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La Eurocámara pide cursos de nutrición y gastronomía en escuelas de la UE

La comisión de Cultura y Educación de la Eurocámara ha aprobado un informe del eurodiputado ‘popular’ español Santiago Fisas para incluir cursos sobre nutrición y gastronomía en los programas escolares de todos los países de la UE a la luz de la importancia de la educación para promover los conocimientos y un hábito de alimentación sana.

Los eurodiputados también defienden que los Estados miembros deberían ofrecer cursos específicos y talleres dentro de los programas escolares nacionales y formaciones para los profesores, intercambios y asociaciones entre instituciones gastronómicas reconocidas y la posibilidad de usar los fondos de la Política Agraria Común (PAC) para incentivar buenos hábitos de comida en la escuela.

En el informe, también piden a los Estados que tomen medidas para preservar el patrimonio gastronómico europeo, especialmente a través de la promoción de las tradiciones gastronómicas locales y regionales y la posibilidad de usar el programa Erasmus+ para apoyar formaciones de alto nivel e intercambios de profesionales de restauración y gastronomía, además de incentivos para la producción local, incluido a través de denominaciones de origen.

Asimismo, defienden prohibir la publicidad o patrocinio de cualquier producto de consumo en las escuelas.

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Investigan la metodología de microarrays para el análisis de alérgenos en alimentos

El Grupo de Reconocimiento y Encapsulación Molecular (REM) de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) está trabajando en un proyecto de investigación con el objetivo de desarrollar una nueva técnica (metodología de microarrays en disco compacto) para el análisis de sustancias alérgenas en alimentos.

La investigación, de la que forma parte la empresa CARINSA, está financiada por el Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO), dentro de la acción estratégica de telecomunicaciones y sociedad de la información, según informaron fuentes de la institución docente.

El doctor José Antonio Gabaldón, investigador involucrado en el proyecto, señala que este trabajo surge ante la necesidad de la industria alimentaria de disponer de herramientas analíticas adecuadas para el correcto control del etiquetado de alimentos, en consonancia con la legislación vigente.

“Se propone el desarrollo de una plataforma analítica versátil que permita la detección multianalito (in situ) de varios alérgenos alimentarios recogidos en los reglamentos de la UE”, destaca Gabaldón.

Según indican desde el Grupo REM, la preocupación por las alergias alimentarias en Europa es una realidad, ya que la prevalencia en adultos se sitúa entre el 1,4 y 2,4 por ciento, en niños entre el 0,3 y el 7,5 por ciento, y alrededor del 10 por ciento en individuos atópicos; sobre todo si se tiene en cuenta que en la actualidad la única posibilidad para las personas afectadas, es evitar el alimento que contiene el alérgeno, “lo que constituye un riesgo en el caso de aquellos que pasan inadvertidos por encontrarse en concentraciones muy bajas”, señalan.

Hasta ahora, los métodos habituales de detección de alérgenos son los de confirmación y/o cribado, lo que supone un proceso laborioso, cuya presentación de resultados es lenta, y en el que se hace preciso personal cualificado.

En relación a lo expuesto, destaca la importancia de la propuesta en la que está trabajando la UCAM, ya que permite detectar varios alérgenos en un solo análisis, reduciendo tiempo y costes, y minimizando la probabilidad de una contaminación cruzada, según las mismas fuentes.

La investigación comenzó a desarrollarse el pasado año, y ya se han finalizado las tareas relacionadas con el diseño de moléculas de reconocimiento universales (cebadores y sondas) para distinguir productos de origen vegetal y animal, y específicas para el caso de la soja. En la siguiente fase, que ya está en curso, se está trabajando en el desarrollo de receptores para lactosa, proteínas lácteas y gluten.

Las aplicaciones de este estudio son innumerables. Además del uso que se ha señalado anteriormente, y que corresponde a esta primera etapa del estudio, también tiene aplicación, en general, en seguridad alimentaria (OMGs, alérgenos, patógenos y virus; identificación de especies, micotoxinas, etc), medioambiente (residuos fitosanitarios, fármacos), diagnóstico clínico, desarrollo de nuevos fármacos, secuenciación o patologías genéticas.

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Expertos del CIBERobn muestran que la dieta mediterránea ayuda a que un nuevo gen proteja frente al infarto de miocardio

Investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), dependiente del Instituto de Salud Carlos III, y en colaboración con el Centro de Investigación en Nutrición Humana de Boston, han descubierto que la dieta mediterránea es clave para que un nuevo gen, el MLXIPL, relacionado con los triglicéridos, proteja frente a la hipertrigliceridemia y el infarto de miocardio.

A juicio de los expertos, los resultados, publicados en la revista Circulation Cardiovascular Genetics, han supuesto otro avance “muy significativo” para la nutrigenética al identificar un nuevo marcador genético, validado en un ensayo clínico, y que permitirá diseñar dietas “más personalizadas” para la prevención cardiovascular.

En concreto, este descubrimiento asienta su base en el trabajo publicado en 2008 en Nature Genetics tras identificar por primera vez el MLXIPL como un nuevo gen candidato asociado con las concentraciones de triglicéridos en humanos.

Posteriormente, los autores formularon la hipótesis de que la asociación de este gen con las concentraciones de triglicéridos se podría modular con la dieta mediterránea, y postularon que este gen se asociaría no sólo con triglicéridos, sino también con eventos cardiovasculares.

A partir de este hallazgo, realizaron el análisis genético de la principal variante funcional encontrada en el gen MLXIPL, denominada rs3812316, en 7166 participantes en el estudio ‘PREDIMED’. De ellos, un 17 por ciento fue portador de la variante genética ‘G’, mientras que los demás fueron homocigotos CC.

Ahora bien, el descubrimiento más relevante de esta investigación, liderada por la doctora Dolores Corella, se ha encontrado tras seguir a los participantes en el estudio durante un promedio de unos 5 años y observar que aquellas personas con la variante genética ‘G’, que recibían intervención con dieta mediterránea en el ensayo clínico ,tuvieron un 60 por ciento menos incidencia de infartos, que las personas homocigotas CC en el mismo grupo de dieta mediterránea. Por el contrario, en el grupo que recibía la dieta control, los portadores de la variante G no manifestaron el efecto protector de la genética y no tuvieron menor incidencia de infartos.

“Este hallazgo es muy relevante porque, además de ayudarnos a conocer los mecanismos por los cuales la dieta mediterránea puede ejercer sus efectos protectores a nivel general, nos ha permitido identificar un grupo de personas que por su genotipo en el gen MLXIPL se benefician mucho más al seguir una dieta mediterránea, especialmente en cuanto a la protección frente al infarto de miocardio”, ha señalado Corella.

El estudio ha sido financiado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el Ministerio de Economía e Innovación, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, la Generalitat Valenciana y por los contratos 53-K06- 5-10 y 58-1950-9-001 del USDA, Estados Unidos.

Fibra y fruta, riesgo cardiovascular

El formato de cómic manga puede ayudar a promover el consumo de fruta entre los jóvenes

Un estudio piloto de la City University of New York y el Hunter College, ambos en Estados Unidos, han visto que la promoción de una alimentación y unos hábitos de vida saludables a través de cómics manga puede ayudar a que los jóvenes coman más fruta, según los datos publicados en el Journal of Nutrition Education and Behavior.

Actualmente la obesidad infantil es un problema creciente en muchos países industrializados y está relacionado tanto con un mayor sedentarismo como con un deterioro de la alimentación, caracterizado en otras cuestiones por un consumo insuficiente de frutas y verduras.

De hecho, datos de Estados Unidos muestran como entre el 30 y el 45 por ciento de los niños de 6 a 18 años no cumplen con los niveles de consumo de fruta recomendadas.

Sin embargo, explica la autora del estudio, May May Leung, gracias a esta iniciativa piloto han visto que los cómics manga ofrecen un “formato prometedor”, principalmente gracias a sus gráficos y la presencia de menos texto, para promover conductas alimenticias más saludables.

El estudio se ha basado en dos programas afiliados a la asociación comunitaria sin ánimo de lucro Brooklyn Community Services que se pusieron en marcha en verano y otoño de 2011.

En ellos participaron 57 jóvenes de aproximadamente 11 años de edad, de los que casi el 90 por ciento eran de raza negra o hispanos, y el 54 por ciento mujeres.

Los investigadores utilizaron el formato de estos cómics japoneses para crear una obra que, bajo el título ‘Lucha por tu derecho a la fruta’, promovía hábitos alimenticios más saludable.

Los jóvenes fueron divididos en dos grupos, de los cuales unos leyeron estos cómics y otros un boletín de noticias relacionadas con la salud, y después se les dio la posibilidad de elegir entre una merienda saludable (naranjas, uvas, manzanas, fresas, etc.) o un aperitivo con más densidad energética (galletas, patatas fritas, nachos, etc.).

De este modo, mientras que en el grupo de los cómics el 61 por ciento eligió una merienda saludable, por esta opción sólo optaron el 35 por ciento de los niños del otro grupo.

Por lo tanto, concluyen los autores, los resultados de este estudio podrían ser útiles para promover la toma de decisiones saludables entre los jóvenes y su relación con el consumo de alimentos. No obstante, y dado que fue un estudio piloto, consideran necesario utilizar una mayor muestra para ver si realmente el manga es más efectivo que los medios de comunicación más tradicionales.

Alzheimer, personas con párkinson, cuidadores, dependencia

Las mujeres mayores de 65 años viven más pero en peores condiciones de salud que los hombres

Las mujeres mayores de 65 años viven más que los hombres, aunque lo hacen en peores condiciones de salud que ellos, según un análisis de los organizadores del XIV Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer (SAMEM 14), que se celebrará entre los próximos días 19 y 21 de febrero en Madrid.

El director del Instituto Palacios y coordinador de SAMEM 14, el doctor Santiago Palacios, ha asegurado que este hecho se debe a “la peor calidad de vida que sufren con respecto a los hombres a medida que van envejeciendo”. “Su vida se extiende unos 25 ó 30 años después de la menopausia y suelen vivir un promedio de 6 años más que ellos en los países desarrollados, pero no en buenas condiciones”, ha dicho este experto.

Por ello, reconoce que es “imprescindible llevar a cabo medidas de prevención que contribuyan a mejorar su calidad de vida y, en consecuencia, su estado de salud”.

En este sentido, Palacios apunta que debe darse una información a estas personas sobre el “envejecimiento normal, centrar la atención en los principales problemas de salud con la edad y orientar la investigación a mejorar su estado de salud con estudios que aumenten el número de mujeres en ensayos clínicos”. Aún así, ha advertido que muchas veces no se tienen en cuenta las diferencias genéticas, hormonales y sociales entre ambos géneros.

Por lo tanto, algunas de las razones que podrían explicar el peor estado de salud de las mujeres cuando tienen más de 65 años son las diferencias genéticas desde la fecundación. Según el doctor, estas diferencias originan “un desarrollo del sistema nervioso central distinto, lo que mantiene las diferencias en la función neuronal, modula el comportamiento, la fisiología cerebral y las funciones neuroendocrinas”.

“La genética, las hormonas y las diferencias sociales podrían explicar la mayor prevalencia femenina de la osteoporosis o la depresión, la diferencia en la evolución de ciertas enfermedades cardiovasculares, o el diverso comportamiento de los analgésicos”, ha dicho el doctor.

Diferencias en la incidencia de patologías por sexos

También existen diferencias en cuanto a las enfermedades que sufren tanto los hombres como las mujeres. Ellas sufren más artrosis o reumatismo, el dolor de espalda crónico lumbar y el dolor de espalda crónico cervical y, en cuanto a las causas de defunción, la principal en las mujeres son, al contrario que en los hombres, las relacionadas con el sistema circulatorio, seguidas de los tumores.

Además, también existen grandes diferencias en cuanto al tiempo dedicado a las tareas del hogar y el cuidado de los familiares. El tiempo medio dedicado por las féminas al hogar y la familia es de cuatro horas frente a las dos de los varones y las excedencias para el cuidado de familiares es casi seis veces superior –5.245 frente 877 en 2012–, según el Instituto de la Mujer.

En cuanto a la discapacidad, también son las mujeres las que la sufren en un mayor porcentaje. Según indica el Instituto Nacional de Estadística (INE), un 30 por ciento de ellas entre 65 y 74 la sufren, frente a un 22 por ciento de los hombres, y entre los 74 y 84 años, padecen discapacidad la mitad de las mujeres, por un 33 por ciento de los varones.

Otro factor que también afecta de un modo negativo a las mujeres es el de las pensiones y la retribución económica, que suele ser menor que la de los hombres cuando son ancianas. Por ello, el doctor Palacios asegura que entre los determinantes sociales que contribuyen a “empeorar la salud de las féminas se encuentran la pobreza económica ya que, al hacerse mayores, suelen tener peores pensiones y mayor escasez de recursos, lo que dificulta su acceso a la sanidad y a determinados alimentos o medicamentos”.

Slimming

El 81% de los españoles fracasan al hacer una dieta y el 76% no están contentos con su peso

El 81 por ciento de los españoles fracasa al hacer una dieta, a pesar de que el 76 por ciento reconoce no estar contento con su peso actual, según se desprende de la ‘Encuesta XLS Medical sobre los factores de éxito y fracaso en el intento de adelgazar’, realizada a 2.944 personas por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), en colaboración con XLS Medical.

Se trata de unos porcentajes que, a juicio del vicepresidente de la SEEDO, Albert Goday, son “preocupantes” y demuestran que “algo está fallando” en el sistema debido a que la población quiere perder peso pero no lo consigue. De hecho, este problema se acentúa aún más si se tiene en cuenta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que las previsiones mundiales de obesidad para el 2030 se van a cumplir en el año 2015.

Por este motivo, los responsables del estudio han querido conocer qué aspectos son los que hacen que las personas no sean capaces de perder peso o, al mismo tiempo, de mantener una dieta sana y equilibrada en el tiempo. Así, la encuesta ha mostrado que los españoles quieren perder una media de 10 kilos en cinco meses, siendo la principal motivación para hacerlo el hecho de sentirse sanos (82,8%), vestirse mejor (85,6%), equilibrar su estado emocional (78,8%), buscar trabajo (65,4%) y mejorar su vida sexual (58%).

“El fracaso en la dieta suele crear una insatisfacción personal que, en ocasiones, puede producir el llamado efecto rebote o el abandono del tratamiento”, ha comentado Goday, quien ha informado de que la constancia (85%), la motivación (58%) y el deporte (51%) son los principales factores destacados por los encuestados a la hora de finalizar con éxito una dieta.

Ahora bien, el experto ha recordado que la obesidad es una enfermedad “crónica” y que para combatirla se necesita motivación para adoptar unos hábitos de vida saludables y, además, ayuda por parte de especialistas. En este punto, la encuesta ha mostrado que sólo el 35,1 por ciento de las personas que han querido bajar de peso han consultado a un profesional médico y que, por el contrario, el 49 por ciento se han autoprescrito los alimentos y los hábitos que consideraba más sanos.

No obstante, el 41,6 por ciento sí que busca consejo profesional para informarse sobre productos específicos para adelgazar, mientras que el 23,9 por ciento se informa de estos complementos alimenticios a través de Internet; el 9,2 por ciento recurre a amigos y familiares; y el 7,5 por ciento a la prensa escrita.

El 65% cree que come de forma saludable

Al margen de todos estos datos, la nutricionista de XLS Medical, Carmen Pardos, ha informado de que el 65 por ciento de los encuestados considera que come de forma saludable y, de ellos, el 60 por ciento afirma haberlos adquiridos por sí mismos.

En este sentido, Goday ha avisado de que hay “muchas” personas que comen mal y consideran que lo hacen bien y, ha señalado la necesidad de que se informe y se enseñe a la población sobre la importancia que tiene controlar las raciones, no comer entre horas y alternar la ingesta de determinados alimentos grasos y bebidas gaseosas.

Asimismo, a la hora de comer, un 68 por ciento asegura que lo hace en casa y acompañados, aunque el 84 por ciento de los que hacen dieta no incluyen a su pareja en la misma. Respecto a la hidratación, el 51,3 por ciento de los encuestados asegura que bebe entre uno y dos litros de agua al día; el 31,8 por ciento menos de un litro; y el 14,5 por ciento dos o más litros.

Ante todo esto, los especialistas han abogado por concienciar a la población sobre la importancia que tiene llevar a cabo la dieta mediterránea y han recomendado “huir” de todas aquellas que restringen alimentos. “Los libros son buenos para la literatura pero no para perder peso”, ha recalcado Goday.

Dicho esto, el vicepresidente de la SEEDO ha lamentado que con la actual legislación comer sano salga “caro” y ha recordado que ya hay diferentes países de la Unión Europea que están reduciendo el IVA a los productos saludables y aumentándolo a aquellos con alto contenido en grasas.

“Si la obesidad provoca un mayor gasto sanitario sería fundamental que los alimentos saludables fueran más baratos ya que así se favorecería su consumo”, ha recalcado Goday para zanjar recordando que esta enfermedad es más frecuente entre la población con un nivel social, económico y educativo bajo.

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El ejercicio físico influye en la fuerza de las células para mejorar la función cardíaca

Investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) han descubierto que el ejercicio físico moderado a largo plazo influye en la fuerza de las células para mejorar la función cardiaca, ha informado el centro en un comunicado.

El estudio describe que los ratones de laboratorio –usados como modelos de enfermedades humanas– que realizaban ejercicio durante 54 semanas, siguiendo una rutina de ‘jogging’, tienen niveles más altos de ciertas proteínas en las mitocondrias de sus células cardíacas que los ratones que no hacían ejercicio.

Concretamente, los investigadores, liderados por el jefe de la Unidad de Proteómica en el CRG, Eduard Sabidó, identificaron dos proteínas, las quinasas RAF y p38, que desencadenan los efectos cardiovasculares beneficiosos de hacer ejercicio físico durante un periodo de tiempo prolongado.

La investigación, publicada en la revista Journal of Proteome Research, ha sido financiada con fondos del séptimo Programa Marco de la UE, la Fundaçao para a Ciência e a Tecnologia, QREN, Feder y Compete.

Los científicos han explicado que, a pesar de los bien documentados beneficios del ejercicio físico, la manera exacta en que este ayuda al corazón a nivel molecular no se conocía bien hasta ahora.

Comer de forma saludable fuera de casa, alimentos, hábitos saludables.

Cardiólogos recomiendan el consumo diario de omega 3 para reducir el riesgo cardiovascular

La Fundación Española del Corazón (FEC) ha recomendado el consumo de ácidos grasos omega 3, ya que reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, al actuar sobre las células del organismo provocando, entre otros, un efecto antiarrítmico y reduciendo la presión arterial, los triglicéridos y el colesterol.

El vicepresidente de la FEC, el doctor José Luis Palma, recomienda “consumir pescado dos o tres veces a la semana y, en el caso de aquellas personas con enfermedades coronarias, ingerir más de un gramo de omega 3 al día a través de complementos o alimentos enriquecidos”.

Existen seis tipos diferentes de ácidos omega 3 poliinsaturados, siendo el ALA (alfa-linolénico), el DHA (docosahexaenoico), el DPA (docosapentaenoico) y el EPA (eicosapentaenoico) los que han demostrado efectos cardiovasculares más evidentes. El primero se encuentra en las nueces, en algunos aceites vegetales y en algunas verduras como las coles de Bruselas o las espinacas. La principal fuente de DHA y EPA es el pescado azul como, por ejemplo, el atún, el bonito, el boquerón, la caballa, el jurel, el salmón o la sardina.

La dieta mediterránea, basada en el consumo de verduras, cereales, pescados y carne blanca, puede reducir un 30% el riesgo cardiovascular, por eso el vicepresidente de la FEC aconseja “priorizar el consumo de grasas poliinsaturadas, como el pescado (rico en omega-3), ave o conejo y frutos secos. Además, hay que aumentar el consumo de verduras y escoger el aceite de oliva como la grasa principal de nuestra alimentación”.

Concretamente, los ácidos grasos omega 3 tienen propiedades antitrombóticas, antiarrítmicas y antiinflamatorias, disminuyen la agregabilidad plaquetaria y la trombosis, favorecen la fibrinólisis y reducen la presión arterial. Además, ayudan a reducir la concentración de triglicéridos y de colesterol.

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Andalucía-Imibic estudia aspectos genéticos de hipertensión para predecir la respuesta a un tratamiento contra el cáncer

Investigadores el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic) han demostrado que una variación genética relacionada con la hipertensión arterial puede determinar la respuesta a un tipo de fármacos para pacientes con cáncer llamados antiangiogénicos.

Según ha informado el Imibic, el resultado de la investigación consolida la importancia de los factores genéticos en la predicción de respuesta al tratamiento y ya ha sido patentado para desarrollar una herramienta predictora.

El trabajo de los investigadores ha puesto el foco en la hipertensión arterial porque se trata de un efecto secundario recurrente en los pacientes que responden mejor a la terapia con antiangiogénicos, fármacos que bloquean el proceso de crecimiento y diseminación del tumor maligno.

En concreto, la investigación se centró en la búsqueda de variaciones genéticas del gen que interviene en el proceso de tensión arterial. En el estudio han participado 102 pacientes -64 con cáncer de colon y 38 con cáncer de mama- tratados con un fármaco utilizado en cáncer llamado bevacizumab, un tipo de antiangiogénico.

Como consecuencia, se considera “demostrado que un genotipo concreto está presente en los pacientes que responden mejor a la terapia antiangiogénica”, según ha afirmado Antonio Rodríguez Ariza, uno de los investigadores responsables del estudio junto con los oncólogos del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba Enrique Aranda y Juan de la Haba.

Conocimiento patentado

El resultado de este estudio del Imibic ha dado lugar a una patente que protege el uso de esta variante genética para desarrollar una herramienta que permita pronosticar la eficacia de estos fármacos contra el cáncer. Esta futura prueba diagnóstica será un paso adelante en la oncología personalizada, ya que garantizará suministrar el tratamiento correcto al paciente adecuado.

Así, según ha indicado Rodríguez Ariza, “mejorará la calidad asistencial ya que actualmente hay pacientes que no responden a estos fármacos y además sufren los efectos secundarios de la terapia”, a lo que se suma que la medicina personalizada aplicada al campo oncología también supondrá un ahorro considerable en el gasto sanitario, ya que “el médico podrá seleccionar el tratamiento más adecuado para cada paciente y, por tanto, se conseguirá reducir la relación coste-eficacia en las terapias dirigidas en cáncer”, según ha concluido el investigador.

Comida - 2

Nueve de los diez menús de comida rápida tienen “deficiencias nutricionales”

Eroski Consumer ha analizado un total de 100 propuestas de menús de comida rápida ‘seudosaludables’ en diez ciudades de España. En el caso de Pamplona, nueve de los diez menús estudiados presentan “deficiencias nutricionales”.

En una nota, Eroski Consumer ha señalado que “en España cada vez se consume más ‘fast food’, aunque en los últimos tiempos, las cadenas de comida rápida, motivadas por la mayor preocupación de la sociedad por su salud, introducen elementos saludables en sus menús”. Eroski Consumer ha querido “comprobar la calidad dietética de estos menús, aparentemente más benévolos”.

Para ello, se analizaron un total de 100 propuestas de menús seudosaludables en diez ciudades: A Coruña, Barcelona, Bilbao, Logroño, Madrid, Pamplona, San Sebastián, Sevilla, Valencia y Vitoria.

Se decidió dejar de lado las grandes franquicias, ya que los resultados hubieran sido poco dispares, según Consumer Eroski, que ha explicado que “en su lugar, se fijó la atención en establecimientos tradicionales y locales que incluyen en sus cartas hamburguesas, bocadillos, sándwiches, pizzas, platos combinados…”

En Pamplona se solicitaron diez menús saludables de comida rápida (compuestos por un plato principal, una guarnición o un entrante, una bebida y un postre); tres en los que el elemento principal fuese la hamburguesa, tres la pizza, dos el bocadillo y dos el kebab.

Los colaboradores de la revista se acercaban a cada local y solicitaban los menús más saludables, es decir, pedían al empleado del establecimiento que fuese él quien les aconsejase sobre qué era lo más saludable.

Según Eroski Consumer, la decena de menús analizados en la capital navarra obtuvieron una valoración media de ‘regular’, la peor y por debajo de la de la media del estudio (un ‘aceptable’). Cinco de ellos aprobaron el examen de calidad dietética, pero los otros cinco lo suspendieron, tres con un ‘regular’ y dos con un ‘mal’. Entre los aprobados, únicamente uno obtuvo una calificación de ‘bien’, mientras que los cuatro restantes se quedaban en el ‘aceptable’.

Carencia nutricionales

Por otro lado, Eroski Consumer ha indicado que “la comida y la cena son los momentos en los que habitualmente se suele tomar comida rápida”. En ellos, ha añadido, “los requerimientos nutricionales demandan consumir cereales o tubérculos, verduras y hortalizas y una cantidad moderada de alimentos proteicos (carne, pescado, huevo, legumbres o frutos secos)”.

En este sentido, se hallaron “diversas carencias nutricionales en la mayor parte de las propuestas recibidas”. Entre las más importantes, la revista asegura que destacaba el hecho de que en cuatro de ellas se producía un desequilibrio nutricional.

Por otro lado, Eroski Consumer ha advertido de que “aunque las salsas acompañan y enriquecen los platos, hay que tener especial cuidado, ya que suponen calorías extra”. En los menús pamploneses analizados, en siete incluían salsas en el plato principal (mayonesa, generalmente) y también en las guarniciones (aceite y vinagre para las ensaladas).

Por último, ha destacado que “siete menús analizados en Pamplona no ofrecían fruta fresca o lácteo sencillo como postre, cuando es una de las recomendaciones a la hora de comer equilibradamente”. Otra de ellas, ha agregado, es beber agua: únicamente en tres de los menús analizados incluían esta opción. En cuatro, recomendaban refrescos, en dos de ellos sin azúcares añadidos.

16,4 euros por menú

Además, Eroski Consumer ha señalado que una de las características más atrayentes de la comida rápida es su precio, a priori bajo. Mientras los cien menús analizados en el estudio tenían un coste medio de 12,7 euros, los pamploneses eran un 28 por ciento más onerosos y había que desembolsar una media de 16,4 euros, el coste más alto del estudio.

Los menús más económicos, por su parte, se encontraron en Sevilla, donde el desembolso medio era de 7,9 euros, un 52 por ciento más baratos que en la capital navarra. La nota media en el examen nutricional de sus menús seudosaludables era de ‘regular’, al igual que los de Pamplona.

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Los TCA en la adolescencia

En la etapa de la adolescencia se incrementa de forma considerable la incidencia y prevalencia de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y se estima que 1 de cada 250 adolescentes puede padecer algún tipo de TCA. “La anorexia es más frecuente entre los 15 y los 18 años y la bulimia suele ser darse a partir de los 16 años. En cualquier caso, hemos detectado que se está adelantando la edad en la que se empiezan a dar estos trastornos, siendo cada vez más frecuente al inicio de la adolescencia en niñas de 12 años”, subraya la Dra. Concha Sánchez Pina, pediatra de AP y coordinadora del 11º Curso de Actualización en Pediatría de AP.

Ambos trastornos son más frecuentes en el sexo femenino. De hecho, según la Dra. Sánchez Pina, “la anorexia es hasta 9 veces más frecuente en chicas y la bulimia 3 veces más que en varones”.

Sobrepeso, perfeccionismo, exceso de autocontrol, miedo a la maduración o baja autoestima son algunos de los factores que pueden influir en el desarrollo de la anorexia, pero los pediatras de AP subrayan que la genética también está relacionada con los TCA, ya que la existencia en una familia de un miembro con un TCA multiplica entre 2 y 20 veces el riesgo de padecerlo a cualquiera de sus miembros”, explica la Dra. Sánchez Pina.

Los pediatras de AP muestran su preocupación por determinados factores socioculturales como la apología que se hace de delgadez en el mundo de la moda o en la publicidad y los prejuicios que existen contra la obesidad en determinadas profesiones y deportes que pueden influir en los malos hábitos alimentarios. La experta explica que “los patrones alterados de alimentación, en especial saltarse comidas, ayunos de 12-24 horas y presencia de vómitos auto-provocados son los signos de alarma con menos falsos positivos”, apunta la pediatra.

El diagnóstico y tratamiento precoz pueden mejorar el curso clínico y el pronóstico de trastornos como la bulimia o la anorexia, por lo que es esencial conocer los síntomas que constituyen las señales y fases iniciales de estas enfermedades.

La mayoría de adolescentes muestran preocupación por su peso e imagen corporal y hasta un 50% de adolescentes puede manifestar insatisfacción corporal. Por esta razón, los cambios en la preocupación por la comida, el peso y la figura corporal son señales de los trastornos de alimentación, pero pueden tener falsos positivos. Estos síntomas sólo se consideran de alarma si han cambiado en intensidad y frecuencia y si se acompañan de importantes cambios en el patrón alimentario y pérdidas de peso de más de medio kilo a la semana.

La alerta debe emitirse cuando existe una pérdida de peso no justificable aunque sea inmediatamente después de una enfermedad física o cuando hay vómitos sin aparente causa orgánica. “El incremento o aparición de interés por la actividad física desmesurada junto al cambio de patrón alimentario o esconderse en el baño tras las comidas, deben hacer sospechar un trastorno de alimentación en el adolescente”, matiza la Dra. Sánchez Pina.

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Prolongar el periodo de lactancia favorece la maduración de áreas relacionadas con la inteligencia

Diferentes estudios realizados con técnicas de neuroimagen han demostrado que la lactancia materna prolongada favorece la maduración de áreas relacionadas con la inteligencia. De esta manera, se ha demostrado que la oxitocina juega un papel fundamental en el periodo de lactancia entre madre e hijo. “La liberación pulsátil de esta hormona produce en la madre sentimientos de amor hacia su hijo, así como de bienestar, confianza o autoestima y en el lactante produce relajación, serenidad y un mayor interés por las relaciones sociales”, explicó la Dra. Ibone Olza, Psiquiatra Infantil del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, Madrid en el marco del 11º Curso de Actualización en Pediatría, organizado por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).

Del mismo modo, favorece el contacto íntimo entre madre e hijo tras el nacimiento, se produce una elevación de los niveles de oxitocina en el cerebro del bebé que, a su vez, implica una serie de cambios neuroanatómicos que perduran con el tiempo y permiten que, llegada la edad adulta, ejerza una actitud de apego mayor para con sus descendientes. “Las secuelas de la separación materno-filial temprana son duraderas”, cuenta la Dra. Olza.

La lactancia prolongada facilita una mejor comprensión del lenguaje y visión espacial. En este sentido, los niños alimentados con leche materna durante más tiempo presentan mayor facilidad en funciones ejecutivas, planificación, inteligencia social y emocional y con el lenguaje e incrementa su interés por las relaciones sociales.

Además, prolongar la lactancia materna aumenta los sentimientos de confianza y bienestar maternos. “La lactancia tiene un importante poder ansiolítico y tanto la oxitocina como la vasopresina cumplen un papel central en la regulación de las conductas sociales, incluidas la conducta sexual, el apego materno infantil y la memoria social”, afirma la Dra. Olza.

Por otro lado, la hormona prolactina además de intervenir directamente en la producción de la leche materna, juega un papel central en la adaptación del cerebro de la madre. Produce los cambios que dan lugar a la conducta maternal. La prolactina tiene además un efecto ansiolítico, interviniendo en la regulación del eje hipotálamo-pituitario-adrenal. “Las madres que amamantan puntúan más bajo en las escalas de estrés, ansiedad y depresión que las que no lo hacen. Este efecto ansiolítico de la lactancia se ha descrito como especialmente importante en madres con trastornos afectivos”, matiza la especialista.

Los pediatras de AP aconsejan que los bebés alimentados con leche artificial en biberón, reciban la estimulación e interacción que proporciona la lactancia para facilitar un desarrollo saludable. Los expertos señalan que hay que tratar de que sea sólo la madre la que dé el biberón y si esto no es posible, intentar que sean sólo dos o tres personas, siempre las mismas, las que se ocupen de su alimentación. “Los masajes, porteo, cosquillas y caricias sirven para potenciar en el bebé la liberación de las mismas sustancias beneficiosas que produce la lactancia materna”, aseguran.

La OMS recomienda que la leche materna sea el alimento exclusivo desde el nacimiento hasta los seis meses de vida y que, si la madre y el niño así lo desean, se mantenga hasta los dos años de edad o más, complementada por otros alimentos.