cantidades moderadas. En caso de padecerla, debemos reponer líquidos para evitar la deshidratación. En este sentido, son muy útiles los zumos ricos en vitamina C. “También son muy recomendables los alimentos como las frutas y los yogures”, añade el director general de anefp.

Jaume Pey recomienda seguir unos hábitos de alimentación sanos, apostando por una dieta variada, así como hacer ejercicio para evitar que los excesos que hayamos podido cometer nos pasen factura. Y si hemos caído en la tentación y sufrimos algún trastorno leve, lo más adecuado es acudir a la oficina de farmacia, donde el profesional farmacéutico nos aconsejará, en aquel caso en que lo necesitemos, el medicamento o el producto de autocuidado más adecuado para tratar el problema leve que padecemos.

En el caso de problemas leves de salud como empachos, digestiones pesadas, diarreas y resacas, existen medicamentos no sujetos a prescripción médica específicamente destinados al alivio de estas dolencias. Estos medicamentos se pueden adquirir en la oficina de farmacia siempre con el consejo previo del farmacéutico. Entre ellos se encuentran antiácidos y protectores gástricos para el alivio de los problemas estomacales, antidiarreicos, sueros de rehidratación oral y analgésicos para el dolor de cabeza.

Pero, sin duda, el gran protagonista de los meses de invierno es el resfriado, que suele propagarse con mayor facilidad durante las fiestas navideñas, ya que en ellas pasamos más tiempo fuera de casa expuestos al frío y a los cambios bruscos de temperatura. El director general de anefp recuerda que existen medicamentos no sujetos a prescripción médica como analgésicos, antigripales, mucolíticos y antitusivos que tratan los síntomas propios del resfriado: dolor, fiebre, tos, exceso de mucosidad, etc.

Jaume Pey recuerda que la mejor manera de disfrutar de unas fiestas sin sobresaltos “es utilizar el sentido común y no dejarnos llevar por los excesos”.

Un estudio científico relaciona el consumo de gazpacho con la reducción de la presión arterial

Consumir gazpacho habitualmente puede contribuir a disminuir la presión arterial, según un estudio científico de la revista Nutrition, Metabolism & Cardiovascular Diseases cuyo primer autor es el investigador Alexander Medina-Remón, del Departamento de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia y del Campus de la Alimentación de Torribera de la UB.

La hipertensión arterial es una enfermedad que afecta a un 25 % de la población adulta y es el principal factor de riesgo de los infartos miocárdicos y cerebrales, la primera causa de muerte en la población occidental. En esta nueva publicación se ha evaluado el efecto del consumo de gazpacho en 3.995 individuos del estudio PREDIMED, que analiza los efectos de la dieta mediterránea sobre la prevención de las dolencias cardiovasculares en una población de alto riesgo cardiovascular.

Mejorar la dieta, mejorar la salud

“Estudios clínicos y epidemiológicos previos asocian el consumo de los principales ingredientes naturales del gazpacho por separado (tomate, pepino, ajo, aceite de oliva, etc.) con una reducción de la presión arterial”, explica Alexander Medina-Remón. “Este nuevo estudio científico”, continúa, “describe por primera vez que consumir gazpacho con frecuencia es igualmente beneficioso y puede disminuir la hipertensión arterial”.

Tal y como explica la profesora Rosa M.ª Lamuela, responsable del Grupo de Investigación en Antioxidantes Naturales de la UB y coordinadora de este estudio, el efecto protector del gazpacho en la presión arterial ha sido un resultado en parte “inesperado, dado que el gazpacho contiene sal, que es uno de los ingredientes restringidos para poder mantener los niveles de la presión arterial. Aun así, los resultados del estudio describen que la presión arterial de los consumidores de gazpacho es inferior a la de los no consumidores, posiblemente porque los componentes bioactivos del gazpacho contrarrestan el posible efecto del consumo de sal”.

Carotenoides, vitamina C y polifenoles

¿Cómo pueden explicarse estos resultados en el gazpacho? En opinión del investigador Alexander Medina-Remón, “se trata de un alimento con un alto contenido en carotenoides, vitamina C y polifenoles. El balance final entre los compuestos bioactivos del gazpacho y su contenido en sal hace que el producto sea cardiosaludable, es decir, al final prevalece el efecto positivo de todos los ingredientes que pueden disminuir la presión arterial por encima del efecto que podría tener la sal”.

Los expertos también han aplicado técnicas estadísticas de regresión logística para conocer hasta qué punto podría reducirse el riesgo de hipertensión gracias al consumo de gazpacho. Según los resultados, “en algunos perfiles de consumidores el riesgo podría disminuir hasta un 27 %”, apunta Medina-Remón.

Investigar el mecanismo de acción

En el estudio, de carácter multicéntrico y pluridisciplinar, también han participado equipos investigadores del Hospital Clínico de Barcelona, el IDIBAPS, el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), la Universidad de Navarra, la Universidad de Valencia, la Universidad Rovira i Virgili, la Universidad de Málaga, el Instituto de la Grasa-CSIC, el Centro de Salud San Pablo, el Instituto Universitario de Investigación en Ciencias de la Salud y el Hospital Universitario de Álava. En el futuro, el equipo tiene previsto potenciar líneas de estudio de los mecanismos de acción que relacionan el consumo de alimentos ricos en polifenoles con la reducción de la presión arterial, un proceso aparentemente ligado al incremento del óxido nítrico, una molécula con propiedades vasodilatadoras en el sistema cardiovascular.

El Grupo de Investigación de Antioxidantes Naturales de la UB, que ha realizado destacados estudios internacionales sobre nutrición y prevención de enfermedades cardiovasculares, forma parte del Departamento de Nutrición y Bromatología de la UB, de la Red de Referencia en Tecnología de Alimentos de la Generalitat de Cataluña (XaRTA) y del Instituto de Investigación en Nutrición y Seguridad Alimentaria (INSA-UB). El grupo de investigación también está asociado a las redes CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) y RETICS, del Instituto de Salud Carlos III.

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Los peligros de la diabulimia: el uso de la insulina como método de control de peso

Especialistas del Institut de Trastorns Alimentaris (ITA) alertan sobre los peligros de la diabulimia, que afecta especialmente a mujeres jóvenes, sobre todo adolescentes. En muchos casos, con el inicio del tratamiento con insulina en personas diabéticas se produce una recuperación de peso. Es entonces cuando algunos pacientes realizan un mal uso de la insulina con el objetivo de no engordar.

La diabulimia es una enfermedad que se presenta en aquellos pacientes que tienen una diabetes tipo I y un trastorno de la conducta alimentaria, que puede ser anorexia o bulimia nerviosa. Aunque no está reconocida como enfermedad médica, se trata de un problema que se detecta cada vez con mayor frecuencia.

Los enfermos de diabulimia manipulan a su antojo las dosis de insulina para mantener el peso controlado, lo que conlleva importantes riesgos para la salud. A la vez, además también presentan elementos propios de un trastorno alimentario como dejar de comer, atracones y posteriores vómitos, ejercicio físico excesivo, etc.

Según algunos estudios, las mujeres jóvenes con diabetes presentan el doble de probabilidades de desarrollar un trastorno alimentario en comparación con mujeres de la misma edad sin diabetes. Además, se incrementan hasta tres veces las complicaciones que puede tener un diabético como: a corto plazo, síntomas recurrentes de hiperglucemia como la sed o el cansancio, episodios frecuentes de cetoacidosis o hipoglucemia que puede llegar al coma en casos graves; y, a largo plazo, se aumentan las complicaciones físicas de la diabetes como retinopatía, nefropatía o neuropatía, así como problemas en el crecimiento y desarrollo en los años de pubertad. Si la situación persiste en el tiempo, el riesgo de muerte se triplica y se reduce la edad media de mortalidad a los 45 años.

Un problema de difícil detección

La detección de la diabulimia es complicada y suele ser habitual que sea necesario un largo periodo hasta su diagnóstico. Desde ITA destacan que es importante pensar en esta posibilidad cuando el paciente es una persona que sufre diabetes tipo I, habitualmente mujeres jóvenes, y que no responden a pautas correctas de tratamiento mostrando resistencias o fracasos terapéuticos repetidos, así como frecuentes consultas a urgencias por hipoglucemias o comas diabéticos. Otros síntomas propios de un trastorno alimentario como la preocupación excesiva por la imagen corporal, deseos de adelgazar o distorsión de la imagen corporal también pueden ayudar al diagnóstico.

Una vez identificada la enfermedad, debe iniciarse lo antes posible un tratamiento interdisciplinar con especialistas en salud mental, nutrición y Endocrinología, que permitan un tratamiento adecuado del trastorno de la alimentación, necesario para cumplir correctamente las pautas médicas y el control de la diabetes.

El aumento de la obesidad implica el incremento de los trastornos de la conducta alimentaria

El CIBERobn llevó a cabo un estudio con el objetivo de analizar la prevalencia de la tasa de obesidad durante toda la vida en los subtipos de trastornos de la alimentación y para examinar si había habido cambios temporales entre los últimos 10 años.

“La conclusión fue que en la última década la prevalencia de obesidad asociada a trastornos caracterizados por la presencia de episodios de atracones, es decir, los trastornos bulímicos, va en aumento, y está vinculada con una mayor gravedad y un pronóstico más pobre”, ha señalado el doctor Fernández-Aranda, quien lidera desde el Hospital Universitario de Bellvitge de Barcelona el CIBERobn.

Dicho esto, ha explicado que “los pacientes con trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y obesidad crónica asociada se caracterizan por una aparición más tardía del trastorno, mayor severidad y unos rasgos de personalidad más disfuncionales que los de los pacientes sin obesidad crónica asociada”.

Trastornos de la conducta alimentaria no especificados

Por otro lado, estudios realizados tanto en España como en el resto de países desarrollados demuestran que tanto la bulimia nerviosa como los Trastornos de la Conducta Alimentaria No Especificados (TCANE) alcanzan unas tasas muy superiores, con cifras que oscilan entre el 0,5 y 3 por ciento para la primera, y el 3 y 5 por ciento para estos últimos.

Dentro del grupo de los TCANE se incluye el Trastorno por Atracón en el que los pacientes tienen sobre ingestas importantes de comida que no van seguidas de vómitos, purgas o ejercicio excesivo como en la bulimia, y que roza ya el 7 por ciento de incidencia entre los adolescentes españoles sin diferencias estadísticamente significativas entre hombres y mujeres.

De esta manera, los atracones son patrones desadaptativos de la conducta alimentaria que se caracterizan básicamente por un impulso irrefrenable de comer y por ingerir una gran cantidad de alimento en un corto periodo temporal. Las personas que sufren estos episodios de sobre ingesta alimentaria de forma habitual tienen una mayor probabilidad de desarrollar en el futuro un TCA.

Del total de personas que desarrolla un trastorno de la alimentación, un tercio de los pacientes se recuperan completamente del problema, otro se caracterizan por presentar una recuperación parcial, y otro tercio pueden llegar a ser crónicos, si no son bien tratados.

Los TCA son multifactoriales y están determinados por causas biológicas (hormonas), factores psicológicos (baja autoestima, elevada impulsividad, exceso de perfeccionismo) y sociales (experiencias traumáticas como la pérdida de un familiar o antecedentes familiares de obesidad).

En general, la tasa de prevalencia en España de todo el espectro de Trastornos de la Conducta Alimentaria se sitúa entre el 11 y el 16 por ciento de la población adolescente.

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Los españoles siguen comiendo mal por falta de voluntad y baja percepción del riesgo

La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) han alertado de que los ciudadanos españoles no están concienciados de la importancia de la alimentación en la salud ya que, según advierten, muchos “siguen comiendo mal”, en parte por una falta de voluntad y por una baja percepción del riesgo que conlleva la obesidad.

Así lo han asegurado con motivo del XVII Día Nacional de la Persona Obesa que se celebra este viernes, 14 de diciembre, mostrando su preocupación por las elevadas tasas de sobrepeso y obesidad que hay en España, problemas que afectan a más de la mitad de la población adulta y al 44 por ciento de los niños.

“Si repetimos siempre los mismos consejos es porque no lo hacemos bien”, ha reconocido el vicepresidente de SEEDO, Alberto Goday, quien sin embargo considera que la mayoría de los españoles “sí saben cómo tienen que comer”.

El problema, según añade, es que la mayoría son “poco conscientes de que puedan seguir una buena alimentación”. “Falta voluntad e iniciativa”, ha añadido la doctora Irene Bretón, miembro de la SEEN, quien también apunta a la baja percepción de la obesidad como un problema de salud.

Según esta experta, la obesidad “se sigue viendo por muchos como un problema estético cuando no es así”. “Cada kilo cuenta, por ejemplo, en el riesgo de desarrollar diabetes, y esto ya son palabras mayores”, ha advertido.

Por ello, y con el objetivo de revertir esta tendencia, insisten en la necesidad de “dar prioridad a la alimentación” y organizarse para que sea variada a lo largo de toda la semana. “Igual que nos planificamos el trabajo nos podemos planificar la compra, en función de lo que vayamos a comer durante la semana”.

De este modo, apunta Bretón, se consigue además evitar o reducir el consumo de comida rápida o preparada, que “suele ser fruto de la improvisación”. No obstante, ambos coinciden en que “no hay alimentos buenos o malos”, ni siquiera estos, sino que “todo depende de la cantidad y la frecuencia con la que se consuman”.

Verduras y frutas deben conformar la mitad de la dieta

Entre las recomendaciones para una dieta más equilibrada, estos expertos insisten en comer al menos dos raciones de verdura y entre dos y tres piezas de fruta al día, alimentos que deben conformar “el 50 por ciento de la dieta”.

Sin embargo, diversos estudios ponen de manifiesto que la alimentación de los españoles se va alejando cada vez más de una dieta mediterránea, y a diario sólo el 43 por ciento de la población toma verduras y hortalizas y un 37,8 por ciento fruta.

Igualmente, una cuarta parte de la alimentación debe estar compuesta por cereales, legumbres o patatas. En cuanto al pescado, recomiendan al menos cuatro raciones por semana, mientras que de la carne “como mucho deberían ser seis, aunque suelen ser más”, ha lamentado Goday.

Los expertos también insisten en que estas recomendaciones alimenticias deben acompañarse de otros hábitos, como la comida en familia, lo que ayudará también a que la variedad del consumo y la importancia de determinados alimentos sea percibida también por los niños.

A esto ayudará también el comer sin la televisión encendida. “A veces tendemos a poner a los niños frente al televisor para entretenerlos y esto es un error. Deben darse cuenta de lo que están comiendo, para conocer su importancia”, ha argumentado.

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Nutrición personalizada en las interacciones dieta – xenobióticos

Recogemos la intervención de D. Francesco Visioli en el marco de la Jornada Interacciones Dieta y Xenobióticos en el Siglo XXI, organizada por la Cátedra Tomás Pascual Sanz – Universidad San Pablo CEU.

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Interacciones dieta – xenobióticos. Monitorización a nivel hospitalario

Recogemos la intervención de D. José Manuel Ortega durante de Mesa Redonda Predicción, prevención y tratamiento en el marco de la Jornada Interacciones Dieta y Xenobióticos en el Siglo XXI, organizada por la Cátedra Tomás Pascual Sanz – Universidad San Pablo CEU.

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Atención farmacéutica en alimentación en la farmacia

Recogemos la intervención de D. Aquilino García Perea durante de Mesa Redonda Predicción, prevención y tratamiento en el marco de la Jornada Interacciones Dieta y Xenobióticos en el Siglo XXI, organizada por la Cátedra Tomás Pascual Sanz – Universidad San Pablo CEU.

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Análisis de las interacciones entre medicamentos y alimentos

La Jornada Interacciones Dieta y Xenobióticos en el Siglo XXI persigue, entre otros objetivos, reconocer las principales interacciones que se producen entre determinados grupos de medicamentos, aditivos alimentarios y contaminantes y los alimentos; resolver los casos más frecuentes de mutua influencia dieta-xenobióticos; y aportar criterio para la toma de decisiones respecto a las medidas a seguir.

La jornada, dirigida por el catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo Gregorio Varela y la profesora de Nutrición del mismo centro universitario Elena Alonso, se celebra en el Aula Magna de la Universidad CEU San Pablo.

En la jornada Interacciones Dieta y Xenobióticos en el Siglo XXI participan los profesores de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona Abel Mariné Font y María del Carmen Vidal Carou; el profesor de la Universidad CEU San Pablo, Antonio Aguilar Ros y el decano de la Facultad de medicina Tomás Chivato Pérez; así como el catedrático de la Universitat des Illes Balears Josep Tur Mari; María Luisa López Díaz-Ufán, de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, SEMERGEN; Aquilino García Pérez, del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos; Juan Manuel Ortega, del Hospital Universitario Madrid Sanchinarro; y Francesco Visioli, del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Alimentación (IMDEA Alimentación).

Entre otros temas, la jornada “Interacciones Dieta y Xenobióticos en el Siglo XXI” aborda la nutrición personalizada en las interacciones dieta – xenobióticos; y el posible comportamiento de los nutrientes como xenobióticos. Asimismo, se celebran dos mesas redondas, tituladas “Entorno Alimentario y Situaciones Especiales” y “Predicción, Prevención y Tratamiento”.

Enlace al Programa

Universidad CEU San Pablo

La Universidad CEU San Pablo, fundada hace 75 años para formar humana y profesionalmente a los futuros dirigentes de la sociedad española, es una de las tres universidades de iniciativa social y gestión privada de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, promovida por la Asociación Católica de Propagandistas. El pasado curso académico estudiaron en ellas más de 8.600 alumnos e impartieron docencia cerca de mil profesores, con una tasa conjunta de inserción laboral del 98,4%.

La Universidad CEU San Pablo, que está realizando una apuesta decidida por la internacionalización, quiere unir la formación excelente de sus alumnos con una formación completa en los valores más genuinos del humanismo cristiano y de la cultura occidental.

www.ceu.es

Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud

Dependiente de la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, el Instituto Tomás Pascual Sanz es una entidad sin ánimo de lucro que tiene el mandato de generar y difundir actividades de divulgación, estudio y análisis en los campos de la alimentación, la nutrición, la salud y los hábitos correctos de vida.

El Instituto transmite a la sociedad los valores de una vida saludable, difunde los adelantos tecnológicos relacionados con las ciencias de la salud y promueve el intercambio de información, generando nuevas posibilidades entre los colectivos relevantes y comprometiéndose al máximo con la sociedad científica moderna. El Instituto Tomás Pascual Sanz edita el contenido de estudios y ponencias en una numerosa biblioteca que responde a la creciente demanda sobre temas tan importantes como la nutrición, la seguridad alimentaria o la actividad física.

www.institutotomaspascual.es

Acceda a la Biblioteca del Instituto

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Interacciones dieta-xenobióticos en las etapas de la vida y situaciones fisiológicas

Recogemos la intervención de D. Josep Tur Marí en el marco de la Jornada Interacciones Dieta y Xenobióticos en el Siglo XXI, organizada por la Cátedra Tomás Pascual Sanz – Universidad San Pablo CEU.

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