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Nutricionistas no descartan tener que volver a las campañas de leche en colegios si los niños hacen una única comida

La Asociación de Dietistas-Nutricionistas de Castilla y León ha barajado la posibilidad de retomar las campañas de leche en los colegios si la actual situación de crisis lleva a los niños a poder hacer una sola comida.

Así lo ha trasladado su presidenta, Laura Carreño, quien en declaraciones recogidas por Europa Press ha recalcado que en casos de extrema pobreza los menores tienen la del comedor del colegio como su única comida, lo que haría necesario poner en marcha nuevas medidas.

En este caso, ha advertido, habría que volver a las campañas de leche llevadas a cabo en centros escolares españoles a lo largo del siglo pasado con el fin de posibilitar que los menores crezcan. “El crecimiento es un lujo para el cuerpo”, ha recalcado antes de explicar que el calcio es imprescindible en el proceso de crecimiento de los niños.

Carreño, quien ha apuntado a las verduras, el pescado y las frutas como los grupos de alimentos que los niños menos comen y más deberían ingerir, sí ha reconocido que a lo largo de los últimos años se han registrado avances en lo que al desayuno se refiere y cada vez hay menos menores que salen de casa sin realizar la primera comida.

El hábito de no desayunar, además de falta de concentración, hace “imposible” el poder evitar que los menores acudan al kiosco, según Carreño, quien ha calificado de “alarmantes” las cifras de sobrepeso y obesidad infantil en España, del 40 por ciento, y en Castilla y León, comunidad que se sitúa a la cabeza.

Campaña en el Colegio Lourdes

Carreño se desplazó hasta el colegio Lourdes de Valladolid, donde junto a Huercasa coincidiendo con la celebración del Día Nacional de la Nutrición, impartió una clase a alumnos de 5º de Primaria a quienes explicó la pirámide de la alimentación saludable así como los distintos tipos de alimentos y su aportación.

La presidenta de la Asociación, quien ha hecho “bastante hincapié” en la necesidad de consumir a diario los de la base de la pirámide -cereales, frutas, verduras y aceite de oliva- y de tener también en cuenta los semanales -carne, pescado, huevos, frutos secos y legumbres- y los ocasionales -dulces, chucherías y carnes grasas, entre otros-, ha reconocido que no obstante y pese a lo que “saben”, la mayoría consume más los productos ocasionales que los diarios.

“Hay que comer lo que hay que comer y si es un plato es un plato, sea de lo que sea”, ha advertido la nutricionista, quien ha detallado que los menores deberían de comer la misma cantidad de lo que les gusta que de lo que no les gusta antes de referirse a la “tiranía” de algunos de los niños en la actualidad y de apelar al papel de los padres para darles de comer lo que les corresponde “y a sus horas”.

La charla impartida en este centro, que a Carreño le gustaría poder realizar en otros tantos colegios y que se ha acompañado con una cata ciega de distintos productos, llega avalada por una encuesta realizada por Huercasa con más de 75 alumnos de 5º de Primaria del colegio Lourdes que refleja que el cien por cien llega desayunado al cole pero que el 40 por ciento de ellos nunca ha probado las acelgas.

El director comercial de Huercasa, Carlos Olmos, quien ha trasladado también su deseo de poder continuar con estas acciones en otros centros, se ha referido a algunos de los aspectos del estudio, que muestra que el cien por cien de los niños desayuna antes de salir de casa, de los cuales el 88 por ciento toma leche, el 64 por ciento cacao en polvo o chocolate y el 41 por ciento galletas y, frente a ellos, se sitúan la fruta y yogur, consumidos sólo por el once y el cinco por ciento de los encuestados, respectivamente.

El 83 por ciento de ellos afirma comer y beber algo en el recreo frente al 17 por ciento que no lo hace y un bocadillo o fruta son los alimentos que más consumen en este tramo de comida.

Palmeras y donuts triunfan en el almuerzo

Sobre preferencias de alimentos, la palmera de chocolate y los donuts serían los alimentos elegidos para un desayuno o almuerzo seguidos por las galletas (14%), manzanas (12%), y plátanos (11%). Respecto a las frutas, las favoritas para estos escolares son las cerezas (79%), seguidas por las fresas (77%), manzanas (75%), melón (74%) y sandía (72%) mientras que las que menos éxito tienen son el kiwi, las uvas y la piña.

Para Huercasa “llama la atención” el hecho de que un 16 por ciento de los alumnos encuestados no haya probado nunca las ciruelas mientras que, en lo que se refiere a verduras y hortalizas, la lechuga y los guisantes verdes son los favoritos de los escolares, con un 63 y un 54 por ciento, respectivamente.

Un 37 por ciento reconoce que “no les gusta nada” las coles o la berza y les siguen la cebolla, el brécol y el puerro; además, un 40 por ciento manifiesta que nunca ha probado las acelgas. Pero, por el contrario, la pasta es, con un 96 por ciento, el plato favorito de los escolares seguida por la carne (95%) y el arroz y el pan, ambos con un 93 por ciento.

La legumbres, patatas cocidas y el pescado son alimentos que, según muestran los resultados, les gustan “un poco”.

El consumo moderado del vino tinto podría mejorar la flora intestinal

El consumo moderado de vino tinto ejerce un efecto positivo sobre la flora intestinal gracias a sus polifenoles, según estudio de científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), en colaboración con investigadores del programa Ingenio-Consolider (FunCFood).

Este fenómeno responde a que los polifenoles -compuestos naturales presentes en la fruta, verdura, vino, café, té o chocolate- logran inhibir las bacterias no beneficiosas de la microbiota humana y propiciar la reproducción de las que sí lo son, asegurando así una flora intestinal equilibrada que puede proteger contra afecciones como los trastornos intestinales, las enfermedades inflamatorias, el cáncer y la obesidad.

Para llegar a estos resultados, que han sido publicados en el American Journal Clinical Nutrition, se estudió el potencial efecto prebiótico de los polifenoles del vino y se comprobó la influencia que éstos ejercen sobre la microbiota intestinal.

Así, durante 20 días, 10 hombres, divididos en grupos de tres, bebieron vino tinto con o sin alcohol -ambos con el mismo contenido en polifenoles- y ginebra. De esta manera, se observó que el vino tinto mejoró la flora intestinal, incrementando el número de bacterias relacionadas con la protección de determinadas enfermedades.

En concreto, aumentó la proporción en heces de bacteroidetes y bifidobacterias, “algo que no sucedió con la ginebra”, ha apuntado el investigador principal del CIBERobn y el jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, el doctor Francisco J. Tinahones.

“Además, comprobamos que el vino tinto era el que provocó la mayor parte de los beneficios detectados, no limitándose solamente a mejorar la microbiota intestinal, sino también a reducir los niveles de triglicéridos, de colesterol “malo”, los marcadores de inflamación y la presión arterial”, ha argumentado.

Este experto ha explicado además que el vino posee compuestos no digeribles como las proantocianidinas, “que llegan intactas al colon, donde serían metabolizadas gracias a la microbiota, en ácidos fenólicos, ejerciendo su efecto protector”.

La microbiota tiene una función digestiva contribuyendo a la síntesis de micronutrientes, a la absorción de electrolitos y minerales y a la digestión y absorción de determinadas sustancias indigeribles. Por otro lado, también contribuye a la destrucción de toxinas y carcinógenos, evita la colonización por bacterias patógenas, contribuye al desarrollo del sistema inmune y modula el estado inflamatorio.

No obstante, “la diversidad de bacterias existentes en el intestino humano es enorme y varía con los individuos, de manera que los efectos de los componentes ingeridos podrían ser diferentes según la flora microbiana de la persona. Por ello, resulta importante llegar a conocer el perfil de microorganismos o microbiota intestinal de los individuos”, ha señalado Cristina Andrés-Lacueva, investigadora principal dentro del programa Consolider FunCFood de Alimentos Funcionales.

Diferencia por pesos

Un estudio realizado en roedores por la Universidad de Washington (Estados Unidos) demostró que la flora intestinal de los ratones con obesidad tiene un número mayor de bacterias firmicutes y un número menor de bacteroidetes. Sin embargo, en los ratones delgados la distribución de ambos tipos de bacterias era la opuesta.

Investigaciones posteriores corroboraron estas mismas diferencias en la flora intestinal humana, comprobando que la microbiota intestinal de los sujetos con sobrepeso tiene mayor capacidad para extraer energía de los alimentos, es decir consigue más calorías con la misma dieta.

“Algo que revierte tras la pérdida de peso, lo que nos lleva a pensar que incluir cambios en la composición de la flora intestinal podría convertirse en una nueva herramienta para el control del peso”, ha asegurado Tinahones.

Asimismo, el tipo de nutrientes que componen la dieta diaria de una persona también influye en su flora intestinal. Si es alta en grasas, puede incrementar la proporción de bacterias productoras de endotoxinas y generar endotoxemia metabólica, una situación que promueve la aparición de diabetes tipo 2.

Sin embargo, consumir alimentos funcionales que contienen elementos no digeribles, como la fibra, estimula el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas que podrían ser eficaces para tratar el sobrepeso por su efecto saciante y regulador del peso.

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Llega el calor, ¿bebes lo suficiente?

Durante el verano el porcentaje de población susceptible de sufrir una deshidratación aumenta hasta situarse en el 70%. No beber lo suficiente, practicar actividad física o tomar el sol son algunas de sus principales causas, según los datos del estudio sobre Hábitos de Hidratación y Salud de la Población Española que presenta el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) en colaboración con la Organización Médico Colegial (OMC), con el objetivo de concienciar sobre la importancia de mantener unos niveles óptimos de hidratación como parte esencial de la salud.

Según este estudio, en el que han participado 2.000 personas mayores de 18 años de toda España, el 94% de los encuestados afirma no haber sufrido nunca una deshidratación. Sin embargo, sí que han padecido alguno de sus síntomas. Así, el 21% afirma haber tenido dolor cabeza en situaciones de calor o al practicar alguna actividad física, el 25% haber notado sudoración excesiva, el 31% cansancio, somnolencia y el 18% aceleración del ritmo cardiaco.

Además, casi la mitad de los españoles, concretamente el 45%, afirma esperar a beber hasta sentir sed. Ante esto, la Dra. Ana Requejo, portavoz del OHS, comenta que “hay que cambiar este hábito porque cuando aparece la sensación de sed ya se han perdido líquidos y existe una cierta deshidratación. Si no reponemos todo lo que se va perdiendo a lo largo del día, nuestro cuerpo tiene que recurrir al líquido alojado en el interior de nuestras células, pudiendo provocar dolor de cabeza, cansancio, debilidad”.

En general, los encuestados beben menos de lo adecuado. Así, el 86% no alcanza los 2,5 litros al día. Esto es importante para cualquier persona, y especialmente para los mayores, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, niños y personas enfermas. Además, los trabajadores al aire libre, estudiantes o personas que practican actividad física, también necesitan vigilar su hidratación. En total, según datos del estudio, la población de riesgo supone un tercio del total (el 33,8%).

La hidratación es fundamental durante todo el año y en verano aún más, ya que con el calor aumenta las pérdidas hídricas que hay que reponer. Sin embargo, el 18% no bebe más en esta época. Así, durante una jornada de playa el 60% no bebe con la frecuencia necesaria para estar bien hidratado y un 10% puede pasar media jornada o una jornada en la playa sin beber nada.

De hecho, casi la mitad de los encuestados (el 48%) dice que le resulta difícil beber entre 2 y 2,5 litros al día. Ante esto la Dra. Requejo comenta que “ingerir variedad de bebidas como agua, refrescos, zumos o infusiones ayuda a alcanzar los niveles óptimos de hidratación”. La mayoría de los españoles (88%) afirma que ingerir distintas bebidas facilita beber lo necesario. Más de la mitad (el 61,6%) afirma beber por placer y la variedad de sabores es valorada positivamente por el 64,4%.

Además, el 42,8% afirman practicar con frecuencia actividades físicas ligeras, como caminar o realizar tareas domésticas. De quienes practican alguna actividad física durante el verano, el 70% no se hidrata correctamente, de hecho, el 36% bebe únicamente cuando tiene sed y el 23% no lo hace mientras practica deporte porque considera que es malo, un falso mito.

Ante esto el Dr. Jerónimo Fernández Torrente, Vicesecretario General del OMC, comenta que “mantener unos niveles óptimos de hidratación es fundamental para la salud, ya que con el calor aumentan las pérdidas hídricas. Hay que reponer el agua corporal que se pierde a lo largo del día a través de diferentes procesos orgánicos como la transpiración de la piel, la orina o la respiración, ingiriendo variedad de bebidas y alimentos ricos en agua. De hecho, se calcula que entre el 20% y el 25% del aporte hídrico se obtiene de los alimentos y entre un 75% y un 80% de las bebidas”.

Decálogo de recomendaciones de la OMC y el OHS

Para evitar la deshidratación y mantener uno hábitos saludables, especialmente en los meses de verano, el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) y la Organización Médico Colegial (OMC) recomiendan:

1. Beber de 2 a 3 litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades.

2. Si se realizan actividades y esfuerzos físicos notables, conviene aumentar estas cantidades y vigilar las pérdidas excesivas de líquido a través del sudor.

3. Llevar siempre a mano una botella de bebida que nos recuerde la necesidad de beber.

4. No confiar únicamente en la sensación de sed ya que suele aparecer cuando existe cierta deshidratación.

5. Beber variedad de bebidas: agua, infusiones, refrescos, zumos, lácteos, etc. El sabor de las bebidas ayuda a beber lo necesario.

6. Ingerir alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas).

7. Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, tienen efecto diurético y deshidratan.

8. En épocas de calor intenso, además de aumentar el consumo de líquidos, mantenerse en un ambiente fresco y ventilado.

9. Vigilar la adecuada ingesta de líquido de los más vulnerables a la deshidratación (niños, ancianos, deportistas, trabajadores al aire libre, etc.).

10. En caso de duda sobre cómo hidratarse adecuadamente consultar a los especialistas de la salud (médicos, enfermeros o farmacéuticos).

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Comedores Escolares en la Comunidad de Madrid

El 85-90 % de los comedores de los colegios públicos de la comunidad de Madrid cuentan con cocina propia y la otra opción es el suministro de comidas elaboradas en cocinas centrales y transportadas, bien sea en línea fría o caliente.

Requisitos nutricionales

La comida de mediodía debe aportar un 35 % de las necesidades diarias de energía, el perfil calórico adecuado: 30-35 % de grasas, 12-15 % proteínas y el resto hidratos de carbono, principalmente complejos. Las dietas de los escolares deben ajustarse a sus recomendaciones de energía y nutrientes. Su contenido en micronutrientes, minerales y vitaminas se calculará sobre un plazo de 15 días no así la ingesta calórica que es diaria.

En cuanto a la composición tienen que estar presentes frutas, zumos, verduras, hortalizas, pan, arroz, pasta, legumbres, carnes (vacuno, pollo, cerdo), pescado (fresco o congelado) y huevos. Se limitarán los alimentos con alto contenido en grasas y azúcares, así como el contenido de sal. La bebida de elección será el agua. Y se acompañará la comida con pan, fomentando el consumo de distintas modalidades. En ningún caso los zumos de frutas sustituirán a las frutas frescas enteras. Y los lácteos constituyen un buen complemento (no sustitutivo).

El criterio en la variedad de los menús debe contemplar, además de variedad en los grupos de alimentos, la variedad de alimentos que integran esos grupos, y de técnicas culinarias. Y por último se deberá controlar el volumen, el tamaño de las raciones y los ingredientes dentro del plato.

Debido a la variedad de edades (entre 3-12años) se tiene en cuenta a los más pequeños ajustando las necesidades de los micronutrientes a los más pequeños y así los más mayores tendrán satisfechas esas necesidades.

Menús alternativos

Otros contenidos a tener en cuenta son el tiempo y métodos de conservación, la información adicional para escolares y padres, y la posibilidad de menús alternativos, ya que es obligatorio disponer de menús de acuerdo a sus intolerancias o alergias.

Es importante fomentar desde el comedor escolar el conocimiento de los alimentos, así como los aspectos gastronómicos y el gusto por las recetas tradicionales.

En cuanto a los distintos procesos de homologación que forman parte del pliego de prescripciones que se han ido publicando en sucesivos años, destacar que en el año 2001 se homologaron 98 empresas (95% de las presentadas), en el 2002 105(98%), en el 2005 102 (98%) y en el 2009 95 empresas (94,7%).

Seguimiento

La consejería tiene claro que, además de que una empresa se debe homologar, tiene que haber un seguimiento. Por ello desde el principio se establecieron una serie de seguimientos anuales en los que expertos de la Fundación Española de Nutrición acreditados por la Consejería de Educación se presentan en el colegio a la hora de la comida (sin avisar) y recogían una porción duplicada del menú que se sirve ese día, el ciclo de menús mensual, y se rellanaba un informe. Con todo ello se prepara una documentación que remitimos a la Consejería de Educación para que, a su vez, la haga llegar a los directores de los centros. El número de seguimientos realizados hasta diciembre del 2011 fue de 643 que afectaron a 140.000 escolares.

Con la porción duplicada de la muestra -que es exactamente el menú que se está sirviendo a un comensal entre 6 y 9 años- lo primero que se hace es una pesada por ingredientes para ver que están todos, después se tritura la muestra y se lleva a un laboratorio acreditado para ver el perfil calórico, lipídico, grasa total y desde hace 3-4 años se analizan también cloruros y sodios para ver el contenido en sal de la comida. Para ello se utiliza la base de datos DIETECA basada en las tablas de composición de alimentos de la editorial Pirámide de la que son autoras Olga Moreiras, Angeles Carvajal, Luisa Cabrera y Carmen Cuadrado.

Se entrega un informe a la Consejería de Educación para que lo remita a los directores donde se recogen una serie de datos: nombre del centro, la fecha de visita, qué persona ha ido, quien les ha atendido, número de alumnos matriculados, número de inmigrantes que acuden al centro, escolares que asisten al comedor escolar, número de años de la empresa, número de profesores, etc. Respecto al ciclo de menús si son revisados por algún responsable, si la empresa suele admitir sugerencias, si se facilitan a los padres, si indica el contenido de energía, macronutrientes y micronutrientes diarios, u otras informaciones nutricionales adicionales, etc.

En cuanto al horario de comedor el número de monitores, el seguimiento de comportamiento relacionado con la comida, la organización de jornadas, la información de juegos relacionados con la nutrición, la decoración del comedor, si se elabora o no en el colegio, si tienen cocina propia, si coincide el día del seguimiento con el menú programado en el ciclo mensual, si hay posibilidad de repetir, si el agua es la bebida de elección, los distintos panes que se ofertan, si tienen a su disposición saleros u otros condimentos, el tipo de aceite, el aspecto de la freidora, la posibilidad de menús alternativos y un estudio macroscópico del menú.

Vemos la energía, el perfil calórico, el perfil lipídico, los ácidos grasos trans, y desde hace 3-4 años el contenido en sal. Vemos si coincide con el menú programado en cuanto a aporte energético, y en relación al ciclo mensual vemos la frecuencia de los distintos grupos de alimentos, la variedad de cada uno de los grupos y si las recetas se repiten en un periodo de 15 días.

Y al final una pequeña indicación de observaciones en relación con el ciclo de menús, con las actividades realizadas, con el menú servido u otros aspectos de interés que sirvan como orientación a los directores que lo van a recibir.

Algunos datos de interés

Los datos recogidos desde el año 2005 a 2011 muestran que un 85,5 % tienen cocina propia, un 82,7 % de los ciclos contienen información nutricional, el 55,6 de los comedores exponen poster con información nutricional en el comedor, y el 55,6 % de las empresas adjudicatarias realizan jornadas gastronómicas y juegos relacionados con la nutrición.

En cuanto a la ingesta calórica la media está alrededor de 715 kilocalorías, el 35,7% de la ingesta recomendad diaria. El perfil calórico medio: 19,1 % de la energía proviene de las proteínas, 35,8 % de los lípidos y el 45,1 de los hidratos de carbono. En cuanto al perfil lipídico el 9,7 % son ácidos grasos saturados, 12% ácidos grasos poliinsaturados y el 13,2 % ácidos grasos monoinsaturados. De aquí que una de las recomendaciones que sí les damos es que les aconsejen a los padres que por las noches y los fines de semana utilicen aceite de oliva para equilibrar el perfil lipídico (porque el uso del aceite de oliva en los comedores escolares no es obligatorio por la diferencia de coste).

En cuanto a la variedad de alimentos la fruta estaba presente en un 69% de los seguimientos realizados, las verduras y hortalizas en un 90%, los lácteos en el 58%, carne, pescado y huevos en un 100%, y pan en 100%.

Desde hace tres años la consejería entendió que podíamos trasladar estos seguimientos a las escuelas infantiles (niños de 0-3 años). Se han realizado 10 seguimientos cada año. Principalmente se lleva una porción duplicada del menú que se sirve a los niños de 2-3 años. La media de los menús está alrededor de 400 kilocalorías, es decir, un 32% de las ingestas recomendadas diarias. En cuanto al perfil calórico: hidratos de carbono 51 %, proteínas 22,5 % y los lípidos 27%. El perfil lipídico: ácidos grasos monoinsaturados 14, 5; poliinsaturados un 5% y ácidos grasos saturados 7,5%. Respecto a la sal la media de los que nos hemos llevado contiene 2,4 gramos en infantil y 3,4 gramos en primaria. Los ácidos grasos trans no representan un problema en cuanto a los seguimientos que nosotros hemos realizado.

Normativa relacionada con los comedores

Se ha avanzado mucho en esta normativa. Hay un documento consenso, la Ley sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición, la Ley General de Salud Pública, y el Real Decreto del 29 de julio 2011.

El pasado mes de noviembre también acudimos al Parlamento Europeo para llevar una propuesta de que se incorporen en todos los programas de educación los conocimientos mínimos en educación y nutrición. Y también hay bastantes reglamentaciones autonómicas.

Hay que destacar la importancia que tiene el comedor escolar para trasladar las enseñanzas aprendidas en el aula al propio comedor y no sólo en materia de nutrición, sino como educación para la salud, higiene alimentación, educación para la responsabilidad, educación para el ocio y para la convivencia.

La Ley de Seguridad y Nutrición recoge medidas especiales dirigidas al ámbito escolar, a las administraciones públicas, de publicidad de alimentos, personas dependientes y con necesidades especiales.

La Ley General de Salud Pública también incluye derechos, deberes y obligaciones de los ciudadanos y de las administraciones en materia de Salud Pública. También hay programas, guías alimentarias, pirámides, e incluso participamos en una normativa que está llevando a cabo AENOR para regular el procedimiento de elaboración de alimentos en línea fría.

La importancia del placer

Avanzamos en normativa y programas, tenemos una dieta variada, equilibrada, moderada pero… ¿cumplimos los tres pilares de la alimentación? Salud, hábitos alimentarios y placer. El primero sin duda, el segundo en gran medida, pero ¿el tercero? Para vivir necesitamos 50 sustancias químicamente definidas y con una pastilla lo podíamos solucionar, ¿por qué no lo hacemos así? Porque no nos provoca placer. El profesor Grande Covián decía que “sólo comeremos lo que debemos cuando nos gusta y que cualquier dieta por muy bien programada que esté desde el punto de vista nutricional y de elaboración, si no provoca placer, fracasará”.

Talleres del gusto

Desde el año pasado se están llevando a cabo en la Comunidad de Madrid los talleres del gusto. Hay que considerar la alimentación como un hecho cultural en el que los sentidos tienen gran importancia en cuanto a este disfrute que nos debe proporcionar aquello que debemos comer.

En colaboración con la Universidad San Pablo Ceu y con el FROM llevamos a cabo un estudio en el que se cocinaban con tres técnicas culinarias distintas cuatro tipos de pescado -con la misma receta- y en la cata había muchas diferencias.

La iniciativa Vive de los talleres del gusto está liderada por el Dr Valentín Fuster y en ella se trata de que a los niños les acostumbremos lo más pequeños posibles a aquellos sabores que rechazan (neofobia) para ello contamos con cocineros y se trata de elaborar platos con los alimentos que debemos comer y son más rechazados por los niños.

Reflexión final

Y una reflexión final ¿deberíamos medir la palatabilidad de las preparaciones culinarias? Bien sea con un panel de expertos catadores o simplemente con una pesada de restos…

Los adolescentes que hacen más de cuatro comidas están más delgados

Que la clave para prevenir la obesidad es mantener unos hábitos alimenticios saludables no parece nada nuevo. Sin embargo, un nuevo estudio liderado por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del CSIC va un paso más allá.

El trabajo demuestra que ciertos hábitos saludables como comer más de cuatro veces al día en comidas estructuradas o mantener una velocidad adecuada durante ellas se relacionan con una menor cantidad de grasa corporal, independientemente de la actividad física que se realice durante el tiempo libre.

Los datos de la grasa se obtuvieron a través de la suma de seis pliegues cutáneos y de la circunferencia de la cintura de 1.978 adolescentes (1.017 chicas) entre 13 y 18 años procedentes de cinco ciudades españolas (Granada, Madrid, Murcia, Santander y Zaragoza). También se evaluó el papel de la actividad física en el tiempo libre sobre la grasa.

“Para dilucidar cuál es el efecto sobre la obesidad de los hábitos dietéticos es necesario estudiarlos en conjunto con otros hábitos de vida como la actividad física”, explica Sonia Gómez Martínez, primera autora del trabajo e investigadora en el departamento de Metabolismo y Nutrición del ICTAN.

Los chicos medían y pesaban más, además de poseer un mayor perímetro de la cintura y de comer más rápido durante las comidas. Sin embargo, según el estudio publicado en el Journal of Adolescent Health, la grasa acumulada era menor en ellos.

Asimismo los autores observaron como la influencia benéfica que el consumo del desayuno diario tiene sobre la obesidad puede ser especialmente relevante en los adolescentes varones que no practican ninguna actividad física, ya que los que se saltaban esta comida mostraban los valores de grasa corporal más altos.

“Con los resultados obtenidos se ha demostrado que una de cada cuatro chicas y uno de cada tres chicos españoles tienen sobrepeso o son obesos”, afirma Gómez Martínez. Sin embargo, solo el 18,5% de los chicos no practicaba ningún tipo de deporte, frente al 48,5% de las chicas.

Necesidades especiales

La maduración sexual y el aumento de talla y peso son las características que marcan las necesidades nutricionales de los adolescentes, que durante esta etapa aumentan aproximadamente el 20% de la altura que tendrán como adulto y el 50% de su masa muscular y ósea.

Estos procesos requieren una elevada cantidad de energía y nutrientes, de ahí que la alimentación deba estar diseñada para cubrir el gasto que se origina. Durante la adolescencia, son tres los minerales que tienen especial importancia: el calcio, el hierro y el zinc.

Mientras que el calcio es fundamental en el crecimiento de la masa ósea; el hierro interviene en el desarrollo de tejidos hemáticos (los glóbulos rojos) y del tejido muscular; y el zinc en el desarrollo de la masa ósea y muscular. También está relacionado con crecimiento del cabello y uñas.

Entre las recomendaciones diarias para la alimentación de los adolescentes está el tomar tres o cuatro tazas de leche o yogur para aportar calcio, vitamina D y riboflavina; cinco o más raciones de frutas o verduras; dos porciones de alimentos proteínicos magros; de seis a once porciones de cereales, pasta, arroz y patata; y pequeñas cantidades de alimentos ricos en grasa y en azúcar.

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Comedores Escolares en el País Vasco

El comedor escolar desempeña distintas funciones, una de ellas -muy importante- es la función social, de hecho la legislación considera prioritario que el alumnado procedente de entornos económicamente desfavorecidos pueda disfrutar de este servicio.

Por otro lado, la incorporación de la mujer a la vida laboral, entre otros motivos, ha producido que se trate de un servicio de demanda creciente.

Aunque la función primordial es el aporte nutricional, también tiene la función de fomentar la práctica de hábitos alimentarios saludables, de convivir y compartir la mesa, así como de aprender, experimentar y disfrutar la experiencia gastronómica. Por todo ello debemos pensar en las necesidades del usuario clave, el alumnado.

Respecto al ámbito nutricional los aportes deben ser adecuados, que brinden la oportunidad de complementarse adecuadamente con el resto de aportes diarios y que permitan que practique una alimentación saludable. Para que ello se lleve a la práctica deberían participar en el diseño de menús los profesionales de la nutrición y dietética.

Además me gustaría destacar que ofertamos menús perfectamente diseñados pero ¿en un entorno agradable que invita a disfrutar de la sobremesa?… El espacio físico, el mobiliario, la vajilla, la decoración, ¿realmente están pensados para un espacio para disfrutar? Por lo tanto, los menús deben de ofertarse en un entorno grato para consumirlos.

Por otro lado, en el espacio escolar conviven niños y niñas con distintas necesidades, alergias, intolerancias, etc.

Informes de los consumos por alimento

El informe de la Fundación Eroski se elabora en base a la recogida de las planillas teóricas de menús ofertados en distintos centros en una muestra muy amplia de centros educativos. En él se puede ver que el hecho de que no se oferten verduras con la frecuencia deseada había mejorado en un principio pero los últimos datos reflejan que sigue sin cumplirse. Respecto a la oferta de pescado parece que se ha estabilizado. Las legumbres -que parecía que se habían recuperado- vemos que han pasado de un 6 % que no se ofrecían con la frecuencia deseada a un 9 %. Frente a ello, la oferta de platos precocinados tiene una tendencia en aumento, la presencia de la fruta en los postres parece que se ha generalizado, y la oferta de postres dulces y bollería -que en la evaluación anterior se había suprimido- vuelve a estar presente en los menús escolares en algunos casos.

En el proyecto Perseo se evaluaba específicamente lo que pasaba en los comedores escolares además de por la evaluación de las planillas teóricas de menús de tres meses de cada centro mediante pesada precisa de las raciones ofertadas, y los resultados eran similares.

Usuarios del comedor escolar

En el País Vasco es un servicio en demanda creciente. En el presente curso escolar los centros públicos de primaria y secundaria participan con más de 90.000 niños y, concretamente, en Bilbao 11.141 alumnos.

En el pliego de contratación para el presente curso la oferta que se estimaba como precio medio en el caso de que la empresa de catering suministrara el menú ya preparado se establecía en 3,07 euros; en el caso de que se suministre la materia prima para elaborar los menús en el centro escolar, el precio ofertado era de 1,90 euros a lo que habría que añadir los costes por hora de monitor, personal de office y cocina.

Regulación del servicio

El gran cambio en regulación se produjo con la orden del 22 de marzo del 2000 por la cual todos los centros educativos públicos que desearan ofertar el servicio de comedor debían de pasar al sistema de gestión directa. Esto supuso un gran cambio porque hasta entonces muchos comedores escolares dependían de la gestión desde el ayuntamiento y, por lo tanto, los pliegos de contratación y el programa de vigilancia se llevaba directamente desde el ayuntamiento. Desde ese momento toda la gestión pasa a depender del Departamento de Educación.

Esta normativa describió muy claramente cuál es el tipo de gestión, los ratios de monitores, tasa los precios, etc. Y en la elaboración se dio la oportunidad de participar a los distintos sectores implicados incluidas las asociaciones de padres y madres.

El órgano de máxima representación de los centros docentes debía de aprobar los programas de participación del alumnado en términos de educación para la salud y adquisición de hábitos sociales y de tiempo libre. Y se trasladaba a las funciones del monitor escolar el de desarrollar estos programas.

La realidad de la observación cotidiana nos dice que el grado de desarrollo de estos programas de formación de hábitos ha sido muy desigual y en la mayor parte se ha dedicado a tutelar el tiempo de ocio cuidando de que los niños practicaran actividad física de ocio.

Más recientemente, en el comienzo de este curso, se han publicado nuevas instrucciones que han recogido algunas peticiones de las asociaciones de madres y padres. El coste por comensal se sitúa en 4 euros cuando es habitual, si no es habitual 4,60 y en el caso de los niños que tienen derecho a trasporte escolar -por vivir lejos del centro- en 2,80 euros.

Aunque ya se está ofertando la opción de servir menús adecuados para niños con necesidades especiales se recoge de una manera más pormenorizada la elaboración de estos menús y se ha añadido un protocolo de actuación para la elaboración y el servicio de menús especiales, e incluso actuación en casos de prácticas accidentales. Además de recoger la actualización en la gestión económica administrativa y los ratios de personal adecuado.

La forma en que se lleva a la práctica entre unos centros y otros es diferente. En unos casos estos niños comparten el menú con las variaciones oportunas y en otros casos se hace un sistema rotatorio de manera que reciben el menú que los demás niños comieron el día anterior. Y en otros casos el menú que se adapta es la opción alternativa para otros colectivos que, por motivos religiosos o culturales, también reciben menús modificados. El funcionamiento es diferente en cada caso, lo que si comparten todos los casos es que las familias de estos niños reciben en sus casas la planilla de menús general.

Otros recursos y materiales

La primera guía de comedores escolares la publicó el Ayuntamiento de Bilbao en el año 1996 justo con ocasión de las primeras reuniones de trabajo para la elaboración de la nueva normativa. Recién publicado el decreto del año 2000 -que trasladaba toda la gestión a gestión directa- se publicó una Guía Higiénico Sanitaria para la gestión de comedores escolares por el Departamento de Sanidad del gobierno vasco y en la actualidad está a punto de salir una nueva Guía de Orientaciones para los comedores escolares. En la guía del 2003 elaborada por el Departamento de Sanidad se aportaban raciones recomendadas y gramajes.

El Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao realiza un programa de seguimiento de comedores escolares desde el año 1986 por el que periódicamente hace un seguimiento de las raciones aportadas por pesada precisa individual de lo que comen los alumnos. Además se recoge información de las raciones aportadas desde la familia, con lo cual se puede tener una imagen la contribución del comedor escolar a la dieta diaria.

De esta manera -con la pesada precisa- se han estimado aportes medios de 557 kilocalorías en niñas y 585 kilocalorías en niños. El aporte de energía llega a satisfacer el 30%-35% de las recomendaciones, en el caso de las proteínas y de algunas vitaminas se supera, pero hay minerales cuyos aportes están muy ajustados.

Si lo analizamos como frecuencia de consumo, las frutas y verdura representan 7 raciones: 3 del consumo de frutas, 2 de verduras y hortalizas cocidas -sin contar las patatas-, y de las ensaladas y verduras crudas algo más de 2 raciones; el pescado no llegan a las dos raciones; y las legumbres algo más de 2 raciones. Se observa que también se oferta pan integral en algunos centros. Al compararlos con las recomendaciones podemos ver que hay aspectos que mejorar y destaca claramente como la oferta de platos precocinados supera ampliamente lo que sería deseable.

Perfil nutricional diario

En la distribución de los distintos principios inmediatos se ve que la ingesta grasa supera lo que sería recomendable, en concreto a partir de los ácidos grasos saturados, mientras que los hidratos de carbono sería deseable que aumentaran. Sin embargo, la comida del mediodía sigue siendo la ingesta principal del día, por lo tanto debemos de insistir que es fundamental vigilar los aportes en el comedor escolar sin que por eso haya que descuidar los aportes realizados desde la familia a partir de las raciones de desayuno, merienda y cena y otras.

Principales quejas

Los usuarios se quejan sobre todo del sabor de los platos, mayoritariamente no les gustan las verduras y pescados. A veces se quejan de que la comida está fría, de que la cantidad es mucha o a los mayores les parece poco, y también de que se repite mucho y que comen lo mismo.

En la teoría podemos aproximarnos a las recomendaciones pero cuando evaluamos realmente si ese plato se consume o no, nos encontramos que nos dicen que no les gusta y si observamos en el momento de la comida discretamente vemos que no lo consumen. Si no existe norma en este sentido lo van a dejar en el plato, y si existe alguna norma disponen de artimañitas para no consumir la ración sin que nadie se de cuenta. El hecho real es que nos interesa que se sirvan frutas, verduras y pescado pero no para que figure en el plato sino para que los niños realmente lo consuman. Y ello quiere decir que debemos cuidar la selección de la calidad de los productos que ofertamos, la forma de preparación y elaboración y cómo se le presentan a los niños.

Percepción de la calidad del servicio por los responsables del comedor

Los responsables se quejan mayoritariamente del entorno en que se sirve la comida, que son entornos muy ruidosos y de que la sala no es un lugar acogedor. Muchos comedores son de usos múltiples con mobiliario que se pliega y despliega. Una opción sería crear espacios compartimentados más pequeños que hagan que se parezca un poco más al comedor de nuestras casas.

Función educativa del comedor escolar

El comedor tiene una función educativa muy importante pero que no es exclusiva de él. La construcción de los hábitos alimentarios y de vida de los niños supone la implicación de muy diferentes colectivos: la familia, el comedor, la clase, los profesores, los tutores y otras personas que conviven con ellos en el comedor.

¿Realmente cumple la función educativa el comedor? En mi opinión en una medida muy pequeña con respecto a sus posibilidades, bien en actividades antes del momento de la comida, durante o después de la comida. Hay algunas iniciativas que se plantean el comedor como un proceso educativo y lo recogen en el proyecto del centro, pero son los menos (por ejemplo con normas de urbanidad que pueden parecer sencillas).

Punto de vista de las familias

Los padres en el País Vasco quieren más información sobre la dinámica del comedor escolar, además del menú quieren saber si han comido bien o no, quieren que la duración de los turnos sea de al menos 30 minutos y que se mejore la formación y cualificación del personal de cocina y monitores.

También piden que si hay un grupo suficiente que lo solicite se sirva como opción de menú alternativo un menú vegetariano, que las comisiones de comedor (recogidas en la normativa) realmente se constituyan y funcionen, que mejore la comunicación entre los centros con las empresas de catering y que sea consistente el mensaje que lanzamos desde las administraciones de una alimentación saludable, sostenible, ecológica y de proximidad con los menús que se ofertan en los comedores colectivos.

Desde el Ayuntamiento de Bilbao pusimos en marcha en el año 2008 un programa específico On egin eskolan dirigido al personal de cocina y comedor de los comedores de centros públicos para fomentar la formación en temas de nutrición, de manipulación de alimentos, pero también en otros aspectos intentando motivar y reconocer el valor profesional de estos profesionales ( que muchas veces están totalmente marginados en los centros escolares), con la participación de cocineros reconocidos con los que comparten los fogones y fomentando la presentación de nuevas técnicas culinarias para que los niños acepten mejor determinados platos como las frutas y verduras

Objetivos a corto plazo

Los objetivos son:

-Conseguir integrar el comedor escolar en el proyecto docente.

-Presencia de profesionales de la dietética en el comedor para monitorizar el perfil nutricional y la calidad del servicio.

-El marco regulador ya lo tenemos, pero que realmente se ponga en práctica.

-Soporte y formación continuada.

-Mejorar la información y colaboración con las familias.

-Y que el espacio del comedor realmente se utilice como proyecto educativo.

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Desarrollan una nueva generación de alimentos para el control del peso y el desarrollo de la obesidad

Científicos del Proyecto PRONAOS, integrado por 40 grupos de investigación pública y trece empresas privadas, han desarrollado una nueva generación de alimentos que permitirá el control del peso y el desarrollo de la obesidad.

Este ha sido uno de los 14 grandes proyectos de investigación industrial estratégica aprobados en 2008 en la cuarta convocatoria del Programa CENIT, y que está enfocado a la investigación de los factores genéticos, moleculares y nutricionales que regulan los sistemas de control de peso corporal con el objetivo de desarrollar una nueva generación de alimentos dirigidos controlar el peso y prevenir la obesidad.

Con un presupuesto de unos 25 millones de euros aproximadamente, estos científicos han conseguido descubrir en cuatro años avances muy importantes a la hora de poder entender los mecanismos sobre los que se desarrolla esta enfermedad. Patología que afecta a millones de personas en el mundo y, concretamente, a una buena parte de los españoles.

Y es que, España es el país de Europa con mayor tasa de obesidad, aproximándose a Estados Unidos, al afectar a uno de cada cuatro adultos y a uno de cada tres niños. No obstante, nuestro país se sitúa en el primer puesto del “ranking” mundial en cuanto a obesidad infantil se refiere.

Para evitar que el número de personas obesas o con sobrepeso siga aumentado y para ayudar a los que ya la padecen, se ha creado este proyecto, titulado Investigación científica dirigida al desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control del peso y prevención de la obesidad.

Una iniciativa que ha estado asentada en cinco actividades: los nuevos factores genéticos y de biomarcadores relacionados con la obesidad, el descubrimiento de nuevos ingredientes, la evaluación de modelos animales de obesidad, el diseño de nuevos alimentos para el control del peso y la evaluación, estudio e intervención nutricional.

Todas ellas han dado lugar a una serie de conclusiones que, según ha explicado la directora de investigación de Biosearch, Mónica Olivares, van a contribuir al mantenimiento de la salud en la sociedad y a evitar que se produzcan nuevos casos.

En concreto, en este programa se han desarrollado nuevas tecnologías de producción y estabilización de ingredientes; se han diseñado prototipos de alimentos funcionales cuya eficacia se ha evaluado en modelos animales de experimentación y estudios de intervención quirúrgica; y se han identificado nuevos valores genéticos relacionados con la obesidad.

Asimismo, se ha desarrollado una plataforma bioinformática para el descubrimiento de nuevos biomarcadores de obesidad; se han puesto a punto modelos de evaluación masiva que permiten la identificación de compuestos por actividad biológica sobre mecanismos relacionados con la obesidad; y, por último, se han identificado y caracterizado nuevos ingredientes naturales con potencial actividad sobre esta enfermedad.

“Hay líneas de trabajo que no van a terminar pero hemos conseguido avances muy importantes a la hora de entender los mecanismos por los que se produce la obesidad. Además, las empresas han incorporado nuevos productos que en un breve tiempo saldrán al mercado y que, además, algunos son objeto ya de solicitud de patentes”, ha concluido el director general de Biosearch, José María Roset.

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Identifican un receptor cerebral que controla el apetito

Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia han identificado un receptor cerebral que parece desempeñar un papel central en la regulación del apetito. Los resultados, publicados en Cell, podrían conducir al desarrollo de nuevos medicamentos para prevenir o tratar la obesidad.

“Hemos identificado un receptor que está íntimamente involucrado en la regulación de la ingesta de alimentos”, explica el líder del estudio, Domenico Accili, profesor de Medicina en Columbia. Accili añade que, “lo especialmente alentador es que este receptor pertenece a una clase de receptores que resultan ser buenos objetivos para el desarrollo de fármacos; de hecho, varios medicamentos existentes ya parecen interactuar con este receptor”.

En su búsqueda de nuevas terapias para la obesidad, los científicos se han centrado en el hipotálamo, una pequeña estructura del cerebro que regula el apetito. Numerosos estudios sugieren que este mecanismo de regulación se concentra en las neuronas que expresan un neuropéptido -o modulador cerebral- llamado AgRP. Sin embargo, hasta ahora se desconocían los factores específicos que influyen en la expresión de AgRP.

Los investigadores hallaron nuevas pistas sobre el control del apetito mediante el seguimiento de las acciones de la insulina y la leptina. Ambas hormonas están involucradas en el mantenimiento del equilibrio energético del cuerpo, y ambas inhiben el AgRP.

“Sorprendentemente, el bloqueo de la vía de señalización de la insulina, o la de la leptina, tuvo poco efecto sobre el apetito”, afirma Accili, quien agrega que “por lo tanto, pensamos que ambas vías debían ser bloqueadas de forma simultánea con el fin de influir en el apetito”.

Para probar su hipótesis, los investigadores crearon una cepa de ratones cuyas neuronas de AgRP carecían de una proteína que es parte integral de la señalización de la insulina y la leptina. Como los investigadores pensaban, la eliminación de esta proteína -llamada Fox01- tuvo un profundo efecto sobre el apetito de los animales.

“Los ratones sin Fox01 comieron menos, y eran más delgados, que los ratones normales”, afirma el coautor Hongxia Ren, quien añade que, “además, los ratones con deficiencia de Fox01 mostraban un mejor equilibrio de la glucosa, y una mayor sensibilidad a la leptina y la insulina -signos de un metabolismo saludable”.

Dado que Fox01 es una diana farmacológica pobre, los investigadores buscaron otras formas para inhibir la acción de esta proteína. Así, mediante el perfil de expresión génica, los científicos encontraron un gen (Gpr17) que se expresa altamente en los ratones con neuronas de AgRP normales, pero se desactiva en ratones con deficiencia de Fox01.

Para confirmar que el receptor está implicado en el control del apetito, los investigadores inyectaron un activador de Gpr17 en ratones normales, aumentando su apetito. A la inversa, cuando a los ratones se les administró un inhibidor de Gpr17, su apetito disminuyó.

Según Accili, hay varias razones por las que Gpr17, que también se encuentra en los seres humanos, sería un buen objetivo para crear medicamentos contra la obesidad.

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El entorno laboral es clave para combatir la obesidad

Paralelamente, el incremento de personas que padecen obesidad en los países desarrollados ―casi 2 millones de personas en España y unos 500 millones en todo el mundo― ha aumentado la puesta en marcha de iniciativas públicas y privadas que ayuden a paliar esta pandemia.

Una de estas iniciativas es el programa Gustino FOOD que, bajo el lema Juntos para crear una red de restaurantes saludables, tiene por objetivo fomentar una alimentación saludable y combatir la obesidad entre los trabajadores que comen a diario fuera de casa.

Gustino FOOD busca aprovechar las sinergias creadas por la unión de los dos programas lanzados anteriormente por Edenred en el entorno laboral, un ámbito que es clave para el éxito de las políticas públicas de prevención de la obesidad. Por este motivo, el programa cuenta con el apoyo de la Fundación Dieta Mediterránea en España y de la Unión Europea a nivel global.

La experiencia obtenida hasta el momento ha puesto de manifiesto que la mayoría de usuarios de restaurantes de menús aprueban las iniciativas que se están desarrollando en restaurantes a favor de una alimentación saludable. El último Estudio FOOD realizado a finales de 2010, muestra un incremento notable de la sensibilización de los empleados españoles en este sentido. Según esta encuesta, un 67% de los comensales basaban su elección del plato en función de lo equilibrado y saludable que resultara para ellos.

“Estos datos nos animan a seguir impulsando, con más fuerza si cabe, un programa que entra de lleno en el compromiso de Edenred con la salud de las personas, y que apoya de forma muy clara a las políticas públicas de lucha contra la obesidad y las enfermedades crónicas que provoca”, explica Manuel Asla, director de Marketing de Edenred.

Luchar contra la obesidad desde el puesto de trabajo

El sobrepeso y la obesidad son una de las principales causas de enfermedades crónicas no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares y, por lo tanto, constituyen una preocupación de primer orden para las autoridades sanitarias.

En España, el 62% de las personas tiene exceso de peso. De ellos, un 39% tiene sobrepeso y un 23% obesidad, según el estudio de nutrición y riesgo cardiovascular en España (ENRICA), realizado por la Universidad Autónoma de Madrid.

Además, según la OMS, la evidencia de que los riesgos de sufrir enfermedades crónicas empiezan en la vida fetal y persisten hasta la vejez es cada vez mayor, por lo que controlar los factores de riesgo es esencial a lo largo de toda la vida.

Para conseguirlo, es esencial llevar una dieta equilibrada de forma continuada en el tiempo. Comer fuera de casa no debe ser un obstáculo para ello, de ahí el empeño de autoridades e instituciones para incidir en los hábitos alimentarios de las personas y poner a su alcance el máximo de facilidades para conseguir este objetivo, implicando activamente a la industria, establecimientos de restauración y empresas privadas.

En esta línea, el programa Gustino FOOD, impulsado por Edenred con el apoyo de la Fundación Dieta Mediterránea, busca influir tanto en la adaptación de los menús por parte de los más de 35.000 restaurantes adheridos a la red de Ticket Restaurant® en toda España, como en el comportamiento de los comensales, fomentando que sus decisiones sean racionales y repercutan positivamente en su salud.

La Fundación Dieta Mediterránea será la encargada de realizar la evaluación de la oferta de los restaurantes que quieran adherirse, en base a los requisitos del programa. Una vez certificado, cada restaurante Gustino FOOD lucirá un distintivo del programa para indicar a los usuarios qué establecimientos ofrecen un menú saludable y habrá un buscador de los restaurantes certificados disponible para los 245.000 usuarios de Ticket Restaurant®.

Gustino y FOOD en España

Gustino y FOOD son programas destinados a influir en los hábitos alimentarios de las personas durante su jornada de trabajo, en consonancia con las políticas públicas de prevención y lucha contra la obesidad.

En el 2008, Edenred puso en marcha, junto con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y la Fundación Dieta Mediterránea (FDM) el programa Gustino, una iniciativa orientada a fomentar una dieta equilibrada en los restaurantes que ofrecen menús de mediodía a empleados en España.

Continuando con esta política, al año siguiente, Edenred lanzó el programa FOOD (del inglés Fighting Obesity through Offer and Demand – Lucha contra la obesidad mediante la oferta y la demanda), una iniciativa público-privada en la que participan nutricionistas europeos y expertos en salud pública de varios países, y que cuenta con el apoyo de la Unión Europea.

El objetivo de este programa es incidir en los empleados desde el puesto de trabajo, a través de una campaña informativa sobre hábitos alimentarios saludables. Uno de los hitos de esta campaña ha sido la creación de la “Guía FOOD para Empleados”, de la que ya se han distribuido más de 13.000 ejemplares en empresas españolas.

A esta segunda iniciativa, que cuenta con el apoyo de la Unión Europea, se han sumado hasta la fecha 8 países: Francia, Bélgica, Suecia, Italia, República Checa, España, Eslovaquia y Portugal. Los resultados de la primera fase del programa FOOD fueron presentados en la sede de la comisión europea, a finales de mayo del 2011.

En 2012, partiendo de la experiencia adquirida en estas iniciativas y aprovechando las sinergias entre ambas, Edenred España decide dar un paso más en su compromiso con una alimentación saludable e integra definitivamente ambos programas.

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El Programa THAO Salud Infantil

La obesidad infantil es la epidemia del siglo según la OMS. Los datos que aportan de forma seriada cada año los municipios que están realizando el programa de 26000 niños y niñas pesados y medidos entre 3 y 12 años muestran que la obesidad está en el 8,2%, el sobrepeso en 21,1% y la suma llega casi al 30% dentro de las referencias de IOTF (International Obesity Task Force), que es de las más utilizadas en Europa.

Las consecuencias médicas ya las sabemos y quisiera hacer una pequeña reflexión sobre las consecuencias económicas: podríamos decir que si se hubiera actuado muy intensamente hace 10 años seguramente las cifras de gasto sanitario de la obesidad y enfermedades asociadas no serían tan elevadas como las actuales.

Objetivo del programa

La misión del programa Thao es la prevención de la obesidad infantil. Se trata de un programa comunitario cuyo objetivo es promover hábitos saludables en niños y niñas sobre cuatro pilares: alimentación, actividad física, factores psicológicos y emocionales y horas de descanso.

Se actúa a nivel local desde los municipios y liderado por ellos. Es un programa a largo plazo (aunque el compromiso con los municipios es a 4 años), es transversal porque hay una participación multisectorial y está avalado por un comité de expertos.

Dispone de un plan de comunicación y hay un soporte tanto económico como político por parte de instituciones públicas y privadas. Tiene financiación privada que permite que el programa funcione y una pequeña aportación pública de cada uno de los municipios que trabajan en el programa.

Actualmente está en casi 80 municipios en 8 comunidades autónomas. El inicio, en el año 2007, fue en 5 municipios piloto: dos de la comunidad de Madrid, dos de Cataluña y uno de Andalucía.

Antecedentes: Modelo EPODE

El programa Thao ha salido de la mano del programa EPODE (Ensemble Prévenons l”Obésité Des Enfants) en Francia, que empezó dos años antes. Y a la vez que Thao empezó Paideiatrofi en Grecia y Viasano en Bélgica.

Los cuatro programas han sido estudiados gracias a la financiación de la Unión Europea por parte de cuatro universidades Ámsterdam, Zaragoza, Lille y Gante para crear un libro de buenas prácticas de cómo este tipo de métodos puede movilizar a la población.

Principales participantes del programa

Desde la fundación Thao se crean los materiales y se gestionan los soportes institucionales, económicos y políticos, a través de la formación – la capacitación- de un equipo en cada municipio con un coordinador local que va a implementar el programa en el municipio, con el soporte y el liderazgo de la alcaldía.

El programa actúa de forma multisectorial en escuelas, guarderías y jardines infantiles, participan los medios de comunicación locales, otros agentes locales (lonjas de pescadores, mercados, comerciantes), centros deportivos y de ocio, asociaciones de empresas, profesionales de la salud, etc.

Hay un comité de expertos que avala los contenidos, unos patrocinadores económicos y una instituciones que dan soporte.

Metodología: los 3 ejes Thao

El programa se estructura en 3 pilares fundamentales: acciones, evaluación y comunicación, siempre amparadas bajo un concepto de comunicación social creando una marca -un nombre que la gente asocie y pueda identificar-, y una imagen gráfica, los thaoines, que son unos personajes para los niños que facilitan la aproximación de los materiales y las propuestas de acciones.

Las acciones se han estructurado en forma de temporadas. Los mensajes son concretos sobre una temática que de manera transversal se transmite a todo el municipio. Hemos empezado por la promoción de la fruta, después el agua como la mejor bebida (siempre con mensajes positivos sin ir en contra de nada), los farináceos, las frutas y verduras, los lácteos, la actividad física y el pescado y el marisco.

Actualmente la nueva temporada se centra en la crisis: la comida económica fácil y sana tres veces buena. Se hace participar a los niños y la familia en la compra, en la cocina, a saber cómo congelar, a aprovechar las sobras, etc.

Se diseña una estructura de trabajo para todos los actores y se utilizan unos materiales que son fichas con acciones muy fáciles para incorporar dentro de las materias de la escuela de manera simple para que sea fácil de aplicar.

También se propone que los municipios hagan una semana de salud, la semana Thao, con un programa de actos. Asimismo hay unos materiales transversales que tocan todo lo que puede ser importante: el “Patio de mi Cole” , con actividades lúdicas para el patio o la hora del comedor que son los juegos tradicionales, el “Thao bus” (que es un recorrido para ir caminando al colegio), la promoción del desayuno para las familias y también para el colegio. También hay carteles de los grupos de alimentos, una guía alimentaria, y el “Decathao” es un decálogo.

Evaluación

Tenemos el compromiso de pesar y medir a todos los niños y niñas y también se incorporó la circunferencia de cintura. Para ello hay que pedir autorizaciones a través de una carta del alcalde o del concejal correspondiente a los padres de los niños de 3-12 años. Y en un subsegmento de 8-12 años se realizan unos cuestionarios de hábitos alimentarios.

También se hace evaluación de procesos (qué tipo de acciones y a cuántos se impactan) que se pide a los coordinadores de cada municipio, así como encuestas al profesorado.

En el comité de evaluación participa la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la Universidad San Pablo-CEU de Madrid, la Universidad de Santiago de Compostela y la Universidad Complutense de Madrid, así como nuestra fundación. Y se ha previsto una herramienta nueva para hacer el cuestionario a los niños a partir de cuestionarios validados gracias a una beca FIS del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Actividades entre los 0-3 años. Neofobia

Los datos muestran que hay una prevalencia de sobrepeso y obesidad sumados en niños de 3-5 años de más del 20 % que nos lleva a pensar que antes de los 3 años hay problemas, por ello en el programa Thao (que empezó las actividades a los 3 años) desde hace año y medio realiza acciones entre 0-3 años.

Se han creado unos talleres que tratan de cómo abordar la neofobia alimentaria que tiene un momento crítico a los 6 meses (la introducción de la alimentación complementaria) y hacia los 15-16 meses cuando ya se puede comer de todo. La neofobia es una forma de protección que tienen muchos mamíferos para evitar la ingesta de productos tóxicos, que hace que excepto lo dulce, calentito y grasoso -como la leche materna- los niños de entrada lo rechacen. Es necesario un proceso de adaptación.

Otro tema que hemos abordado en esta etapa es la sensación de saciedad y hambre, que también está regulada genéticamente. En los bebés se produce el fenómeno de que si la persona cuidadora cree que se ha quedado con hambre le insiste con alguna cucharada de más. A partir de aquí se produce un fenómeno y es que el bebe pierde la noción de la saciedad y no identificará en el futuro esa sensación. Por tanto es importante gestionar la neofobia y la sensación de saciedad.

Una vez identificado un problema y hecho el diagnóstico epidemiológico y de los determinantes (encuestas iniciales) se nutre el programa y a partir de los procesos del impacto sobre los determinantes, que son los hábitos y los comportamientos de alimentación, actividad física, sueño, etc., valoramos la evolución. Los resultados sobre el IMC y la circunferencia de cintura que se ven más a largo plazo.

Comunicación

Hacemos encuentros una vez al año, participamos en congresos, actividades académicas, pero también en conferencia de prensa. La comunicación es una herramienta fundamental para movilizar a los municipios, a los niños. También se hacen notas de prensa, newsletters y se dispone de un sitio web (www.thaoweb.com).

Ejemplo de una temporada (El pescado y marisco)

A la mayoría de niños les cuesta comer pescado. Para empezar se construye el concepto: una imagen que sea atractiva y un eslogan y se diseña un cartel que se distribuye en la ciudad y en los colegios.

Se crean unos dípticos para los familiares de niños de 3-12 años con recomendaciones nutricionales, trucos, consejos, recetas y también un díptico para las familias con niños de 0-3 años sobre cuándo se introduce el pescado azul y blanco, de qué manera, etc.

Para la escuela dentro del programa curricular se hacen una fichas de acciones que duran 6-7 meses para los dos niveles educación infantil (3-6 años) y primaria (hasta los 12 años), una carta para los educadores de guarderías y unas fichas talleres para hacer actividades relacionadas, en este caso, con el pescado.

En el “Patio de mi Cole” se han añadido un par de juegos más. Así como material para los actores locales: establecimientos de alimentación, cofradías de pescadores, productores de pescado y restauración.

Para los profesionales de la salud se hace un material tipo informativo y tratamos de que toda la ciudad respire actividad y promoción de la salud.

Liderazgo municipal

Para el programa Thao lo importante es crear un buen soporte de comunicación utilizando las herramientas de marketing y comunicación, hacer ilusionantes los hábitos saludables, movilizar a través de la ilusión, permitir la creatividad y flexibilidad (cada municipio es diferente) y compartir la experiencia entre diferentes municipios. Para todo ello el liderazgo del municipio es un aspecto fundamental.

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Comedores Escolares en la Comunidad Valenciana

El comedor escolar nace como un servicio complementario a la educación. Su origen está en las grandes distancias que, antiguamente, tenían que recorrer para asistir a los centros y esto da origen a unas cuestiones que tenían que ser objeto de regulación: el transporte escolar, el comedor escolar y la residencia. Esto explica que las responsabilidades de los comedores escolares recaigan sobre las Consejerías o los departamentos de las Comunidades Autónomas.

Los comedores tienen una obligación de formar en hábitos alimentarios por lo que debe potenciar una oferta apetitosa, variada y de buena presentación; donde los menús tengan en cuenta los factores culturales de los comensales, incluyan alimentos de todos los grupos, varíen la presentación o estimulen el acto de compartir la comida y comunicarse.

La prensa en ocasiones lanza noticias preocupantes: “un 23% de los escolares no sabe qué gusto tiene un tomate, un 32% no ha probado nunca las espinacas, un 16% la cebolla, un 15% la naranja, un 21% las aceitunas negras, 16 % la zanahoria, 26% los piñones y un 23% el atún en conserva”.

Datos de salud de la Comunidad Valenciana. Encuesta de Salud 2010

Si se analiza la dieta global de los niños, tanto en comedores como en casa, se obtienen los siguientes datos: un 75% de los niños valencianos entre 5-15 años no consumen todos los días verduras y hortalizas; alrededor del 48 % de los niños no consume todos los días una fruta; alrededor de 9% no toma legumbres una vez a la semana; sin embargo alrededor de 5% tomaba bollería todos los días y un 25% consume aperitivos y bebidas refrescantes más de 3 veces a la semana.

Haciendo una revisión histórica de los últimos 10 años obtenemos los siguientes datos de interés: en el año 2001 el porcentaje de niños que utilizaban el comedor era del 17%, en el 2005 de 28-29% y en 2010 alrededor de un 49%.

Un 60% de los colegios tiene cocina propia y un 29% servicios centrales. Un 97% de los colegios analizados envía la información de lo que comían a los padres; un 90% daba información nutricional; menos de un 80% daba información sobre otros hábitos; y sólo 3 de cada 4 centros daba sugerencias a los padres para la cena.

Comparación nutricional menús escolares en España

La comida debe suponer un 35% del aporte energético y debe comprender todos los nutrientes. Llevar esto a cabo es complejo ya que por muy bien que se diseñe sobre el papel por un dietista, al final el menú se traduce a “cacerolas” y “cucharones” por comensal y todos los planes realizados terminan con una buena voluntad del cocinero que calcula a ojo la ración de cada comensal.

En Valencia se hizo un estudio sobre lo que se “metía en los calderos” de los comedores escolares. Los resultados no diferían de los de otros estudios. Sí llamó la atención que eran comidas ligeramente más grasas que las analizadas en otros estudios ya que la cantidad de ácidos grasos saturados era ligeramente superior, así como la de monoinsaturados y poliinsaturados. Respecto a los contenidos vitamínicos se vio que la cantidad de vitamina A era ligeramente inferior y la vitamina E superior respecto a otros estudios. Constatamos que el porcentaje de yodo también era escaso por la poca presencia del pescado en la alimentación.

Guía de los menús de los comedores escolares

Estos datos recogidos sirvieron para, de forma consensuada, elaborar la guía de los menús de los comedores escolares en la que se detallan las consideraciones y recomendaciones para el diseño de un plan de minutas en un comedor escolar.

Alguna recomendación fue que el niño debía probarlo todo pero no era obligatorio que terminara todo el contenido del plato.

También se dieron pautas de raciones semanales mínimas y máximas traducidas a gramaje por grupos de edad, y se hicieron algunos menús ejemplo.

Para valorar el grado de cumplimiento se recogieron una serie de datos. Se dio formación al personal de cocina y de comedores escolares, y para los sanitarios encargados de la inspección de la sociedad alimentaria. Y, sobre todo, se hizo un acercamiento con los consejos escolares para que la comisión de comedor junto al responsable de comedor en las escuelas pudieran rellenar unas parrillas: una la teórica (ya que existe la obligación de presentar todos los menús del año antes de empezar el curso ante la administración), que es menú escolar propuesto, y por otro lado se le pedía al consejo escolar que hiciera de visu el vaciamiento de las parrillas para que se cotejara si las raciones cumplían la variabilidad.

Comparación antes y después de la guía

Es importante destacar que desde el primer cotejamiento que se hizo los valores están por encima porque lo que se intenta es que se cubran las necesidades de los más pequeños y de los diferentes grupos de edad.

La estrategia de consenso con todas las partes propiciaba que en los nutrientes críticos saliesen mejores resultados.

La acción se hizo con 25 colegios públicos y concertados a través de los técnicos de salud pública que, después de leer los menús de los centros, realizaban una jornada de formación con los cocineros en los que intercambiaban ideas para mejorar.

Para este año 2012 esperamos poder hacer una adaptación más profunda de la guía orientativa, en la que se basa Educación, con un sistema más profundo de control.

Una molécula de la leche tendría beneficios en diabetes, envejecimiento y colesterol

La nicotinamida ribosa (NR) es el nombre de la molécula en cuestión, que se encuentra en la leche, pero probablemente también en otros alimentos y en la cerveza. Esta molécula ha sido poco estudiada hasta ahora, pero ya se sabía que favorece indirectamente la actividad de las mitocondrias, consideradas «las fábricas de energía» de las células.

Los estudios publicados por el equipo de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza, amplían el conocimiento sobre sus efectos benéficos en el metabolismo. Los resultados descritos por los científicos son espectaculares en varios ámbitos, como el relativo al incremento de peso, que pudo evitarse en el caso de los ratones sometidos a una dieta rica en grasa, pero tratados con NR. Este grupo ganó un 60 por ciento menos de peso con respecto a los ratones que recibieron la misma alimentación, pero no NR, que además mostraron signos de diabetes.

Asimismo, los roedores que recibieron un complemento alimenticio con NR durante diez semanas tenían un 10 por ciento más de resistencia física, mientras que tras ocho semanas de tratamiento mostraron una mejor resistencia térmica.

Los investigadores consideran que la NR incluso podría servir para luchar contra los efectos del envejecimiento, ya que se sabe que muchas funciones del organismo se degradan debido a un descenso de la actividad de las mitocondrias, a las que estimula esta molécula.

Los estudios no han encontrado que la NR tenga efectos secundarios, entre otras razones porque se trata de una molécula natural, presente en varios alimentos, lo que facilitaría su aceptación por el organismo en caso de una utilización nutricional o terapéutica.

Durante las pruebas realizadas no se detectó ningún problema, siquiera con dosis diez veces superior a la cantidad considerada eficaz. En el caso del colesterol, la NR tendría ventajas sobre otra molécula, la NA, utilizada para tratar estos casos, pero que tiene efectos secundarios.

Respecto al desarrollo de todas las potencialidades de la NR, los expertos subrayaron que primero tendrá que haber laboratorios y empresas capaces e interesadas en sintetizar o extraer la molécula.

Otra cuestión pendiente es determinar cuánta leche habría que beber para observar los efectos positivos de la molécula, cuya concentración en este producto todavía no se ha logrado determinar.