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Creatividad y Neurociencia Cognitiva: el estudio de la actividad creativa del cerebro, necesario para el completo conocimiento del ser humano

El presidente del Instituto Tomás Pascual Sanz, Ricardo Martí-Fluxá, introdujo el acto de presentación afirmando que “el estudio de la actividad creativa del cerebro se convierte en una necesidad para el completo conocimiento del ser humano. Descifrar cómo el cerebro humano es capaz de generar ideas nuevas y relacionarlas con otras ya existentes potenciará aún más la expansión de la mente”.

Seguidamente, presentó al director de la obra, Manuel Martín-Loeches, responsable del área de Neurociencia Cognitiva del Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamientos Humanos, quien explicó cómo “el comportamiento creativo, claramente detectable en algunos vertebrados superiores, ha alcanzado en la especie humana su máxima expresión. Tal comportamiento ha permitido no sólo explotar eficazmente su entorno, sino también explorar nuevos horizontes a lo largo de miles de años”.

Por su parte, la doctora Manuela Romo, coautora del libro, intervino en la presentación para hacer referencia a los “siete ingredientes de la creatividad”, destacando “la importancia del tiempo como elemento básico para llegar a las más altas cotas de la creación: diez años o más de intensivo trabajo inicial”. Para Romo, “además de las destrezas y el conocimiento, en el proceso creativo es clave el desarrollo de otras características personales como la perseverancia, la capacidad de asumir riesgos o la motivación intrínseca”.

El libro Creatividad y Neurociencia Cognitiva, compuesto por catorce capítulos, desarrolla las ideas expuestas en las cuatro jornadas del seminario sobre la creatividad, desde niveles conceptuales hasta los sociales y culturales. Fueron quince expertos nacionales e internacionales quienes abordaron la situación y la perspectiva existentes hoy en día sobre la creatividad.

El libro se puede descargar en formato pdf en el siguiente enlace:

Biblioteca del Instituto

La neurociencia cognitiva estudia los procesos biológicos de la conducta creativa. Las cada vez más desarrolladas técnicas de neuroimagen han posibilitado importantes descubrimientos en la cognición creativa. La neurociencia se ha convertido en un área de interés para lo relacionado con la conducta y la cognición, y se considera una base útil para comprender disciplinas tan diversas como la educación y la psicología.

2012 Año de la Neurociencia

La declaración por parte del Parlamento del 2012 como Año de la Neurociencia en España representa una oportunidad única para impulsar la investigación neurocientífica, fomentar la transferencia de los conocimientos sobre el cerebro a la sociedad y fomentar la enseñanza del funcionamiento del cerebro.

www.senc.es/neurociencia

www.suite101.net

Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamientos Humanos

Surgido del convenio entre la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto de Salud Carlos III, está dirigido por el Profesor Juan Luis Arsuaga. Custodia los fósiles recuperados en la Sima de los Huesos (Sierra de Atapuerca, Burgos) mientras sobre ellos se realizan estudios en torno a diversas líneas técnicas y de investigación: Área de Paleontología y Evolución Humana, Área de ADN antiguo y Área de Neurociencia. Además, el Centro Mixto Universidad Complutense-Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humanos lleva a cabo trabajos de restauración y conservación del patrimonio fósil recuperado en aquella Sima de los Huesos durante las sucesivas campañas de excavación.

www.atapuerca.tv

Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud

Dependiente de la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, el Instituto Tomás Pascual Sanz es una entidad sin ánimo de lucro que tiene el mandato de generar y difundir actividades de divulgación, estudio y análisis en los campos de la alimentación, la nutrición, la salud y los hábitos correctos de vida.

El Instituto Tomás Pascual Sanz transmite a la sociedad los valores de una vida saludable, difunde los adelantos tecnológicos relacionados con las ciencias de la salud y promueve el intercambio de información, generando nuevas posibilidades entre los colectivos relevantes y comprometiéndose al máximo con la sociedad científica moderna. El Instituto Tomás Pascual Sanz edita el contenido de estudios y ponencias en una numerosa biblioteca que responde a la creciente demanda sobre temas tan importantes como la nutrición, la seguridad alimentaria o la actividad física.

www.institutotomaspascual.es

Acceda a la Biblioteca del Instituto

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350 colegios españoles acogen unas Olimpiadas para fomentar la práctica de ejercicio

Las Olimpiadas ARAMARK tendrán lugar durante dos semanas a finales de abril en 350 colegios de toda España, como apoyo a la iniciativa promovida por la Organización Mundial de la Salud con la creación del Día Mundial de la Actividad Física. Durante esos días, más de 30.000 escolares participarán en actividades al aire libre, como torneos de básquet, fútbol, bolos y juegos con pelota. El objetivo de ARAMARK es que los niños descubran de forma lúdica las ventajas de la práctica de ejercicio físico y los beneficios del trabajo en equipo y de una competitividad sana.

“Desde que son bebés, es muy importante que ayudemos a los niños a moverse para favorecer su desarrollo motor y neurológico”, afirma la Dra. Elena Tort, médico especialista en Medicina de Educación Física y Deporte, y miembro del Comité Médico de ARAMARK, que supervisa y avala todas las actividades del programa pedagógico de la compañía, El gusto de crecer.

“El ejercicio físico durante la infancia es fundamental porque favorece positivamente al desarrollo físico, psíquico y social, además de la motricidad, el equilibrio y la movilidad, contribuyendo al mismo tiempo a prevenir diversas enfermedades, como la obesidad, dolencias cardiovasculares, diabetes, osteoporosis, depresión o estrés, entre otras”, añade. Por ello, afirma, “los niños deberían practicar una hora diaria de ejercicio físico como mínimo”.

Asimismo, a lo largo de estas Olimpiadas, los alumnos llevarán a cabo otras actividades relacionadas con el fomento de hábitos saludables, en línea con el principal objetivo del programa pedagógico de ARAMARK, El gusto de crecer. Y es que ellos mismos elaborarán sus medallas, así como brazaletes y colgantes identificativos de cada uno de los equipos y de sus capitanes, e incluso el podio para la entrega de las medallas a los ganadores, de forma que tendrán que trabajar en equipo. Además, la temática de las actividades que realicen girará en torno a la alimentación, por ejemplo, los nombres de los equipos corresponderán a frutas típicas de nuestro país, y cuyas banderas tendrán que crear ellos mismos.

“El objetivo de las Olimpiadas es que los niños practiquen deporte durante dos semanas en ocasión del Día Mundial de la Actividad Física y lo hagan en equipo y viviendo una competitividad sana, al tiempo que interiorizan otros hábitos saludables, como la necesidad de una adecuada hidratación diaria, especialmente durante la práctica de ejercicio”, afirma la Dra. Tort.

Los padres como referencia de los niños

La Dra. Tort reconoce que es muy importante que los niños sean activos desde una edad temprana “participando en los juegos que se realizan en el colegio, así como en las tareas de casa y actividades diarias, como subir y bajar escaleras”, afirma.

Sin embargo, no siempre es tarea fácil animar a los niños a que practiquen actividades físicas, sobre todo, dada la alta presencia de televisiones, videoconsolas y otros dispositivos en el hogar cuyo consumo excesivo puede fomentar unos hábitos más sedentarios. Por ello destaca el papel que deben ejercer los padres como motivadores para que los niños deseen practicar ejercicio: “Es importante que los niños vean a sus padres practicando actividades físicas en el exterior, y, sobre todo, que se den cuenta de que todas estas actividades son divertidas y se convierten en un juego para compartir con las personas que más quieren”, explica la Dra. Tort. Por esta razón, recomienda la práctica de ejercicio en familia: “Podemos realizar caminatas con nuestros hijos, así como hacer excursiones en bicicleta o a pie, y hacerles regalos que propicien la movilidad, como pelotas, bicicletas o patines, entre otros”.

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El Programa PERSEO

El programa Perseo es un programa piloto para luchar contra la obesidad en el ámbito escolar. Este programa surge en el año 2006 como iniciativa para las escuelas y se desarrolla dentro de la estrategia Naos.

Cuando se inició el programa había unos datos relativos al programa ENKID y a la encuesta general del año 2006. En estos momentos los datos de obesidad que se manejan en la Agencia son los datos de prevalencia de sobrepeso y obesidad del estudio Aladino que cifran el sobrepeso en un 30%. En los últimos años podemos decir que la obesidad infantil se encuentra estacionada.

En el programa Perseo trabajan un grupo de expertos, en todos los ámbitos, y una comisión gestora representante de las Consejerías de Sanidad y Educación de las Comunidades Autónomas y la AESAN.

El programa se inicia con un convenio de colaboración entre todas las administraciones públicas y se trata de una intervención en el ámbito escolar para la cual se eligen las Comunidades Autónomas en función de los datos de obesidad infantil que presentaban en el año 2006.

Para desarrollar el programa se contó con financiación del Plan de calidad del Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad.

Objetivos

El objetivo del programa Perseo es promover hábitos de vida saludables en escolares de educación primaria (6-10 años) a través de un programa educativo movilizador con participación de los profesores, familia, centros escolares y los centros de salud primaria. Se trata de intervenciones sencillas y aplicables en condiciones reales.

Se trata de un programa institucional y necesita de la participación de las distintas administraciones públicas ya que la AESAN no puede ponerse en contacto directo con colegios por no tener competencias en educación.

Fase de inicio

Para realizar el programa se seleccionaron 64 centros escolares (intervención + control) movilizando alrededor de 13000 alumnos de las Comunidades de Andalucía, Canarias, Castilla y León, Extremadura, Galicia, Murcia, Ceuta y Melilla.

La mayoría de los centros eran públicos pero también había concertados y privados. En el programa intervinieron colegios grandes y pequeños (siendo los mayoritarios de entre 100-200 alumnos) de ciudades grandes de más de 100000 habitantes y pequeñas, de menos de 50000 habitantes.

Fase de intervención

La intervención se llevó a cabo en los alumnos, familias y los centros educativos durante los cursos académicos 2007-08 y 2008-09. Se realizó una valoración al inicio para conocer la situación de los niños en los comedores escolares y las familias y una valoración final con el objeto de ver cómo se avanzó con el programa y ofrecer unos resultados.

Para la intervención se elaboró material didáctico por un equipo de profesionales. Este material constaba de diferentes guías de alimentación (elaboradas por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria), de comedores (realizada por la SENC) y de actividad física (coordinada por el Dr. Oscar Veigas de la UAM) dirigido al alumnado y disponible en la página web de Perseo.

Además de estas guías educativas se realizaron actividades dirigidas a formación del profesorado de estos centros educativos. También se desarrolló una guía sobre obesidad infantil para profesionales sanitarios de atención primaria que se repartió entre los centros de atención primaria cercanos a los domicilios de los centros escolares (redactada por la Asociación Española de Pediatría) junto con material divulgativo de diversa índole. Además de estos materiales, charlas y talleres para la intervención se desarrolló una página web.

Fase de evaluación

Durante la fase inicial se realizó una valoración antropométrica de los alumnos, unos cuestionarios a los niños para medir su grado de conocimiento de alimentación y un cuestionario al colegio para conocer cómo eran los menús escolares.

Al final del programa, 2 años académicos, se midieron nuevamente los parámetros antropométricos, se evaluó el menú escolar y el grado de conocimiento en temas de alimentación de los niños.

Resultados

El informe de resultados, elaborado a través de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, está disponible en la página web de la AESAN.

En general podemos decir que el grado de aceptación del programa fue bastante elevado pero al medir el índice de implementación se observó que el valor medio de implementación fue de 5 (se ha cumplido el 50% del programa previsto).

El programa no tenía como objetivo revertir la obesidad o sobrepeso, sino intentar introducir en el centro conceptos como nutrición, actividad física e importancia de la alimentación y la salud en el programa habitual del centro.

En la fase inicial del programa la prevalencia de obesidad, según IMC, en niños era de 19,87 % y en niñas 15,31%. Cuando finalizó el programa no se observaron diferencias significativas con respecto al inicio tanto en los niños-as control como en los de intervención. Esto era lo esperado ya que en una intervención de este tipo los resultados se observan más a largo plazo.

Analizando los datos más en profundidad se observa que hay datos que marcan una cierta tendencia positiva:

– La proporción de niñas tipificadas como obesas al finalizar el programa, y que no lo eran al inicio del mismo, es menor en el grupo de intervención que en el grupo control. De este dato se puede extraer que el programa tiene una acción positiva.

– Participar en la intervención Perseo puede disminuir en un 20% la probabilidad de ser obeso respecto al grupo control.

– Cuanto mayor sea la fidelidad e implementación del programa el riesgo de ser obeso se reduce significativamente.

– Es necesario adoptar medidas que garanticen la implementación de este tipo de iniciativas: en los centros con mayor implementación se han obtenido mejores resultados.

Hábitos y conocimientos

Los resultados en cuanto a hábitos y conocimientos son más evidentes. La participación en la intervención del programa Perseo tiene un efecto favorable sobre la práctica de la actividad física y disminuye significativamente las actividades sedentarias.

En los hábitos de alimentación se comprueba como también se mejora el consumo de frutas, verduras y hortalizas además de moderar, en algunos casos, el consumo de alimentos con elevada densidad calórica (chucherías, bollería, refrescos, etc). También se observa, según el índice KIDMED, que hay una mayor aproximación a la dieta mediterránea en niños-as del grupo de intervención respecto al control. Aquellos colegios en los que se había aplicado Perseo empezaron a ofertar más fruta y verdura en sus comedores.

Un 64 % de los centros de intervención Perseo refiere que en los dos últimos cursos ha consultado y utilizado manuales y guías con orientaciones nutricionales sobre los comedores.

Respecto a conocimientos relacionados con la alimentación y nutrición, se observa que han mejorado, especialmente sobre el conocimiento y aplicación de las recomendaciones sobre el consumo de frutas y verduras. Reconocen mejor que el pan es un elemento adecuado en un desayuno saludable. Describen la fruta y los zumos de frutas recién preparados como ingredientes de un desayuno de buena calidad nutricional.

Apreciación del programa

Una encuesta realizada tanto a profesores como a alumnos dio como resultado que el programa había gustado mucho ( 65%) y había gustado ( 28,5% ). Al 30% de las familias el proyecto les ha gustado mucho y al 69% les ha gustado (un 99% de las familias valora positivamente Perseo). Más de la mitad de las familias opina que el programa ha contribuido favorablemente a que sus hijas e hijos cambien los hábitos alimentarios y de actividad física.

Conclusiones

El programa Perseo ha conseguido excelentes datos de participación y de apreciación por parte de familias y alumnado.

Algunos índices reflejan un efecto positivo de Perseo en la prevalencia de obesidad de los alumnos participantes.

El programa Perseo ha tenido un efecto positivo en los hábitos de actividad física y alimentación.

Sólo cabe esperar resultados a largo plazo, pero la evaluación de la intervención ha mostrado ya cambios con respecto a la situación inicial.

Los resultados del programa Perseo demuestran que la intervención pública es eficaz en la prevención de la obesidad infantil y en la instauración de hábitos alimentarios y de actividad física saludables, pero es fundamental considerar la implementación a largo plazo.

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Eficacia y eficiencia. Objetivos y evaluación de los tratamientos

La eficiencia es el coste de la eficacia de nuestros tratamientos, y la eficacia se basa en la capacidad para conseguir los objetivos que a la vez deben ser evaluables. Sin embargo, definir los objetivos no es algo simple porque depende de nuestra concepción de enfermedad mental (o del modelo de enfermedad del gerente).

Por ejemplo, una adolescente con un IMC de 16, tras hacer voluntariamente una dieta restrictiva, que nos dice que se encuentra bien de ánimo y en sus relaciones sociales ¿está enferma? Y un niño de 10 años que sufre acoso escolar y empieza a quejarse de epigastralgia con disminución de la ingesta los días que tiene que ir a clase, ¿está enfermo? ¿Y una chica de 24 años que diga que se ve gorda con un IMC de menos de 24? Por tanto, lo primero que nos va a costar trabajo es explicar que éstos son enfermos.

En primer lugar hay que ver la validez del modelo médico en los trastornos mentales, en qué se basa el diagnóstico en Psiquiatría -la dualidad entre biológico y psicológico, la influencia de otros intereses, la inclusión de aspectos relacionales-, la evaluación del tratamiento y los objetivos del tratamiento y el proceso de recuperación.

Modelo médico de enfermedad

La premisa implícita al concepto de enfermedad es la existencia de una alteración en la estructura o en la función del propio organismo, responsable de una dolencia o que genera una discapacidad.

El término dolencia o discapacidad se refiere a la queja del paciente -o su entorno-, de la experiencia subjetiva de sufrimiento o incapacidad física o mental. El término enfermedad se entiende como un constructo teórico que puede explicar ese sufrimiento o pérdida de capacidad. Pero dolencia, aún siendo un fenómeno corporal, no es sinónimo de enfermedad (tener síntomas no significa estar enfermo), puede atribuirse a otras circunstancias (un deportista en un programa de entrenamiento).

La expresión del síntoma (dolencia) sólo la hacen los pacientes, mientras que la de enfermedad está reservada para el médico. Dolencia, síntoma y enfermedad no siempre van juntos.

El concepto de enfermedad sin dolencia es evidente al comprobar enfermedades mortales y silenciosas como serían el cáncer o la diabetes.

Sin embargo, la situación contraria de dolencia sin lesión se plantearía si no reducimos las enfermedades a sólo aquellas en las que encontramos alteraciones físicas, en la estructura o en la función (dependerá del desarrollo de nuevas técnicas de exploración).

La enfermedad origina un proceso desadaptativo y limitante para el desarrollo que interfiere con la consecución de los objetivos de cada persona, y que es atribuido a una disminución en la capacidad de nuestro organismo para adaptarse al entorno. Esta limitación en la capacidad de adaptación puede ser explicada por diferentes factores, y entenderse en una secuencia de observaciones y explicaciones que llevan al reconocimiento de cuadros clínicos.

Por lo tanto hay unos factores que generan una lesión o disfunción que son congénitos o adquiridos (traumáticos, tumorales, infecciosos, inmunológicos, metabólicos y nutricionales, isquémicos o relacionales). La lesión o disfunción la podemos identificar de forma macro o microscópica, funcional o por técnicas de laboratorio. La lesión da lugar a un cuadro clínico que presentará unos signos, síntomas o enfermedad.

Un grupo de signos y síntomas con una misma etiología constituyen una enfermedad. Cuando los signos y síntomas tienen diversas etiologías lo llamamos síndrome. El síndrome se relaciona con anormalidades en la estructura o función con las partes del cuerpo relacionadas con su expresión, se reconoce en todas las culturas y responde a diferentes tratamientos. El trastorno implica también la incorporación de aspectos relacionales o aspectos culturales.

Diagnóstico en Psiquiatría

Una paciente de 75 años consulta al médico por su pierna. Ésta está hinchada y los tobillos edematizados. Ella no se queja de dolor pero le falta la respiración y sus labios están cianóticos. Ella llama a su enfermedad “trastorno del tobillo hinchado”. Su médico le explica que su enfermedad no viene de su pie, sino de su corazón que no es capaz de bombear sangre suficientemente. En Psiquiatría, sin embargo, en el momento actual el diagnóstico aceptado sería el de “trastorno del tobillo hinchado”.

En Psiquiatría estamos en un momento en que hemos sufrido el reduccionismo de la enfermedad a sólo aquello que provocaba lesión física demostrable y esto hizo que la Psiquiatría desarrollara un camino diferente (no interesan tanto los mecanismo sino su comprensión).

Esto culminó en el desarrollo de diferentes modelos explicativos de la enfermedad mental (dinámicos, sistémicos, cognitivos, culturales, sociales) o incluso a negar la enfermedad.

El conocimiento de Psiquiatría resultó en un compendio de datos (genéticos, biológicos, funcionales, psicológicos, sociales, sistémicos, dinámicos y culturales); con una estructuración causal dependiente del modelo teórico del entrevistador; añadido en base a criterios económicos (de respuesta a fármacos), sociales (TEPT), legales (mobbing), de consenso (comité de expertos), económico/estadísticos (trastornos de personalidad), culturales (homosexualidad).

El diagnóstico en Psiquiatría tiene el conflicto de la dualidad biológico/psicológico. ¿Qué pensaríais de un paciente con trastorno bipolar y antecedentes familiares que nos dicen que su enfermedad no está en su cabeza sino en sus genes? Son dos enfoques diferentes sobre una misma realidad y cogeremos aquella que nos facilite predecir el resultado. También hay otros intereses políticos (planificación de recursos) o comerciales. No sólo hay tratamientos farmacológicos, también los hay psicológicos (no financiados). A veces hay presión de la industria hacia un determinado tipo de síntoma. Otros intereses pueden ser socio-económicos.

En Psiquiatría también hay que tener en cuenta aspectos relacionales, entender el beneficio primario y secundario en muchas ocasiones difícil, este último, de identificar y que puede dificultar la respuesta al tratamiento. El tema de la disociación o la simulación es importante, así como también la enfermedad como forma de comunicación.

El diagnóstico de la enfermedad mental se desglosa en la alteración de 5 áreas: cognitiva, emocional, conductual, de percepción o de atención. El denominador común es la pérdida de control ¿cuándo se da cuenta el paciente de que ha perdido el control?

Evaluación de los TCA

Para evaluar hay que medir y hoy por hoy se utilizan cuestionarios (válidos, sensibles, específicos, fiables, reproducibles, predictivos) pero en muchas ocasiones diseñados “ad hoc”. El laboratorio diseña el fármaco y añade una escala asociada que dice lo bueno que es el fármaco, es decir, a veces se elaboran cuestionarios para decir algo que ya se sabe, pero ¿hasta qué punto eso es válido?

Para la evaluación también es importante la adaptación de nuevas técnicas de exploración (neuroimagen, técnicas de laboratorio, neuropsicología).

Los genes no codifican enfermedades mentales (éstas son una mezcla de síntomas agrupados, por consensos de comités, en trastornos). Pero múltiples modificaciones genéticas pueden facilitar que se herede un riesgo, que interactuando con otros y, junto a estreses ambientales, pueden provocar anomalías moleculares que conlleven un procesamiento ineficiente de circuitos cerebrales y esto genere un desequilibrio funcional que facilite el desarrollo de la enfermedad mental.

Un hipotético gen que cause anomalías moleculares puede expresarse en el neurodesarrollo, en la síntesis neuronal, en el proceso de diferenciación neuronal, en la sinaptogénesis. También puede expresarse en la enzima responsable de los procesos, puede expresarse en los mediadores de la sinapsis, en la vía de transducción de señales, en el proceso sináptico del desarrollo o en la síntesis de proteínas. La expresión en los diferentes momentos puede expresar la misma sintomatología.

“Cómo evitar un infarto escrito en los genes” (noticia del 17/10/2011). Se puede tener el componente genético pero si además el componente ambiental lo modificamos la expresión se puede producir o no. Los individuos con alto riesgo genético que consumían una dieta rica en frutas y verduras tenían más o menos las mismas probabilidades de sufrir un infarto que aquellos con bajo riesgo genético (concluyen los autores de la investigación). Concretamente los que tenían una mutación del cromosoma 9p21 y seguían una dieta pobre estaban predispuestos un 30% más a un episodio cardíaco, con la dieta moderada un 17%, y con una buena dieta sólo un 2% por encima de aquellos sin riesgo genético, “se puede decir que tienen las mismas posibilidades que alguien sin mutaciones”, explica Jose Mª Ordovás. “Cuando la dieta es adecuada la mutación se mantiene “apagada” pero si una persona con riesgo se alimenta incorrectamente, fuma, bebe o es inactivo físicamente, entonces su riesgo cardiovascular despierta y se multiplica”.

Según el modelo de diátesis del estrés:

– no gen mutante-función normal: Si no hay factor estresante la función es normal y se podría soportar un estrés más grave.

– gen mutante-función normal: la función es normal y podría soportar un estrés algo severo.

– gen mutante- factores de riesgo: en este caso se podría soportar el estrés severo pero con un riesgo mucho mayor.

Integración genética y conducta. Los endofenotipos

Desde los genes a las anomalías moleculares y hasta la enfermedad hay unos intermediarios, los endofenotipos (biológicos y de síntomas). Los endofenotipos presentan una relación más cercana a la enfermedad, son más estables, heredables y reproducibles. Cada diagnóstico clínico es resultado de diferentes rutas biológicas (endofenotipo). Por lo tanto, los genes pueden dar una serie de características.

Los endofenotipos biológicos son hechos físicos medibles y varían desde una respuesta electrofisiológica a asustarse, alteración en los movimientos oculares finos o el patrón de neuroimagen tras una estimulación.

Los endofenotipos de síntomas son síntomas asociados con un trastorno mental (alucinaciones, disfunción ejecutiva en la esquizofrenia subclínica) o con comportamientos (capacidad de cálculo, el temperamento, búsqueda de la novedad, perfeccionismo, evitación del daño).

Podemos decir que de los genes a la conducta hay una serie de pasos: genotipo, anomalías moleculares, anomalías en el procesamiento de la información (endofenotipo biológico) y conductas con interacciones funcionales (complejas) o fenómenos emergentes ( endofenotipo sintomático).

Un endofenotipo (rasgo neurobiológico o neuropsicológico) asociado con el riesgo de desarrollar síntomas, puede aparecer no sólo en la enfermedad activa, sino en personas de riesgo o en familiares de primer grado.

¿Es posible que en un futuro la evaluación y clasificación de las enfermedades mentales se establezca en base a los endofenotipos manifestados en un determinado paciente? Sabemos que hay una serie de endofenotipos que para la anorexia nerviosa sería la rigidez en los procesos cognitivos (esquizofrenia, bipolar), pobres estrategias organizativas ( TGD) y dificultades emocionales (anomalías en la búsqueda de incentivo). Para la bulimia nerviosa los endofenotipos podrían ser el perfeccionismo, sobre-regulado o compulsivo, dis-regulado o impulsivo, el consumo de tóxicos y labilidad emocional.

Otros posibles endofenotipos podrían ser la sobreimplicación en el aspecto físico (desde la desimplicación en la propia imagen del psicótico al trastorno disfórmico corporal o al delirio hipocondríaco), la importancia de la relación con el entorno (desde el esquizoide al histérico) o la regulación del estado nutricional.

Los tratamientos actuales son costosos ya que participan varios especialistas, duran años y la remisión completa no se produce en casi la mitad de los casos. A diferencia de los estudios de eficacia (ensayos clínicos) los de efectividad son realizados en condiciones de práctica clínica real y son generalizables a toda la población.

Analizamos de forma prospectiva los resultados del programa ambulatorio multimodal para los TCA dos años después de su inicio, en una muestra de 149 sujetos. Los objetivos de la evolución fueron las variables clínicas (peso, vómitos y atracones) y psicopatología alimentaria y general.

Respecto a las variables clínicas en las pacientes con anorexia y anorexia purgativa vimos que ganaban un poquito de peso, los vómitos y atracones en pacientes con bulimia también disminuían. En la bulimia no purgativa no se observaron resultados significativos.

En cuanto a la psicopatología en las pacientes con anorexia restrictiva y purgativa el test EAT mejora. En bulimia se mejora el EAT, el BITE, algunas de las escalas de EDI, el BSQ, el BDI (de depresión), el STAI (de la ansiedad) y la autoestima. En pacientes con anorexia purgativa mejoramos la autoestima y el BITE. En la bulimia no purgativa mejoramos también. Y en los TCANE se mejora todo.

Con estos resultados podemos confirmar la efectividad de nuestro tratamiento en la mejora clínica y psicopatológica pero no es un estudio coste-efectividad, ¿realmente mejoramos la calidad de vida de nuestros pacientes? ¿Consiguen una mejor adaptación socio-laboral?

Objetivos de los tratamientos

Nuestros objetivos principales son que las pacientes mejoren la psicopatología alimentaria, que aprendan a resolver sus conflictos, que adquieran sentimiento de propia identidad basado en conductas saludables y que sean capaces de restablecer su capacidad para establecer relaciones y actividades laborales apropiadas.

Estos objetivos desglosados serían:

– Mejorar la psicopatología alimentaria (que fueran capaces de mantener un peso saludable, que sean capaces de tener un control alimentario, que se sientan mejor con su aspecto físico y que no estén limitados profesional o emocionalmente).

– Que aprendan a resolver sus conflictos (capacidad para distinguir la sintomatología somática, cognitiva y emocional de alteraciones psicopatológicas; adquisición del suficiente autoconocimiento que les permita detectar factores estresantes de su medio; habilidad para desarrollar estrategias adaptativas ante situaciones de estrés o cambio y flexibilidad para adaptarse a las posibles variables).

– Que adquieran un sentimiento de propia identidad basado en conductas saludables (aceptación de sus características personales, aceptación de sus circunstancias y las variables que le rodean, que sean capaces de dar una respuesta adecuada ante situaciones amenazantes a su bienestar, que acepten las consecuencias de sus planteamientos).

-Que sean capaces de establecer relaciones y actividades laborales apropiadas, no dependiente y con capacidad para mantenerlas.

El proceso de recuperación

El proceso se basa en que integren sus propias características para vivir con ellas, que eviten las conductas “en bucles atemporales” de “ahora empiezo” con la gratificación del “borrón y cuenta nueva”. No se cambia, se evoluciona y para evolucionar hay que aceptar el estado de uno mismo.

¿Cómo se consigue? La conducta que se perpetúa y neurotiza es la que es buena y mala a la vez. Para cambiar un patrón de conducta tenemos que cambiar las emociones asociadas a esa conducta. Para conseguir el control lo primero es asumir la enfermedad. El estímulo para cambiar es la confianza en uno mismo.

El terapeuta puede ayudar a desenmarañar racional y emocionalmente lo bueno y malo de esas conductas para validarlo y mostrar el éxito o el fracaso. Los pacientes aunque hayan tomado conciencia de la enfermedad no conocen sus síntomas y lo confunden con sensaciones (no saben cuando comen mucho o poco), percepciones (sentirse/verse gordas) o sus conductas (falta de voluntad o señal de no querer). Su perfeccionismo no es cuestión de todo o nada, sino de saber integrar los errores.

Mi opinión es que muchos pacientes van buscando el alivio de ” ya no pasa nada, ahora vuelvo a empezar” y ellos mismos provocan saltarse las dietas o provocarse el atracón o vómito por el estado que les genera el “ahora puedo, antes no”.

El proceso de curación es cuestión de que aprendan a aceptar y manejar los errores, y no iniciar el juego de ponerse bien una y otra vez; a pesar de ser anoréxico o bulímico la persona se convence de que tiene derecho a ser feliz aunque siga con síntomas; al aceptarse y validarse será capaz de desengancharse del maltrato de la enfermedad.

Por tanto, los objetivos del tratamiento son: que reconozca los miedos, que identifique las alternativas de las relaciones con los demás, que sea capaz de entender el ” por qué” de sus emociones y aprender a integrarlas/manejarlas. Y adoptar una actitud “activa” de cuidarse, aceptarse, valorarse.

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Nuevo tratamiento para la anorexia nerviosa

Puede reproducirse en “iPod” y en “P4” y constituye una nueva modalidad de tratamiento basado en la teoría de que la imagen es un elemento clave en las reacciones instintivas y emocionales. La propuesta se explica en el último número de Psychotherapy and Psychosomatics.

Las intervenciones que utilizan elementos visuales para interrumpir la elaboración de imágenes y reacciones emocionales han demostrado su eficacia a la hora de reducir la ansiedad relacionada con la comida y las reacciones emocionales.

Hasta ahora, el impacto de este tipo de vídeos en la anorexia ha sido investigado en una pequeña serie de casos. El objetivo de este último estudio era confirmar los anteriores descubrimientos sobre esta herramienta en una muestra de mayor tamaño.

Así, el vídeo se comparó con una situación de control musical en dos poblaciones diferentes: la de pacientes con anorexia nerviosa y un grupo de control compuesto por personas sanas.

La hipótesis era que los participantes con anorexia consumirían más comida de la prueba y experimentarían un menor nivel de ansiedad viendo el vídeo y que no se observarían cambios en esta variable en el grupo de control.

El vídeo ofrecía 20 minutos de imágenes y audio específicos de desórdenes de la alimentación, mientras que la música utilizada con el grupo de control fueron 20 minutos de música moderna clásica. Las participantes, mujeres entre 18 y 55 años, eran 19 miembros del grupo de control y 18 pacientes que habían padecido durante una media de 11,4 años problemas de anorexia nerviosa.

En el grupo de mujeres con anorexia, se detectaron grandes variaciones en la cantidad de comida consumida, pero se ingirió significativamente más alimento en las condiciones marcadas por el vídeo. Además, en este grupo, se observó una mayor reducción de la ansiedad y los pensamientos negativos y mayor buen humor.

Se detectó una reducción del sesgo de atención a las imágenes de comida en las condiciones marcadas por el vídeo, pero sin trascendencia.

Mientras, en el grupo de control, no se dieron diferencias en la cantidad de comida consumida o cambios en escalas visuales análogas. Se vio, sin embargo, una tendencia hacia una mayor reducción del sesgo atencional hacia la comida con la música pero no con el vídeo de prueba.

Así, el estudio demuestra que las personas con anorexia nerviosa consumen mucha más comida cuando visionan el vídeo especial que cuando escuchan música, repitiendo así los resultados de la serie de casos estudiados previamente.

Además, esto fue acompañado por una significativa reducción de los pensamientos intrusivos, la ansiedad y de una mejora del humor. El sesgo atencional hacia los estímulos relacionados con la comida se redujo también en las condiciones marcadas por el vídeo del estudio, pero falló en alcanzar relevancia por su bajo poder.

No se observaron diferencias entre las dos condiciones en el grupo de control, excepto por una reducción poco significativa del sesgo atencional en las condiciones que marcaba la música.

El patrón de respuesta en el grupo de control se diferenció del grupo de pacientes con anorexia en que no hubo cambios en la cantidad de comida consumida, la ansiedad, los pensamientos intrusivos o el humor.

Confirman el vínculo entre comida rápida y depresión

El consumo de bollería industrial (magdalenas, cruasanes, rosquillas y similares) y comida rápida (hamburguesas, salchichas y pizza) se asocia con el diagnóstico médico de depresión, según una reciente investigación liderada por científicos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Universidad de Navarra.

Los resultados, publicados en la revista Public Health Nutrition, revelan que los consumidores de comida rápida presentan, respecto a aquellos con un consumo mínimo o nulo, un incremento del riesgo de desarrollar depresión del 51 por ciento.

Además, se observa una relación dosis-respuesta, es decir, “cuanta más comida rápida se consume, mayor es el riesgo de depresión”, explica a SINC Almudena Sánchez-Villegas, primera autora del estudio.

El trabajo expone que los participantes con mayor ingesta de comida rápida y bollería industrial son más propensos a estar solteros, ser menos activos y tener un patrón dietético peor, con un consumo menor de fruta, frutos secos, pescado, verduras y aceite de oliva. Fumar y trabajar más de 45 horas semanales son otras de las características prevalentes en este grupo.

Un estudio a largo plazo

Con respecto al consumo de bollería, los datos son igualmente concluyentes. “Incluso pequeños consumos se asocian con un riesgo significativamente mayor de desarrollar depresión”, apunta la investigadora de la universidad canaria.

La muestra del estudio, perteneciente al proyecto Seguimiento Universidad de Navarra (SUN), contaba con 8.964 participantes que nunca habían sido diagnosticados de depresión ni habían referido consumo de antidepresivos. Fueron evaluados durante una media de seis años, periodo en el cual 493 fueron diagnosticados de depresión o comenzaron a tomar antidepresivos.

Estos nuevos datos corroboran los resultados que el proyecto SUN arrojó en 2011, publicados en PLoS One. En aquella ocasión, analizaron a 12.059 personas durante más de seis años y aparecieron 657 casos nuevos de depresión. Se detectó un incremento del riesgo asociado a la comida basura del 42 por ciento, menor que en el trabajo actual.

Aunque son necesarios más estudios, “debería controlarse el consumo de este tipo de alimentos debido a su implicación en la salud tanto física (obesidad, enfermedad cardiovascular) como mental”, concluye Sánchez-Villegas.

Los beneficios de la dieta en la salud mental

La depresión afecta a 121 millones de personas en el mundo, lo que la convierte en una de las principales causas globales de discapacidad ajustada por años de vida y la principal causa en países con ingresos altos y medios.

Sin embargo, poco se conoce sobre el papel de la dieta en el desarrollo de los trastornos depresivos. Anteriores estudios sugieren un papel preventivo de ciertos nutrientes, como las vitaminas del grupo B, los ácidos grasos omega-3 y el aceite de oliva. Asimismo, un patrón dietético saludable, como la dieta mediterránea, se ha relacionado con un menor riesgo de depresión.

Las palomitas tienen más polifenoles que la fruta y la verdura

Investigadores de la Universidad de Scranton, en Pensilvania (Estados Unidos), han descubierto que las palomitas de maíz contienen un determinado tipo de antioxidantes, los polifenoles, en cantidades superiores a las que presentan muchas frutas y verduras, según los datos presentados en una reunión de la Sociedad Americana de Química que se celebra en San Diego.

En concreto, el científico Joe Vinson, autor de este estudio que ya fue pionero en analizar los componentes saludables del chocolate o las nueces, ha descubierto ahora que estos antioxidantes están en concentraciones más elevadas en las palomitas, que sólo tienen un cuatro por ciento de agua, en comparación con los de las frutas y las verduras, que se diluyen en el 90 por ciento de agua que compone estos alimentos.

Esto hace que la cantidad de polifenoles que se encuentra en las palomitas de maíz sea de hasta 300 miligramos por porción, en comparación con los 114 miligramos que tiene una porción de maíz dulce, y los 160 miligramos que tiene una porción de fruta. De hecho, este alimento representa el 13 por ciento de la dieta media de polifenoles por persona y día en Estados Unidos.

Asimismo, han observado que la cáscara de las palomitas que todo el mundo odia porque suele quedarse entre los dientes es en realidad la que tiene la mayor concentración de polifenoles y fibra. “La cáscara se merece más respeto”, ha advertido Vinson, que ha catalogado este alimento como verdaderas “pepitas de oro nutricionales” y “el aperitivo perfecto”.

La clave, según ha explicado este experto, es que se come todo el grano sin procesar, evitando así mezclarlo con otros ingredientes como pasa con otros cereales. De hecho, esto hace que una porción de palomitas de maíz ofrezca más del 70 por ciento de la ingesta diaria de un grano entero.

No obstante, Vinson apunta que existen diferentes formas de prepararlas ya que, cuando se cocina en una olla con aceite o mantequilla, o bien con azúcar, pasa a convertirse en una “pesadilla nutricional cargada de grasa y calorías”.

Asimismo, advierte de que las palomitas de microondas tiene el doble de calorías, ya que alrededor del 43 por ciento es grasa, en comparación con el 28 por ciento cuando uno mismo se encarga de cocinar el maíz.

Pese a estos resultados, Vinson ha reconocido que las palomitas de maíz no puede sustituir a las frutas y verduras frescas en una dieta saludable, ya que éstas contienen también vitaminas y otros nutrientes que son “esenciales para una buena salud y no están en las palomitas”.

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El sobrepeso no aumenta la mortalidad en personas mayores

.”El sobrepeso, pese a lo que suele pensarse, no aumenta la mortalidad de las personas mayores”, aseguró el profesor Mario Foz, de la Universidad Autónoma de Barcelona, durante su conferencia ¿El sobrepeso es siempre nocivo para la salud?, celebrada en la Real Academia Nacional de Medicina (RANM).

“A partir del año 1997 y en base a diferentes estudios en población mayor se empezaron a plantear serias dudas respecto a que reducir el peso en este grupo -personas mayores- fuera realmente positivo”, ha aclarado este experto.

En general, se considera sobrepeso cuando una persona tiene un Índice de Masa Corporal (IMC) entre 25 y 30. Las investigaciones realizadas en Estados Unidos, en personas mayores de 70 años, y con un seguimiento de varios años, demostraron que no se cumplía esta relación entre IMC y mortalidad.

De hecho, se observó que la menor tasa de mortalidad se daba en las personas con un IMC de alrededor de 30, límite entre el sobrepeso y la obesidad. “A partir de aquí, se comenzó a investigar en esta línea, ya que se ha visto que el sobrepeso en las personas mayores no es nocivo para la salud y que, incluso, puede tener un efecto protector. Por lo que, salvo situaciones especiales, no es un problema que requiera intervención terapéutica”, ha argumentado Foz.

Además, a estas edades “si la disminución del IMC se produce por una reducción de la cantidad de masa magra puede ser muy perjudicial, ya que produce fragilidad”, ha asegurado.

No obstante, y a diferencia de las personas mayores, en adolescentes y niños el sobrepeso siempre es nocivo para la salud. “El exceso de peso en la edad infanto-juvenil constituye un importante factor de riesgo para la salud en la edad adulta, por lo que están plenamente justificados los esfuerzos dedicados a su prevención y tratamiento”, ha explicado este experto.

Por otra parte, en el grupo de población de entre 25 y 45 años, los riesgos de este incremento de peso siempre deben ser valorados individualmente. “Cada caso es distinto, ya que un IMC de 26 ó 27 que se considera sobrepeso, en personas con una acumulación de grasa en la parte inferior y sin ninguna morbilidad importante, no requiere un tratamiento médico. Por el contrario, si la grasa está situada en la parte superior y tiene alguna otra morbilidad, es importante intervenir inmediatamente”, ha concretado el profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona.

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Entornos saludables para prevenir la obesidad y las enfermedades crónicas

Recogemos la intervención de la Dra. María Neira en el marco del IX Congreso Internacional de Barcelona sobre la Dieta Mediterránea, celebrado recientemente en la ciudad condal. La directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS habló sobre la importancia de los entornos saludables para prevenir la obesidad y las enfermedades crónicas.

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IX Congreso Internacional de Barcelona sobre la Dieta Mediterránea

En el marco del IX Congreso Internacional de Barcelona sobre la Dieta Mediterránea, el Dr. Lluis Serra Majem nos explica los principales motivos del aumento de la obesidad en nuestro país, principalmente la obesidad infantil al tiempo que nos apunta las claves para lograr revertir esta tendencia. Seguir la pirámide alimentaria, hacer ejercicio y ajustar la ingesta alimentaria al gasto energético son algunas de las claves.

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Entregados los premios del certamen Nutrivídeo sobre hábitos alimenticios

Con el apoyo de las nuevas tecnologías, el concurso Nutrivídeo fomenta y premia entre jóvenes de 13 a 18 años iniciativas audiovisuales sobre la buena alimentación, estimulando en ellos la importancia de saber cuidarse desde el comienzo de sus vidas. En línea con la gran acogida anterior, son 1.200 los alumnos que han participado en esta cuarta edición en Nutrivídeo, con más de trescientas obras presentadas que han conseguido 150.000 reproducciones. Los estudiantes proceden de 130 colegios de toda España y de cuatro países extranjeros. Todo ello, con la valiosa ayuda de la plataforma mundial Youtube, que sirve de soporte y escaparate a Nutrivídeo desde su creación.

Premios Nutrivídeo 2012

El premio Nutrivídeo al Vídeo más visto, recaído en el titulado +tusalud, del colegio Nuestra Señora del Recuerdo de Madrid, con casi 8.000 visitas en YouTube , se vale de dibujos para contrastar las vidas de dos niños que, con hábitos alimentarios muy diferentes, consiguen mantener el equilibro para obtener una dieta saludable.

Puede verlo en este link

El premio Nutrivídeo al Mejor video lo ha ganado Just Remember, del colegio Les Alzines de Girona, que muestra a niños de diferentes edades consumiendo los principales alimentos de la pirámide nutricional y practicando ejercicio, siempre con una enorme sonrisa.

Puede verlo en este link

El concurso Nutrivídeo 2012 ha contado con el apoyo del Ministerio de Sanidad y Política Social, del Gobierno de Navarra, del Grupo Antena 3, a través de la campaña “El Estirón”, y del Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud, con quien la facultad de Farmacia mantiene la Cátedra Tomás Pascual Sanz-Universidad de Navarra.

Los videos ganadores se pueden ver en:

www.youtube.com/NUTRIVIDEO

Universidad de Navarra

En la Universidad de Navarra más de 1.000 profesores se dedican de manera prioritaria a la investigación. En el área de nutrición y salud, su labor se desarrolla preferentemente en las Facultades de Farmacia, Medicina y Ciencias, el Instituto de Ciencias de la Alimentación (ICAUN), la Clínica Universidad de Navarra y el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA). Creada en 1952, la Universidad de Navarra está vinculada al Opus Dei, institución de la Iglesia Católica fundada por San Josemaría Escrivá de Balaguer.

www.unav.es

Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud

Dependiente de la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, el Instituto Tomás Pascual Sanz es una entidad sin ánimo de lucro que tiene el mandato de generar y difundir actividades de divulgación, estudio y análisis en los campos de la alimentación, la nutrición, la salud y los hábitos correctos de vida.

El Instituto transmite a la sociedad los valores de una vida saludable, difunde los adelantos tecnológicos relacionados con las ciencias de la salud y promueve el intercambio de información, generando nuevas posibilidades entre los colectivos relevantes y comprometiéndose al máximo con la sociedad científica moderna. El Instituto Tomás Pascual Sanz edita el contenido de estudios y ponencias en una numerosa biblioteca que responde a la creciente demanda sobre temas tan importantes como la nutrición, la seguridad alimentaria o la actividad física.

www.institutotomaspascual.es

Acceda a la Biblioteca del Instituto

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Intervención familiar en los TCA

Hasta llegar a este momento hemos tenido situaciones controvertidas de si la familia debe o no ser incluida en el tratamiento. Sir William Gull (1874), que era un médico relevante en Londres, vio que los familiares y los amigos eran los peores cuidadores en los TCA. Él recomendaba que se alejaran y otros profesionales trataran a estos pacientes. A su vez, Jean-Martin Charcot (1885) y su equipo, que trabajaban en París, llegaron a conclusiones similares: vieron que cada vez que había conflictos familiares las pacientes con anorexia nerviosa (AN) empeoraban. Y concluyeron que la mejora para estas pacientes pasaba por estar en residencias fuera de casa.

Durante mucho tiempo esto ha sido así y algunos de los tratamientos en Francia siguen esta trayectoria. Se aísla completamente a las pacientes de sus familiares. En un momento dado las familias preguntaban como están sus hijos y la respuesta era un vacío. De manera que el sentimiento de culpa que tenían era bastante grande.

Terapias sistémicas

Años después se desarrollaron las terapias sistémicas desde sistemas funcionales para ver cómo es el funcionamiento familiar. Destaca sobre todo el trabajo con TCA de Minuchin (1974 y Selvini Parazzoli (1978). Ellos vuelven a recuperar a la familia pero estudiando qué tipo de estructuras familiares hacen que determinadas pacientes desarrollen TCA. Se realizan estudios piloto, es decir sin grupo control, que no están randomizados y que son pocos. Y tratan de decir que hay una familia que es psicosomática y que su entorno genera que se desarrolle un TCA. Asimismo tratan de buscar formas diferentes de trabajar.

Una recogida de los puntos fuertes de la terapia sistémica lo empezó Russell (1970). Posteriormente Eisler (1994) y su equipo han hecho estudios randomizados donde estudiaban 5 familias, y durante tres días estaban juntas familias, pacientes y profesionales. Se hacían distintos ejercicios en los que se vieron resultados muy positivos.

Emoción expresada

Antes no se había tenido en cuenta la emoción expresada de los padres. Ésta se había localizado como un factor pronóstico en otras enfermedades como la esquizofrenia donde los pacientes que volvían a sus casas se desorganizaban y sin embargo dentro del ambiente hospitalario funcionaban bien. Y se preguntaban qué estaba pasando en el medio familiar para que el paciente volviese a incrementar los síntomas.

Así pues se ha visto que una alta emoción expresada, que es también lo que ocurre muchas veces en trastornos alimentarios, genera una situación de conflicto y de mal funcionamiento familiar, con lo cual algunas pacientes recaían. Se ha visto que cuando hay una crítica materna elevada es muy difícil hacer terapia sistémica y es mejor hacer terapia por separado. Estos autores probaban a hacer la terapia conjunta -padres e hija- y después probaban a hacerlo por separado. Es el mismo método pero trabajado de forma diferente.

Talleres educativos

En años posteriores se han desarrollado los talleres educativos para las familias, para que tomen control de la situación. A través de los talleres los padres comparten sus angustias.

El objetivo de los talleres es dar información sobre la enfermedad. Estos grupos se destacan en Japón y en Estados Unidos y el programa Aechen de Alemania que tienen resultados que funcionan y es positivo para las pacientes.

En España también llevamos años preocupados y hay que destacar el gran trabajo que han hecho Morandé y su equipo. También Padierna lleva años trabajando con adultos de larga duración y sus familiares.

¿Y qué debemos hacer para mejorar en este aspecto? Como dijo Blaise Pascal: “las personas están generalmente más convencidas por razones que ellos mismo han descubierto, que por aquellas que provienen de la mente y el razonamiento de otros”. Esto significa que los terapeutas tenemos que ver cómo son los procesos y las razones que encuentran los familiares para ver cómo podemos aprender y devolvérselo en positivo.

Se han ido generando talleres más específicos, no nos sirve sólo lo psicoeducativo sino también las habilidades de comunicación, que parece ser que han dado buenos resultado en otros trastornos mentales.

El equipo de Treasure propone que tiene que haber una interacción entre pacientes, familia y clínicos. Si hemos enseñado a enfermería para que trabaje como co-terapeutas, ¿por qué no ofrecer lo mismo a los padres? Es decir que ellos sean cuidadores expertos. Treasure propone que si a los cuidadores también se les enseñan estas habilidades que enseñamos a otros profesionales podrían manejar bien la situación y hacer que las recuperaciones se mantengan en casa. Se trata de un trabajo costoso, hay que juntar muchas piezas y conseguir toda la información nueva que estamos teniendo desde los endofenotipos. Existe una Guía práctica para cuidar a un ser querido de Treasure.

Podemos destacar tres etapas, desde 2004 comenzamos a desarrollar los contenidos de las terapias familiares a través de talleres estructurados; después se ha usado la tecnología digital para facilitar el acceso a padres que no podían acudir por su trabajo; y por último, se ha pasado a hacer programas on line con padres jóvenes que manejan bien las herramientas informáticas.

Todo ello ha dado buenos resultados en los niveles de ansiedad y depresión que tienen los padres, ya que la ansiedad puede bloquear muchas de las instrucciones que los terapeutas damos. Tenemos que atender no sólo a las mamas -que antes era la población objetivo-sino que es importante conseguir la participación de los padres, así como también en los adultos la de sus parejas, para que el trabajo sea coordinado.

¿Qué genera barreras de comunicación?

-Argumentar (retar, desvalorizar, ser hostil). Podemos pensar que si retamos a nuestros hijos, lo van a hacer pero a veces no conseguimos el objetivo, sobre todo cuando se trata de adultos jóvenes esto no funciona.

-Interrumpir (discutir, cortar).

-Negar (culpar, excusar, desacordar, minimizar, mostrar pesimismo o reticencia).

-Ignorar (falta de atención o respuesta, no responder, desviarse).

Se generan barreras que son cada día más difíciles de saltar y muchísimos conflictos. Por ejemplo si la madre dice: “no entiendo por qué no te curas con todo lo que estamos sufriendo por ti”, la respuesta de la hija es de culpa. Y si el padre dice: “esto no puede continuar así, quieres destruir esta familia”, la respuesta de la hija es de enfado, odio y resistencia. Además si la hija ve que sus padres no tienen ninguna esperanza sobre ella se rinde y los padres vuelven a empezar otra vez.

Los padres tienen tanta ansiedad de que sus hijos se pongan bien que se les mete prisa y las hijas vuelven a desesperarse. Por ejemplo un padre que dice: “siéntate y come, déjate de tonterías, las cosas serán como antes y punto”. Este intento de recuperar situaciones pasadas da como respuesta de la hija la sumisión, angustia, pena o soledad.

Otro ejemplo, un padre dice: “si no quieres comer no importa allá tú, mientras no me dejes en evidencia”. La respuesta de la hija es de rechazo, angustia y soledad. Y lo que nos tenemos que plantear es qué cosas pueden cambiar los padres. Por ello es importante volver a tener esperanza a pesar de las dificultades. Hay que apoyar, guiar, tener respeto y paciencia.

¿Cómo se puede cambiar?

La ambivalencia está en la familia y en la paciente. Y esta ambivalencia genera el posible cambio. Hay un componente emocional muy relevante. No es lo qué dices si no cómo lo dices . ¿Cuál es la postura, el tono de voz, los gestos? Si hay o no contacto visual.

Hay que ser reflexivo, tomar una posición más humilde, ser amable, paciente y persistente.

Para mejorar la comunicación: las 4 C

Calma: no podemos estar fijándonos en los detalles. Es importante el aquí y ahora, ¿qué puedo hacer hoy? Hay que ver todas las opciones posibles, aunque no estemos de acuerdo en principio.

Curiosidad: hay que preguntar cada día a sus hijas ¿cómo estás hoy? No que has hecho y si has o no comido. Curiosidad como cuando los niños son pequeños.

Confianza en sus tomas de decisiones aunque sepamos que va a ir mal. Toma de decisiones responsables e integridad.

Compasión: hay que ponerse en la situación del otro, en la situación de ambivalencia, y dar tiempo. No estar pensando en los errores.

En definitiva, todo es posible, sólo hay que tener la confianza para llevarlo a cabo.