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Moderación, alimentos saludables y ejercicio físico, una combinación perfecta para despedir el año

En España, “es tradición, durante las fiestas navideñas, disfrutar de copiosas comidas y prolongarlas con largas sobremesas durante las cuales aumentamos además el consumo de tabaco y la ingesta de alcohol”, destaca el doctor Pedro-Botet, quién señala que esto nos lleva a ganar una media de 3 kg en tan solo unas semanas y aumentar nuestros niveles de azúcar y colesterol en sangre.

En este sentido, “es necesario recordar que el colesterol elevado y el tabaco son los dos principales factores de riesgo vascular que llevan a la población a sufrir infartos, ictus o fallos orgánicos” añade el experto.

Para vivir unas navidades sin riesgo vascular “una alimentación saludable se convierte en la mejor medicina” y, por tanto -subraya el presidente de la Sociedad Española de Arteriosclerosis- “debemos tener en cuenta, cualquiera que sea nuestra edad y nuestra condición física, seguir unas sencillas normas”.

Así pues, no debemos renunciar a disfrutar de las fiestas y de los alimentos tradicionales de estos días pero que debemos hacerlo con moderación.

Recomendaciones navideñas

El presidente de la Sociedad Española de Arteriosclerosis proporciona una serie de consejos para que las navidades, las fiestas y los excesos no se conviertan en un peligro para la salud.

– Productos saludables. Los dulces típicos de las fiestas navideñas, como turrones y mazapán, se elaboran con miel o azúcar, almendras y claras de huevo. Por lo tanto, sus ingredientes, si se mezclan en las proporciones oportunas, se convierten en unos sabrosos aliados de nuestra salud. Si, durante su producción, se añaden otros componentes también saludables, como, por ejemplo, frutos secos, el alimento final es beneficioso. Por el contrario, si en la elaboración se incorporan grasas saturadas o de tipo trans, o un exceso de azúcar, el producto final es poco saludable.

La clave está en conocer la composición de un producto y tomarlo en una cantidad prudente, calculada de acuerdo a las necesidades de cada persona, de forma personalizada.

Al preparar los menús de las fiestas navideñas es necesario no abusar de embutidos y carnes grasas en detrimento de otro tipo de carnes más magras, aves o pescado. Por ejemplo, puede sustituirse la carne de cordero, muy rica en grasas, por pavo o besugo. También podemos tener en cuenta el tipo de cocción que utilizaremos para elaborar los platos: una comida preparada en el horno será mejor que un exceso de fritos y rebozados.

Y podemos actuar del mismo modo para los aperitivos y postres. Las frutas pueden convertirse en un delicioso modo de completar nuestras comidas. Macedonias, piñas o manzanas ayudan a digestiones más fáciles, proporcionando además vitaminas a nuestro organismo.

– Moderación. Podemos degustar los diferentes alimentos típicos de las comidas navideñas pero es necesario no excedernos en las cantidades. Se puede comer de todo, siempre que sea con sensatez.

Si, a pesar de nuestros buenos propósitos, durante una de las comidas hemos tenido una ingesta excesiva de alimentos, debemos tratar de compensarla cuanto antes. Por ejemplo, si la comida ha sido excesivamente abundante, podemos tomar una cena ligera. Pero no debemos saltarnos ninguna comida.

– Cuidado con el alcohol. En las fiestas navideñas se produce un aumento significativo del consumo de alcohol que además de aportar muchas calorías desestabiliza los niveles de azúcar en sangre. Por ello, las personas diabéticas deben tener especial cuidado. De entre las bebidas alcohólicas es preferible el consumo de vinos y cavas, evitando así los combinados con destilados tipo whiskies, ginebras, vodkas o ron.

– No olvidar el ejercicio físico. No debemos olvidarnos de la práctica del ejercicio físico durante los días de Navidad. Es un buen momento para pasear por las calles en compañía de la familia o amigos y olvidarse del sofá.

– Evitar el tabaco. Este es un excelente momento para incluir en nuestra lista de propósitos para el 2012 el dejar de fumar y empezar el año con unos hábitos mucho más saludables.

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El 25% de los españoles ha sufrido alguna vez una deshidratación

Con la llegada del invierno y de las bajas temperaturas, pasamos más tiempo en lugares cerrados, nos movemos menos y, en consecuencia, la percepción de sed es menor en esta época. Sin embargo, y a pesar de las bajas temperaturas, en invierno también existe riesgo de deshidratación. No en vano, el 25 por ciento de los españoles reconoce que alguna vez ha sufrido una deshidratación, según los resultados de la encuesta ¿Bebes lo que necesitas? realizada por el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) durante la campaña ¡No te deshidrates!, que contó con el respaldo del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad (MSPSI), y que, además, ha estado apoyada por la Organización Médica Colegial (OMC) y la Fundación Quirón.

Por eso, el OHS hace hincapié en la importancia de mantener un adecuado estado de hidratación, también cuando las temperaturas comienzan a descender. Y es que el invierno es uno de los periodos en que puede aumentar el riesgo de sufrir una deshidratación, ya que con el frío se tiende a no beber lo suficiente. Los españoles, en general, asociamos erróneamente la hidratación con el verano a pesar de que el cuerpo pierde líquidos constantemente.

La calefacción, las prisas, las aglomeraciones y el uso de prendas de abrigo pueden favorecer este proceso. Además, las copiosas comidas que se realizan durante la Navidad, así como el mayor consumo de alcohol, son circunstancias que favorecen la deshidratación.

Con el objetivo de evitar las consecuencias de la deshidratación durante el invierno, los expertos recomiendan mantener un consumo regular de líquidos (de 2 a 2,5 litros diarios), aunque no se tenga la sensación de sed debido a las bajas temperaturas, evitar el alcohol e incluir variedad de bebidas como infusiones, caldos, refrescos, zumos o lácteos para que la ingesta total sea la adecuada y estimular, de este modo, un mayor consumo de líquidos gracias al sabor de las bebidas.

La mitad de los españoles no se hidrata correctamente

Según los resultados de la encuesta realizada por el OHS, un alarmante 48 por ciento de los españoles bebe menos de cinco vasos de líquido al día, una cantidad que está muy por debajo de los 2-2,5 litros que aconsejan los especialistas.

Esta ingesta insuficiente de líquidos entre la población española explica que una cuarta parte de los encuestados reconozca haber sufrido en alguna ocasión un episodio de deshidratación, una situación especialmente grave para la salud que puede provocar cansancio, dolor de cabeza, dificultad de concentración, malestar general, calambres musculares, sensación de nausea, aumento del ritmo cardíaco, etc. Además, puede afectar negativamente a las funciones físicas y mentales.

Aunque por edades, los más mayores son los que menos atención prestan a la hidratación, ya que el 61 por ciento de las personas que sobrepasan los 55 años de edad bebe menos de 5 vasos al día, es -curiosamente- la gente joven la que más casos de deshidratación ha sufrido. De hecho, el 33 por ciento de los menores de 18 años reconoce que se ha deshidratado alguna vez.

La encuesta del OHS ha revelado de nuevo como todavía están presentes entre la población algunos falsos mitos relacionados con la hidratación. Por ejemplo, un 13 por ciento de los españoles cree que sólo existe riesgo de deshidratación en verano y un siete por ciento de los encuestados considera que sólo hay que beber cuando se tiene sed.

Variedad y sabor, una ayuda a la hora de hidratarse

Para estar correctamente hidratados los especialistas aconsejan ingerir entre 2 y 2,5 litros cada día. La capacidad que tiene una bebida de hidratar se debe a su contenido en agua. Por eso, hay muchas opciones para hidratarse. Las infusiones, los caldos, los refrescos o los zumos, están compuestos fundamentalmente por agua por lo que son una excelente opción, a pesar de que casi un 16 por ciento de los españoles están erróneamente convencidos de que el agua es la única bebida que hidrata.

De hecho, tomar diferentes bebidas a lo largo del día es un hábito saludable que hace más sencillo y apetecible beber. Según los resultados de esta encuesta, siete de cada 10 españoles asegura que si toma diferentes bebidas alcanza con mayor facilidad las cantidades diarias de líquidos recomendadas por los especialistas. Además, según un estudio de la Universidad Católica de Murcia las personas que optan por bebidas con buen sabor son capaces de ingerir hasta un 32 por ciento más y las que varían las bebidas que toman pueden llegar a alcanzar hasta un 50 por ciento más.

Cinco consejos para estar bien hidratados en invierno

1. Desprenderse de prendas de abrigo cuando se va a pasar tiempo en recintos cerrados y con calefacción, ya que la sudoración hace que se pierda el equilibrio hídrico.

2. Mantener un consumo regular de líquidos, ya que las bajas temperaturas pueden hacer que no se sienta sed, lo que no implica que el organismo esté correctamente hidratado. Llevar una botella de bebida ayuda a recordar que se deben beber pequeñas cantidades cada poco tiempo.

3. Ingerir frutas y verduras en la dieta diaria (al menos cinco raciones) ya que son alimentos con gran contenido hídrico que contribuyen a mantener una correcta hidratación.

4. Incluir distintas bebidas ayuda a que la ingesta total sea la adecuada. Además de agua, las infusiones, refrescos, zumos, lácteos, caldos, etc. facilitan beber lo necesario. El sabor de las bebidas también estimula un mayor consumo de líquidos.

5. Evitar el alcohol, pues su efecto diurético hace que se necesite beber más líquido para contrarrestar esa deshidratación.

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Novedades en los productos de IV y V Gama

La IV Gama de la industria agroalimentaria es una línea de hortalizas y frutas frescas, preparadas mediante diferentes operaciones como selección, pelado, cortado, lavado y envasado. Son conservadas, distribuidas y comercializadas bajo cadena de frío y están listas para ser consumidas crudas durante los diez días posteriores a su envasado.

La V Gama, que ha surgido en los últimos años, “está formada por aquellos productos que han recibido dos modos diferentes de manipulación tecnológica, es decir, un tratamiento térmico y un envasado, además del complemento del frío para su buena conservación”, ha explicado el Catedrático de Tecnología de los Alimentos de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), Francisco Artés. Así, los productos de V Gama son alimentos precocinados, listos para consumir y que ahorran tiempo.

Artés ha detallado las últimas tendencias en la V Gama. “Estos productos se están abriendo a más mercados. Ya no sólo responden a necesidades de consumidores individuales sino a las crecientes demandas del canal de la restauración y catering, así como a los comedores institucionales que necesitan hacer ensamblajes para preparar muchas raciones de alimentos en corto período de tiempo, siempre con la garantía de la calidad”, ha destacado.

Brócoli con más sabor y menos olor

Durante su intervención en la Mesa Nuevos Productos, Nuevos Consumidores, el catedrático Francisco Artés ha informado de que en la Universidad Politécnica de Cartagena se está trabajando en V Gama con una novedosa variedad llamada BIMI, un nuevo brócoli con sabor más suave y con menos olor elaborado para Sakata Seed Ibérica, una empresa japonesa de origen.

Por su parte, Francisco Bueno, Jefe de Servicio de la Concejalía de Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de Valencia, ha subrayado que “la industria agroalimentaria de la Comunidad Valenciana lidera en España la investigación e innovación aplicada al desarrollo de nuevos productos que responden a las necesidades del mercado”. La IV y V Gama representa el 6,7 por ciento de la industria agroalimentaria de la Comunidad Valenciana y factura más de 5 millones de euros. Al respecto, Sergio Barona, Secretario General de la Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana (FEDACOVA), ha señalado que “es un sector joven pero se sitúa en los primeros 5 puestos en cuanto a su importancia”. Además, ha detallado que “el Levante español produce cerca del 80 por ciento de los productos de IV Gama elaborados en España”.

Envases de calidad y envasado activo

Ramón Catalá, Profesor de Investigación del CSIC, ha destacado la gran calidad de los envases de IV y V Gama. “Se trata de envases con una atmósfera modificada, es decir, se reemplaza el aire interior del envase por mezclas de gases -carbónico, oxígeno y nitrógeno- para impedir la proliferación de los organismos microbianos y permitir que el alimento fresco respire y no se pudra”, ha explicado. Atendiendo al tipo de producto y a las exigencias del envase, hay que ajustar la concentración de la atmósfera.

Asimismo, Catalá ha informado de que se está trabajando en nuevos materiales, como los bio-polímeros, que proceden de fuentes naturales (gluten de trigo o almidón) en vez del petróleo. “Además, existen los envasados activos, que liberan o absorben sustancias del alimento. En otras palabras, son envases que pueden liberar antioxidantes, antimicrobianos, componentes aromáticos…, o bien absorber vapores orgánicos, la lactosa de la leche, el colesterol del alimento… Son una revolución pero, por desgracia, son caros”. Por último, ha avanzado que el futuro en este campo del envasado son los biosensores. “Con ellos se busca conseguir una reacción interna dentro del alimento para que, mediante bio-receptores, sepamos si el producto ha llegado a su vida útil”, ha concluido Ramón Catalá.

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Novedades en los productos de IV y V Gama

La IV Gama de la industria agroalimentaria es una línea de hortalizas y frutas frescas, preparadas mediante diferentes operaciones como selección, pelado, cortado, lavado y envasado. Son conservadas, distribuidas y comercializadas bajo cadena de frío y están listas para ser consumidas crudas durante los diez días posteriores a su envasado.

La V Gama, que ha surgido en los últimos años, “está formada por aquellos productos que han recibido dos modos diferentes de manipulación tecnológica, es decir, un tratamiento térmico y un envasado, además del complemento del frío para su buena conservación”, ha explicado el Catedrático de Tecnología de los Alimentos de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), Francisco Artés. Así, los productos de V Gama son alimentos precocinados, listos para consumir y que ahorran tiempo.

Artés ha detallado las últimas tendencias en la V Gama. “Estos productos se están abriendo a más mercados. Ya no sólo responden a necesidades de consumidores individuales sino a las crecientes demandas del canal de la restauración y catering, así como a los comedores institucionales que necesitan hacer ensamblajes para preparar muchas raciones de alimentos en corto período de tiempo, siempre con la garantía de la calidad”, ha destacado.

Brócoli con más sabor y menos olor

Durante su intervención en la Mesa Nuevos Productos, Nuevos Consumidores, el catedrático Francisco Artés ha informado de que en la Universidad Politécnica de Cartagena se está trabajando en V Gama con una novedosa variedad llamada BIMI, un nuevo brócoli con sabor más suave y con menos olor elaborado para Sakata Seed Ibérica, una empresa japonesa de origen.

Por su parte, Francisco Bueno, Jefe de Servicio de la Concejalía de Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de Valencia, ha subrayado que “la industria agroalimentaria de la Comunidad Valenciana lidera en España la investigación e innovación aplicada al desarrollo de nuevos productos que responden a las necesidades del mercado”. La IV y V Gama representa el 6,7 por ciento de la industria agroalimentaria de la Comunidad Valenciana y factura más de 5 millones de euros. Al respecto, Sergio Barona, Secretario General de la Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana (FEDACOVA), ha señalado que “es un sector joven pero se sitúa en los primeros 5 puestos en cuanto a su importancia”. Además, ha detallado que “el Levante español produce cerca del 80 por ciento de los productos de IV Gama elaborados en España”.

Envases de calidad y envasado activo

Ramón Catalá, Profesor de Investigación del CSIC, ha destacado la gran calidad de los envases de IV y V Gama. “Se trata de envases con una atmósfera modificada, es decir, se reemplaza el aire interior del envase por mezclas de gases -carbónico, oxígeno y nitrógeno- para impedir la proliferación de los organismos microbianos y permitir que el alimento fresco respire y no se pudra”, ha explicado. Atendiendo al tipo de producto y a las exigencias del envase, hay que ajustar la concentración de la atmósfera.

Asimismo, Catalá ha informado de que se está trabajando en nuevos materiales, como los bio-polímeros, que proceden de fuentes naturales (gluten de trigo o almidón) en vez del petróleo. “Además, existen los envasados activos, que liberan o absorben sustancias del alimento. En otras palabras, son envases que pueden liberar antioxidantes, antimicrobianos, componentes aromáticos…, o bien absorber vapores orgánicos, la lactosa de la leche, el colesterol del alimento… Son una revolución pero, por desgracia, son caros”. Por último, ha avanzado que el futuro en este campo del envasado son los biosensores. “Con ellos se busca conseguir una reacción interna dentro del alimento para que, mediante bio-receptores, sepamos si el producto ha llegado a su vida útil”, ha concluido Ramón Catalá.

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El papel de la escuela y la familia en la prevención

Como reflexiones previas a la hora de abordar el tema de la prevención me he planteado unas cuestiones que me conducen a unas impresiones un tanto pesimistas:

-Por un lado el conocimiento de casos cercanos de familias con hijas con trastornos alimentarios, que se trata de padres funcionales y preocupados en el cuidado de sus hijos. Me da cierta sensación de indefensión frente a estas situaciones.

-El hecho también de que se acepte que estamos abordando unos trastornos asociados a la cultura (sobre todo en los cuadros más purgativos y bulímicos) implicaría que son cuadros “de nuestro tiempo” y me lleva a la pregunta de si la cultura es modificable.

-Otra cuestión es que la anorexia nerviosa siempre ha existido a lo largo de la historia, entonces ¿podríamos prevenirla de forma eficaz?

-La población diana muy extensa (adolescencia y final de la infancia) pero también tenemos mucho campo sobre el que actuar.

-La etiopatogenia es desconocida, lo que puede suponer una limitación, aunque también conocemos con bastante fiabilidad algunos factores de riesgo sobre los que ponemos intervenir.

Preguntas sobre prevención

Me he planteado estas dudas:

-¿Es viable la prevención primaria o es preferible invertir en detección precoz?

-Psicoeducación clásica versus abordajes indirectos que no se centran en dar información sobre el trastorno.

-¿Qué es preferible campañas publicitarias (estilo DGT) muy impactantes o consejos generales de salud pública? Es difícil llegar a las familias. En el caso de las escuelas sí nos podemos dirigir a ellas.

Prevención primaria

La prevención primaria es todo lo que se debería hacer desde la administración y los profesionales implicados y las asociaciones para intentar frenar esta epidemia de trastornos.

Si nos centramos en qué podríamos saber sobre la prevención yo he consultado con mis pacientes adultas que llevan años de evolución de su trastorno y les he preguntado qué nos dirían sobre la prevención. Y éstas son algunas de las respuestas.

Desde la familia:

-Mantener hábitos familiares (comer juntos).

-Explicar los anuncios poco saludables.

-Fomentar la práctica del deporte. No caer en el sedentarismo.

-Que sean críticos con la televisión y reducirla al mínimo.

-Transmitir mensajes saludables de éxito con ejemplos cercanos (modelo delgada vs ejecutiva normopeso).

-Educar sin exigir (¿ es posible?).

-No usar la comida nunca en el ámbito familiar como castigo o recompensa.

Desde las escuelas:

-Educar sobre imagen y aceptación de las diferencias, sobre la tolerancia al fracaso.

– Las pacientes se quejaban del acceso a información demasiado fácil.

-Educación emocional en los colegios (impartir talleres a los maestros).

-Dietas más sanas en los colegios.

Evidencias de los programas de prevención

Hay algunas evidencias que apuntan a su eficacia. Un 50 por ciento reducen los factores de riesgo y un 29 por ciento reducen la futura patología alimentaria.

En un metanálisis del año 2009 aparecen dos programas que pueden llegar a reducir el riesgo de TCA y de obesidad. Y también parece que fracasan los programas puramente informativos/educativos.

Factores de éxito de los programas de prevención

Que sean selectivos (ir a los sujetos de riesgo), no hacerlos universales. En segundo lugar, no empezar con edades muy tempranas (a partir de 14-15 años); que los contenidos sean interactivos con participación activa de los chicos y chicas y que estén focalizados en la aceptación corporal. El tema de la insatisfacción corporal parece clave. También parece que es preferible que los programas sean llevados a cabo por profesionales entrenados no por los profesores o monitores de comedor (esto es difícil de poner en práctica actualmente).

Programas de prevención

Entre los programas con resultados interesantes podemos destacar:

-Body project: basado en una intervención de la psicología social con elementos cognitivos, básicamente en la disonancia frente a la internalización del modelo del patrón delgado de éxito, con pocas sesiones y preventivo de la aparición de obesidad y TCA.

-Sorority body image program (que es una adaptación del anterior) de sólo dos sesiones que presenta muy buenos resultados.

-Peso saludable. Se intenta recomendar llegar a un peso normal a través de cambios lentos y graduales. Se usan entrevistas motivacionales con los alumnos y también compromisos públicos de cambio.

-Otros: Girl talk, Student bodies o Weight to eat.

Programas de prevención desde la escuela

-La escuela debe fomentar la educación para la salud.

-La incidencia es transversal.

-Difícil equilibrio entre exigencia/respeto a cualidades individuales.

-Importante el papel de los monitores de comedor y de los tutores en la detección precoz.

-Combatir activamente el menosprecio o discriminación entre alumnos (bulling). Aunque es muy difícil de realizar.

-Supervisión por dietistas de la alimentación en el comedor escolar.

-Hacer conscientes los mensajes culturales implícitos con discusión crítica de los mismos.

-La colaboración escuela/sistema sanitario.

-Constancia de los programas, adecuados a los grupos de edad, con el uso de películas, series, estudio crítico de anuncios, etc.

Situaciones escolares de riesgo elevado para TCA

-Acoso escolar (bulling).

-Cambios de instituto o centro de enseñanza.

-Situaciones de aislamiento o rechazo.

-Detección de TCA en el aula (“contagio social”) si hay alguna compañera de clase.

Familia y prevención

Hay factores relacionados con los problemas alimentarios: cambios demográficos con reducción familia nuclear y la “desaparición” de familia la extensa; alargamiento horarios laborales; incorporación de la mujer al mundo laboral.

Y la pregunta sería ¿cómo hacer llegar los mensajes o programas de prevención? ¿A través de TV e internet?

No hay un único modelo de familia asociada a los trastornos alimentarios, sino que es un grupo heterogéneo de familias, con una serie de factores de riesgo y de dificultades familiares que habría que intentar afrontar.

Recomendaciones familiares

-Evitar normas rígidas en alimentación.

-Fomentar comidas familiares.

-Evitar la crítica.

-No evitar el contacto físico.

-Aclarar y negociar normas de casa.

-Ser paciente y predicar con el ejemplo.

Situaciones familiares de riesgo elevado para TCA

-Separación conyugal o divorcio.

-Sobrepeso u obesidad (especialmente maternas).

-Enfermedades familiares graves.

-Viajes de adolescentes al extranjero.

El dilema de las dietas en la familia

-Las familias deberían de huir de incorporar la dieta como un estilo de vida.

-Cambios en los hábitos alimentarios (¿detrás de una chica que no sabe o no quiere comer hay una madre y/o un padre que no sabe o no le gusta cocinar?).

Factores de riesgo para TCA e inmigración

-Proceso migratorio inconcluso con malas condiciones.

-“Choque” cultural: si no hay integración con las tradiciones del país de acogida.

-Migración parental inicial: cuando los padres se marchan primero y dejan a los hijos en el país de origen.

-Pérdida del soporte de la familia de origen.

-Si ya existía preocupación por la imagen en el país de origen.

-Sobreocupación paterna en país de acogida para tener unos ingresos mínimos.

Factores de protección para TCA en la emigración

-Conservación de la cultura de grupo y familia extensa (ej etnia gitana).

-La defensa de valores propios (ej minoría negra en USA).

-Densidad étnica elevada, cuando los emigrantes se agrupan en zonas.

-Reajuste de funciones parentales (más presencia y acompañamiento de jóvenes).

-Acomodación paulatina a tradiciones de sociedad de acogida sin ruptura de las propias.

Conclusiones

-Aunque la cultura cambia necesariamente a lo largo del tiempo, el impacto físico y psicológico de las influencias culturales puede ser atenuado por un esfuerzo que las desvele y haga conscientes a los sujetos.

-Familia y escuela son claves en esta lucha, aunque la administración debiera tener un papel más proactivo (¿similar a lo ocurrido con la ley antitabaco?).

-Y por último dejo una pregunta en el aire ¿se puede prevenir conjuntamente TCA y obesidad?

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Ejercicio dirigido y dieta personalizada son eficaces contra el sobrepeso y la obesidad

Así lo ha demostrado un estudio pionero en España, presentado en el marco del Congreso Internacional de Programas de Nutrición y Actividad Física para el Tratamiento de la Obesidad (PRONAF), en el que han trabajado durante cinco años más de 30 investigadores y que está avalado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.

El objetivo de la investigación era descubrir qué tipo de ejercicio, combinado con dieta, era el más adecuado para luchar contra la obesidad y el sobrepeso. Además, querían determinar la importancia de la composición corporal de cada individuo -su masa grasa y su masa muscular- en el gasto energético diario.

Para averiguarlo, los autores observaron a un total de 3.000 adultos, individuos con normopeso, en las tres primeras fases y a personas con sobrepeso u obesidad en las etapas cuarta y quinta del estudio.

Después se seleccionaron a 120 pacientes con sobrepeso y a otros 120 con obesidad, dividiéndoles en cuatro grupos que siguieron, durante seis meses, distintos programas para bajar peso: uno con dieta y recomendaciones de actividad física; el segundo, dieta más actividad aeróbica; el tercero, dieta más ejercicio de fuerza; y un cuarto grupo al que se le asignaron ejercicio mixto de fuerza y actividad aeróbica.

La perseverancia es clave

Según ha señalado el investigador principal del Proyecto PRONAF, Pedro J. Benito Peinado, doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (UPM), “los pacientes con obesidad consiguieron perder una media de unos 12 kilos en seis meses y los que tenían sobrepeso, de entre 8 y 9 kilos, con grandes diferencias en función de su estado inicial y de su adherencia al programa”.

“No hemos visto grandes diferencias entre los distintos tipos de ejercicio a la hora de perder peso, pero sí en el grado de adherencia que se conseguía en cada individuo: el tratamiento resultó más eficaz cuanto más duradero en el tiempo”, destaca. En este sentido, el ejercicio regulado es mejor que el libre, pues “fideliza” al paciente, tanto con la actividad como con la alimentación saludable.

Este estudio también ha demostrado la eficacia de las dietas diseñadas en función del gasto energético que requiere cada persona en su actividad diaria. Para ello, a los participantes se les midió -usando un acelerómetro- su nivel de actividad física y su tiempo de descanso durante 15 días.

Con estos datos se calculó la energía que necesitaban y la dieta adecuada para cubrir este gasto, situándola algo por debajo de lo que requería el individuo, para provocar la pérdida de peso. “Se trata -dice- de una forma de diseñar dietas basada en metodología científica que ha dado buenos resultados”.

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Cuidarse en Navidad, cuestión de salud

A falta de pocas horas para que comiencen las fiestas navideñas, ya hemos empezado a celebrar las tradicionales reuniones y cenas de empresa y de amigos, a las que sumaremos las propias de la Navidad como Nochebuena, Nochevieja… Y en todas ellas es habitual cometer algún exceso que puede afectar a nuestra salud, aunque sea de forma leve. Por eso, es necesario saber cómo prevenir y tratar pequeñas dolencias que nos pueden amargar las fiestas.

Cecilio Venegas, presidente del Consejo de Farmacéuticos de Extremadura, explica que los problemas de salud más habituales en Navidad son principalmente de dos tipos: “los derivados del consumo de alcohol y los causados por las comidas copiosas”. A éstos hay que añadir el gran protagonista durante los meses de invierno, el resfriado, que tiende a propagarse en las fiestas navideñas, ya que durante ellas pasamos más tiempo fuera de casa expuestos al frío. “Los constipados y resfriados son habituales en los días siguientes a la Navidad, cuando se pagan los efectos de pasar más tiempo en la calle, menos abrigados y con cambios de temperatura constantes” puntualiza Venegas.

Entre las dolencias de salud leves por excelencia de la Navidad se encuentran los empachos y las digestiones pesadas causadas por las comidas y, sobre todo, por las cenas copiosas. El abuso de la comida también puede provocar otros trastornos como acidez estomacal, diarrea y vómitos, y en personas con ácido úrico elevado o hiperglucemia, un agravamiento de su dolencia.

Prevenir estos problemas de salud pasa, por lo tanto, por mantener una alimentación equilibrada. Como explica Venegas, los problemas de salud que padecemos en Navidad “se pueden evitar eligiendo mejor los alimentos que tomamos y, sobre todo, las cantidades”. También es importante comer despacio, masticar bien los alimentos, no abusar de las carnes y alimentos grasos y sustituirlos, cuando sea posible, por verduras o alimentos ricos en fibras.

También el aumento del consumo de alcohol durante las fiestas navideñas puede pasar factura a nuestro organismo. De hecho, la resaca es uno de los trastornos de salud leves más habituales durante estas fechas, presentándose con síntomas como dolor de cabeza, deshidratación, mareos, acidez de estómago y náuseas. “En la mayoría de culturas la celebración está asociada a la comida y la bebida, pero debemos ser prudentes con las cantidades que ingerimos, especialmente en el caso del alcohol”, subraya el presidente del Consejo de Farmacéuticos de Extremadura.

Para prevenir la resaca, lo mejor es no consumir alcohol o hacerlo en cantidades moderadas y, en el caso de padecerla, reponer líquidos para evitar la deshidratación, especialmente zumos con vitamina C. También son recomendables los alimentos que no irritan la mucosa gástrica, como yogures y frutas.

El autocuidado, un aliado en Navidad

Si queremos disfrutar de unas fiestas agradables, no debemos descuidar nuestros hábitos, especialmente en lo que concierne a la alimentación y la realización de ejercicio. “Durante la Navidad comemos mucho más de lo habitual, bebemos más alcohol, descuidamos el ejercicio, pasamos más tiempo fuera de casa y, en definitiva, nos relajamos en el cuidado de nuestra salud”, sostiene Rafael García Gutiérrez, director de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp).

Este experto recomienda seguir unos hábitos de alimentación sanos, apostando por una dieta variada. También aconseja hacer ejercicio para evitar que los excesos que hayamos podido cometer nos pasen factura posteriormente. Y si no hemos podido evitar caer en la tentación y sufrimos algún trastorno leve, lo más adecuado es acudir a la oficina de farmacia, donde el profesional farmacéutico nos aconsejará, en el caso de que lo necesitemos, cuál es el medicamento más adecuado para tratar los síntomas que presentamos.

En el caso de problemas leves de salud como empachos, digestiones pesadas, resfriados, etc., los fármacos aprobados por el Ministerio de Sanidad para tratar estas sintomatologías menores son los medicamentos no sujetos a prescripción médica o de autocuidado, que se pueden adquirir en la oficina de farmacia sin receta médica, pero siempre con el consejo previo del farmacéutico.

Antiácidos y protectores gástricos para el alivio de los problemas estomacales, antidiarreicos, sueros de rehidratación oral y analgésicos para el dolor de cabeza son algunos de los medicamentos que pueden tratar las dolencias típicas de las fiestas navideñas. En el caso de los resfriados, antigripales, mucolíticos, y antitusígenos para combatir sus síntomas: dolor, fiebre, tos, exceso de mucosidad, etc.

El director general de anefp recuerda que ante cualquier trastorno que pueda presentarse en estas fiestas navideñas, se debe actuar de forma responsable, y utilizar los medicamentos destinados al autocuidado de la salud siempre bajo el consejo del profesional farmacéutico.

“Debemos revisar siempre nuestro botiquín casero y comprobar que el medicamento está en buen estado y no ha caducado”, advierte García Gutiérrez. Finalmente, el director general de la Asociación para el Autocuidado de la Salud recomienda que para disfrutar de unas navidades saludables, “lo mejor es utilizar el sentido común y no dejarnos llevar por los excesos”.

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Prevención en medios de comunicación

La inversión publicitaria en España y en la mayoría de países europeos determina el espacio, los contenidos y, habitualmente, el tratamiento de los temas abordados por los medios de comunicación.

A pesar de la crisis la inversión publicitaria en España en 2010 llegó a los 5.850 millones de euros en medios convencionales (prensa, radio, televisión y cine). Y en los medios de comunicación no convencionales (catálogos, folletos, publicidad en el punto de venta, internet) la inversión publicitaria fue de 7.034 millones de euros.

En un momento en que los titulares de los periódicos hablan de crisis extrema la previsión de inversión publicitaria estimada en España durante el 2011 llegará a superar los cinco mil millones de euros en los medios de comunicación convencionales y siete mil en los medios no convencionales.

Prensa general y especializada

Respecto a lo aparecido en relación a los TCA este año he seleccionado dos periódicos:

-En La Vanguardia haciendo una búsqueda del concepto TCA aparecen dos noticias y seis del concepto anorexia. Los temas tratados mayoritariamente son internet, la moda y las celebrities.

-En El País las cantidades son más o menos las mismas y los temas abordados son los mismos: internet, la moda y las celebrities.

En la prensa especializada, por citar algunos ejemplos de revistas femeninas, en Marie claire hay 5 entradas, en Vogue 3 entradas y en Cuore 22 entradas (esta publicación es mucho más frívola, frivoliza sobre diversos temas y casi siempre alrededor de los famosos).

Características comunes de estas publicaciones

-Los TCA aparecen como información vinculada a la vida social de actrices, modelos y cantantes.

-Las noticias puntuales relacionadas con sucesos concretos son la segunda forma más utilizada en cuanto a la información relacionada con los TCA.

-Sólo en muy contadas ocasiones tienen presencia informativa en cuanto a aspectos relacionados con la prevención o el tratamiento de los mismos.

-En las revistas especializadas por públicos (prensa femenina y del corazón) la información siempre se vincula a esta “crónica social”.

-La información relativa a los TCA se ubica en secciones dispares (sociedad, salud, gente, etc.). Podríamos hacer una primera conclusión, que los medios de comunicación abordan la enfermedad como algo social.

-La bulimia aparece en contadas ocasiones cuando se hace referencia a los TCA.

-Los TCA no especificados aparecen en contadísimas ocasiones.

Medios audiovisuales

El 1 Abril del 2011 se aprobó una Ley General de la Comunicación Audiovisual. Esta ley cuida bastante el desarrollo físico, mental y moral de los menores, hasta tal punto que prohíbe la emisión en abierto de determinados contenidos audiovisuales.

Los contenidos que puedan resultar perjudiciales para el desarrollo físico, mental o moral de los menores sólo podrán emitirse en determinadas franjas horarias fuera del horario protegido, es decir, la franja horaria que no sea de 8-9 de la mañana y las 5-8 de la tarde en días laborables y entre las 9 y 12 de la mañana los sábados, domingos y fiesta estatales. Los contenidos recomendados para mayores de 13 años deberán emitirse fuera de esas franjas horarias.

Esta ley también ha servido para poner sobre la mesa cuestiones relativas al ámbito de la publicidad. ¿Qué pasa con los productos de culto al cuerpo? Esta ley también prohíbe la emisión de anuncios de productos de culto al cuerpo en determinadas horas (las protegidas para menores). Pero no hay una clara definición de qué son productos de culto al cuerpo. La ley habla de productos para perder peso, pero se dejan de lado los productos desnatados, o determinados productos de belleza con determinados estereotipos.

Algunos ejemplos en los que llevamos de año: en la web de TVE aparecen 9 entradas, mayoritariamente noticias y un documental; en Tele5 hay 98 entradas, mayoritariamente noticias y piezas en programas que denomino “pseudo informativos”; y en Antena 3 hay 52 entradas, mayoritariamente piezas en programas “pseudo informativos”.

Características comunes de estos programas

-Información objetiva en muy pocas ocasiones.

-En caso de darla, siempre se menciona a las estrellas como ejemplo.

-Los TCA aparecen como “etiqueta social” que caracteriza a modelos, actrices y cantantes.

-Los mensajes pseudo informativos que ponen de manifiesto pautas de conducta que pueden servir como ejemplo (páginas web, métodos para adelgazar, casos de autolesión y suicidio, etc.). Se puede hablar de desinformación y de contaminación informativa, en realidad.

-En el caso de las series se frivoliza la enfermedad, porque la publicidad marca los contenidos.

-Cuando se habla de la superación del trastorno aparece como un punto y final descontextualizado. Se curó y punto, la prevención no aparece.

-Y cuando se habla de pautas preventivas (en contadísimas ocasiones) todo se resume en dos elementos: control parental en internet y comidas en familia.

-En definitiva a grandes audiencias, gran inversión publicitaria.

-La inversión publicitaria anual televisiva en prime time (21.00-00.00) roza los 2.000 millones de euros y esto marca los contenidos y formatos audiovisuales.

(Des)información versus prevención

Hablar de los trastornos no significa prevenir necesariamente, informar tampoco es prevenir, y mucho menos desinformar y contaminar.

Publicidad

La Ley de la Publicidad en España data de 1988 con sucesivas reformulaciones con especial interés hacia algunos colectivos (niños y mujeres).

En España funciona la autorregulación. Hay una entidad, llamada Autocontrol de la publicidad, que autorregula. Es decir, los espectadores se pueden poner en contacto con Autocontrol para denunciar un anuncio. Sin embargo, Autocontrol no tiene potestad para sancionar ni retirar sino simplemente aconsejar. A partir de ahí se abren larguísimos procesos judiciales que cuando culminan la campaña ya está retirada.

La publicidad es creadora y perpetuadora de estereotipos influyentes en los TCA.

Características comunes de la publicidad

-Búsqueda de un ideal corporal inalcanzable.

-Hay una distorsión de la realidad corporal, que se ha acrecentado con el retoque digital.

-Vivimos en un estado de dieta constante.

-Miedo a la comida.

-Frivolización del intelecto en pos de la perfección física.

-Ausencia de modelos de mujer alternativos al framing publicitario, a esos microuniversos de la publicidad.

-Consumo compulsivo productos de culto al cuerpo.

-Negación del paso del tiempo. No puedes envejecer.

-Refuerzo de roles tradicionales (“la mujer florero”).

-Estereotipos femeninos en base a la óptica masculina.

-Hay una clara retórica de la delgadez como sinónimo de salud.

-Se usan recursos creativos que utilizan comportamientos propios de la enfermedad como base argumental, recursos que repiten conceptos como el control, el miedo, el engaño.

Algunos ejemplos:

-Deseo explícito de adelgazar bajo el pretexto de cuidarse o llevar una vida sana: en el discurso publicitario siempre es lo mismo, de forma paralela a la enfermedad. El imperativo de esbeltez extrema aparece disfrazado en el discurso publicitario bajo el proyecto del cuidado del cuerpo.

-La búsqueda del ideal ascético: la pureza del cuerpo y del alma, en realidad los TCA representan la mortificación del cuerpo para conseguir la plenitud física. El control del peso, la práctica compulsiva del deporte para restringir al cuerpo de determinadas cosas para logar la plenitud física.

-El narcisismo: el juego de espejos que está presente, de amor-odio al espejo, que aparece en todos los anuncios.

-La obsesión por el deporte: es un recurso creativo muy habitual en estas campañas publicitarias.

-La demonización de la obesidad: la obesidad es algo horrible y cuando aparecen en publicidad obesos el objetivo es ser ridiculizados o demonizados. Existe la connotación implícita de que la persona obesa no es triunfadora en sociedad.

-El reconocimiento social de la delgadez como valor de legitimación: el triunfo se legitima cuando esa delgadez se reconoce por terceras personas.

-Sensación de euforia y de energía atribuida a la esbeltez: los protagonistas del discurso publicitario presentan actitudes vitales, energéticas y dinámicas fruto del consumo del producto y de ese reconocimiento social gracias a la pérdida de peso.

Y todo eso nos genera una presión por ajustarse a canon estético, una inseguridad y una baja autoestima. Se trata de un círculo vicioso porque se legitiman comportamientos propios de la enfermedad a través del discurso publicitario.

¿Publicidad “preventiva”?

¿Existe una publicidad preventiva? La poca publicidad preventiva que se ha hecho depende el gobierno y el presupuesto es bajísimo con lo cual el resultado es una mala calidad en el proceso creativo y de realización. Además el mensaje no resulta contundente para contrarrestar estereotipos.

Las medidas “preventivas” que se están llevando a cabo en medios de comunicación son la nueva ley del audiovisual que regula la presencia de productos de culto al cuerpo y algún esfuerzo aislado destacable como las recomendaciones del Consell de l”Audiovisual de Catalunya sobre el tratamiento informativo de TCA en medios audiovisuales.

Y ¿qué se puede hacer? En primer lugar la alfabetización mediática, dar herramientas a la sociedad para usar los medios de comunicación como herramienta para informarnos, para fomentar hábitos saludables, para trabajar con mensajes en positivo y para denunciar.

En realidad el concepto de Media Literacy es la capacidad para acceder, analizar y evaluar contenidos y procedimientos presentes en los medios de comunicación. Esto se está haciendo en las escuelas, pero con pocos medios.

Conclusiones

-Hay una clara ausencia de iniciativas de prevención de los TCA en el discurso mediático.

-Las pocas iniciativas surgidas se limitan al ámbito audiovisual televisivo, dejando a un lado los contenidos radiofónicos.

-Se necesitan (como en otros países) códigos de corregulación creados por médicos y periodistas, y principios de adhesión por parte de los medios.

-Y una clara necesidad de sensibilizar a los periodistas en activo pero también en el ámbito universitario, porque la comunicación en la salud es algo que queda muy lejano, se aborda poco, y solamente así podremos hablar en un futuro no lejano de prevención de los TCA en los medios de comunicación.

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Vigorexia y otros trastornos de la imagen

Los medios de comunicación hablan de términos como sadorexia, ebriorexia, síndrome del gourmet y diabulimia, sobre los que hay poca literatura científica disponible. En cambio, de vigorexia en las dos últimas décadas (desde el primer trabajo de Pope) han aumentado mucho las publicaciones científicas sobre este trastorno bajo distintas denominaciones: bigorexia, trastorno dismórfico muscular, complejo de Adonis, anorexia inversa… Y alguna de las preguntas que surgen son: ¿Se trata de un nuevo trastorno? ¿Estamos ante una nueva manifestación de uno viejo? ¿No es nada?

Etimología

El término procede del inglés bigorexia que viene de “big”, grande, que a su vez tiene una raíz escandinava “bugge”, que significa gran hombre. Es el deseo de estas personas de aumentar el tamaño corporal. Y “ὀρέξις” es una raíz griega, que significa apetito, por similitud con los trastornos de la conducta alimentaria.

En español se escribe vigorexia, confundiendo un poco el vigor, el exceso de ejercicio y el deseo de fuerza, cuando lo que parece ser que está implicado en este trastorno es precisamente el ser “big”, el tener un gran cuerpo.

Un poco de historia

En 1993 Pope y sus colaboradores de Harvard estaban estudiando en un grupo de 108 fisicoculturistas el uso de esteroides anabolizantes y sus efectos. Se dieron cuenta que un pequeño grupo de esta muestra a pesar de tener más musculatura que el promedio poblacional presentaba un intenso miedo a tener un cuerpo pequeño y débil. Además presentaban distorsión de la imagen corporal, que consiste en subestimar el tamaño corporal. Presentaban también una excesiva atención a una dieta estricta. Por todo ello, y por la similitud con la anorexia en mujeres, la primera denominación fue anorexia inversa. Finalmente en 1997 se descartó ese término por considerar que la clínica alimentaria tenía un carácter secundario y se denominó trastorno dismórfico muscular.

Los autores lo situaron dentro del grupo heterogéneo de los trastornos somatomorfos (trastorno por somatización, hipocondría, trastorno por conversión).

Trastorno Dismórfico Corporal (TDC)

Consiste en una preocupación por algún defecto imaginado del aspecto físico. Cuando existe objetivamente este defecto la preocupación del individuo es excesiva e interfiere en su día a día.

El segundo criterio es de malestar o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. Y el criterio diferencial es que esta preocupación no se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. ej., la insatisfacción con el tamaño y la silueta corporales en la anorexia nerviosa).

Criterios diagnósticos de la vigorexia

En primer lugar existe una preocupación por la idea de que el propio cuerpo no está suficientemente libre de grasa y musculado. Las conductas características asociadas son el levantamiento de pesas durante largas horas y una excesiva atención a la dieta.

Hay una preocupación con rasgos obsesivos, son obsesiones a las que el individuo dedica más de cinco horas, y con carácter intrusivo, es decir la persona no decide reflexionar sobre lo que le está pasando. Y la única manera de acabar con estos pensamientos es recurriendo al ejercicio compulsivo como neutralizador.

Sin embargo, parece ser que los pacientes tienen una mejor capacidad de insight, de compresión de su problema, de darse cuenta que esta preocupación tiene un carácter claramente irracional, a diferencia de otros trastornos dismórficos.

Este trastorno pertenece al espectro de los trastornos de la imagen corporal, donde se encuentra la anorexia, la bulimia y los trastornos dismórficos corporales que recurren al abuso de cosméticos para ocultar el defecto e incluso a cirugía reparadora innecesaria.

La imagen corporal

Existen altas tasas de insatisfacción corporal. Hay gran presencia del body-checking compulsivo, que consiste en el palpado del cuerpo para comprobar si el desarrollo de la musculatura es el mismo que hace cinco minutos. También hay comprobaciones ante el espejo. Y la imagen corporal tiene un alto peso específico en la autoestima global.

Existe también una alteración de la imagen corporal, que consiste en un fracaso en la estimación del tamaño del propio cuerpo. En TCA sabemos que hay una sobrestimación del tamaño, se ven más grandes de lo que realmente son, pero en la vigorexia ocurre lo contrario, una subestimación del tamaño -se ven menos voluminosos- y en los trastornos dismórficos corporales existen tanto una subestimación como una sobrestimación depende en que consista el defecto y también hay, a veces, complejo de asimetría. Esta alteración tiene un componente cognitivo-afectivo asociado a la insatisfacción corporal.

Algunas propuestas teóricas señalan que el aumento de la insatisfacción corporal en varones es una de los responsables del aumento de la prevalencia e incidencia de la vigorexia. Esta insatisfacción se asociaría con el aumento de la presión social hacia un cuerpo masculino cada vez más musculado como ideal de belleza.

Una macroencuesta de Garner (1997) en los estadounidenses sirvió para constatar la insatisfacción corporal en varones y esto podría explicar, en parte, el aumento de la vigorexia en varones.

La conducta alimentaria en vigorexia

La persona frecuentemente abandona importantes actividades sociales, ocupacionales y recreativas debido a la necesidad compulsiva de realizar ejercicio y dieta, que se convierten en el principio organizador central de su vida.

Existe una excesiva atención a la dieta, como mínimo un riguroso cálculo macronutricional. Se alimentan básicamente con alimentos con alto contenidos en proteínas y bajo en lípidos. Es una dieta exagerada en cantidad y muy reducida en diversidad.

Existe evitación de comidas en restaurantes o lugares en los que no se tiene el control sobre la composición de los alimentos. Y hay consumo de suplementos alimenticios, a veces ilegales.

En general faltan estudios sistemáticos sobre como de alterada está la conducta alimentaria en la vigorexia. Algún estudio ha encontrado puntuaciones clínicas en una versión del EDI-2 (uno de los estándares en TCA) pero hay problemas de metodología. Tampoco se ha constatado la sensación de pérdida de control en las ingestas, a pesar de que son muy excesivas.

El ejercicio en la vigorexia

Consiste en largas sesiones de gimnasio con rutinas consistentes en el levantamiento de pesas y otros ejercicios anaeróbicos para el desarrollo muscular. Superan los límites de exceso de ejercicio físico (ejercicio de alta intensidad de más de 1,5 horas más de seis veces por semana).

¿Qué ocurre cuando se superan estos límites? Ocurre el síndrome de sobreentrenamiento que es un descenso brusco del rendimiento que cursa con dolores musculares, pérdida de apetito, trastornos del sueño, cambios de humor y aumento de la ansiedad. Ante la aparición de este síndrome aumenta el consumo de sustancias estimulantes para no parar. Y el incremento de la ansiedad aumenta el ejercicio compulsivo.

La principal población de riesgo son fisioculturistas con una prevalencia del 10 por ciento. Hay estudios que comparan fisioculturistas sanos con personas que presentan vigorexia y se ha encontrado una mayor presencia de ansiedad, niveles de obsesividad más elevados, más body-checking, más comprobaciones ante el espejo, mayor presencia de abuso de sustancias y más deterioro funcional.

En otro trabajo se estudiaron los antecedentes autobiográficos de un grupo de fisioculturistas que cumplían criterios de vigorexia y se encontró que el ejercicio compulsivo se asoció con la presencia de historia de abusos sexuales en la infancia e historia de burlas relacionadas con un aspecto físico frágil y enclenque. Los resultados son análogos a la historia de obesidad infantil con burlas y al abuso sexual en los TCA.

La ocultación del cuerpo en la vigorexia

Otro criterio diagnóstico dice que la persona evita situaciones en las que el cuerpo se ve expuesto ante otros, o se enfrenta a estas situaciones con marcado nivel de ansiedad. Se evitan situaciones donde el cuerpo esté expuesto (playas, piscinas y vestuarios). Si no hay más remedio que exponerse son frecuentes las conductas de escape cuando la exposición es inevitable. La exposición del cuerpo se neutraliza con ropa ancha. Y a pesar de poder competir muchos fisioculturistas con vigorexia no acuden a certámenes por evitar la exposición.

El deterioro en la vigorexia

La preocupación por la inadecuación del tamaño corporal o la musculatura causa malestar clínicamente significativo: hay problemas de desempleo y absentismo laboral; problemas de pareja (el 15 por ciento prefieren vivir solos); se han encontrado puntuaciones inferiores en el cuestionario de salud SF-36 a pacientes con depresión, diabetes o infarto de miocardio, es decir que el nivel de deterioro es bastante importante; como consecuencia hay un alto aislamiento social; y mayor presencia de tentativas autolíticas.

El consumo de esteroides es de al menos un 50 por ciento de los casos (aunque se cree que este porcentaje es superior). El 73 por ciento de los casos el abuso de esteroides es posterior al desarrollo del cuadro. En concreto emplean esteroides anabolizantes androgénicos y otras sustancias como la anfetamina, cocaína, analgésicos narcóticos o efedrina.

Prevalencia y comorbilidad

Se estima una prevalencia del 0,048 en España. La distribución es inversa a los TCA (80% hombres, 20% mujeres). Y uno de cada 2000 varones estaría afectado por esta patología. Posiblemente hay un gran número de falsos negativos. La edad de inicio es la adolescencia tardía y no existen datos de estratificación social.

Respecto a la comorbilidad es principalmente con trastornos del estado de ánimo y de ansiedad. El abuso de sustancias alcanzaría el 46 por ciento. Y los niveles de psicopatología asociada equiparan a la vigorexia con los TCA diferenciándolo del resto de TDC. Además el 29 por ciento presenta una historia previa de TCA lo que nos hace pensar en la hipótesis transdiagnóstica.

Conclusiones

Nos podemos plantear:

¿Debe ser incluido en el espectro de los trastornos obsesivos, en el de los TCA o entre los trastornos dismórficos corporales? Algunos autores lo consideran un trastorno obsesivo-Compulsivo. Las obsesiones y las compulsiones están presentes en los TCA y en los TDC, pero el papel de la insatisfacción corporal y su distorsión añade especificidad.

Y ¿es un TCA o es un trastorno dismórfico?

Hay mayor capacidad de insight en la vigorexia. Los niveles de psicopatología asociada son superiores en TCA y vigorexia que en TDC. Si nos fijamos desde un punto de vista dimensional en las características de estos pacientes: altos niveles de obsesividad, compulsividad, evitación social, perfeccionismo, insatisfacción corporal, distorsión de la imagen corporal, excesiva atención a la dieta, disfunción social, riesgos para la salud, endofenotipos neuropsicológicos…hay grandes similitudes con TCA.

Si insistimos en un diagnóstico categorial la ausencia de clínica alimentaria suficientemente alterada haría que no lo pudiésemos situar en los TCA. Pero continuaremos teniendo 1/3 de los TCA no especificados.

Comer menos mantiene el cerebro joven

Un equipo de investigadores italianos de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, en Roma, ha descubierto que una molécula, llamada CREB1, se activa ante “la restricción calórica” (dieta hipocalórica) en el cerebro de los ratones. Según los expertos, CREB1 activa a su vez una serie de genes vinculados a la longevidad y al buen funcionamiento del cerebro.

El estudio ha sido dirigido por Giovambattista Pani, investigador del Instituto de Patología General de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Sagrado Corazón en Roma, y por el profesor Aquiles Cittadini, en colaboración con el profesor Claudio Grassi, del Instituto de Fisiología Humana. La investigación ha sido publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

“Nuestro objetivo es encontrar una manera de activar CREB1, por ejemplo, a través de nuevos fármacos, para mantener el cerebro joven sin la necesidad de una dieta estricta”, afirma el doctor Pani.

La restricción calórica significa que los ratones sólo podían comer hasta un 70 por ciento de los alimentos que consumen normalmente, una manera conocida de prolongar la vida, como se observa en muchos modelos experimentales.

Por lo general, con restricción calórica, los ratones no se convierten en obesos y no desarrollan diabetes; muestran un mayor rendimiento cognitivo y de memoria; y son menos agresivos. Además, desarrollan mucho más tarde la enfermedad de Alzheimer, y con síntomas menos graves que en animales sobrealimentados.

Muchos estudios sugieren que la obesidad perjudica al cerebro, causando su envejecimiento temprano, y haciéndolo más susceptible a las enfermedades típicas de las personas mayores como el Alzheimer y el Parkinson, mientras que, por el contrario, la restricción calórica mantiene el cerebro joven. Sin embargo, el mecanismo molecular preciso detrás de los efectos positivos de una dieta hipocalórica en el cerebro eran desconocidos hasta ahora.

El equipo italiano descubrió que la molécula CREB1, activada por la restricción calórica, produce efectos beneficiosos en el cerebro mediante la activación de otro grupo de moléculas relacionadas con la longevidad, la sirtuinas. Este hallazgo es consistente con el hecho de que CREB1 también regula las funciones importantes del cerebro que controlan la memoria, el aprendizaje y la ansiedad, y su actividad se reduce por el envejecimiento fisiológico.

Por otra parte, los investigadores han descubierto que la acción de CREB1 puede aumentar drásticamente por la mera reducción de la ingesta calórica y han demostrado que CREB1 es absolutamente esencial para hacer funcionar la restricción calórica en el cerebro. De hecho, en los ratones que carecían de CREB1, los beneficios de la restricción calórica en el cerebro desaparecieron.

“Por lo tanto, nuestros hallazgos identifican por primera vez un importante mediador de los efectos de la dieta en el cerebro”, concluye el doctor Pani, y agrega que “este descubrimiento tiene implicaciones importantes para desarrollar futuras terapias que mantengan el cerebro joven y prevengan la degeneración cerebral y el proceso de envejecimiento. Además, el estudio añade información sobre la correlación entre las enfermedades metabólicas, como la diabetes y la obesidad, y la disminución de las actividades cognitivas”.

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¿Está garantizada la comida saludable en comedores y restaurantes europeos?

Son las conclusiones del estudio realizado por el Antwerp Institute of Tropical Medicine y la Ghent University, en Bélgica, que piden a los políticos buscar el equilibrio entre los intereses comerciales y la preservación de la salud pública. Una tercera parte de la población belga mayor de 15 años consigue un cuarto de su energía de comer fuera de casa, un número incluso mayor en muchos países.

De la revisión mundial realizada por Carl Lachat, investigador del Antwerp Institute of Tropical Medicine y de la Ghent University, se ha visto que, por norma, la comida que se consume fuera de casa tiene más grasa y sal, además de menos vitaminas. El consumo de frutas y verdura sale aún peor parado.

Sin embargo, las autoridades de los diferentes países tienen poco poder sobre lo que se hace en la privacidad de las cocinas, excepto para garantizar la seguridad y trazabilidad de los ingredientes que se emplean. Sin embargo, carecen de influencia sobre la oferta de restaurantes, comedores, proveedores y otros proveedores comerciales de alimentos y de comidas.

La mayoría de las políticas se preocupan sobre el etiquetado de la comida, la formación del personal o la publicidad. Pero la salubridad de los alimentos parece preocupar menos y si algún país instaura normas para regularla, por ejemplo la de ofrecer comida saludable en los comedores escolares, casi no se controla o cumple.

Con un simple experimento, estos investigadores comprobaron que en un comedor de estudiantes, ofreciendo más verdura o frutas gratis, es posible conseguir que las personas coman mejor, incluso tras concluir la prueba. También se pueden poner en práctica medidas simples sobre las porciones, las calorías, las opciones o la información nutricional.

Asimismo, Lachat ha señalado que el sector de los “catering” ofrece claras oportunidades para mejorar la dieta de los consumidores. Sólo hace falta que las autoridades presten atención a la composición de la comida que se oferta fuera de casa y se implican en este sector para mejorar el producto que ofrecen.

“Faltan medidas para garantizar la disponibilidad de comida saludable fuera de casa o para hacer que este sector sea más responsable”, señala Lachat, para quien controlar lo que los ciudadanos comen fuera de casa, para hacer que sean alimentos más saludables, requiere de “nuevas soluciones de salud pública”.

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La Cátedra Tomás Pascual Sanz – CENIEH presenta el libro Genes, ciencia y dieta

El pasado 28 de noviembre, José Mª Bermudez de Castro, director del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana presidió el acto de presentación del libro Genes, ciencia y dieta. Lecciones de Evolución Humana, en las instalaciones del CENIEH, que recoge las actividades llevadas a cabo por la Cátedra Tomás Pascual Sanz – CENIEH durante el año 2010.

También participaron en este acto de presentación la investigadora Ana Mateos, por parte del CENIEH, y Alfonso Perote, por parte del Instituto Tomás Pascual Sanz, que como coordinadores han prologado este segundo libro de lecciones sobre evolución humana de la Cátedra.

Los nueve autores de esta publicación, entre los que se encuentran la bioquímica Margarita Salas Falgueras, el especialista en Nutrigenómica José M. Ordovás Muñoz y Manuel Martín-Loeches Garrido, experto en Neurociencia cognitiva, ofrecen una visión multidisciplinar para dar una dimensión más viva a todo lo que significa la evolución humana en sí y en relación con nuestro entorno y hábitos alimenticios.

Para acceder al vídeo de la presentación pinche aquí

Centro Nacional de Investigación de la Evolución Humana (CENIEH)

El CENIEH tiene como objetivo investigar la evolución humana durante el plioceno y pleistoceno, promoviendo la sensibilización y transferencia de conocimientos a la sociedad y colaborando con organismos de diferentes disciplinas científicas. Impulsa y apoya la realización y colaboración en excavaciones de yacimientos de estos periodos prehistóricos.

Además, el CENIEH restaura y conserva los hallazgos procedentes de excavaciones arqueológicas y paleontológicas del plioceno y pleistoceno.

www.cenieh.es

Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud

Dependiente de la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, el Instituto Tomás Pascual Sanz es una entidad sin ánimo de lucro que tiene el mandato de generar y difundir actividades de divulgación, estudio y análisis en los campos de la alimentación, la nutrición, la salud y los hábitos correctos de vida.

El Instituto transmite a la sociedad los valores de una vida saludable, difunde los adelantos tecnológicos relacionados con las ciencias de la salud y promueve el intercambio de información, generando nuevas posibilidades entre los colectivos relevantes y comprometiéndose al máximo con la sociedad científica moderna. El Instituto Tomás Pascual Sanz edita el contenido de estudios y ponencias en una numerosa biblioteca que responde a la creciente demanda sobre temas tan importantes como la nutrición, la seguridad alimentaria o la actividad física.

www.institutotomaspascual.es

Acceda a la Biblioteca del Instituto