Alimentación Emocional

La Alimentación Emocional

La alimentación emocional se conceptualiza como “comer en respuesta de algún evento o estado de ánimo”, que habitualmente, suele ser de carácter negativo[1].

Así, las situaciones de estrés, las preocupaciones, y la tensión o ansiedad se relacionan con el hecho de comer para tranquilizarnos[2]. Igualmente, emociones como la tristeza, la frustración o el dolor, suelen incitar comportamientos alimentarios en los que se pierde el control de lo que se come, o no se tiene en cuenta la sensación de hambre fisiológica.

Aun siendo reconocido este comportamiento como negativo, las medidas para manejar este tipo de alimentación no son conocidas o aplicadas por la mayoría de las personas que se encuentran en este tipo de situaciones.

Aquí te hablamos de dos de ellas.

Mindfulness eating o alimentación consciente

Por mindfulness se entiende un “estado de conciencia plena de cuerpo y mente, que involucra estar presente y sin juzgar en las experiencias vividas en cada momento”[3].

Su aplicación en relación con el comportamiento alimentario significa comer más conscientemente, de manera que se coma lo suficiente para estar satisfecho, ni más, ni menos[4]. Parece simple, pero aplicarlo a la vida cotidiana no es tan sencillo. Requiere de un aprendizaje y una ruptura con los hábitos que se tenían hasta el momento.

La idea es que cuerpo y mente trabajen juntos en el envío y recepción de las señales esenciales sobre lo que se necesita o se quiere comer. Se puede aprender a diferenciar sensaciones como las de estar satisfecho, hambriento, o simplemente querer comer algo rico y delicioso4, y esto nos permite pararnos a pensar y buscar una solución distinta a la comida en aquellas situaciones en las que un evento o emoción negativa nos ha generado un impulso de comer descontroladamente.

Alimentación intuitiva

La alimentación intuitiva representa otra manera de manejar las sensaciones y/o emociones vinculadas a la alimentación.

Concretamente, este enfoque enfatiza la confianza en las sensaciones percibidas de hambre y saciedad, evitando o reduciendo las situaciones en las que se come emocionalmente[5].

Se trata por tanto de una manera de basar nuestra alimentación estableciendo una fuerte conexión con las señales internas del cuerpo y aprender a distinguirlas y guiarse por ellas[6].

Sus principios básicos son sencillos y se resumen a continuación. Lo más importante para aplicarlos es estar dispuesto a integrarlos en los hábitos diarios:

  • Darnos permiso incondicional para comer cuando tenemos hambre, percibiendo cada comida como emocionalmente neutral y sin hacer distinciones entre alimentos buenos o malos[7].
  • Querer y apreciar nuestro cuerpo7.
  • Comer para satisfacer el hambre física y no emocionalmente7.
  • Confiar plenamente en que las señales percibidas nos guiarán correctamente hacia lo que necesitamos fisiológicamente, seleccionando así aquellos alimentos que mejor nos sienten y cuyo sabor también cubra las demandas de nuestro paladar5.

Aplicar uno u otro método es elección personal, pero el resultado final consiste en evitar las interferencias emocionales en nuestro comportamiento alimentario gracias a la práctica constante de la integración de cuerpo y mente.

[1] Thayer R. Calm Energy: How people regulate mood with food and exercise. Oxford: Oxford University Press; 2001.

[2] Nguyen-Rodriguez ST, Unger JB, Spruijt-Metz D. Psychological Determinants of Emotional Eating in Adolescence. Eating disorders. 2009;17(3):211-224.

[3] Brown K.W, Ryan R.M. The benefits of being present: Mindfulness and its role in psychological well-being. Journal of Personality and Social Psychology. 2003;84(4):822–848.

[4] Albers S. What Is Mindful Eating? En: Solis M. editors. Eating mindfully: how to end mindless eating and enjoy a balanced relationship with food. 2nd ed. Oakland: New Harbinger Publications; 2012. p. 6-9

[5] Tribole E, Resch E. Intuitive Eating. A Revolutionary Program That Works; 2012:1-344.

[6] Anderson L.M, Reilly E.E, Schaumberg K. et al. Eat Weight Disord. 2016; 21: 83

[7] Cadena-Schlam L, López-Guimerà G. Intuitive eating: An emerging approach to eating behavior. Nutr Hosp. 2015;31(3):995-1002

 

 

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desayuno saludable para niños

Desayunos saludables para colorear y combinar

¡Diviértete dándole color a tus desayunos

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¿Por qué hacer que tus desayunos sean siempre iguales? Con este descargable tus hijos aprenderán los diferentes tipos de alimentos que hay y cómo hacer para combinarlos entre si en el desayuno. Primero deben colorear los alimentos, después recortarlos y finalmente escoger de entre ellos cómo harían diferentes combinaciones para el desayuno. Deja que vuele su imaginación, lo mismo te sorprendes con su elección.

¡Descarga y colorea!

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Beneficios emocionales de los niños que conviven con mascotas

Beneficios emocionales de los niños que conviven con mascotas

Beneficios emocionales de niños que conviven con mascotas

El estar al cuidado de una mascota mejora la calidad de vida de todo ser humano, aumenta el tiempo de supervivencia, ayuda a la mejora de la salud mental, facilita el disfrute, regula la ansiedad y disminuye los síntomas de la depresión.

Los beneficios emocionales que puede aportar el cuidado de una mascota a los pequeños de la casa son muy significativos. Además, en los menores resulta ser más importante si cabe, ya que también contribuye a un sano desarrollo emocional, educativo y social.

A los niños el tener a su cuidado una mascota les genera responsabilidades que deben de asumir, por ello puede incrementar su autoestima. Así científicos de las Universidades de Miami y Saint Louis en un estudio concluyeron que los dueños de mascotas tienen más probabilidad de tener una mayor autoestima. De este modo se ha comprobado que los menores con alguna dificultad lectora que leen en voz alta delante de su mascota hacen que refuerce su seguridad y confianza en sí mismos, ya que sus mascotas no se van a reír de cómo lo hacen o si se equivocan.

Según Nienke Endenburg y Ben Baarda  especialistas en desarrollo infantil en su libro “The Waltham Book of Human-Animal Interaction“, dicen que “Las mascotas pueden hacer que las personas se sientan aceptados incondicionalmente, mientras que otros seres humanos nos pueden juzgar y/o criticar”. Los animales acompañan incondicionalmente sin juzgar, por ejemplo, si a un niño le va mal en un examen o se enfada con sus amigos, su mascota seguirá prestando apoyo incondicional.

En caso en que nos decidamos a que nuestros hijos tengan una mascota es importante dejarles bien claro que es un animal al que cuidar, y respetar, no es un juguete. Podrán jugar y disfrutar con el animal. Pero tener una mascota supone una importante responsabilidad, ya que las mascotas necesitan una serie de cuidados y tenerlos suponen toda una serie de obligaciones.

Cuando nuestros hijos tienen una mascota podemos aprovecharlo para inculcar valores tan importantes como la responsabilidad y el respeto a los demás.  Enseñaremos a nuestro hijo a no molestar a la mascota si está comiendo o duerme, a limpiar el sitio del animal o el tazón de la comida y a tratarlo con delicadeza. Esto ayuda a que tu hijo desarrolle el sentido de la responsabilidad y a comprender las necesidades de los demás. Dichos valores van a producir en su vida un mayor equilibrio emocional.

La interrelación con otro ser vivo ayudará a nuestros hijos a interpretar y usar la comunicación no verbal, que resulta tan importante a la hora de reconocer la emociones de los demás. Este reconocimiento sabemos que resulta un elemento básico para desarrollar inteligencia emocional.

Se ha demostrado que cuando una persona en su infancia ha cuidado de una mascota, en la adultez presenta menos dificultades para mantener relaciones de convivencia sanas con otras personas. Podemos decir que el vínculo que se establece con las mascotas ejerce de experiencia que contribuye a fomentar la empatía y el respeto por los demás seres vivos sean estos humanos o no. En la convivencia con los animales experimentamos muchas cosas de manera natural sin forzar el aprendizaje.

Según un estudio de la Fundación Affinity de 2014 para casi uno de cada dos niños (46%) la mascota es percibida como la principal fuente de apoyo emocional después de los padres. Según los autores de dicho estudio “Los lazos afectivos con el animal de compañía ayudan a superar la sensación de miedo o tristeza, pues el niño recurre de forma habitual a su perro o gato para abrazarle y encontrar alivio en estas situaciones. Este comportamiento se repite cuando al niño se le presenta un problema, ya que busca a su mascota como fuente de consuelo en la misma medida que a sus padres”.

La psiquiatra Sandra Baker y su equipo de la Universidad Commonwealth de Virginia (EEUU) midió las ondas cerebrales de distintos dueños de perros antes y después de pasar un rato con ellos. Dichos estudios demostraron que acariciar una mascota frecuentemente, ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. Por ello que se aconseja acariciar, jugar, pasear e incluso hablar con las mascotas para despejar la mente y sentir bienestar emocional.

La mascota puede mejorar tu estado ánimo. El acariciar tu perro durante 20 minutos es suficiente para aumentar en un 10% tus niveles de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad (Beetz et al. 2012).

Contaminación cruzada de los alimentos

Contaminación cruzada de los alimentos, qué es y cómo evitarla.

CONTAMINACIÓN CRUZADA
DE LOS ALIMENTOS

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Nutricosmética

Nutricosmética, ¿qué es?

Nuestra piel es el órgano más grande y extenso de nuestro cuerpo. Es la fina línea que separa el interior de nuestro organismo del exterior, y es la barrera que nos protege de aquellas fuerzas tanto mecánicas como químicas a las que estamos expuestos en el día a día.

Además, su apariencia es reflejo del bienestar interno, y es como “nuestra carta de presentación”.

Debido a la permanente exposición a distintas agresiones como el sol o la contaminación, así como al continuo proceso de envejecimiento, la piel pierde humedad, tensión y elasticidad, resultando en la aparición de signos como arrugas, manchas, y en la pérdida de luminosidad.

Aunque existen numerosos cosméticos que prometen cuidar de nuestra piel, una de las mejores formas de mejorar la “salud” de nuestra piel es hacerlo de dentro hacia afuera; es decir, a través de la buena alimentación y el aporte de aquellos nutrientes clave. ¿Quieres saber cuáles son?

Vitaminas

Vitamina A

Su participación en la diferenciación y especialización celular relacionan a esta vitamina con el mantenimiento normal de la piel y las mucosas, ya que supone que la vitamina A también participe en dichos procesos en el caso de las células epiteliales.

En su forma activa, la vitamina A (o retinol) podemos encontrarla en alimentos de origen animal (salmón o yema de huevo). Por el contrario, como betacarotenos, las principales fuentes son los productos a base de plantas, sobre todo frutas y verduras coloridas (zanahoria, tomate, espinacas).

Vitamina C

Este micronutriente es muy apreciado por su implicación en la síntesis y mantenimiento del colágeno, el cual ayuda a dar soporte a nuestros tejidos. También ayuda a proteger las células contra el estrés oxidativo, y por tanto a reducir el daño que producen los radicales libres sobre ellas.

Su obtención a partir de la dieta se consigue principalmente a partir de algunos vegetales (como el pimiento o el brócoli) y de algunas frutas (como los frutos rojos y los cítricos).

Vitamina E

Al igual que las anteriores vitaminas, la E tiene una función antioxidante. Su papel está ligado a la protección de las células frente al estrés oxidativo.

Las reservas corporales de vitamina E se mantienen principalmente a través del consumo de aceites, frutos secos y semillas, pero el germen de muchos cereales (consumidos integrales) también es una buena fuente para obtener una dosis de esta vitamina liposoluble.

Vitaminas del grupo B

El grupo B se compone de distintas vitaminas que a menudo coexisten conjuntamente en los mismos alimentos y, aunque juegan un papel por ayudar a mantener una buena salud, son tres las que destacan por su contribución en el cuidado de la piel.

Riboflavina (o B2), Niacina (o B3), y Biotina (o B7), están implicadas en distintos procesos relacionados con el metabolismo celular, principalmente con aquellos relacionados con la protección y el mantenimiento del correcto estado de las membranas celulares y mucosas, lo cual influye indirectamente en la salud de las células de nuestra piel.

Minerales

Zinc

Dos de sus funciones principales son ayudar a proteger a las células frente al estrés oxidativo, y participar como cofactor en la división celular. Así, una buena reserva de este mineral nos ayudará al mantenimiento de la piel en condiciones adecuadas, asimismo, juega un papel en el mantenimiento de las uñas y el cabello.

Podemos encontrar este mineral en alimentos como las ostras y otros moluscos, los cereales en su forma integral, las carnes y lácteos, o las pipas de calabaza y las legumbres.

Cobre

Al igual que el zinc, el cobre también actúa como antioxidante, protegiendo la piel del daño causado por un aumento de los radicales libres.

Además, este mineral contribuye a la correcta pigmentación de la piel y el cabello, y participa en el mantenimiento de los tejidos conectivos.

Es fácil encontrarlo en alimentos como el hígado de cerdo, ternera o pato, las setas shiitake, las semillas de sésamo o el chocolate negro, sobre todo en el cacao.

Más allá de los minerales y vitaminas mencionados, para que tu piel luzca con aspecto saludable, suave y brillante te recomendamos llevar una dieta equilibrada y con variedad, así como hidratarte bebiendo suficiente cantidad de agua. Además, mantén una rutina de higiene e hidratación adaptada a tu tipo de piel y recuerda protegerte del sol con ropa y protección solar adecuada.

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EL JUEGO DE LAS 7 FAMILIAS DE ALIMENTOS

¡Aprende y diviértete este verano con toda la familia!

Las siete familias de alimentos deben formar parte de tu alimentación, consiguiendo que sea sana y equilibrada. ¡Consigue reunir a las 7 familias!
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¡Descárgate las cartas y a jugar!

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La importancia de los lácteos en nuestra dieta

La importancia de los lácteos en nuestra dieta

La leche, yogures y el queso son alimentos que no deberíamos desterrar de nuestra dieta salvo que nos lo prescriba un médico. Es recomendable consumir entre 2 y 3 lácteos al día. ¿Conoces todos los beneficios que aportan a nuestro organismo?

 

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RECOMENDACIONES BÁSICAS DE ACTIVIDAD FÍSICA

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¡Descárgate el calendario semanal de actividad física y ponlo en práctica!

 

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10 consejos para poner tu cuerpo a punto para el verano

10 CONSEJOS PARA PONER TU CUERPO A PUNTO PARA EL VERANO

Llega el verano, se acaba el mal tiempo y nos quitamos el abrigo. Nos olvidamos de los problemas del invierno y en nuestra cabeza solo quedan pensamientos para esas vacaciones tan merecidas en la playa o en la montaña con un elemento en común: un sol hecho para disfrutar.
Pero no te confíes y prepárate, nosotros te damos unos consejos para cuidar tu cuerpo y mente y disponer todo para que nada te coja por sorpresa.
Aquí te dejamos unos cuantos consejos:

 
1. Primeros cuidados de la piel antes de ponerte al sol
Después de meses sin que tu cuerpo se exponga a radiación UV, es normal que lo primero que queramos hacer es ponernos el bañador y tumbarnos al sol.
Para evitar las manchas y quemaduras, prepara tu cuerpo unos días antes eliminando impurezas. Exfólialo completamente y obtendrás una piel nueva, lista para un bronceado uniforme.
2. Bronceado perfecto a base de smoothies
Si lo que quieres es proteger tu piel de los rayos UV, además de utilizar protección solar adecuada a tu tipo de piel, puedes preparar tu piel aportando cantidades suficientes de nutrientes como las vitaminas A y C, que ayudan al normal funcionamiento de la piel.
Mezcla el zumo de 1 naranja con 2 zanahorias y un tomate y obtendrás el refresco del verano.
3. ¡Pon tus defensas a trabajar!
Gripes, catarros, malestar… casi siempre vienen asociados a la época invernal, pero cuando abusamos del aire acondicionado en oficina, coche y casa, puede acabar resultando en unos catarros veraniegos de larga duración.
El termostato que no baje de los 25 ºC. Intenta adaptarte al calor del clima poco a poco y demuéstrale a tu cuerpo que puedes aguantar las altas temperaturas sin problema.
4. Cuidado con tus ojos
Aparte de nuestra piel, en verano debemos tener especial cuidado con nuestros ojos.
No salgas de casa sin unas gafas (un filtro UV 400 te proporciona una protección completa) y lleva gorras en las horas de mayor incidencia solar.
Recuerda, además, que la altitud de la montaña hace los rayos más peligrosos.
5. Protégete en todo momento
No solo estamos expuestos al sol cuando estamos en la playa, sino que también lo estamos haciendo involuntariamente cuando paseamos al aire libre, hacemos deporte… Por ello lo mejor es estar protegido siempre.
Acostúmbrate a utilizar protector solar cuando salgas de casa y protege las zonas de piel descubiertas, así evitaras la aparición de manchas y quemaduras.
6. Descansa y duerme bien
Días largos y noches cortas. El periodo de descanso es mucho menor en verano y nos encontramos que podemos llegar a acostarnos más tarde y a levantarnos más temprano.
Si puedes, intenta descansar un poco a lo largo del día desconectando o echándote una siesta, así recargaras un poco las pilas para acabar el largo día, pero recuerda, estos breves descansos no sustituyen tus horas de sueño nocturno.
7. En verano vigila el calzado
Con el aumento de temperatura necesitamos un calzado que ayude a nuestro pie a transpirar, pero ojo, no consiste en estar con chanclas todo el día.
Como recomendación, aconsejamos un calzado que recoja el pie, con sujeción y que la suela no sea demasiado fina y plana.
8. Restablece tu equilibrio hídrico
El calor, el clima seco y árido… favorecen la deshidratación. Por este motivo en verano es especialmente importante prestarle atención a la ingesta de líquidos.
No esperes a tener la sensación de sed para beber un buen vaso de agua y recuerda consumir entre 2 y 2,5 L diarios.
9. Préstale atención a tu pelo
El calor y el polvo pueden empeorar problemas como la caspa, la caída, o las puntas abiertas.
Lávate el pelo todo lo que necesites, pero si ves que este acaba sufriendo más de lo debido, aplica el champú solo en el cuero cabelludo y deja las puntas para otro momento, así no se te resecará tanto.
El champú seco también es una muy buena opción para no tener esa sensación de pelo graso.
10. Huevo y miel para una mascarilla capilar
Hay muchas mascarillas que podemos aplicarnos para poder evitar los estropicios estivales.
La miel nutre el cabello de forma natural, mientras que el huevo proporciona vitaminas y otros nutrientes.
Un huevo, 2 cucharadas de miel y aplicar sobre el pelo húmedo durante 30 min. Aclarar con abundante agua.

 

 

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8 claves para ponerse en forma en verano

8 claves para ponerse en forma antes del verano

8 claves para ponerse en forma

Ponerse y mantenerse en forma, deben tratarse como una cuestión de salud, y no debería periodizarse únicamente al período estival. Por ello, hoy queremos daros las claves básicas para empezar a ponernos en forma desde ya, y mantenerla después.

Está más que demostrado a nivel científico que la actividad física y la práctica de ejercicio físico son la mejor medicina para gozar de un buen estado de salud, tanto a nivel físico, como a nivel mental y desarrollo neuromotor. Los beneficios inherentes a la práctica de actividad física y deporte son innumerables, si bien los más concluyentes son la mejora del estado de salud, prevención de ciertas enfermedades y patologías, y como tratamiento efectivo en procesos de recuperación.

El ser humano está hecho para moverse, y el movimiento lleva implícito una mejora en la calidad de vida. Lo más sencillo a la hora de decidir recuperar nuestra funcionalidad, es empezar incorporar en nuestra vida diaria hábitos de vida saludables. Comenzar a aumentar la actividad física en nuestra rutina diaria provocará en el medio y largo plazo unos nuevos hábitos de vida que nos ayudarán no sólo, a mantenernos más activos y dinámicos, si no por supuesto, más sanos.

Ahora que comienza el buen tiempo, es el momento perfecto para dar un paso cualitativo a nuestras rutinas diarias y ponernos en forma. El buen tiempo, el aumento de horas d luz, invitan a realizar más actividades al aire libre, y por tanto, poder incrementar el tiempo de la práctica tanto de actividad física como de deporte al aire libre.

La pregunta ahora es, ¿ Qué entendemos por estar en forma?

Tener una buena forma física, lo entendemos desde una perspectiva integrada que implica una nutrición adecuada y saludable a nuestra actividad física diaria, un buen sistema cardio respiratorio y músculo – esquelético que nos permitan realizar actividad y ejercicio físico de forma continuada y sin problemas o molestias; pero además de gozar de una buena salud, tener un cuerpo lo suficientemente fuerte para realizar nuestra vida diaria con normalidad, ser hábiles y tener unas articulaciones móviles que nos permitan realizar movimientos de forma natural.

Comparto contigo lo que para mí son los puntos imprescindibles para comenzar a llevar una vida más activa, saludable e iniciarte en la práctica deportiva y ponerte en forma antes del verano. Luego, con estos nuevos hábitos ya incorporados en tu vida, mantenerte en forma será mucho más sencillo.

 

¿ Cuáles son las claves más importante para ponernos en forma?

 

  • Comienza el día dedicando entre 5 – 10 minutos por las mañanas a realizar unos estiramientos en casa para conectar tu cuerpo y tu mente y recuperar la movilidad de tus articulaciones tras las horas de sueño. Tras varias horas en una única posición, el cuerpo necesita un tiempo para despertarse, recuperar los rangos naturales de movimiento de sus articulaciones y ponerse en marcha. Practicar diariamente unos estiramientos al levantarnos nos ayuda a comenzar el día con mejores sensaciones a nivel físico y mental.
  • Planifica tu semana: Lo ideal es colocar en tu agenda diaria un espacio de tiempo reservado para ti, para cuidarte. Puedes empezar por 30-45 minutos diarios de manera que irás alternando ejercicios cardiovasculares con otro tipo de movimientos funcionales para ir enseñando al cuerpo a moverse bien y recuperar patrones básicos de movimiento. Ponerse en forma, como hemos indicado, es sobre todo una cuestión de salud para ti, de modo que debe convertirse en una prioridad. Lo mejor es empezar poco a poco, de forma progresiva. Siendo el principal objetivo mejorar nuestra salud.
  • Recupera / descubre las actividades o deportes que te motivan, gustan y hacen sentir bien. Desde caminar, a montar en bici, jugar al pádel etc. Ahora es el momento de incluirlas de forma progresiva en tu vida. Lo mas sencillo es realizar aquella actividad física o ejercicio que te reporta más satisfacción y que, a priori te supone menos esfuerzo ponerte a ello. Comenzar nuevas rutinas, siempre supone un esfuerzo inicial, de manera que lo mejor es realizar las actividades y/o ejercicio que más te gusten para no asociarlo a una obligación y poder disfrutarlo realmente. El buen tiempo y el aumento de las horas de luz al día son factores que nos vana a ayudar en este proceso. También , para ir incorporando más actividad física a nuestro día a día. Por ejemplo: caminar para ir al trabajo, o dar un corto paseo después de comer, subir las escaleras en lugar de tomar el ascensor, salir a jugar con tus hijos al parque etc. La cuestión es moverse más.
  • Trabajo en circuitos: Si no disponemos de demasiado tiempo, y como punto de partida, una opción variada y más divertida, es realizar un entrenamiento en circuito de ejercicios. Es decir, entre 5-8 ejercicios que iremos realizando de forma continuada a una intensidad moderada recuperando al final de cada vuelta. De esta forma, podemos optimizar el tiempo de trabajo, a la vez que resulta más ameno el entrenamiento.  Empezaremos por movimientos simples, funcionales, sin complicarse demasiado para asegurarnos que los hacemos correctamente . Por ejemplo: sentadillas, zancadas alternas, flexiones de brazos con las rodillas apoyadas, plancha isométrica con apoyo de rodillas, saltar a la combar, saltos verticales, skipping en el sitio, subir y bajar escaleras…  De esta manera podemos construir un pequeño circuito de ejercicios que iremos realizando uno tras otro hasta completar el mismo. Para empezar, y dado que no incluimos cargas externas, puede realizarse el circuito o bien por tiempo de trabajo o número de repeticiones de cada ejercicio. Ejemplo: Realizar el mayor número de repeticiones de cada ejercicio  durante 40 segundos, descansando 10 segundos antes del siguiente ejercicio . Una vez completado el circuito, descansamos 1 minutos caminando y repetimos entre 3 y 4 veces más.  Es una manera divertida, efectiva y que no requiere de mucho tiempo. Perfecto para empezar a ponernos en forma y recuperar movimientos naturales. 
  • Cuida cómo te alimentas. La nutrición juega un papel vital en el funcionamiento de los diferentes sistemas del organismo, así como en el estado anímico que podemos tener. Por ello, la nutrición es la mejor compañera del ejercicio físico y actividad física. Sin agobiarse y sin restricciones, la idea es re-educar nuestros hábitos nutricionales e ir sustituyendo aquellos alimentos que no nos aportan lo necesario por aquellos que sí. Comienza por la lista de la compra. Incorpora frutas de temporada, más productos verdes, menos productos procesados y congelados, por carne y pescado y verduras . Hazlo fácil. Evitar todo aquello que es ultra procesado, alto contenido de azúcares añadidos y grasas saturadas. De esta manera, en casa será más fácil si de lo que disponemos es más natural; evita las tentaciones.
  • Practica deporte con tus hijos. En la actualidad en la que vivimos, cada vez es menor la frecuencia que los niños y adolescentes juegan en la calle, practican deportes colectivos ..la falta de tiempo, el uso de dispositivos móviles está provocando que se pierda la esencia de las relaciones afectivas; Una buena manera de comenzar a ponerte en forma es incluir actividades y deportes para practicar en familia. Una forma excelente de compartir tiempo de calidad, enseñar valores a los más pequeños y disfrutar del ejercicio.
  • Incluye actividades que ayuden a relajarte y mejorar cualidades como el sentido propioceptivo, la flexibilidad, la movilidad y el equilibrio. Clases específicas de estiramientos, o sesiones de Yoga, Pilates complementarán tu plan semanal de ejercicio para estar en forma.
  • Y por último y más importante, establece un compromiso contigo mismo y con tu salud . Estar en forma no consiste en buscar el cuerpo perfecto para los meses de verano; estar en forma es una cuestión de actitud y un estilo de vida activo. Hazlo fácil y cuenta con un profesional que te asesore, ayude y enseñe el camino para poder planificar cada una de sus sesiones de entrenamiento.

 

Y sobre todo, disfruta del proceso y del bienestar que produce el sentirse en forma.

 

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menú semanal saludable

Descargable: planifica tu menú semanal de forma saludable

 

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