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Alimentación saludable en verano

Consejos para una alimentación saludable en verano

Alimentación saludable en verano

El verano es para desconectar, descansar y decirle adiós a la rutina, pero no debemos romper nuestros hábitos de alimentación saludable. En verano hay que adquirir una rutina que favorezca una dieta sana, ordenada y completa.

El verano es una época de desconexión y descanso en nuestras vidas, si bien no podemos romper con la rutina de alimentación saludable. En verano es más frecuente saltarse comidas, llevar un horario desordenado o comer en exceso como parte de las reuniones propias del ocio veraniego, por eso debemos prestar especial atención a esos momentos.

La dieta de verano debe nutrir y refrescar. En esta época del año es aconsejable que nuestra alimentación sea completa en nutrientes y aporte un extra de sustancias antioxidantes para ayudar a proteger la piel de los efectos de la radiación solar. Además, debe tener un aporte suficiente de líquidos para hidratarnos.

Dieta saludable

Durante el verano nuestro cuerpo agradecerá que tomemos comidas ligeras y refrescantes, dejando las comidas copiosas para el invierno.

Elige alimentos con alto contenido en agua, vitaminas, minerales y fibra que nos ayuden a combatir las altas temperaturas y a sentirnos bien.

Debemos tomar todos los grupos de la pirámide de los alimentos, primando las frutas, verduras, y las recetas frías. Elegimos aceite de oliva virgen extra para cocinar y aliñar y reduciremos las comidas grasientas y fritos que pueden hacer más pesada la digestión y aportan un mayor contenido en calorías. El aporte proteico lo conseguiremos a través de lácteos, carnes, pescados, huevos, legumbres, cereales y frutos secos.

Se recomienda recurrir a los productos de temporada y garantizar una adecuada hidratación, sobre todo en las horas de más calor bebiendo regularmente.

Hidrátate

Los días de calor intenso obligan a nuestro organismo a realizar un esfuerzo de adaptación para mantener la temperatura corporal. Bebe al menos dos litros de agua diarios en verano y toma ocasionalmente otras bebidas y alcoholes de baja graduación. Si haces ejercicio toma líquidos cada 2 horas como mínimo: agua, bebidas con sales, y vegetales ricos en agua.

Cuida la higiene en la cocina

Durante el verano se consumen más productos crudos, además el calor favorece la contaminación en los alimentos. Por ello, es preciso mantener unas adecuadas medidas preventivas. Lávate frecuentemente las manos con agua y jabón y no olvides lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas. Cocina los alimentos a una temperatura suficiente y consúmelos inmediatamente después de ser cocinados o bien consérvalos en frio bien envueltos.

Aparte de disfrutar nuestras vacaciones, no debemos olvidar los básicos saludables del verano: el ejercicio, la alimentación y la hidratación.

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relación con el médico

La relación con el médico condiciona la presión arterial

relación con el médicoLos pacientes que consultan y comparten sus dudas con el médico y acuden de forma periódica a los centros de salud mejoran un 30 por ciento el control de su presión arterial, según un estudio publicado en American Journal of Hypertension que analizó durante cinco años a más de 12.000 pacientes.

No obstante, el estudio, del que se hace eco la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC), evidencia que no todos los grupos de edades se benefician por igual, es decir, que el control en el manejo de la presión arterial se observa de manera más significativa en los pacientes de entre 36 y los 73 años.

“Los resultados del estudio nos permiten reafirmar que mantener a raya la tensión es un objetivo común y compartido entre el paciente y su médico”, ha declarado Petra Sanz, miembro de la FEC y cardióloga del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Madrid.

“Es muy importante que el paciente se corresponsabilice del control de sus niveles de presión arterial y, además, tenga siempre presente el consejo del profesional. Los expertos sanitarios podemos dar unas pautas sobre consejos y hábitos saludables para conseguir niveles de presión arterial óptimos, pero es el paciente el que debe mantener esta rutina día tras día”, ha añadido.

La hipertensión es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular que padece más del 40 por ciento de la población adulta española y de la cual una tercera parte lo desconoce. “Cuanto mayores son las cifras de presión arterial mayor es el riesgo de presentar una enfermedad cardiovascular y, por tanto, mayor es el número de muertes causadas por la hipertensión arterial”, ha señalado.

El mayor aumento en la última década

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del 2014 muestran que las enfermedades hipertensivas son las que más han aumentado en los últimos diez años, doblando el número de defunciones debido a esta causa, ya que, mientras en 2004 representaban el 5 por ciento de los fallecimientos cardiovasculares, ahora son ya el 10 por ciento.

Sin embargo, los expertos recuerdan que mediante el conocimiento de los principales factores de riesgo cardiovascular y la adopción de hábitos de vida saludables se pueden llegar a prevenir hasta el 80 por ciento de las enfermedades del corazón.

La hipertensión ha sido uno de los temas elegidos en el IV Foro de Salud Cardiovascular para Pacientes y Familiares organizado por la Fundación Española del Corazón, que se realiza para dar a conocer cómo actúa la enfermedad.

¿Cómo afecta al sistema cardiovascular?

“Una hipertensión constante durante meses o incluso durante años afecta a las paredes de las arterias, lesionándolas, volviéndolas más frágiles y facilitando la acumulación de colesterol en ellas. Esta enfermedad también afecta al corazón, generando hipertrofia cardiaca, y a largo plazo provocando la aparición de arritmias e insuficiencia cardiaca”, ha declarado Sanz.

Por ello, y con motivo del Día Mundial de la Hipertensión que se celebra el 17 de mayo, la FEC recomienda tener un peso corporal adecuado y evitar la obesidad; hacer dieta baja en grasas y calorías, y sobretodo, mantener una dieta baja en sal (hiposódica); y hacer ejercicio físico de manera moderada y continuada, ya sea diariamente o al menos cinco veces a la semana.

“Una persona no hipertensa que realiza el ejercicio mínimo diario recomendado, a la larga retrasa o previene la hipertensión arterial; y en el caso de tratarse de una persona hipertensa el efecto también es beneficioso, puesto que mejora el control de la tensión arterial e incluso a veces puede llegar a reducir la medicación destinada a regular esos niveles”, ha concluido.

la hidratación mejora la ansiedad

Una buena hidratación puede ayudar a controlar los niveles de ansiedad

la hidratación mejora la ansiedad

Beber agua puede ayudar en un momento dado a disminuir la ansiedad, ya que la deshidratación influye en los estados anímicos, en especial en la ansiedad, en la tristeza y en el decaimiento

Uno de los síntomas de la ansiedad es la sensación de boca seca y beber agua se convierte en una herramienta para ayudar calmar ese estado de intranquilidad, asegura la psicóloga Silvia Álava.

Pero, además, con la deshidratación aumenta la circulación de las hormonas del estrés, el cortisol, y se ponen en marcha unos procesos fisiológicos similares a cuando el cuerpo está en una situación de peligro o de inquietud.

Diferentes estudios demuestran que el estrés repercute en el rendimiento intelectual, afecta a la lentitud de pensamiento, a los reflejos y provoca errores en la resolución de conflictos.

“A los estudiantes les recomiendo que estudien con una botellita de agua que les ayude a mantener la atención y la concentración y que también la lleven a los exámenes para bajar esos niveles de ansiedad”, señala la especialista.

Hay estudios que indican que una deshidratación del 2,7% puede hacer que tengamos una mayor sensación de esfuerzo para hacer las tareas unido a tristeza, cansancio y decaimiento .

“Bien hidratados mantendremos un buen estado de ánimo”, apunta Silvia Álava.

Deshidratación y función cognitiva

Si la deshidratación afecta a nuestra forma de sentirnos, mucho más lo hace sobre el funcionamiento de nuestro cerebro.

La evidencia científica ha constatado que ya con un 1% o un 2% de deshidratación empieza a resentirse la memoria a corto plazo, las tareas de atención selectiva visual, la concentración y el tiempo de reacción.

Pero en general la deshidratación produce una disminución significativa en la percepción, atención, memoria, pensamiento, lenguaje y rendimiento psicomotriz. En resumen, de la función cognitiva en su conjunto, además de las repercusiones físicas.

Por eso, Silivia Álava considera esencial educar desde la infancia en el hábito regular de beber agua para que se acostumbren a pedirla y a beberla.

“Los niños no llegan al colegio bien hidratados y eso repercute en su falta de atención, en el cansancio e incluso en la irritabilidad. Y eso se agrava si encima llegan sin desayunar”, advierte.

El consumo de líquidos, en especial el agua, es vital para el funcionamiento del organismo humano en todas las edades, pero además de los niños, otro grupo de riesgo es el de los ancianos que sufren alteración del mecanismo de la sed y pueden pasar horas sin beber agua, algo que les afecta especialmente física y cognitivamente.

Por eso la psicóloga anima a las instituciones a fomentar la educación para una correcta ingesta de agua y otros líquidos que según las autoridades sanitarias internacionales debe ser de 2 litros en el caso de las mujeres y de 2,5 de los hombres.

Fuente:http://www.efesalud.com/noticias/una-hidratacion-adecuada-ayuda-rebajar-nivel-ansiedad/

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Día de la nutrición

La hidratación, protagonista del Día de la Nutrición

Día de la nutrición

Este año el Día Nacional de la Nutrición tiene como objetivo mostrar la importancia de la hidratación en nuestra salud. Por esta razón, y bajo el lema “Hidratación también es salud”, en el marco de esta iniciativa se van a desarrollar, a nivel nacional,  numerosas actividades con la finalidad de difundir la importancia que cobra la hidratación en nuestro día a día, un hábito que debemos mantener durante toda la vida.

Entre un 50 y un 70% del peso de nuestro cuerpo es agua, por tanto, el líquido elemento es un elemento fundamental de nuestra dieta. Cabe señalar que el 80% del agua debe aportarse  a través del agua y el 20% restante en otras bebidas y alimentos tales como frutas, verduras, zumos, caldos…

Recomendaciones para una buena hidratación

En muchas ocasiones, se espera a tener sensación de sed para beber y es un mal hábito, ya que la dicha sensación aparece cuando ya tenemos una pérdida hídrica de un 1%, lo que puede afectar nuestro estado de hidratación, así como el rendimiento físico y las capacidades cognitivas.

Los especialistas recomiendan estas cantidades de agua para una correcta hidratación:

  • 0-6 meses 6-12 meses 680 mL/día 800-1.000 mL/día
  • 1-2 años 2-3 años 4-8 años 1.000-1.200 mL/día 1.300 mL/día
  • 600 mL/día Niños/Niñas (9-13 años) 2.100/1.900 mL/día
  • Hombres/Mujeres ≥ 14 años (adolescentes, adultos/ancianos) 2.500/2.000 mL/día
  • Embarazo 2.300 mL/día
  • Lactancia 2.700 mL/día

Colectivos en riesgo de padecer deshidratación

Los bebés lactantes y niños, por el contenido en agua en relación a su masa corporal, tienen un mayor riesgo de deshidratación. Por otra parte, los ancianos suelen consumir menos líquido debido a que la sensación de sed disminuye con la edad y a cambios en el sentido del gusto, por lo que se debe prestar mayor atención a este colectivo

Recomendaciones para una correcta hidratación

  • Beber unos 10 vasos de agua (1,5- 2L.) al día para compensar las pérdidas del sudor y la orina Beber otros líquidos, además de agua, puede estimular la apetencia de consumir líquidos Evitar largos periodos de tiempo sin consumir líquidos, ya sea en forma de agua, infusiones, leche o zumos naturales, o en forma de alimentos ricos en agua (frutas y hortalizas)
  • Beber antes de tener sed. El mecanismo de la sed es un estímulo que aparece cuando ya estamos por debajo del nivel adecuado de hidratación
  • Con temperaturas altas (+30ºC) y mayor humedad ambiental la pérdida de agua es mayor, por lo que habrá que aumentar la ingesta l A partir de 30 minutos de ejercicio, hay que rehidratarse
  • Para un ejercicio de intensidad leve o moderada, se recomienda 150-250 cc de agua cada 20 minutos desde el comienzo
  • Para aprovechar al máximo su poder de rehidratación, la temperatura del agua no debe ser inferior a 10-15º.

El Día Nacional de la Nutrición

El Día Nacional de la Nutrición es una iniciativa que desde hace quince años organiza la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) con la colaboración de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN).

Fuente: http://www.fesnad.org/resources/files/DNN/2016/dipticoA5.pdf

Agua y piel saludable

El agua, elemento fundamental para lucir una buena piel

Agua y piel saludable

Los dermatólogos de la Academia Española de Dermatología y Veneorología (AEDV) aprovechan el Día Mundial del Agua para ofrecer varios consejos para tener una piel saludable gracias a los beneficios del agua.

Tal y como afirma la Dra. Eulalia Baselga, “la aplicación externa de agua contribuye a favorecer la penetración de sustancias hidrosolubles, calma el picor en caso de agua fría, aumenta la elasticidad, evita el aumento de temperatura de la piel y mejora el aspecto de la piel”.

La importancia del agua

  • El agua es el componente mayoritario (30%) de nuestra piel, por lo que su aporte es esencial para mantener la turgencia y elasticidad de la misma. Una piel deshidratada es menos elástica, es decir, tarda más tiempo en volver a su sitio al estirarla.
  • El aporte de agua adecuado evita la deshidratación de la piel. Una piel deshidratada no puede cumplir la función de barrera natural que tiene la piel, pierde tersura y favorece la aparición de eccemas.
  • La aplicación externa de agua fría o compresas húmedas produce un efecto calmante inmediato del picor y disminuye la inflamación de la piel. Puede ser muy útil en caso de quemaduras, urticarias, picaduras de insecto u eccemas. El agua fría reduce la rojez.
  • Una ducha de agua no tan caliente o fría es estimulante para la piel y el espíritu. El efecto inmediato es una vasodilatación superficial para mantener la temperatura y posteriormente una vasoconstricción. Por otro lado ayuda a despertarnos.
  • El agua arrastra partículas depositadas sobre la piel y elimina suciedad de la piel.
  • Los baños con agua termales aportan, dependiendo de la composición de las aguas, diferentes minerales a la piel y sustancias de acción antiinflamatoria probada y de utilidad en enfermedades de la piel como el eccema o la psoriasis.
  • En climas muy calurosos la aplicación externa de agua sobre la piel evita que se produzca un golpe de calor.

La Dra. Elia Roó incide en que “algunos de estos relevantes beneficios del agua son: limpiar, calmar, refrescar cuando uno está sometido a mucho calor, hidratar, proteger, incluso fijar el maquillaje en la piel“.

La ingesta de agua es fundamental para tener un aspecto sano tanto por dentro como por fuera.

Fuente: http://aedv.es/la-aedv-con-el-dia-mundial-del-agua/

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ALIMENTACIÓN Y CUIDADOS EN LOS DEPORTES DE INVIERNO

Deportes de invierno, ¿qué tienen de especial?

Deportes de invierno, ¿qué tienen de especial?

Recomendaciones para disfrutar de
los deportes de invierno

 

Recomendaciones para disfrutar de los deportes de invierno

 

 

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¿Estás de exámenes? No te olvides el agua

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Estar bien hidratado es fundamental, no solo para ayudar a nuestro cuerpo a desarrollar las funciones fisiológicas , sino que influye de forma muy importante en nuestro rendimiento mental. En épocas de exámenes, o cualquier época de esfuerzo mental intenso, es importante no olvidarse el agua y mantener una buena hidratación.

Los expertos señalan que la memoria, es altamente sensible al estrés y a la deshidratación, y no sólo se ve afectada en cuanto a su capacidad, sino también en sus procesos básicos: percepción, asociación, categorización y visualización. Con deshidrataciones leves, aumentan los errores preceptúales y semánticos, se producen fallos de rememoración, velocidad de reconocimiento y puntuaciones de vocabulario. Además, la retención de series de dígitos y los procesos de razonamiento, se ven igualmente afectados.

Por ello, es importante seguir estos consejos para estar bien hidratado durante los exámenes:

  • Es fundamental beber de 2 a 3 litros de líquidos al día, incluyendo variedad de bebidas ya que, los diferentes sabores ayudan a alcanzar esta cantidad. Además de agua, se recomienda beber infusiones, zumos, lácteos, caldos, etc.
  • Además, no se debería esperar a tener sed ya que esta sensación aparece cuando ya existe cierta deshidratación y, por tanto, el rendimiento mental ya puede verse afectado.
  • Uno de los trucos para mantenerse correctamente hidratado es tener sobre la mesa una botella de alguna bebida que recuerde la necesidad de beber regularmente.
  • Los descansos también son un buen momento para hidratarse, por lo que se recomienda aprovechar esas breves pausas cada dos horas para beber. Además, para combatir el cansancio y favorecer la atención, se puede aprovechar para aportar alimentos o bebidas con glucosa, que contribuye a mejorar el rendimiento y disminuir la fatiga.

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El trabajo de la matrona en la promoción de la lactancia materna. Hidratación de la madre lactante

El trabajo de la matrona en la promoción de la lactancia materna. Hidratación de la madre lactante

La siguiente conferencia se enmarca dentro de las jornadas “Alimentación e hidratación del lactante, niño y adolescente” celebradas el pasado día 16 de diciembre de 2014 en Madrid. La presidenta de la Asociación de Matronas de Madrid, María Jesús Domínguez, ofreció la charla titulada “El trabajo de la matrona en la promoción de la lactancia materna. Hidratación de la madre lactante”.

28.05.2015

María Jesús Domínguez

alimentación infantil

Todo lo que tienes que saber sobre la alimentación infantil

alimentación infantil

“La leche materna aporta todos los nutrientes y energía que el niño necesita hasta los 6 meses. A partir de esa edad es necesario complementar, aunque no sustituir, la leche materna con otros alimentos”. Son palabras de Mª Jesús Domínguez, presidenta de la Asociación de Matronas de Madrid, y Miriam Hernández, enfermera de Atención Primaria, que participaron en el seminario Alimentación e hidratación del lactante, el niño y el adolescente, organizado por el Instituto Tomás Pascual Sanz. Ambas expertas coinciden en señalar, en una entrevista realizada para www.webconsultas.com, que “la leche materna continuará siendo el alimento principal durante el primer año de vida”, mientras que la introducción de la alimentación complementaria se realiza principalmente por el aumento de las necesidades proteicas.

Entre los muchos beneficios de la lactancia materna, Domínguez y Hernández explican que  uno de los últimos avances es que se ha evidenciado que los lactantes que han tomado lactancia materna tienen menos riesgo de padecer celiaquía, y este riesgo disminuye aún más si el niño sigue siendo amamantado después de la introducción del gluten.

La clave en la alimentación infantil está en los tiempos en los que se va complementando la lactancia. En este sentido, las expertas señalan que la alimentación semisólida o grumosa no debe retrasarse más allá de los 10 meses. “Lo ideal es empezar a dar este tipo de texturas a partir de los 8 meses, ya que si se retrasa más allá de los 10 puede acarrear problemas futuros en la masticación del niño”, explican. Con respecto a las leches de continuación, la presidenta de la Asociación de Matronas de Madrid y la enfermera de Atención Primaria señalan que “los lactantes no deben tomar leche de vaca antes del año” y que indiscutiblemente, la mejor alimentación para un lactante menor de 6 meses es la leche materna. En los casos en los que no se quiera o se pueda dar leche materna, las expertas recomiendan las fórmulas adaptadas para poder alimentar a los niños menores de 6 meses; en este caso sería la leche tipo 1, y para los niños mayores de 6 meses la leche tipo 2.

En cuanto a las alergias alimentarias, comentan que “retrasar ciertos alimentos que son considerados más alergénicos, como el pescado o el huevo, no es un factor de protección frente a la aparición de enfermedades alérgicas incluidos, niños atópicos”, según las últimas referencias bibliográficas.

Sobre intolerancias y alergias alimentarias en los bebés, tanto Domínguez como Hernández explican que la diferencia entre ambas: “La intolerancia alimentaria afecta al metabolismo, pero no al sistema inmunológico del cuerpo, como es el caso de la alergia alimentaria. Un ejemplo es la intolerancia a la lactosa y que aquellas personas que la padecen no pueden descomponer la lactosa de la leche por falta de la enzima digestiva correspondiente”. La intolerancia alimentaria puede tener síntomas similares a los de una alergia, náuseas, diarrea y dolor abdominal. Las personas que sufren una intolerancia pueden consumir pequeñas cantidades del alimento o del componente alimenticio, sin que se den síntomas, y sin necesidad de excluirlo de su dieta.

Otro de los temas que suelen preocupar a las madres es la hidratación de los bebés. Sobre el tipo de agua que han de tomar, comentan que “hay que fijarse sobre todo en la mineralización y la cantidad de residuo seco de dicha agua, porque un agua con una mineralización muy alta puede repercutir en la función renal del lactante debido a esa inmadurez fisiológica y propia de los niños en los primeros meses de vida”. Además, explican que los bebés alimentados con leche materna no necesitan tomar agua, ya que el 87% de la leche materna es agua. En cuanto a los niños que estén siendo alimentados con leche de fórmula y alimentación complementaria lo más común es que no tengan sed, ya que con la leche de fórmula preparada correctamente no debe haber sed, además de que la alimentación complementaria debe preparase sin sal, otro factor que evita la aparición de sed. En este sentido, señalan que según algunas publicaciones, entre los 6-8 meses se puede ofrecer agua a la vez que la alimentación complementaria, pero probablemente el bebé la rechazará y no será hasta el año cuando empiece a pedir agua.

Además, recomiendan que se les de zumos de frutas naturales, sobre todo por la hidratación debido a que cada pieza de fruta tiene un altísimo contenido en agua, y segundo porque no están azucarados tal y como ocurre en la mayoría de los zumos envasados, por tanto, el consumo de zumos naturales es una opción muy válida para hidratar tanto a niños como a adultos.

Lee la entrevista completa aquí.

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¿Cuánta agua he de beber durante el embarazo y la lactancia?

embarazo, embarazada, lactancia, agua¿Cuánta agua ha de beber una mujer embarazada? ¿Es necesario aumentar la ingesta habitual de líquidos? ¿Y qué ocurre durante el periodo de lactancia? Son algunas de las dudas que surgen durante la gestación, relacionadas con la nutrición. Una primera aproximación a la respuesta está clara: la hidratación durante el embarazo es clave y sí es necesario beber más agua de la habitual. Pero, ¿cuánta? Lo averiguamos con la ayuda del European Hydration Institute.

El embarazo suele acompañarse por un aumento de peso de entre 10 y 15 kilos. El feto sólo representa aproximadamente un 25%, correspondiendo un 5% a la placenta y un 6% al líquido amniótico. El agua suele representar unas dos terceras partes del aumento de peso materno.

Las  mujeres embarazadas o en periodo de lactancia pueden presentar un riesgo más alto de deshidratación, especialmente en etapas tempranas del embarazo si se producen vómitos o diarrea.

Dos litros y un vaso más

Durante el embarazo, las necesidades de hidratación cambian y la salud del bebé depende de la madre. A lo largo de estos meses, la hidratación juega un papel crítico ya que el suministro adecuado de agua es esencial para mantener el líquido amniótico, que constituye el entorno del feto. El agua representa un 94% del peso del bebé al final de primer trimestre.

Es importante beber suficiente líquido para satisfacer las nuevas necesidades del cuerpo y del bebé durante el embarazo. La European Food Safety Authority concluye que, debido al aumento de peso corporal y de ingesta energética, sería recomendable añadir 300 mililitros (algo más de un vaso) a la ingesta total recomendada en mujeres de 2 litros.

Aún más líquido durante la lactancia

Los bebés lactantes ingieren una media de 750 mililitros de leche al día entre el primer y sexto mes de vida. La cantidad de leche ingerida puede variar entre los diferentes bebés, siendo el rango normal de ingesta de leche de entre 600 y 900 mililitros al día. Por tanto, las madres lactantes pierden cantidades significativas de líquido mientras dan el pecho y deben aumentar su consumo de líquidos.

La deshidratación leve no afecta la producción de leche materna, pero cuando ésta es moderada o grave sí puede tener efectos negativos que pueden suponer cambios en la composición de la leche y reducciones en la cantidad de leche producida. La deshidratación también producirá cansancio en un momento que de por sí ya puede ser muy estresante. La European Food Safety Authority recomienda, en este periodo, que la ingesta de agua debe compensar la pérdida de agua que se produce debido a la producción de leche, lo que quiere decir que se debería añadir una cantidad adicional de entre 600 y 700 mililitros (casi tres vasos de agua) a la ingesta diaria de referencia para mujeres de 2 litros.